jueves, 8 de septiembre de 2011

Años 60: América (VI)



Nuestra estancia en San Francisco termina. Y una vez que hemos repasado los nombres más notables del género (porque esta ciudad, definitivamente, es un género en sí misma), nos quedan dos tipos de oferta por citar: aquellos que sin estar oficialmente radicados aquí pueden considerarse como miembros de pleno derecho, y otros que siendo naturales de la ciudad tenían un planteamiento mucho más rockero que hippy. Entre los primeros encontramos varios tejanos: los más famosos son Janis Joplin (pueden visitar su hagiografía, si están interesados), 13th Floor Elevators y Steve Miller. 

Los Ascensores del Piso 13 son la cara oscura del rock ácido (por cierto, fue el primer grupo en declararse "psicodélico"). Liderados por Roky "Peyote" Erickson, un personaje con fuerte tendencia al desequilibrio y cuya dieta alimenticia incluía dosis lisérgicas excesivas, consiguieron hacerse una leyenda con su rock de garaje aliñado por las substancias psicotrópicas. Su debut en 1966 con el single "You're gonna miss me" -que Roky ya había grabado con los Spades, su anterior grupo- los convirtió en banda de culto, reforzado por la publicación casi inmediata de su primer LP (cuya portada es también un clásico del género). Los problemas con la Ley y la inestabilidad mental de Roky fueron haciendo mella en la banda, que tras su segundo LP -en la línea del anterior- comenzó a perder a sus integrantes originales: para mediados de 1969 los Ascensores ya no existían. Una grabación en directo publicada poco antes y un mediocre cuarto disco en estudio certificaron su desaparición. En cualquier caso, los dos primeros son dignos de ser recordados.

Steve Miller puede ser considerado como tejano aunque haya nacido en Wisconsin, ya que su familia se trasladó a Dallas cuando él tenía siete años. Tanto su padre como su madre eran músicos, así que el niño respiró música desde la cuna; y teniendo en cuenta eso más el selecto grupo de amistades que frecuentaban la casa (gente del jazz y del blues), no es extraño que acabase convirtiéndose en un notable guitarrista (el mismísimo Les Paul fue mentor suyo). Tras unos años de pulido aprendizaje crea la Steve Miller Band en 1967 y se presenta en San Francisco con una exquisita mezcla de blues y psicodelia que, si bien a veces se hace un poquitín pesada, denota una solidez que no tenía la mayor parte de las bandas competidoras. Y esa solidez se ha traducido en una carrera de más de cuarenta años: la psicodelia dio paso a un blues vitaminado con tintes pop-rock y un refinado gusto por los arreglos de estudio que a mí al menos me resulta muy agradable, aunque los puristas divinos le hagan ascos.

Entre los grupos rockeros de la ciudad, los dos más recordados son los benditos Flamin' Groovies y los aguerridos Blue Cheer:

A los benditos Groovies habría que hacerles un monumento: su admirable tozudez para nadar a contracorriente es un caso digno de estudio, y a la larga les ha dado fama y honra. A mediados de los años 60, cuando todo el mundo era hippy, ellos vivían en el rock'n'roll y atacando el repertorio de Chuck Berry; diez años después, cuando casi todas las bandas coetáneas habían desaparecido, los Groovies seguían en la brecha. Claro que, si en esa época lo que tocaba era ser punki, ellos se dedicaban a reivindicar a los Beatles y los Byrds. ¿No es maravilloso? Con el paso de los años, los "aficionados enrollados" comenzaron a comprender su legado y por fin hoy se reconoce su influencia en las bandas revivalistas y de power pop que surgieron cuando el punk ya se hundía, rindiendo honores por fin a una banda que en su época fue despreciada por los santones de la crítica y por el público moderno, y tal. Qué cierto es eso de que el tiempo pone a cada uno en su lugar… 

Blue Cheer: cuando los Stooges aún no existían, este trío de jovenzuelos ya estaba armando ruido. Y grabaron antes que ellos y que los MC5; así que el rock bronca americano no nació en Detroit sino, pásmense, en San Francisco. Ah, y la versión cañonera de "Summertime blues" que hicieron los Who palidece ante el montón de vatios que usaron los Cheer para hacer la suya. La verdad es que eran los residentes más extraños de Haight-Ashbury, no tenían mucho que ver con el resto del vecindario salvo por sus lindas melenas y su afición por el ácido; en lo demás, su escuela son los Cream y Hendrix. Y por lo tanto la base en la que trabajaban era el blues-rock, aunque saturado, con los altavoces siempre en el punto más alto de la escala (incluso llegaban a quejarse de la "poca potencia" que desarrollaban los Marshall, así que ya se pueden hacer una idea). En los albores de los años 70 intentaron ser progresivos, con poco éxito. Pero la fauna heavy -siempre estudiosa de sus orígenes, lo cual les honra- venera sus discos sesenteros, crudos. 

Y poco más de relevancia se puede citar. Debemos, eso sí, un emocionado recuerdo a los Charlatans (la primera banda hippy de San Francisco, hundida por una casa discográfica que no supo lo que tenía entre manos) y a Moby Grape, que pudo haber sido la banda de rock más completa de la ciudad pero a la que las expectativas y -otra vez- su casa discográfica, acabaron hundiendo. Mala suerte. 

Bueno, pues nada: próxima parada, Los Angeles. Es cuesta abajo, así que llegaremos pronto.

15 comentarios:

  1. Nos vamos justo a tiempo. Antes de que el Zodiaco nos pegue un tiro.

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  2. Su labor de recuperación de grupos descatalogados es encomiable. Gracias por refrescarme la memoria con los Groovies, otros a los que tenía injustamente olvidados.

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  3. Sólo tengo palabras de amor para esta labor tuya.

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  4. Me has traído a la memoria, aquella banda "Love" cuyo cantante, Arthur Lee, dicen que fue el primer hippie negro!

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  5. http://www.youtube.com/watch?v=JFAm3zL6cwc&feature=related

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  6. Dilecto sr. Rick: Lo voy a sorprender. Sepa que estos días, en la nunca suficientemente bien ponderada ría de Arosa, está actuando una banda llamada The Charlatans. ¿Son los mismos? ¿Sus descendientes? ¿Unos que los homenajean? ¿Unos drogaditos que no tienen ni puta idea, como yo? No pienso molestarme en comprobarlo.

    Evocadora entrada, míster.

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  7. una copita de vino dulce y me voy volando...muxussssssss

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  8. Muy interesante, pero se me hace duro de leer al no conocer practicamente nada de la historia musical que nos cuentas. Tal vez debería haber empezado por el principio...

    Una cervecica, o qué? :D

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  9. Neko, hijita, no te preocupes, yo tampoco conozco a casi nadie de los citados, pero este señor escribe muy bien (algo se nos quedará, digo yo).

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  10. Tiene usted razón, mr. Alabama Man: hay mucho cliflado suelto por estas zonas, que la droga es mu mala.

    Muchas gracias, Chafardero. Y celebro que haya usted recuperado a los Groovies de entre las tinieblas de la memoria: son un grupo entrañable.

    Pues muchas gracias, Flaca. Para eso estamos, y tal.

    Muy bien, doña Merce: ha nombrado usted a uno de los grupos californianos más brillantes. Y en efecto, el señor Lee pasa por ser el primer hippie negro. Esto no es que sea relevante, ya que su música no tenía mucho que ver con su raza (en ese aspecto, la primera banda multirracial son Sly & The Family Stone, que mezclan la psicodelia con el funky), pero es un dato que queda para la Historia. Y no dude usted que hablaremos de Love: en cuanto lleguemos a Los Angeles, que es donde viven, será uno de los primeros grupos a los que visitaremos.

    Muy buenas, don Luis. Esos Charlatanes a los que usted se refiere son de Manchester, y aparecieron a finales de los años 80. No me extrañaría que, si usted rebusca entre sus viejas cintas, encuentre alguna canción de ellos, ya que recuerdo que un compinche suyo era muy aficionado a su primer disco y daba la tabarra a todo quisque con algunas de aquellas canciones. Luego los Charlatanes ya se fueron desinflando, pero al principio prometían mucho. Es curioso que aún sigan en activo.

    No vuele usted tan rápido, estimada Anika, que no me da tiempo a ponerle su vinito. Relájese, mujer.

    Señorita Neko, le agradezco el detalle de haber dejado constancia de su paso. Y no se preocupe por saber más o saber menos: si hay algún tema o género de su interés, se lo lee por encima y tal vez le enganche. Y si no, tampoco pasa nada. Comprenda usted que yo soy un friki, que si todos fuesen como yo esto sería un manicomio.

    Dilecto Caruano, muchas gracias por su alabanza a mi escritura. Y si se le queda algo me alegro. Pero ya sé que usted trabaja otras artes, y eso es lo bonito: que cada loco ande con su tema. Así el mundo es más colorido.

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  11. hoy vengo mas relajadita, aprovechare para empaparme de buena música mientra me tomo una caña bien fresquita

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  12. Muy bien, doña Anika: la relajación es fundamental para el disfrute, sea musical, cervecero o de cualquier otro tipo.

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  13. Bueno, yo me he quedado como Neko, ya que mi incultura musical es atroz. Pero me gusta leerle, Sr. Rick. Es como escuchar al abuelo contar sus batallitas. No se me ofenda, que no le estoy llamando viejo, sino ameno y pedagógico por igual.
    :)

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  14. Tranquila, señorita Bugs, que el asunto del abuelo Cebolleta y sus batallitas ya lo dije yo hace mucho tiempo, para curarme en salud. En todo caso, me alegro profundamente de que una liebre tan saltarina como usted disfrute con estos escritos tan ladrillosos. Es usted un cielo, oiga.

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