No sería justo terminar nuestro viaje americano dando la impresión de que sólo había efervescencia en los lugares que hemos visitado: como ya vimos especialmente en el caso de California, algunos de esos centros fueron el foco de atracción de músicos procedentes de todas partes del país (por no hablar del rock de garaje, por ejemplo, una epidemia que recorrió los Estados Unidos de arriba abajo). En la historia de este negocio quedan algunos grupos que, sin estar censados en sitios tan famosos, fueron igual de notables; y de entre todos es evidente que la banda de los hermanos Allman se merece una entrada para ellos solos.
Allman Brothers Band es uno de los nombres fundamentales en la historia musical de este país: dirigidos por Duane y Gregg Allman resultan ser un compendio de unos cuantos estilos que van desde el rock hasta el jazz. Aunque nacidos en Nashville y luego domiciliados en Florida, acabarán fundando el grupo en Macon (Georgia) para, desde allí, alcanzar el estrellato desarrollando un sonido propio que dará lugar al nuevo género conocido como "rock sureño". El grupo es muy profesional: Duane se ha curtido como guitarrista de estudio entre los grandes del soul (Wilson Pickett o Aretha Franklin, sin ir más lejos, dan fe de su destreza), pero esa época fue un paréntesis en la relación musical con su hermano Gregg -excelente teclista y voz-, puesto que desde principios de los años 60 habían tocado juntos en varios grupos menores pateándose medio mapa, California incluida. En 1967, tras conseguir un notable prestigio, Duane decide volver a reunirse con su hermano y pasan dos años poco productivos al frente de los Hour Glass, un grupo al que el sello Liberty nunca dejó desarrollarse encasillándolo en el soul blanco, el pop y las baladas (a pesar de que en directo no tenían mucho que ver con eso). Y finalmente, decididos a seguir su propio impulso, se asocian con otros músicos veteranos para crear ese novedoso estilo que luego será seguido por muchas bandas yankies e incluso isleñas.
Su primer disco aparece a mediados de 1969: dos guitarristas, dos baterías, un bajo y un teclado crean una de las mayores delicias de aquel año. El sonido anda a medio camino entre el blues pantanoso del Mississippi con una base de rock y tonos country que lo hacen realmente innovador; se nota una tendencia a los desarrollos largos que, en ellos, no resultan aburridos. El magnífico empaste entre la ágil guitarra de Duane más la voz nasal de Gregg y el excelente nivel del resto del grupo dan como resultado un disco de esos que no cansan nunca. Su consagración llega en 1970 con el segundo, el magnífico "Idlewild south", donde la técnica ya está pulida: ese disco es un gozo. En ocasiones utilizan bases que recuerdan ligeramente al jazz, lo cual demuestra un dominio de recursos impresionante. En Julio de 1971 tocan el cielo con el doble en directo en el Fillmore East, que para muchos comentaristas es el mejor disco en directo de la historia del rock: así, como suena. Y no es extraño, ya que como digo los desarrollos son una de las pautas fundamentales de los Allman. En resumen: con tres discos ya están inscritos con letras de oro en la literatura del género.
Pero cuatro meses después, mientras se hallaban preparando su siguiente disco -otro doble-, se presenta la desgracia: en un cruce de calles, Duane, pilotando su Harley, se mata contra un camión. Dejando aparte -y es mucho dejar- su calidad técnica, él era quien mantenía la banda cohesionada, centrada en la profesión: espíritu familiar, nada de drogas, seriedad y disciplina. El disco ("Eat a peach") estaba a medio hacer cuando sobrevino la tragedia y fue publicado en Febrero del 72. Es un tanto irregular, pero digno: Dicky Betts, el otro guitarrista, se hace cargo de las partes no grabadas aún a la muerte de Duane, así como Gregg alterna los teclados con guitarras acústicas. Pero la tragedia vuelve a golpearlos: Berry Oakley, el bajista, seriamente afectado por la muerte de Duane, se refugia en el alcohol; y dos semanas después de su primer aniversario, montado en otra Harley, cae a tres manzanas de donde había caído él. Nunca sabremos hasta qué punto esa muerte fue inducida o no.
Sí, estaban preparando otro disco: "Brothers and sisters", que apareció casi un año después. Su orientación es claramente country-rock. En él va incluido su mayor éxito en single, la deliciosa "Ramblin' man". Ventas magníficas, primeros puestos en las listas, pero… es evidente que su fase dorada termina. Y comienzan los problemas: Betts, que es ahora quien trata de dirigir el grupo, se enfrenta con el carácter egocéntrico de Gregg; por otra parte ambos planean carreras en solitario pero sin abandonar la banda, lo cual se hará muy difícil. Y el resultado era de esperar: ya no vale la pena seguir escuchando sus nuevos discos; la calidad técnica sigue siendo buena, pero las canciones son desangeladas, sin chispa. Por otra parte, Gregg se ha casado con Cher (nada menos) y traiciona a un empleado del grupo declarando en contra suya por un asunto de drogas... es mejor no seguir. Quedémonos con la época brillante de los padres del rock sureño, que es lo que cuenta. Y si quieren ustedes saber algo más de Duane, aquí tienen su hagiografía.
Ya falta poco: dos o tres nombres más y cogeremos el avión. Ya echo de menos las brumas isleñas. Snif.
El primer álbum de The Allman Brothers es una pieza única e irrepetible. Precisamente escribí hace muy poco un post sobre este álbum.
ResponderEliminarhttp://www.rockfloyd.com/2011/11/allman-brothers-band-1969-uno-de-los.html
Impresionantes. Hace poco me bajé su primer disco por curiosidad, pero apenas lo he oído aún, porque prefiero hacerlo como se merece. Me esperaba algo más country festivo, iluso de mi...
ResponderEliminar''nada de drogas''. Qué dura es la vida de los músicos serios.
Compruebo que llevaba demasiado tiempo sin oírlos.
ResponderEliminarMe ocurre con ellos como con algunos otros. Amigos solícitos, a la par que peñazos, me han obligado a escuchar muchas otras músicas. Gracias a ellos creo que comprendo mejor lo que significaron los Allman. Creo que me gustan más ahora.
Salud.
Gregg Allman me recuerda a Jon Voight en 'Heat': http://www.gonemovies.com/www/WanadooFilms/Misdaad/HeatNate.jpg
ResponderEliminarLo dicho: un día me pondré con este grupo, que promete mucho disfrute. Y si me ataca una víbora, la mato en con par de tiros con mi revólver. Luego escupo sobre ella.
De lo poco que he oído, me ha gustado 'It's not my cross to bear'.
En efecto, mister Benet: es una de esas sorpresas musicales que nos da -nos daba- ese país. Ya he ido a ver su post, y se le nota la afición, sí. Me alegro. Pensaba que los Allman tenían poco parroquia hoy en día, pero ya veo que la cosa es prometedora.
ResponderEliminarEl "country festivo", como dice usted, no es la seña de identidad más notable en los Allman, yerno; salvo su última época, donde cagaban un pco las tintas. Básicamente es un grupo de blues-rock con tonos country y un leve soplo jazzy que redondea un sonido magnífico.
Y los músicos serios, en efecto, tienen que tener cuidado con las distracciones excesivas: ya sabe usted cómo acabaron unos cuantos, por no tener la cabeza en su sitio.
Nunca es tarde si la dicha es buena, don Luis. Los Allman son un grupo que, por lo general, parece que siempre están esperando su turno en el tocadiscos; siempre hay otras ofertas más innovadoras, o algo así. Pero reencontrarse con ellos de vez en cuando es una sensación vivificante, al menos para mí.
Mmmmm... yo diría más bien una mezcla de Greeg y su hermano, ya que los bigotes los pone Duane.
De todos modos, espero que no falten muchos años antes de llegar a ese "un día" que usted dice, yerno. Ya verá como me lo agradece.
Muchas gracias por descubrirme este grupo. Lo que acabo de oir en youtube me ha gustado. Ese territorio entre el rock y el country siempre ha dado grupos interesantes. Y estos tienen una base ritmica muy brillante, que les aleja de los tonos plomizos.
ResponderEliminarAy, Steve. Echar un rápido vistazo a este antro y encontrarme con los Allman. Qué delicia. Te saludo y agradezco todas las entradas en un solo comentario, que el tiempo escasea. Soy escueta pero le echo pasión.
ResponderEliminarHasta pronto.
Para eso estamos, mister Chafardero. Los Allman en efecto tenían un sonido muy "ligero", digamos, que los hacía realmente distintos, originales. Espero que los disfrute.
ResponderEliminarGracias, Flaca, por tus alabanzas. Pero tanta fugacidad me preocupa: ten cuidado con el estrés, que es mu malo.