lunes, 19 de noviembre de 2018

1978/79 (XII)

Nick Lowe va a ser un músico muy atareado en el segundo quinquenio de los años 70, por su obra como intérprete y por su labor de producción en la recién nacida Stiff Records. Lo primero que ha de hacer es desligarse de UA/Liberty, sello al que pertenecían los Brinsley Schwarz, así que publica dos o tres singles absurdos bajo nombres ficticios y en poco tiempo lo consigue. Hablando de sellos y obligaciones contractuales, hay que recordar que muchos de los personajes que le acompañan pertenecen a otros sellos (especialmente Edmunds, que trabaja para Swamp Song Records), lo cual les obliga a ocultar sus nombres en algunos casos o publicar bajo agrupaciones de conveniencia: la usual es Rockpile, que fue título del primer Lp de Edmunds y que ahora será también nombre de la banda “itinerante” en la que se cobijarán. 

Stiff se estrena en verano del 76 con “So it goes / heart of the city”, el primer single a nombre de Lowe en la Isla; la cara A es una de esas piezas de anfetamina pop que ya se están haciendo clásicas en él y en las que tiene tanta presencia la profundidad y la acústica del sonido como la viveza de la melodía, mientras que en la cara B hay un pop and roll trepidante. Aunque no alcanza grandes ventas consigue recuperar el dinero invertido, un préstamo de 400 libras de Lee Brilleaux, de los Feelgood; cantidad suficiente para todo el proceso, ya que tanto la producción como todas las cuerdas corren a cargo de Lowe. Ya en 1977 llega su primer Ep, titulado humorísticamente “Bowi”: Lowe dice que es su respuesta al “Low” que ha publicado el gran David poco antes, y ahí el espíritu pop se cruza con la balada más o menos vigorosa en “Born a woman”, “Marie Provost” y “Endless sleep”, incluyendo además una delicia instrumental de la escuela surf titulada “Shake that rat”. Después de algunos singles más y unas cuantas colaboraciones con Edmunds y otros allegados, incluyendo pequeñas giras, hay una convulsión a finales del 77 cuando Jake Riviera, el factótum de Stiff, cansado de broncas con sus socios, decide abandonar el sello; poco después presenta Radar Records, incluyendo entre otros a Lowe y a Costello, a los que ha convencido para que le sigan. 


En la primavera del 78 Radar lanza el primer Lp del sello, que es el de Lowe: se titula “Jesus of cool”, aunque en los States se conocerá como “Pure pop for now people” (leyenda utilizada en la portada del Ep “Bowi”). Es una ocurrencia de Columbia, que distribuye a Stiff y Radar en aquel país, porque mencionar a Jesús en un disco de música ratonera no está bien visto allí; y no contentos con eso, también alteran el listado de canciones. Le acompañan Edmunds, medio Brisnley Schwarz y otros cuantos más, aunque sus nombres no se citan (ya saben, por las razones contractuales…). Prácticamente todo el material es obra suya, salvo alguna colaboración con Edmunds, y junto a piezas ya conocidas como “So it goes” o “Marie Provost” tenemos nuevas alegrías como “Little Hitler” (la que escribe con Edmunds, precisamente), una balada casi orquestal magnífica, con unos coros que son ya una seña de identidad, con sonidos hawaianos y lo que haga falta. “Shake and pop”, con ese título ya lo dice todo, “Tonight” es otra balada preciosa, y queda muy bien la despedida con el “Heart of the city” esta vez en directo. En la Isla rozó el top 20, aunque al otro lado del océano pasó casi inadvertido. 


Dejando aparte la mayor o menor cantidad de discos vendidos esta es la época más brillante de Lowe, que en verano del 79 lanza la que será su obra cumbre: “Labour of lust”. Porque un disco que comienza con una canción con el embrujo de “Cruel to be kind” es un disco bendito; ya, ya sé, soy un poppy, no tengo criterio, pero me da igual. Fue compuesta en 1974 por Lowe y Gomm en los últimos tiempos de Brinsley Schwarz, y finalmente no se publicó; de todos modos esa versión original, con un ritmo cercano al tonillo funky/disco, no tiene ni de lejos la magia que derrocha después, cuando Lowe la regraba con nuevos arreglos siguiendo instrucciones de Gregg Geller, el técnico de repertorio que le asigna Columbia: Geller ha estado escuchando algunas demos que Lowe tenía criando polvo y decide que esta, con otro enfoque, puede funcionar. Y vaya si funcionó: desde el redoble de la entrada esta es una canción en estado de gracia, con un cántico de Lowe apoyado por un magnífico juego de cuerdas y percusión seguido por un estribillo glorioso que con sus “uuuhhh” finales marca la entrada a la guitarra haciendo un puente tan clásico como memorable… esto sí que es pop puro para gente de ahora, de antes y de siempre. Pero la cosa no termina ahí, porque esa joya que abre el disco va seguida de una magnífica serie de aciertos como “Cracking up”, “Born figher”, Switchboard Susan”… una verdadera exhibición de pop cruzado con rock and roll y un sonido cristalino, brillante, que demuestra su talla como músico y productor al mismo tiempo. En fin, a ver qué les parece el “antes / después” de esa maravilla que afirma que quien bien te quiere te hará llorar:




Un momento de esplendor como ese suele ser irrepetible, y un perro viejo como Lowe lo sabe. Durante los próximos dos o tres años estará muy atareado ayudando a Edmunds en la grabación de tres discos a su nombre y otro más bajo la denominación de Rockpile, esa bandera de conveniencia que por entonces estaba compuesta por Lowe, Edmunds, el rítmica Billy Bremer y el batería Terry Williams, los cuatro músicos principales que habían grabado también “Labour of lust”. El disco de Rockpile, titulado “Seconds of pleasure”, es otra preciosidad que sin llegar a la altura del de Lowe merece también ocupar un rinconcito en nuestro corazón, ya que la mitad del repertorio está compuesta por él, la otra mitad son brillantes versiones y el sonido es prácticamente el mismo. En 1982 llega “Nick the knife”, su tercer disco en solitario, que no alcanza la efervescencia de los dos anteriores pero sigue siendo muy agradable de escuchar. Su época de esencia pop termina el año siguiente con “The abominable showman”, bastante mediocre. Y a partir de ahí volverá a sus querencias yanquis con una carrera a medio camino entre el country y la balada melódica. Nunca le ha gustado repetirse durante mucho tiempo, es de los que creen que un músico ha de ser consciente de la edad que tiene y no andar haciendo el ridículo por ahí, como algunos que todos conocemos. 


El punk y la new wave certifican el fallecimiento del pub rock, un estilo cuya estrategia de bajo coste está en el origen de los otros dos, pero que en lo musical no tiene ya nada que ofrecer... o eso pensábamos todos. Pero resulta que el cisne moribundo aún ha de lanzar su último canto; un canto orgulloso y vibrante que conseguirá por primera y última vez un éxito arrasador, planetario, una sublimación que confirma la existencia de la justicia poética y de las muñecas rusas. Sí, es un grupo, un disco que conocen todos ustedes, absolutamente todos. Pero quienes no hayan caído aún, que permanezcan atentos a la pantalla…

13 comentarios:

  1. Me gusta ese sonido optimista y vibrante de esta época de Nick Lowe. So it Goes es un tema hipervitamínico. El guitarreo clasicista de Cruel to Be Kind es una gozada, además el tema tiene un toque que recuerda a Paul Weller en Style Council que es bastante posterior. Me quedo con la primera versión.
    El resto ya no es lo mismo, la gloria nunca es duradera.
    Gracias por generar nuevas expectativas.

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    1. Gracias las que usted tiene, caballero. Lowe, dejando aparte sus ramalazos country o su afición a las baladas, es -o era- un gran especialista en pop tradicional, a medio camino entre la escuela british y la yanqui. Y esa época, entre finales de los 70 y principios de los 80, fue la mejor para él.

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  2. No conocia a este señor, Nick Lowe. Bueno, para ser precisos, si que había oido su nombre pero no su música. Me ha gustado el disco Labour of Dust. En mi caso no existe ningún embrujo tras el tema Cruel to be kind, aún reconociendo que es francamente bueno. Realmente Rick eres muy poppy. Si si ya lo sé, llevas mucho tiempo avisándolo, aunque leyendo antiguos posts tuyos no tenía yo esta imagen de ti. En fin, que cada uno tiene sus preferencias naturalmente. Las mias se alejan un poco de estas tendendias tan poperas aunque me gusta todo en realidad. No sé, quizá los años 78/79 no sean los mios.
    Saludos

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    1. Lowe es un clásico y al mismo tiempo un "corredor de fondo", como decía en la primera entrada: por lo general ha llevado siempre un papel de segundón en la historia, salvo momentos muy concretos como en esta época.

      Sobre el asunto "poppy", que en efecto lo soy, creo que a las nuevas generaciones hay que aclararles ese concepto, porque igual hay gente que cree que el pop son los 40 Principales, o Michael Jackson,o ese tipo de ofertas. Y no.

      El pop tradicional, especialmente el británico, como cualquier otra expresión que nace del folk, es un mundo en sí mismo, pero con muchas conexiones con casi todos los estilos. En primer lugar hay que tener en cuenta que un aficionado al pop es básicamente un aficionado a las melodias y los estribillos, mientras que un aficionado al rock lo es al ritmo antes que nada. Bien, pero puede haber puntos en común, y de hecho los hay: por eso lees unos cuantos "antiguos post" míos y no parezco tan popero. Porque no es lo mismo la música de los 60(esencialmente pop) que la de los primeros 70 (rockera en su mayoría) o la de finales, que vuelve en parte al pop aunque con más ingredientes. En resumen, que si de algo podemos presumir los popies es de que por lo general tenemos un criterio bastante más amplio que los rockeros: desde el blues o el soul (todos los ritmos que les gustaban a los mods, otros grandes poppies) hasta la psicodelia o el progresivo, casi todo nos vale si está bien hecho. Otra cosa es el heavy, el grunge y ese tipo de sonidos, con los que no tenemos nada que ver.

      Saludos mil.

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  3. Está usted puestísimo caballero. No creo que muchos conozcan la anécdota del préstamo de 400 pavos que el gran frontman de Canvey Island hiciera al capo de Stiff para publicar el primer single del sello. La primera época de Nick es, sin duda alguna, la mejor, tanto en solitario (aunque nunca estuvo "solo", para entendernos), como en su itinerario de Rockpile. Su "Cruel to be kind", junto a "When I write the Book" (ya con éstos últimos Rockpile) son temas inmortales, auténticas joyas pop.
    Me quedo en ascuas con la última parrafada. Debo decir que tengo un par de candidatos. Las pistas de "justicia poética" y "muñecas rusas" me han dejado perplejo.
    Saludos,
    JdG

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  4. ¿Yo puesto? Qué va, hace años que no "me pongo"...

    Ahora en serio: hoy en día este tipo de historietas no tiene ningún mérito, porque ni siqueiera hay que tener memoria: entre los libros y sobre todo Internet el trabajo está hecho, y solo hay que ir hilando la información.

    Y celebro que tengamos la misma opiníon sobre Lowe, Edmunds y demás familia. Le dieron una vidilla al pop británico (e incluso yanki) impagable. Sobre las pistas, son de mero despiste. Pero como a estas alturas ya habrás visto de quién se trataba, estarás de acuerdo en que la cosa resultaba evidente...

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  5. Gracias por el comentario. Siempre es un placer leerte maestro.
    Saludos

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  6. Hola Rick:
    ¡Que vergüenza!, el último de la clase, siempre tarde y mal, y eso que el día que publicaste dije que esto es de lo mio, pues los primeros trabajos de Lowe me encantaban,lo descubrí gacias al Lp que alguna vez hemos comentado, el "That Summer" con el tema "I Like The Sound Of The Breaking Glass" o algo por el estilo, que me tenía fascinado, aunque poco a poco y como a tantos otros los fui dejando de lado.
    De todas formas un personaje imprescindible.
    Aprovecho que estoy en el cole y me paso a la clase de Dire Straits, a ver si soy el primero.
    Saludotes
    Jose

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    1. Los últimos de la clase solían ser los personajes más interesantes, así que felicidades. Lowe ya dije que tal vez no sea un personaje fundamental, pero tiene una trayectoria muy interesante. Además,¿quién es fundamental y quién no?

      Y felicidades, porque efectivamente con los Straits has sido el primero. ¿Ves como todos somos los primeros alguna vez en algo? Tengo que recordar en qué he sido yo el primero alguna vez...


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  7. Tampoco yo tengo criterio, y el “Labour of lust” es un disco que he disfrutado de lo lindo. Me parece magnífico. Y no solo por “Cruel to be kind”, hay muchas canciones jugosas en ese disco. A mí incluso me gusta más “Cracking up”. Y con “Seconds of pleasure” de Rocpile lo borda también. Es que no tenemos criterio. Eso es lo que hay.

    Saludossssssssssss

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  8. Quise decir Rockpile. Que conste en acta.

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    1. Tú al final vas a acabar siendo un poppie asqueroso como yo. Cuidado, que la hermandad de rockeros sagrados nos vigila....

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