viernes, 23 de diciembre de 2011

Años 60: América (XXI)

Si se fijan ustedes en el mapa de América del Norte verán que en la parte superior de Estados Unidos aparece un sitio que se llama "Canadá". Y en la parte inferior otro que se llama "México". Bueno, pues en ambos lugares parece haber señales de actividad musical. Empezaremos por arriba:

Ya hemos visto que hubo unos cuantos músicos canadienses que bajaron a Estados Unidos a buscarse la vida a mediados de los años 60: Neil Young (Buffalo Springfield), John Kay (Steppenwolf) o "Zal" Yanovsky (Lovin' Spoonful) han sido citados en entradas anteriores; y en el mercado del folk sucedió algo parecido, con personajes tan brillantes como Joni Mitchell o Leonard Cohen. En general, y como es lógico por la cercanía y el tremendo impacto comercial del coloso del sur, la mayor parte de los que se consideraban aptos para llegar a algo en este negocio intentaban probar fortuna allí. Pero hubo algunos que decidieron seguir en casa, como hizo una banda de garaje llamada The Silvertones: este grupo, con varios cambios de nombre y de miembros a lo largo de su historia -una verdadera madeja que recuerda a las sagas nórdicas-, acabaría siendo el más longevo de Canadá (y algunos de sus miembros aún siguen en activo). Su origen tiene lugar en 1960, pero nosotros iremos directamente a 1968: ese es el año en el que graban su primer LP como "The Guess Who".

Guess Who resulta ser el grupo más famoso en la historia del rock canadiense. Y saltan al estrellato mundial en 1970, con la publicación de su tercer disco, "American woman": la versión reducida en single alcanzó el número 1 de las listas en medio mundo, y el LP no bajó del top 10. Con una base de hard rock aliñada con leves tonos folk, ese disco ha quedado para la historia como la obra cumbre del grupo. Pero Randy Bachman, su líder, no se encuentra a gusto con el papel de rock-star: se nos ha vuelto mormón (!), y esa filosofía choca con la futilidad de este negocio. Guess Who continuarán publicando discos, pero sin la maestría de Bachman no irán a ningún lado; él sin embargo no puede evitar que el gusanillo musical siga haciéndole cosquillas, y tras una breve fase country vuelve al hard rock: en 1973 se presenta en el mercado al frente de Bachman-Turner Overdrive, una de las más fantásticas maquinarias de sonido machote que ha dado América. Lo curioso es que tuvieron que visitar más de veinte casas discográficas antes de conseguir un contrato, pero a partir de ahí vivieron una época brillante culminada en 1976 con un recopilatorio que llegó a ser doble platino en los Estados Unidos. Y el bueno de Randy, con su propio nombre o bajo el de un grupo, sigue tocando aún hoy.

En cuanto a México, haré una media trampa. Me explico: salvo unas cuantas bandas de garaje sin trascendencia y algunos grupos psicodélicos que solo son prestigiosos en el mundo del coleccionismo (Kaleidoscope, La Revolución de Emiliano Zapata, Grupo Ciruela y otros cien), la mayoría de los músicos con pretensiones hicieron lo mismo que los canadienses: este es el caso por ejemplo de Eddie Guzmán (Rare Earth) o la mezcla de mexicanos y tejanos que formaron Question Mark and the Mysterians. Y esa misma mezcla es la que constituye el grupo que dio orgullo a México: Santana. Pero a diferencia de otros, don Carlos no diluyó su espíritu en el rock standard estadounidense sino que desarrolló un tono muy personal, de tinte afrocubano, a pesar de grabar en el país de los gringos.

Carlos Santana es hijo de un mariachi: empezamos bien. Al principio jugueteó con el clarinete y el violín (el medio de vida de su padre), pero pronto dedujo que sus habilidades iban más con la guitarra. Y tras una época de rodaje en Tijuana, en 1966 saltó a San Francisco: allí descubrió la psicodelia pero también a los grandes del blues, con sus punteos estremecedores. Por desgracia el ambiente de la zona no es precisamente un compendio de virtudes, y Carlos se encuentra rodeado de sujetos tan aficionados a la música como a la química. Como consecuencia sus primeras agrupaciones fueron volátiles, pero en 1969 consigue que su clara vocación musical se imponga a sus devaneos hedonistas. Y aquí entra en juego la larga mano de Bill Graham, quien le apoya para triunfar en el Fillmore y poco después en Woodstock, consiguiendo entrar en la CBS por la puerta grande. A partir de ese momento, y aunque su tendencia destroyer sigue planeando de forma amenazante sobre él, consigue la cordura suficiente para no descarrilar: sus tres primeros discos constituyen el nacimiento de otra etiqueta más: el "latin-rock". Su dominio de la guitarra, caliente, exuberante, más un grupo de percusión frondoso y tremendamente efectivo, lo instalan en el Olimpo. Solo con oir "Oye como va", "Jingo" o "Samba pa ti" ya se da uno cuenta de que está ante un grupo de músicos excelentes e innovadores.

Y llegamos a 1972, año crucial en la carrera de Carlitos: los excesos y las broncas internas hacen que el grupo se renueve casi en su totalidad; esa situación extrema parece afectar al ánimo de nuestro amigo, que se nos vuelve místico, y su nuevo disco ("Caravanserai") queda ya un tanto alejado de los planteamientos anteriores. Ahora se está acercando hacia la fusión jazz-rock; y esa será la deriva que ha de seguir por muchos años, imbuido de santidad y amansando a las fieras con sus -para mí- soporíferos desarrollos semi-astrales. Pero sus primeros discos son un verdadero lujo.

Allá abajo queda América del Sur. ¿Hay algo allí, se preguntarán ustedes? Siempre hay algo en todas partes, pero no teman: un pequeño vistazo, un simple post más y cogemos el avión ya. Lo juro.


7 comentarios:

  1. ¡Joder!
    ¡Mis admirados Guess Who, que aunaban pop, rock y jazz en el tremebundo disco American Woman -que aún escucho con enorme placer de vez en cuando- relacionados con la B.T.O.!
    ¡No lo sabía!
    Claro que me gusta la fuerza de los segundos, como Gary Glitter, pero los tengo en, al menos, tres o cuatro niveles de calidad por debajo. Yo.

    Santana siempre me ha gustado, incluso en su época más religiosa Devadip. Un lujo oírlo tocar, aunque no hablar. Está casi tan sonado como yo.

    Salud.

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  2. Muchas tierras hay aquí por descubrir. Poco a poco - que no se me amontonen - ya iré haciéndolo. No sé por dónde empezar a comentar.

    O sea que el líder de BTO fue... ¡¿mormón?! Dios... Descubrí ese grupo en casa de su amigo el señor Paseante, con 'The letter', una gran canción, y mejorando varias veces la original.

    ¿O sea que la BTO está relacionada con The Guess Who? (ahora por desgracia supongo que habrá que recalcar el artículo, por no confundirnos con 'Guess Who', que es otra cosa, en Youtube)

    De los Guess Who solo conozco 'American Woman'. Muy grande. Recuerdo que Luis Cóngrio también destacó en su día la versión de Lenny Kravitz.

    Y a Santana lo conozco poco, poco más que las canciones que nos has recomendado, que me encantan. Así que lo tengo pendiente, porque seguro que me gusta su trabajo. 'Oye cómo va' es de lo mejorcito que se ha hecho en la música latina, y eso es decir mucho.

    Pero admito que le cogí cierta manía hará un año cuando vi/oí esa colaboración con Steven Tyler, de Aerosmith. La guitarra era limpia e impecable, pero no me decía nada, y la canción un asco.

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  3. Canadá, México... No me lo esperaba, Rick. Y a ver que nos depara el rodeo sudamericano; algo mejor que esto (http://www.youtube.com/watch?v=NecoBo0BhEk), seguro.

    Hablando de Santana: 'Oye Como Va' me parece un poco… psche, pero casi todo el resto de 'Abraxas'... palabras mayores: Singing Winds, Crying Beasts, Black Magic Woman/Gypsy Queen, Mother's Daughter, Hope You're Feeling Better... uf, cuesta creer que un solo disco ofrezca semejantes despliegues.
    En fin, que voy a tener que seguir rastreando los demás trabajos de este hombre; lo anterior a ‘Abraxas’, preferiblemente: entre tu valoración de 'Caravanserai' y que 'Zebop!' me pareció un coñazo, creo que hallaré la salvación en su primer disco.

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  4. Aunque American Woman sea su tema mas conocido, yo personalmente me quedo con Believe Me y It's My Pride. Brutales!!!

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  5. Pues ya ve usted, don Luis: el bueno de Randy, a cada momento que pasaba, se nos volvía más rockero. Y hombre, no digo yo que los BTO sean lo más florido del rock, pero bastante mejores que Gary Glitter sí eran: dan para un recopilatorio muy decente. Glitter no.
    En cuanto a don Carlos ya digo que su época astral me aburre; pero esto, como todo, es cuestión de gustos. No olvide que los poperos no somos gente seria.

    "The letter" fue la primera maqueta que grabaron los BTO para intentar que alguna casa los fichara, don Raúl. Y les costó trabajo, lo cual indica que en aquella época no estaba muy de moda ese tipo de sonido. Pero, en efecto, esa versión es una joya.
    Y no le haga mucho caso a don LuisC: Kravitz dinamita "American woman" sin pudor alguno. Lo odio.
    Y en cuanto a Santana, sus últimos años son perfectamente olvidables: usted vaya a sus primeros discos, que son los buenos.

    Hola, don Dani. Espero que con la entrada sobre Sudamérica se hayan disipado sus temores. No se preocupe, hombre, que no soy tan sádico.
    Y puede estar usted seguro que el primero de Santana es tan bueno como "Abraxas": óigalo, ya verá como le gusta. Y el tercero también, aunque sea un poco menos "condensado".

    Ya veo, mr Esteban, que a usted le va más la época garajera de Guess Who: esas canciones que usted cita, pertenecientes al año 66 (cuando aún remataban el nombre con la interrogación) son un buen ejemplo de ello. Sin embargo, y sin hacerle ascos a esa fase, yo sigo prefiriendo lo de después. Lo veo más arreglado, más profesional. Pero va a gustos, claro.

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  6. Efectivamente se me ve el plumero, jeje!

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  7. Es verdad, Santana antes de sus cuelgues místicos hacía temas muy buenos. Qué buenos recuerdos me trae Oye como va.
    Ahora, cada vez que oigo lo de rock latino pienso en Maná y me echo a temblar.

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