miércoles, 3 de septiembre de 2014

Entrada nº 200

Glenn Douglas Barnard Cornick (1947-2014)


La guadaña de Agosto ha sido eficiente: 
Primero Betty La Flaca y al final Glenn el Sioux.
Pues vaya. Se han perdido el proceso soberanista catalán.
De Betty no diré nada porque aquí solo hablamos de música 
(Lo siento niña, bien lo sabes: eres mi Flaca. 
Cuando el Jarabedepalo aquel 
sacó la canción de marras
me reboté un poco, 
pero luego 
decidí que no valía la pena. Ni él ni su canción: 
seguro que hablaba de otra flaca). 
Pero lo de Glenn es otra cosa y es la misma: mitomanía. 
Porque claro, Glenn estuvo en la edad de oro 
de esa banda que me trastornó el sentido, que me obnubiló.
 “Obnubiló”: suena potente, suena grande. ¿Verdad? 
Glenn y su bajo, la pareja atómica. 

He leído la despedida que te dan 
en la página oficial de Jethro Tull; o sea,
en la página oficial de Ian Anderson.
Muy fino, muy elegante, muy aséptico, como siempre.
Dice él, entre otras cosas finas y asépticas, 
que “tu contribución a la transición geográfica 
entre Blackpool y Londres fue considerable”. 
¿Qué quieres decir con eso, Ian? Ilumínanos 
con tu sapiencia, con tu extrema finura. 
Te diré lo que pienso yo de ti: si no fuera 
por esos seis discos que me cambiaron la vida, 
si no fuera porque de la juventud 
hay que respetar siempre los mitos, 
ahora mismo te mandaba a la mierda por señorito,
porque toda tu vida has sido lo que los cristianos llaman 
“sepulcro blanqueado”. 
Tiene gracia que Martin Barre, servil como pocos, 
esperando aún ahora las migajas de tu mano, 
ya vaya reconociendo que a Glenn 
“lo invitó Terry Ellis a irse”: quién sabe, 
tal vez dentro de otros cuantos años, 
cuando te mueras tú y ya no vea migajas en perspectiva, 
lo reconozca: lo echaste tú, Ian, 
por "comportamiento indecoroso". Y los demás callaron. 

Pero hoy ya da igual: loor a ti, Glenn. 
Gracias por ese sonido que convirtió al bajo 
en mi instrumento preferido. Y además, oye, 
morirse en Hawai tiene su coña, va a juego 
con tu personalidad. En tu honor aquí está, 
otra vez y siempre, una de esas piezas malignas
que emponzoñaron mi vida: 



22 comentarios:

  1. Pues me entero por esta entrada, Rick. Y coincido contigo, Glenn Cornick nos abrió los oídos con su bajo de una forma espectacular. Lo disfruté con pasión en los primeros discos de Jethro Tull. Buen ejemplo has puesto.

    Saludosssssssssssssssssss

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    1. El bueno de Glenn tenía una digitación magnífica, mister Babelain. Y aunque no se puede negar que cualquier músico destacaría en una banda como los Tull de aquella época, también había que tener talla para no desentonar. Así que...

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  2. Nada sabía de lo que le ha pasado a Glen. Con 14 o 15 años vi a Glen Cornic actuar en Valencia (teatro Princesa), fue mi primer concierto de rock. La promoción del concierto lo anunciaba como el ex bajista de Jehtro tull. Del concierto solo recuerdo las pintas de Glen y que el llenazo fue bestial. En aquellos años había verdadera hambre de rock en toda España.

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    1. Glenn formó luego Wild Turkey, una banda con la que grabó dos discos bastante decentes aunque sin mucho brillo. Luego estuvo en Karthago, una banda alemana; luego en Paris, y luego ya no me acuerdo. En España estuvo dos o tres veces, así que ha sido usted muy afortunado: yo no lo pillé.

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  3. De una pieza me has dejado con Donovan y con Pacific Gas and Electric. De hecho mientras escribo esto oigo a Donovan (cualquier escusa es buena para escuchar a Donovan Leitch). En cuanto a Pacific lo tengo oído recien.
    Bueno te prometo que invertiré mas tiempo en este prometedor blog, ahora es momento de descansar.
    Hasta otra.

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    1. ¿De una pieza? Bueno, me quedo con la duda de si es por lo buenas que son esas dos canciones o porque no esperaba usted encontrárselas aquí. Gracias por sus alabanzas, de todos modos: se hace lo que se puede. Y en cuanto pueda iré a ver lo suyo, que con ese nombre de guerra tiene buena pinta.

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    2. Bueno pues por lo buenas que son por supuesto y porque me reconforta ver gente que le gusta lo mismo que a mi

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    3. Ah, bien. Sí, la verdad es que da gusto cuando uno se encuentra con "almas gemelas", aunque solo sea por unas canciones. La música une mucho, no hay duda. Y más en la época actual, con el deprimente panorama que tenemos delante.

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  4. Hola Rick:
    Pues como los anteriores, ni idea de la muerte del bajista, y eso que las necrológicas corren rapidamente por la red, tambien lo vi con quince o dieciseis años cuando todos flipabamos con Jethro Tull.
    Bueno, ya quedaremos un día para ver las afotos de las vacaciones, pero mientras tanto ¡Ponnos algo que nos tienes seco!
    Felicidades por el post 200, que no es facil y menos como te lo curras tu.
    Jose

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    1. Ya voy viendo que la noticia de la muerte de músicos como Glenn debe de considerarse como de segunda división: claro, no son tan famosos como otras figuritas muy publicitadas. Qué le vamos a hacer.
      Ah, y tienen barra libre: cojan lo que quieran, que hasta finales de la semana que viene me toca viajar de nuevo.
      Y gracias por las felicidades. A ver si llego a los 300 dentro de unos años.

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  5. Felicidades por llegar al 200.
    ¿Quién era Betty La Flaca?
    A decir verdad no me sorprende la actitud de divo de Ian Anderson y su falta de calor al despedirse de un viejo compañero. No esperaba mucho más de él conocida su trayectoria. Aquellos "genios musicales" de los 70 imbuidos de su sacrosanta grandeza dejaron muchos muertos por el camino.
    Saludos

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    1. Muchas gracias, herr doktor. En cuanto a la Flaca, lo sabe usted tan bien como yo; aunque ya veo que lo he pillado en un lapsus: se trata de Lauren Bacall, quién si no. Mi amada Lauren, que ya está en la misma dimensión que yo. Otra vez.

      Ian es un verdadero impresentable, y cada vez que leo algo suyo me cabreo más. Hombre, los ídolos del rock ya se sabe que son una pandilla de florecitas de pitiminí, pero vamos, a veces ya tocan los cojones. Qué manía les tengo, a todos.

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  6. La carne de gallina se me ha puesto al escuchar otra vez el Bouree de los Jethro Tull.
    En fin, siempre es una pena perder a un personaje tan genial, y por encima de todo está su magistral aportación a la banda, y eso no admite ningún reproche.
    Empezamos la temporada, Sr. Rick. Le espero por casa, hay novedades.

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    1. Pues sí, don Antonio: también yo me pongo un poco gallináceo cuando oigo según qué cosas de esta banda. Era mi banda; bueno, aún lo es, a pesar del cantamañanas de Anderson.
      Y ya he ido a su casa, ya: menuda sorpresa. Le recomiendo a todos los transeúntes que se pasen por allí, si creen tener buen gusto, porque la selección que se ha sacado de la manga es magnífica.

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    2. Tuve la oportunidad de ver a los Jethro Tull en el Palacio de Congresos de Murcia...Año 90?. Entonces el Sr. Anderson ya había perdido bastante fuelle el pobre, de todas formas nunca olvidaré aquel concierto.
      Yo también idolatraba a aquella banda..

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    3. Yo los vi en el 2000 más o menos. Lo que usted dice, poco fuelle. Pero efectivamente, solo con repasar el repertorio clásico ya fue suficiente para la mayoría de los que estábamos allí. Y Anderson lo sabe de sobra, porque de las nuevas solo tocó dos o tres.

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  7. Para eso están los ídolos: para despeñarlos. Recuerdo la mala impresión que me causó Ian en una entrevista con el inefable Gonzalo García Pelayo: se comportó como el típico británico orgulloso en las colonias. Pero esos seis o siete discos son una maravilla.

    No sé si Glenn llevaba una vida licenciosa, como si fuera un músico, pero ya con Bouree ha justificado su existencia incluso más que nuestros magníficos políticos.

    Enhorabuena por las doscientas entradas de este prometedor blog, pese a que me siento un poco desilusionado con respecto a la Flaca.

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    1. Pues sí señor, a los ídolos de vez en cuando hay que darles unos sopapos, para que circule la sangre. Y a Anderson ya le he aguantado muchas tonterías. Que se joda. Ahora, lo valiente no quita lo cortés: en efecto, esos seis o siete discos (si contamos como tal el "Living in the past") son otras tantas maravillas.

      Y el bueno de Glenn era un poco fiestas, pero cumplía. Mucho peores fueron otros que pasaron luego por la banda, cuando ya vivía de rentas y Anderson se veía obligado a bajar el listón de la excelencia.

      Y gracias por las felicitaciones, aunque no tengo muy claro qué quiere decir usted con lo de la Flaca.

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  8. Nada sabía tampoco del deceso, aunque los asuntos de la galaxia Jethro Tull no sean una prioridad para mí.
    Eso sí, felicidades por las 200 entradas, todas llenas de enjundia.

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    1. No se preocupe, mister Chafardero: en su caso, queda disculpado. Y gracias por las felicitaciones, aunque ya ve usted qué modo más oscuro de celebrarlo. En fin, a ver si llego a las 300 y no cuadra con la muerte de nadie...

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  9. Hola Rick, vaya racha otro que se ha ido no sabia, tampoco esa faceta de Anderson en fin.
    Seguimos, y me alegro por tu vuelta y tus 200.
    Abrazos.

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    1. Gracias, Lady Jane, aunque lo de la vuelta todavía está a medio resolver. A ver si esta semana me centro ya. Y de paso, a ver también si no tenemos más muertos ilustres por un buen rato, ¿verdad?

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