lunes, 9 de noviembre de 2020

1980-81 (XVI)


Dentro de esa nueva tendencia por las melodías "transidas" que grupos como los Cure pretenden elevar a la categoría de existencialismo post punk aunque la industria, más prudente, se limita a etiquetar como "siniestras" o "góticas", hubo también algunos músicos que trataron de alcanzar cierta elegancia en la languidez. El resultado, con frecuencia, seguía siendo mortecino y pocos grupos de ese estilo han perdurado en la memoria del aficionado medio; pero hubo algunos, especialmente en la primera oleada, que tenían más nervio y merecieron mejor suerte, y de entre ellos creo que los Passions son un magnífico ejemplo. Fueron también los más destacados en aquellos tiempos tan confusos, a pesar de que su popularidad es bastante relativa, y han dejado al menos dos discos grandes realmente buenos, además de unos cuantos seguidores: nuestros Esclarecidos no pueden negar su influencia. Imagínense un grupo que cumpla el papel de "el reverso luminoso" de los Cure: esos son los Passions, que incluso compartieron sello discográfico y giras con ellos.

Los orígenes de los Passions están en el punk "combativo". De hecho, pueden considerarse como un producto de la situación política y social que se vive en la Isla a finales de los 70: crisis industrial, altos índices de paro e inflación... el caldo de cultivo ideal para que un sector de la juventud se radicalice y surjan células de extrema izquierda trufadas de squatters -o sea, okupas concienciados- Grupos como los Clash, por citar uno solo, proceden de ese mundillo; y Clive Timperley, segunda voz, guitarra y teclista de los Passions, comenzó junto a Joe Strummer en los 101'ers. Por su parte Barbara Gogan (voz principal, guitarra y piano) y Richard Williams (batería) militaban en los Derelicts, un pequeño grupo de pub de corte r'n'b surgido a mediados de la década y que luego se convirtieron al punk rock "trotskista" (Gogan se había marchado de su Dublín nativo a París con 18 años para enrolarse en una comuna marxista). Esos tres músicos, además del cantante Mitch Barker, son amigos de Claire Bidwell, que ha aprendido a tocar el bajo y los convence para reunirse bajo un nuevo nombre. Tal nombre resulta ser The Youngsters, que pronto, a principios del 79, cambia a The Passions, y poco después se dan a conocer en el circuito independiente con un primer single que les publica el pequeño sello Soho; las ventas son minúsculas, pero los comentaristas que llegaron a escucharlo le dieron muy buenas críticas e incluso John Peel comienza a interesarse por ellos. Canta Barker, que se marcha poco después, en "Needles and pills" y Gogan, que será la voz oficial a partir de entonces, en "Body and soul". No sé qué pensarán ustedes, pero a mí me parece un debut más interesante que el de los Cure y su árabe...




Chris Parry, siguiendo los consejos de Peel, que ya los ha presentado en su programa, los ficha para su sello Fiction y graban el segundo single en Noviembre al mismo tiempo que Peel los lleva de nuevo a Radio One. En la primavera de 1980 se presenta "Michael & Miranda", el primer Lp, y como en el caso de los Cure está impregnado completamente por el aura post punk de la época; es difícil imaginarse a qué altura podrán llegar, pero es un debut muy agradable. Hay desesperanza al mismo tiempo que reivindicación y crítica social en algunas letras, como en las de muchos otros grupos de aquel tiempo -sobre todo los femeninos, como las Slits o los Au Pairs-, pero demuestran que su vocación musical esta a la altura o por encima de esas letras: la voz de Gogan y el tono general de las canciones recuerdan antes a los primeros tiempos de Siouxsie que a los Cure, y eso es una alabanza -"Pedal fury" es un buen ejemplo-. La mayor parte del material mantiene ese tipo de ritmos, como en "Snow", "Love on the tube", "Palava" o "Absentee", pero incluso en las canciones que podrían parecer más comunes al momento tiene su propio timbre. Y luego en algunas ya comienza a diseñarse el tipo de sonido que tendrán luego, con un eco muy personal y brillo en las cuerdas (La magnífica "Snow", por ejemplo, demuestra que Timperley también es fan de los Byrds). Pero las ventas no fueron muy allá, y por otra parte hay tensiones entre Bidwell y el resto del grupo, así que después de una gira europea compartiendo cartel con los Cure decide marcharse y es sustituida por David Agar. Para redondear las desgracias de este año, Parry los echa del sello por no ser rentables.




Pero casi a continuación fichan por Polydor, es decir, el sello matriz de Fiction, gracias a que el productor Pete Wilson los escucha y decide recomendarlos. Por otra parte Gogan (que es por lo general quien escribe las letras) va suavizando su visión a veces demasiado politizada de la vida, y esto se nota tanto en las letras como en el tono general del grupo, más amplio y relajado, con mayor carga melódica. Por otra parte Wilson redondea la acústica de ecos y les añade un toque atmosférico que ya lucen en el primer single de esta nueva época: "The swimmer", a finales del 80, y sobre todo en la canción que constituye su momento cumbre: "I'm in love with a german film star", el siguiente, en Enero del 81. Esa hermosa melancolía, tanto como la sonoridad en la que va envuelta, consigue que los Passions lleguen al puesto 25 entre alabanzas de la prensa, y con ello se prepara el camino para "Thirty thousand feet over China", el segundo Lp, que salvo en esas dos canciones va producido por Nigel Gray; lo cual significa un salto de categoría, ya que Gray es por entonces el productor de Police y de Siouxsie. El disco se publica en otoño, y además de las dos canciones anteriores contiene otras cuantas perlas que por lo general muestran un tono más vivo y unos arreglos excelentes, como "Strange affair", "Bachelor girls", "Runaway" o "The square". Y hay otras dos canciones con un gancho rítmico inesperado en un grupo de este tipo: "Skin deep", prácticamente instrumental (fue el siguiente single) y la casi rockera "Small stones". En todo el disco, pero especialmente en estas dos, el trabajo de las guitarras es magnífico; la suma de ese trabajo con el exquisito control de la percusión y los ecos más la voz casi hipnótica de Gogan hacen que este disco sea una de las grandes maravillas ocultas en la historia de la música isleña de los 80. Y digo "ocultas" porque no pasó del top 50 a pesar del empeño de la crítica especializada (aunque también hay que decir que Polydor no puso mucho de su parte). Demasiada belleza para un público tan oscuro.




La existencia de los Passions siempre estuvo amenazada. Y no solo porque sus ventas fuesen manifiestamente mejorables, sino también por las frecuentes discusiones entre sus miembros, muchas veces sobre criterios de dirección y gestión de la banda. Las discusiones "asamblearias" son muy frecuentes en este tipo de grupos (Gang of Four o los Mekons son ejemplos clásicos), y en ellas pueden ocurrir cosas como que Timperley abandone por "diferencias políticas" con los otros. Tal cosa ocurre en Diciembre del 81, cuando están a punto de grabar un nuevo single que se publica en Enero del 82 y es otra preciosidad: "Africa mine", en la que Gogan y Wilson hacen el trabajo de las guitarras (espléndidas otra vez). Dejando aparte la letra, un sarcasmo sobre el sistema capitalista, la canción es "matemáticamente" perfecta, otro refinamiento en su estilo. Para las actuaciones fichan al guitarrista Kevin Armstrong y se refuerza el sonido con los teclados de Jeff Smith, aunque oficialmente seguirán siendo un trío. Como tal, publican en otoño del 82 el tercer y último Lp: "Sanctuary", cuyo sonido es un poco más denso al mismo tiempo que los arreglos se sofistican. La producción corre a cargo de Mick Glossop, que había comenzado su carrera como ingeniero de sonido asesorando a Richard Branson en la creación de los primeros estudios de Virgin y que con el tiempo acabará trabajando con medio censo británico. Este tipo de detalles resalta la conducta errática de Polydor: les busca personas competentes para dirigir las grabaciones, pero no invierte en promoción esperando que sea el grupo quien consiga venderlos con su sola presencia. Y, aun siendo otro disco magnífico, también se hundirá en el fondo de las listas: ¿por qué no se publicó en single una canción con el maravilloso gancho de "The letter"?, ¿porque está en francés? Y ese es solo un ejemplo. Nadie tiene la culpa de que los fans de aquella época tan rasposa, así por las buenas, no hayan descubierto el embrujo de esa canción o se les haya pasado "Jump for joy" -ésta fue el single-, por no abundar más. Pero en cualquier caso los Passions son un grupo de disco grande, y sin promoción era muy difícil sobrevivir.



Al final Polydor los echa... pero publicará en 1985 un recopilatorio, algo poco usual en un grupo "de segunda fila" con una discografía tan corta y cuyo índice de ventas probablemente dio pérdidas. Suena casi a justicia poética: para entonces, con el grupo desaparecido casi tres años antes, eran más alabados por los músicos y aficionados que mientras estuvieron en activo. Vamos, como la Velvet pero en una dimensión más modesta. De todos modos es posible que no durasen mucho en ningún caso, porque la situación interna tampoco era buena y se despidieron pronto; su última actuación en el continente fue en Madrid, en el Rockola. Snif...



10 comentarios:

  1. Pues adivinando tu última referencia a su actuación en Rock-Ola he recuperado la copia de mi entrada. Viernes, 11 de marzo de 1983. Recuerdo perfectamente que, después de más de un par de horas largas de actuación, Barbara se dirige al público disculpando a la banda porque ya no tienen más canciones que ofrecer, habían agotado su repertorio más unas cuantas versiones que interpretaban en sus bolos. Maravillosa sensación. Solo tengo su "Thirty Seconds Feet Over China" y, solo por eso, me considero un tipo feliz.
    Hummm..., he oído por ahí a Slits y Au Pairs.
    Saludos,

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    1. Afortunado eres. Los Passions merecieron mucha mejor suerte de la que tuvieron, pero en fin: parte de su destino era su propia personalidad, tan volátil.

      En cuanto a Slits, Au Pairs yu otros cuantos nombres, lamento decirte que no aparecerán aquí porque son ya demasiado minoritarios y tampoco se puede meter al censo entero. Solo trato de dar una pequeña idea del panorama que había por entonces, y luego los más inquietos seguro que saben buscarse la vida. De todos modos las Slits figuran con una canción en la fiesta de despedida del bienio anterior, y los Au Pairs lo harán en este. Sus nombres están presentes en este bar, de un modo u otro.

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  2. O sea grupo de culto que es recuperado cuando ya no existe y los arqueólogos musicales, siempre tan empeñados en los tiempos en que existían los discos, lo muestran como un descubrimiento nuevo a pesar de que en su tiempo fueron avalados por el gurú John Peel. Me gusta ese toque del comienzo de I'm in Love with a German Film Star, la voz frágil de Barbara Gogan, no gran cosa por otro lado, sirve de interesante contraste.
    Me quedo con los Cure, por supuesto.

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    1. Ya, eso es lo bueno de la disparidad de criterios, que enriquece. Yo me quedo con los Passions, por supuesto también. En cuanto a los grupos de culto, ellos no tienen la culpa de que su sello no se gaste un duro en promoción o la masa de aficionados se comporte como las ovejas: si grupos como este, Magazine, XTC o los mismísimos Velvet Underground quedan en la memoria será por algo.


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  3. Yo no tuve el placer en su momento de oirlos, y ahora que lo hago suenan mejor que los pesados Cure. Me gustan mucho sus guitarras, voy a escuchar más de ellos.

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    1. Las guitarras de los Passions son una de las influencias que se notarán luego en unos cuantos guitarristas posteriores a ellos, y el tono general ya digo: los españoles Esclarecidos, a quienes tanto se alaba, son una muestra evidente de la influencia de Gogan y compañía.

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  4. Hola Rick:
    No recuerdo a este grupo, así que otra semana de deberes. Me he escuchado los tres discos, el último esta mañana en el desayuno, y bueno, no suenan mal, aunque creo que este sonido ahora cuesta un poco.
    Los veo un poco irregulares, con buenos momentos, pero sin continuidad, el que mas me ha gustado es el segundo y en especial el tema "Small Stones".
    De todas formas, oir un disco después de tantos años, no da una perspectiva real, supongo que en su momento se3 escucharían de forma diferente.
    Eso de "El lado luminoso de los Cure", suena bien, pero no se, no se...
    Saludotes
    Jose

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    1. Hola, José.

      Hay que reconocer que aquí en España la cosa no fue muy allá, porque únicamente se publicó el segundo disco, y para eso sin la menor promoción: al cabo de unos meses ya estaba en el cajón de las rebajas aunque incluso la prensa española los alabó. De todos modos, y aunque solo sea ese segundo disco, creo que vale la pena que le eches un repaso. Y sí, insisto: el reverso luminoso de los Cure. Aunque no me hagas mucho caso, porque a los Cure les tengo mucha manía, y se me nota.

      Saludos mil.

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  5. No me sonaban estos The Passions. Sí que recuerdan algo a Siouxsie. Me han gustado mucho esas guitarras y la voz de Bárbara Gogan. Se me escaparon en su momento. Casi me los pierdo otra vez. Menos mal que he asistido a clase hoy.
    Saludos.

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  6. Pues ya sabes, estimado Bab: como mínimo su segundo disco es muy apetecible. Así que...

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