viernes, 25 de noviembre de 2011

Años 60: América (XVII)


Ahora que ya hemos cumplido con la vanguardia, bajaremos a la actualidad. Y la actualidad, en esta época y en esta megalópolis, no es muy distinta a la europea: pop, folk y rock se disputan el favor de los clientes. Cada bando tiene sus armas: armonías exquisitas en el bando pop (que por lo general está influido por las tonadas folk en sus múltiples variedades) y contundencia en el rock. El pop, como siempre, tiene la obligación de ser más variado: ya saben, los géneros "tontos" inventan; los "serios" viven de su seriedad. Así que vayamos hoy con la tontería: los dos nombres más notables aquí son Simon y Garfunkel y Lovin' Spoonful.

Paul Simon y Art Garfunkel son el estandarte mundial de esa maravillosa escuela que combina la canción de autor con el folk y unas gotitas pop. Es innegable que Dylan es una de sus influencias, en lo que se refiere a su aspecto de cantautor; pero también lo son los Everly Brothers, con esas melodías ligeras, ensoñadoras, y ese perfecto empaste de voces. La suma de las capacidades poéticas y musicales de Simon más la voz privilegiada de Garfunkel hicieron de este dúo una de las ofertas más tiernas y dulces de la época: el segundo quinquenio de los años 60 podrá destacarse por muchos grupos y estilos; pero sus melodías siempre estarán ahí, acompañando la historia sentimental de unas cuantas generaciones. Vamos, que si los Creedence eran los reyes del baile rockero, estos eran los que acogían luego a las desmayadas y sudorosas parejas que se ocultaban en las zonas más oscuras del local, entre susurros y promesas de amor eterno. Sabe Dios la de embarazos que han provocado.

La historia de esta pareja arranca a mediados de los años 50: vecinos y amigos desde la escuela, deciden asociarse bajo el nombre de Tom y Jerry (yo hubiera elegido "El Coyote y el Correcaminos", pero en fin). Su primer single tuvo un éxito relativo, pero luego no hubo continuidad y decidieron seguir con sus estudios hasta que en 1963, animados por la oleada folk que Dylan provoca por todo el país, deciden reunirse de nuevo. En muy poco tiempo algunas canciones de Simon se hacen populares en el ambiente folky de la ciudad (ya saben, Greenwich Village y todo aquel efervescente underground de Manhattan) y consiguen un contrato con Columbia. Graban su primer LP, acústico, muy intimista, en 1964; pero inicialmente pasa desapercibido, y Simon decide disolver el dúo para marcharse a la Isla. Y allí se entera de que "Sound of silence", una de las canciones de ese LP, ha sido regrabada por Tom Wilson (¡otra vez ese bendito nombre!) usando los músicos de la banda de Dylan y electrificando la canción: éxito en las radios del país. Simon vuelve a toda prisa, llama a Garfunkel, se ponen a trabajar y comienza la épica.

Lovin' Spoonful también parten del folk, proceden de un ambiente muy similar a los anteriores. Pero sus influencias son mucho más amplias: desde las viejas jug bands pasando por el country, el blues sureño y hasta el rock and roll, todo les sirve. Si a eso añadimos su querencia por las melodías de corte pop (influenciado por las bandas británicas al estilo Hollies), tenemos como resultado un grupo de fuertes raíces americanas pero tremendamente versátil que, en cierto modo, me recuerdan a Canned Heat aunque como su reverso: ambos son estudiosos de los géneros raíces; y mientras los Heat son una banda de espíritu negro, los Spoonful son eminentemente blancos. Y si alguien merece pasar a la Historia como creador del blues-pop (¿a que suena raro?), ese alguien son ellos. Inicialmente fueron comparados con los Beatles; su bajista, Steve Boone, lo resumió muy bien: "Beatles comenzaron con el skiffle, nosotros como jug band: son estilos similares. Luego se diversificaron, como nosotros. Y por supuesto, es un gran honor que nos comparen con ellos".

La base pensante de este grupo se halla en dos personajes complementarios: el canadiense "Zal" Yanovsky, un excelente y versátil guitarrista que además cantaba, y el neoyorkino (aunque no lo pareciese) John Sebastian -guitarrista, voz y muchas otras cosas. Sebastian se había pateado medio Sur del país coleccionando todo tipo de canciones arcaicas que luego les vinieron muy bien para, por medio de una brillante transformación, crear un ramillete de piezas donde el buen gusto y la extremada variedad es su seña. Arrancaron con un éxito incontestable a mediados de 1965: su primer single, "Do you believe in magic" es una preciosidad a medio camino entre los grupos poperos británicos y los coros irresistibles en plan Beach Boys; a partir de ahí, se dedicaron a alegrar las listas y las emisoras de radio con una sucesión de maravillas que rara vez pasaban de los tres minutos (una de las esencias del pop). Pero su carrera fue relativamente corta: Yanovsky, por un problema de incompatibilidad entre las drogas y la Ley, se esfumó en 1967. Y al año siguiente, con la marcha de Sebastian, el grupo se desintegró; pero no sus canciones, que siguen vivas y frescas como la rosa de la mañana.

Y el próximo día tocará revisar el mercado del rock compacto, que esta ciudad da para todo. Ya lo verán. Pero mientras tanto deberían alegrarse ustedes la vida un rato con estas dos ofertas, que para tristezas ya nos basta con la realidad.

7 comentarios:

  1. El pop, como siempre, tiene la obligación de ser más variado: ya saben, los géneros "tontos" inventan; los "serios" viven de su seriedad.
    Me ha molado eso. Los grandes éxitos de hoy reunen lo peor del género "tonto" y del "serio". Avanzamos para empeorar. Qué cosas...

    De Simón y Garfio conocía el "Parsley, Sage...". Es una música deliciosa, sin muros que atravesar, directa. Además, dicen que el otoño/invierno va mucho con el folk, así que, sea o no una gilipollez tal afirmación, me bajaré algún otro disquito de S&G.

    A Lovin Spoonful estoy echandóles un vistazo por Spotify. Me gusta como suena "Do you believe in magic", aunque prefiero de lejos "Summer In The City" (ahá, o sea que esa tonada famosa pertenece a estos tíos).

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  2. Ah... Simon y Garfunkel, qué grandes eran por dios, The Boxer, Sound Of Silence Im A Rock. El Cóndor Cae... qué recuerdos me trae todo...

    Un abrazo Rick!

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  3. Muchas gracias por recordármelos, Sr. Rick.
    Dicen algunos que a Paul McCartney, cuando escuchó Puente sobre Aguas Turbulentas, le entró la envidia verde. Se encerró a componer, se exprimió, y de ahí salió Let it be. No sé si es verdad, pues las fechas son muy cercanas; pero yo, que no tengo carácter y me dejo influenciar por cualquiera, me lo creo. Personalmente me quedo con la de Bridge Over Troubled Water, y quiero encontrar cierta similitud entre los dos temas.
    Y decían que el competir siempre es malo.
    Simon & Garfunkel vendieron muchísimo y se oían en todas las radios, por lo que fueron de los que más influyeron en mí de chaval. Aún puedo escucharlos ahora con placer.
    Lovin' Spoonful me gustan, pero no alcanzan, para mí que no soy ninguna autoridad, la altura de los anteriores. Eso sí, disfruto mucho con algunas cosas de ellos.

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  4. Simon y Garfunkel son mis padres. Eran tan conocidos en España que son algo así como la banda sonora de cualquier vieja foto familiar en blanco y negro.Mi padre me tocaba canciones suyas con la guitarra when I was a child, y 'El condor pasa' recuerdo que en castellano. Yo me compré una cinta de un concierto de ‘Art Garfunkel’ en solitario. Nunca lo relacioné con ningún otro músico ni género ni nada, era simplemente 'Simon y Garfunkel'. Luego fui descubriéndoles en sus grabaciones originales, y todavía sigo en ello. Tienen canciones preciosas.

    Y nunca había oído hablar de 'Lovin' Spoonful', pero antes he escuchado 'Do you believe in magic' y me ha gustado mucho, les recordaré.

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  5. Yo recuerdo sobre todo a Simon y garfunkel de mis escarceos con el bello sexo más que por razones musicales. Me gustaban, sin más, pero creo que han envejecido mal. Los Spoonful en cambio siguen como el primer día.

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  6. Los grandes éxitos de hoy, don Dani, no dan para mucho; hay algunas cosas sueltas bastante decentes -casi todas en el campo del pop, claro- pero en general el panorama es triste. Olvidar que el arte es sacrificio, trabajo y suerte nos ha traído a esto.
    Y lo del folk no es ninguna gilipollez, no crea: este tiempo brumoso y gris va muy bien con la introspección y la exaltación del espíritu por medio del folk y el pop. Dejemos a los héroes del rock para los conciertos al aire libre del verano: para otra cosa ya no sirven.
    "Summer in the city" fue uno de los últimos éxitos de los Spoonful antes de su disgregación. Celebro que le guste.

    En efecto, mister Alex, ese dúo era muy grande. Tal vez hoy suenen un poco acartonados, pero sus melodías no creo que vayan a pasar nunca entre los aficionados a las tonadas folk con estilo.

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  7. No niego, don Luis, que esas dos canciones que usted cita se parecen; tienen un aire, digamos. Y son ambas maravillosas. Pero no haga usted caso a los valientes internautas que se ponen a escribir lo primero que se les ocurre: "Let it be" se grabó por primera vez en los estudios Apple los días 25 y 26 de Enero del 69 para el documental del mismo título (así que lógicamente fue escrita como mínimo a finales del 68), mientras que Paul Simon afirma haber escrito "Bridge..." en el verano del 69.
    Ahora, en lo que estamos plenamente de acuerdo es en que competir es lo que llevó a la música de aquella época a lo más alto. No sé en qué se compite hoy en día, ni me importa; pero en creatividad no es, desde luego.
    Y en cuanto a los Spoonful, déles usted otra oportunidad: son más de lo que puedan parecer en una primera audición.

    Muy bien, yerno: su educación, digamos "sentimental", ha sido la adecuada. Ahora entiendo el porqué de su progresiva ampliación de gustos: tiene usted una buena base. Ese dúo, dejando aparte la cuestión esta del sentimiento, eran unos músicos excelentes.
    Y muy bien también con la intención de recordar a los Spoonful, quienes como he dicho a don LuisC mejoran en una segunda audición. Y en la tercera, ya no digamos.

    No niego, mister Chafardero, que Art y Paul eran un buen ingrediente para los encuentros intersexuales. Pero eran mucho más que eso, a pesar de tener que cargar con esa cruz. En cuanto a los Spoonful, totalmente de acuerdo: aunque en España nunca fueron muy populares, tenían mucho más fondo del que parece.

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