lunes, 16 de enero de 2017

España 70's: la Tercera Vía, o algo así (II)



Ante ustedes, la pareja atómica: doña Gloria y doña Carmen, dos señoras que han encandilado a todo buen fan del pop español, sea de la generación que sea. La influencia de Vainica Doble comienza a hacerse evidente a principios de los años 80, cuando son reivindicadas por varios músicos de la nueva ola, y se mantiene desde entonces, especialmente entre los grupos de San Sebastián; aunque esa devoción surge casi a toro pasado, cuando lo mejor de su obra ya estaba hecho. La década de los 70 fue su época creativa más brillante, con pocos seguidores pero muy fieles: pasaron casi desapercibidas en las radios españolas de onda media, la más popular entonces, pero la naciente frecuencia modulada las apoyó casi desde el principio de su carrera. Su obra es una hermosa alquimia de melodías muy trabajadas, apoyadas por músicos de categoría, con frecuentes letras naif en las que vemos un mundo emocionante de personajes fantásticos e historias cercanas a los cuentos infantiles; esa temática y algunos arreglos musicales hacen casi lógico que muchas de sus canciones -especialmente en los primeros tiempos- tengan un vago tono psicodélico, lo cual redondea su encanto. Pero también surgían a veces asuntos más serios, como los conflictos amorosos o sociales vistos desde su muy particular perspectiva, a veces tan humorística como dramática; o su vocación ecologista, materia en la que fueron precursoras, o su debilidad por la gastronomía y la repostería caseras. Vainica Doble constituye un universo completo, al margen de lo que pueda haber fuera de él, si es que hay algo.  

Son dos madrileñas que nacen en los primeros años 30, con antecedentes artísticos en sus familias. Se conocen en la Ciudad Universitaria, y ya solo la leyenda que narra ese conocimiento es casi de cuento: al parecer Carmen estaba silbando despreocupadamente el “Tanhauser” de Wagner y en ese momento pasó Gloria por allí; al reconocer aquella melodía decidió acompañarla con un segundo silbido, y desde entonces se hicieron inseparables. Pero esa afición musical que ambas sentían no fue su primera “opción”, por decirlo así: son una especie de jovenzuelas renacentistas que disfrutan con todo tipo de artes, así que mientras Gloria sigue algunas tradiciones familiares y se dedica por un tiempo a la danza, Carmen aprende piano y se integra en el TEU, el más famoso grupo universitario de teatro; luego marcha a París a estudiar Pintura (el pintor Rosales, entre otros, es antecedente suyo). Más o menos en la época de su marcha se casa Gloria, que como consecuencia se dedicará a criar a sus hijos; son unos años en los que cada una vive su propia circunstancia. 

Carmen vuelve a España y se va introduciendo en la televisión como actriz gracias a la ayuda de Jaime de Armiñán, que es su cuñado y uno de los primeros creadores fijos de series y programas para ese medio. A mediados de los años 60, cuando Gloria ya comienza a liberarse un poco de sus obligaciones maternales, su amiga la introduce en ese ambientillo pero además la pone al día sobre las novedades que ofrece la música popular, desde el rock and roll hasta los Beatles o Dylan. Gloria detestaba las canciones que se escuchaban en la radio de entonces: baladas lacrimógenas de cantantes desmayados o las “músicas regionales” tan alabadas por el franquismo. Pero la escucha de esas nuevas ofertas extranjeras le cambia la perspectiva y decide que entre las dos están perfectamente capacitadas para crear sus propias composiciones. Dicho y hecho: antes de que termine la década ya suministran a Armiñán sintonías que este usa en su serie “Fábulas” y cabeceras para otros programas. Ah, y no solamente eso: de vez en cuando, también cantan. Habiendo entrado ya en la madurez y teniendo en cuenta la grisura mental de aquellos tiempos, esa actitud es admirable. 

Decididas a seguir ampliando su perspectiva, comienzan a escribir canciones que de momento no piensan interpretar. Tiempo antes se habían estrenado con dos piezas para un grupo que no llegó a grabar, pero esta vez va en serio: Pepe Nieto, el antiguo Pekenike que ahora es arreglista y compositor, escucha las que acaban de escribir y propone algunas para Nuevos Horizontes, un cuarteto que ha creado y del que ya hablaremos más adelante. En 1969 se presenta el primer single de ese cuarteto; pero tal vez sea más importante el hecho de conocer a Luis Borau, que producirá la legendaria “1, 2, 3, al escondite inglés” y las lleva ante Iván Zulueta, su director, que desde el primer momento se convierte en un rendido fan suyo (y de paso las introduce en la psicodelia, que será un ingrediente fundamental en las canciones del dúo). Tras participar en la banda sonora de esa película y ante la veloz progresión de estas señoras, que ya empiezan a ser adoradas por toda la modernura madrileña, Pepe Nieto y Manolo Díaz las convencen para que superen su timidez y graben un single, que publica Columbia a principios de 1970: “La bruja / Un metro cuadrado”. En cuanto al nombre, después de pensar en la denominación de varios pasteles y helados (o, como alternativa de estilo literario, “Las Alegres Comadres de Aravaca"), finalmente se deciden por esa entrañable labor costurera. 

Casi era de esperar lo que pasó: el país estaba desprevenido. Aunque hoy en día ese single haya sido elevado a los cielos, por entonces la crítica, tanto de la derecha como de la izquierda, se cebó con él. La cara A, de sonido y arreglos “aproximadamente” psicodélicos, puede parecer un folk deconstruido con una letra de cuento que por supuesto solo gusta a sus devotos fans; la cara B, de entrada y coros al estilo gregoriano, lleva una melodía muy de cantautor, aunque la letra al parecer no gustó a los progres por una supuesta exaltación de la propiedad privada, lo cual demuestra que esa gente no entiende la diferencia entre alegoría y realidad. De todos modos tanto un bando como el otro consideraron esas canciones como una estupidez infantiloide, aunque la derecha sospechó siempre que las Vainica eran peligrosas revolucionarias con mensajes crípticos solo entendibles por los de su secta, y pronto tendrán encontronazos con la Censura. El single tuvo pocas ventas, y Columbia (probablemente aleccionada por poderes superiores) comienza a evitarlas aunque de momento no las libera del contrato; así que, mientras entretienen la espera por escapar de allí, se dedican a componer material para el futuro. La primera canción que saldrá a la luz es la que entregan a unos muchachos que en esa época suelen ser su grupo de acompañamiento; se hacen llamar los Tickets, pero dentro de unos años los conoceremos como Asfalto: “El rigor de las desdichas”, que así se llama, tiene un inequívoco sabor a Vainica, y le sienta muy bien ese tono eléctrico que le dan los Tickets aunque el disco tampoco llegó a ningún sitio. 

Finalmente, liberadas ya de Columbia, Manolo Díaz las lleva a Ópalo, un nuevo sello que él mismo ha creado y en el que publicarán su primer Lp en 1971 ayudadas por Pepe Nieto, algunos músicos suyos y de nuevo los Tickets; ah, y la portada se la dibuja Iván Zulueta. Esa mezcla de cuentos infantiles con tanta dulzura como ironía a veces, efluvios psicodélicos y momentos rockeros, es una delicia difícilmente superable; un rayo de luz en un país de actualidad tan deprimente como la española de aquellos tiempos. “Caramelo de limón”, la primera del ramillete, se convierte en clásica inmediata, una especie de folk rock psicodélico medieval con letra enternecedora; “Quién le pone el cascabel al gato”, tan marchosa como aparentemente infantil, trajo de cabeza a la Censura, que creyó identificar al gato (o sea, Franco) y retrasó por un tiempo la publicación del disco; “La cigarra y la hormiga”, en teoría otra simple tonadilla del mismo estilo, fue vista con prevención por algunos prebostes de la enseñanza, que recomendaron incluirla en la lista de canciones poco edificantes para los niños… mientras que los progres despreciaron el disco por esa infantilidad y por su “falta de compromiso”. O sea, lo que viene siendo la esencia de la Tercera Vía. Pero es igual: aunque no hubo muchas ventas, el grupo de fans de las vainicas iba aumentando poco a poco. Entre 1971 y 1972 se publican tres singles conteniendo piezas de ese Lp y dos canciones que corresponden a nuevas sintonías para dos programas de Armiñán; pero en 1973 el sello de Manolo Díaz tiene que cerrar, y tras un último single navideño (con portada hecha por Juan Carlos Eguillor, otro histórico fan del dúo) nuestras amigas encontrarán acomodo en Ariola. 

Se me ha pasado el tiempo y el espacio en un suspiro. Seguiremos en un próximo capítulo, pero tranquilos: la semana que viene acabamos. Mientras tanto aquí les dejo su primer single, el Lp, las dos canciones de las sintonías y el single navideño. Quien aún no conozca estas canciones y esté a punto de escucharlas por primera vez no sabe la envidia que me da. 






16 comentarios:

  1. Me encanta “Vainica doble”; ¡soy su fan desde hace tanto tiempo!; me cautiva su aparente puerilidad; me conquista la atmósfera que crean; creo una de sus armas es mi querido absurdo; siempre me han gustado los artistas que suscitan la amistad y el compañerismo antes que la dura y sucia rivalidad habitual entre ellos; me gusta su imagen de hippies trasnochadas; además, me retrotraen a mi niñez/adolescencia/juventud.

    Por otra parte: a veces sí que me parecen pueriles en exceso y, a veces, la voz de Gloria van Aerssen me resulta demasiado chillona. Pero es que sólo yo soy perfecto.

    Me encantan el pirulí, Ser Rolling Stone y Con las manos en la masa, donde hasta Joaquín está bien. Creo que “Todo está en los libros” de Munarriz y Aute (para el inefable S. Dragó), también lo cantaban ellas, aunque es muy probable que esté en uno de mis habituales errores.

    Saúde.

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    1. Hippies trasnochadas (en el buen sentido) lo parecieron luego; pero en el momento de su aparición iban muy por delante de la media. Y de todos modos, recuerda su edad: ya andaban cerca de los cuarenta años cuando entraron en este mundillo, por eso digo que su mérito es doble.

      La sintonía de "Todo está en los libros" la cantaba Carmen Machado, que tanto en esa época como después hacía coros en algunas actuaciones de Aute. No sé mucho más de ella.

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  2. Creo recordar que la primera vez que tuve conocimiento de VD fue a través del programa de TVE "Con las manos en la masa", cuya canción de entrada estaba compuesta por la pareja madrileña. Se movían, como bien dices, en un ambiente muy restringido, TEU (en su sede de la calle Magallanes también asistí a mi primer concierto, el de Desde Santurce a Bilbao Blues Band de Moncho Alpuente...), círculos universitarios de algún Colegio Mayor, bandas sonoras previas a emisiones de "cinefórums", poca cosa la verdad, pero pareciera que todo el mundo las conociera y, también a casi todo el mundo, les gustara su propuesta divertida, desenfadada y (políticamente) picarona. Mucho más tarde las ví en directo, a finales del 83 en una fiesta de presentación de La Luna de Madrid en el Hotel Palace, pero esa es otra historia y otra época, que enlaza con tu apunte sobre la reivindicación que algunos artistas de la Movida hicieron del dúo femenino.
    Saludos,
    JdG

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    1. Hubo mucha gente, puede que una o dos generaciones, que las descubrieron gracias a la sintonía de ese programa; y hasta creo recordar que alguna vez se presentaron en él, ya que recordarás que la presentadora era Elena Santonja, hermana de Carmen.

      Y esa vocación suya por el "recogimiento" se relajó un poco en los años 80/90, en parte por la presión de sus fans, muchos de ellos integrantes de las bandas madrileñas de postín; sin ir más lejos, Fernando Márquez llegó a escribir al menos un libro sobre ellas, publicado en la legendaria serie "los Juglares" de la ediotorial Júcar.

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  3. Pues estas chicas son el ejemplo de lo que muy pocos son capaces de conseguir, buenas melodías engarzadas con buenas letras, sin pecar de pedantería o presunción. Bien apuntadas el aire psicodélico de sus primeros temas junto a su deliciosa ingenuidad aparente, su precioso vocabulario, ese no se qué que enamora. Elevaron el nivel en su época y todavía lo siguen haciendo hoy, pues hasta su último disco en el 2000 es irresistible.
    Son de los pocos grupos que revisito con regularidad, pertenecen a la banda sonora de mi vida.

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    1. Exactamente,mister Chafardero: ese brillante equilibrio entre calidad y comercialidad (relativa) es algo que solo los creadores de categoría pueden conseguir. La música española les debe mucho, aunque haya tantos supuestos aficionados que no lo sepan.

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  4. Seamos claros: Vainica Doble es un producto de la llamada alta cultura española de clae alta más o menos antifranquista. Estamos hablando de Carmen Santonja, biznieta del pintor Eduardo Rosales, hermana de Elena Santonja la presentadora de cocina y cuñada de Jaime de Armiñán el director.
    la otra es Gloria Eliza van Aerssen Beijeren van Voshol hija de diplomático holandés y hermana de un célebre coreógrafo.
    Eso quiere decir que eran personas educadas en un mundo sofisticado y elegante, donde la ironía se hermana con el humor y además en su caso tenían capacidad y medios para expresarlo más allá de las urgencias políticas del momento.
    No existe una tercera vía entre el compromiso y la despolitización, simplemente ellas se comprometían desde un lirismo personal acorde con sus intereses y por eso fueron las más grandes en su género.

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    1. Cierto, proceden de la escasa burguesía ilustrada española,y eso acrecienta su mérito. En cuanto al concepto de "tercera vía", no necesariamente discurre entre compromiso y despolitización, sino entre rock y canción de autor: estamos hablando de música,preferentemente. La intencionalidad o no de las letras son otro asunto,que a unos músicos afecta y a otros no.

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  5. También soy fan de Vainica Doble y coincido en casi todo lo que han comentado mis predecesores comentaristas (por cierto, Javier, creo que también coincidimos en aquel concierto en Madrid de "Desde Santurce a Bilbao Blues Band" de Moncho Alpuente, si es uno al que llegaron tarde porque se les estropeó la furgoneta). Qué tiempos. El repaso a la primera parte de la historia de las Vainicas ha sido muy ameno. lo he disfrutado oyendo el regalito.

    Esperamos la segunda parte.

    Gracias.

    Saludossssssssss

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    1. Creo que aquí somos todos fans de estas señoras, estimado Bab; al menos en esto coincidimos. Y sí, tendría gracia que hubiéseis coincidido tú y Javier sin saberlo,y que vayáis a descubrirlo ahora. Más que casualidades, son hechos casi lógicos teniendo en cuenta la afición y las escasas oportunidades que había de ver a este tipo de personajes.

      Y ahí va la segunda parte...

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  6. Hola Rick:
    desde luego las Vainica se han ganado el respeto del público, pues su musica era, pienso yo, bastante original, por ello no tienen parecido con nadie, la etiqueta folk les queda un poco pobre, al igual que cualquiera que se le ponga.
    Además, no recuerdo yo eso de duos femeninos, aunque supongo los habrá, a sí, recuero a Pili y Mili.
    Las escucho de vez en cuando y nunca me dejan indiferente, mas bien de vez en cuando me impacta alguno de sus temas.
    Buen principio, si señor.
    Saludos
    Jose

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    1. Original y de mucha calidad, una mezcla que no era muy frecuente en la música española. Y desde luego la etiqueta folk no les cuadra, porque sus infuencias eran muy amplias y llegaban hasta Frank Zappa (una sugerencia que les hizo Iván Zulueta, por cierto). Vamos, que podían ser tan rockeras como los que más, y de hecho lo fueron demostrando poco a poco.

      Saludos mil.

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  7. Buenas Rick. También me he de confesar seguidor de las Vainica Doble. La primera canción que recuerdo de ellas, la de Tres eran tres. Por aquel entonces (11 añitos tenía yo), creo que todavía no había empezado mi gusto demencial por la música. Reconozco que son distintas, arreglos psicodélicos, voces peculiares, folk/psycho/acústico o qué se yo, pero maravillosas. No sabía que había muerto Gloria hace poco más de un año. En fin, un acierto recordarlas, Rick y esperando la siguiente entrega
    kk

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    1. Muy buenas, mister Katetoscopio. Sí, Gloria se nos fue hace un año, y de lo de Carmen ya hace más de quince (que por cierto: Elena,su hermana,tambiém murió hace poco). Hay que recordar que estas señoras son de la generación de nuestros padres, más o menos. Es un tiempo que se acabó. Pero queda su música, que a mí me parece tan fresca y original como cuando la hicieron; pocas cosas hay de esta categoría en España.

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  8. Jugaba a los cromos de fútbol escuchando a las Vainica. Continúan gustándome. Solo hasta hace unos años comencé a ver que se las valoraba como merecían. Considero "Heliotropo" su gran obra maestra aunque todos los discos son buenos. Abrazos.

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    1. Son de ese tipo de personajes cuyo valor aumenta con el paso del tiempo, gracias a que hay mucha gente nueva que las reivindica. En cuanto a "Heliotropo" tal vez sea su disco más logrado, aunque a mí me costaría mucho trabajo decidirme por uno.

      Gracias por la visita.

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