De aquella división tan malintencionada que se hizo en Madrid creando las etiquetas de "Las Hornadas Irritantes" y "Los del Pop Baboso" para enfrentar a dos opciones totalmente distintas, hoy y tras la visita de los Secretos recibimos a Nacha Pop para cerrar el cupo de representantes de la segunda. Hay similitud entre las letras de ambos grupos, letras que por lo general se ciñen a las tristezas y alegrías juveniles; también como en los Secretos hay una figura central, músico y compositor, en quien se simboliza ese frecuente carácter melancólico, así que son de espíritus parecidos. Y aunque en lo musical el pop es la esencia en ambos, se podría decir que mientras a Los Secretos los hemos definido como "californianos" a Nacha Pop les interesa más el pop rock y su actualización a través de la new wave: de sus primeras influencias como los Stones, los zepelines y algunos músicos americanos llegan luego a los Clash y también disfrutan con el estilo melódico rítmico de unos Lowe o Costello en sus primeros tiempos, cuando su origen europeo aún primaba sobre las influencias americanas. Justo al revés que los Secretos, por cierto. En suma, Nacha Pop me parecen más frescos, más vivarachos, más... europeos.
En 1978 desaparece un grupillo entre pop y psicodélico de corta duración llamado Uhu Helicopter (siendo Uhu un pegamento, que como todos podía tener usos "alternativos", y Helicopter un homenaje a los Jefferson Airplane. O sea, psicodelia de andar por casa). De ese grupo siguen adelante el guitarrista y voz Nacho García Vega, el bajista Carlos Villalta (de apellido artístico Brooking) y el batería Antonio Martín (Ñete), a quienes se une Antonio Vega, el primo de Nacho, que acaba de volver de la mili. Antonio canta, toca la guitarra y compone; tiene algunas piezas terminadas, y poco después graban unas maquetas bajo el nuevo nombre de Nacha Pop. Antes de que termine el año consiguen algunas actuaciones (la más recordada fue aquella en la que participaron junto a Kaka de Luxe "a beneficio de los huérfanos de Syd Vicious"), y en el 79 son ya uno de los grupos más destacados de la nueva ola madrileña: sin haber grabado un solo disco van consiguiendo actuaciones junto a la mitad de las bandas de la ciudad e incluso llegan a ser teloneros de Siouxsie. Hispavox se fija en ellos y pronto los tendrá grabando.
Su primer Lp se publica con título homónimo en verano de 1980 y lo produce el temible Teddy Bautista, que sin embargo se contiene y solo mete teclados cuando realmente cuadran. Es un debut magnífico en el que por supuesto brilla con luz propia ese emblema de la nueva ola que es "Chica de ayer", con una letra muy sentida, muy de juventud, muy de Antonio Vega, que por otra parte afirmaba que esa había sido su primera composición, mientras estaba en la mili. Y la música está a la altura, aunque aquí entramos en el proceloso mundo de los parecidos razonables: resulta que en 1975 Gianni Morandi había publicado "La caccia al bisonte" con un ritmo muy similar, y luego el cantautor argentino Piero hace una versión que, sin grandes diferencias con la original, aumenta las similitudes con la de Nacha Pop. La versión de Piero ya se había publicado en el 76 en su país, y en España lo hace justo en 1980. Pero ahí queda la cosa, porque teóricamente se trata de una coincidencia: aunque Vega murió antes de que saltara la liebre, Bautista dice que ninguno de los dos conocía al tal Piero ni esa canción. Suena raro, pero les creeremos. En cualquier caso nadie discute que, con "inspiraciones externas" o sin ellas, esta es una pieza redonda comenzando ya por esa entrada del bajo hasta el final. Y el resto del disco mantiene una altura muy digna, desde la apertura con "Antes de que salga el sol", otra clásica inmediata y con regusto a Police (una influencia bastante evidente en esta primera época), hasta ese cruce entre rockabilly y new wave en "Mujer de cristal". Que por cierto, su habilidad para mezclar estilos es muy efectiva, y "Déjame algo" es otro buen ejemplo. Y aunque parezca no venir a cuento, algunos agradecemos ese pequeño ejercicio de estilo surf que es "50 pop". En suma es un disco realmente notable, aunque no llegó al nivel de ventas que esperaba su sello. Lo cual retrata al público de aquella época: si esas canciones estuviesen en inglés y las hubiese cantado alguna gloria isleña, seguro que habrían llegado más arriba.
En 1981 nos presentan su segundo disco grande, titulado "Buena disposición", que en conjunto a mí me parece mejor incluso que el primero, no sé si por la brillantez del sonido o por la categoría de las canciones, que siguen repartiéndose los dos primos. La brillantez se debe al hecho de que han conseguido evitar a Bautista y se producen ellos mismos; lo cual por otra parte significa menos gastos para Hispavox, que ya no los mira con tanto aprecio como cuando los fichó. Este asunto de la rápida pérdida de confianza de los sellos grandes en los grupos nuevos siempre ha existido, pero en el caso de la nueva ola se debe a un fallo inicial de apreciación: solo Radio Futura, Alaska y pocos más consiguieron vender una cantidad suficiente de discos como para que sus sellos se sintiesen satisfechos. El error se debe a la mentalidad de la industria, y en esta época arranca en el éxito que habían tenido Tequila y que hizo creer a los cerebros grises que todo el monte era orégano. Pero ya vamos viendo que por lo general esa nueva ola, o Movida, o como quieran llamarla, no tuvo tanto arrastre como se dijo luego: algunos revisionistas actuales quieren hacernos creer que todo el mundo estaba "al loro", como dijo Tierno, y no era verdad. Era una minoría; una gran minoría si se quiere, ya que Radio 3 amplificaba el efecto a escala nacional, pero no tan enorme como para alcanzar números uno en ventas con tanta facilidad (y menos mal que pronto surgieron los sellos independientes, porque de lo contrario nunca habríamos conocido a gran parte de los grupos de aquel tiempo). En fin, a lo que íbamos: sin tener una pieza del calibre de la famosa chica de ayer, creo que en conjunto esta selección tiene más nivel que el primero, más vida, más frescura: canciones como "Juego sucio", "Alta tensión" , "Atrás" o "Quiero estar mejor" tienen un gancho irresistible (aunque se nota mucho la diferencia de categoría entre las piezas de Antonio y las de Nacho). Pero una vez más las ventas desilusionan a Hispavox, que no les renueva el contrato.
De acuerdo con la teoría expuesta antes, el movimiento de Nacha Pop tras su marcha de Hispavox parece lógico: al igual que la mayoría de sus coetáneos, fichan por un sello independiente, en este caso DRO. Pero la publicación de "Más números, otras letras" en 1983 demuestra que la cosa no funciona. A mi parecer hay dos razones: la categoría de las piezas decae, y no está claro que el apoyo de teclados (a cargo del todoterreno Esteban Hirschfeld) les favorezca, ya que dan una sensación "acomodada" al perder esa chispa de inmediatez que lucían en sus dos primeros discos. Poco importa que la producción sea suya de nuevo, que graben en Doublewtronics o que les ayude Jesús Gómez, el ya legendario dueño de aquel estudio: Nacha Pop comienzan a parecerse a ese puñado anodino de grupos nuevos que conforman la segunda oleada, muy pulidos pero sin un sello claro de distinción. Y la monotonía se traspasa a la obra, porque una tras otra se van sucediendo canciones agradables que no molestan ni arrebatan, canciones para escuchar tranquilamente en el bar moderno mientras te tomas una copa: la música ambiental de los años 80, que comienza a multiplicarse por doquier. Quizá la única buena noticia es que por momentos parece que hay una evolución en el estilo compositivo de Antonio Vega que nos ofrecerá algunas piezas más complejas a partir de ahora. Y el primer gran ejemplo surge en un Ep que publican en 1984 (su despedida de DRO) con el título de "Una décima de segundo". Aquí queda, precedida por una de las pocas que me gustan de aquel tercer Lp.
Nacha Pop entran ahora en Polydor. O sea, de nuevo en un sello grande. Y el primer resultado es "Dibujos animados", en 1985. Mediados de década. Me he leído unas cuantas críticas del disco y resulta evidente que aquí ya hay dos tendencias diferenciadas: para las nuevas levas de aficionados y la prensa del momento es una obra de madurez, con un sonido limpio y perfeccionado, pulcro, muy actual y consumible. Los que ya andamos en la órbita de la treintena y venimos de otra escuela, pensamos que con esa producción tan moderna entonces, tan pasada de moda ahora, ese sonido de plástico, esa percusión de mentira, tan de finales de los 80, esa especie de reggaes blancos trompeteros, esos tecladitos posmodernos, esas canciones perfectamente olvidables al cabo de un minuto porque suenan como otros cuarenta grupos más de momento, se ha desnaturalizado totalmente el espíritu del grupo (cosa que ya se veía venir en el disco anterior. Y al parecer Ñete pensaba algo parecido, porque ahí decide marcharse). Ante la versión oficial, resulta evidente que muchos de mi quinta estamos fuera de juego, y que valorar los grupos que surjan a partir de ahora nos va a costar mucho trabajo porque no tenemos la más mínima empatía con ese sonido ni con ese tipo de melodías. He aquí dos de las más recordadas del disco, que por otra parte ya tiene unas ventas respetables. La afición a "la música" comienza a hacerse masiva entre la nueva generación, casi como el fútbol, y los festivales en los que participa este tipo de grupos son cada vez más populosos.
En 1987 llega el último disco de estudio de Nacha Pop, que contra lo que nos temíamos los puretas (lo dicho: la treintena maldita) resulta de más categoría que el anterior; o nos lo parece a nosotros, claro. El disco se titula "El momento", y confirma el giro de Antonio Vega hacia esquemas compositivos más elaborados y un cierto intimismo que a mí me recuerdan especialmente la evolución que había emprendido Costello poco antes. El problema es que su primo Nacho no lleva esa misma trayectoria, sino que se limita a ir actualizando su escuela de pop rock convencional pero poco más. Y esa diferencia de categoría se nota claramente en el disco, que por otra parte lleva un reparto escrupuloso de autoría (es evidente que hay tiranteces entre ellos). El disco se vende muy bien, la crítica lo alaba mucho y en 1988 llega el inevitable doble en directo que marca el final de una época: Antonio decide seguir su camino sin el lastre que ahora supone su primo. Ambos seguirán carreras en solitario con desigual fortuna, ya que el planteamiento de Nacho no tiene el brillo ni recibe el cariño popular que consigue su primo. Hubo un reencuentro veinte años después, con otro disco en directo para hacer caja, y poco más. Antonio murió en 2019, Nacho creo que sigue en activo. Y esto es todo. Los Nacha Pop que le interesaban a la gente como yo habían desaparecido tras su segundo disco.
Personalmente la comparación entre Los Secretos y Nacha Pop me resulta poco apetecible. Veo a los primeros como un grupo con dos éxitos en un estilo algo moñas a la que la tragedia les dió cierta mitificación y veo a Nacha Pop como un grupo excepcional de calidad y sí, soy de los que les gusta ese disco llamado Dibujos Animados. Podría escuchar el Grité una Noche casi ininterrumpidamente durante horas aunque no la noche entera.
ResponderEliminarSe parecen en sus letras o el tono general de melancolía, pero musicalmente los Nacha me parecen más vivos. Y luego ya metidos en discos concretos, pues eso: yo soy de los dos primeros, y el resto ya me cansaba en su época.
EliminarQuizás la secuencia de los conciertos a los que asistí de Nacha Pop refleje mi opinión sobre el grupo. Aquella de la que hablas como teloneros de Siouxsie & The Banshees en el Teatro Barceló. Expectación máxima, brillaron con luz propia, no desmerecieron en absoluto con los prestigiosos cabeza de cartel. Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid, presentación en sociedad de sus "Dibujos Animados", llego bastante antes, me da tiempo para darme una buena vuelta por la cancha principal, tribunas y aledaños, una ingente multitud de niñatos me rodea, decido que no pinto nada ahí y me piro (uno de los 2 ó 3 conciertos en los que he tomado tan triste decisión). Sala Jácara, primer pase de su despedida "1980-1988", apoteosis total, la peña volcada con ellos desde el minuto uno, todas sus canciones coreadas, dos orejas y rabo, vuelta apoteósica al ruedo.
ResponderEliminarSus dos primeros álbumes excepcionales (como bien dices, el primero a pesar de la presencia de Teddy Bautista), su último "El Momento", magnífico, ese "Lucha de Gigantes" me sigue poniendo la piel de gallina.
Claramente superiores a Los Secretos, tanto que para mí nunca me atrevería a calificarles como "babosos"
Saludos,
Sí, la época de "Dibujos animados" es cuando se va consolidando un nuevo sector de público joven que acaba de llegar a este tipo de músicas. Y el último, bueno, levantan un poco el vuelo tras los dos anteriores. Coincidimos en los dos primeros, creo que hay mucha distancia entre eso y lo que vino luego.
EliminarSobre el calificativo de "babosos" que conste que a mí no me atrae mucho (como el de "Movida", sin ir más lejos), pero en fin: hay que ser fieles a las nomenclaturas de la época.
Saludos mil.
A mí siempre se me han atragantado. Recuerdo que me regalaron el primer disco poniéndomelos como lo más y yo me esforcé escuchándolo sin acabar de verle la gracia. La chica de ayer es una canción muy sobrevalorada, con ese ca ca cabeza horripilante, e imagenes de baratillo sentimental. Así como las melodías de los Secretos tienen cierto poder para sublimar la tristeza, las de Antonio Vega me enfangan en el mal rollo. Es verdad que mejoró como letrista, pero tampoco conecté con su forma de escribir, y temas como Lucha de gigantes me parecían huecos e impostados. Sin ser gran cosa tampoco, las canciones de su primo eran más vitales.
ResponderEliminarYo ya digo, me quedo con los dos primeros y punto. E insisto en que prefiero el segundo, que me parece su momento más lúcido. Lo de "La chica de ayer" me produce sensaciones encontradas, no te creas que le tengo yo tampoco mucha afición, o quizá fue el exceso de la época, todos los días escuchándola en todas partes.
EliminarAún sabiendo que no fueron un grupo 'one-hit wonder', yo me quedo con 'La chica de ayer', que se la podrá llamar babosa o no, pero consigue emocionarme. Me llamó la atención que siguiese existiendo el Penta en Malasaña: estuve hace unos años un par de veces, y pinchan 'La chica de ayer' para cerrar el garito los sábados de madrugada.
ResponderEliminarDesde mi ignorancia, desconocía el resto de su producción. No conecto con Antonio Vega: sus letras son otra cosa, pero su música en solitario no me va, ni 'El sitio de mi recreo' ni tampoco 'lucha de gigantes', que no sabía que era del último disco de Nacha Pop. Por eso me han sorprendido, en esta entrada, 'Juego sucio' o 'Antes de que salga el sol'.
Uf, el Penta. Y ahi sigue, casi cincuenta años después...
EliminarYo creo que ya me he explayado sobre estos señores, que como los Secretos me gustan en pequeñas dosis y muy concretas además. E insisto en que ni siquiera "La chica de ayer" me parece para tanto, perpo como siempre esto es una cuestión de gustos. El único disco suyo que sigo escuchando de vez en cuando es el segundo, que me parece realmente bueno casi en su totalidad.
Hola Rick.
ResponderEliminarpues bueno, entre los Secretos y Nacha Pop, me quedo con los últimos, que los encuentro con algo mas de chispa. Tengo los dos primeros Lps, que creo son magníficos, y la "Chica de ayer", sigue siendo un himno y suena igual que el primer día. Es uno de los temas clave del pop español.
Bueno, creo que con estos la lección de babosos se debe dar por concluida, aunque creo que estos son algo mas.
Seguro que ya tocan los grupos bandarras, mas que nada para compensar.
Saludotes
Jose.
Hola José.
EliminarVeo que coincidimos, porque yo también prefiero a Nacha Pop; aunque los Secretos tienen algunas canciones de sus primeros tiempos que son bastante decentes. Pero es un problema de carácter, está claro.
Vamos a por los bandarras....
Saludos mil.
Me pasa parecido como con Los Secretos. Los 2 primeros álbumes me siguen encantando y del resto salvaría canciones sueltas, de Antonio Vega, claro. Salud.
ResponderEliminar... Y lo mismo te contesto: un buen recopilatorio, sobre todo de los dos primeros, es lo ideal. Luego es verdad que en general las que se salvan son las de Antonio, pero ahí ya la cosa se hace un poco más "`personalizada": como verás por los comentarios hay gente a favor y en contra de su segunda o tercera época.
ResponderEliminarCoincido con casi todos. No soy experto en Nacha Pop ni en Los Secretos. Prefiero a Nacha, pero no como para tirar cohetes. Algunas de sus canciones sí que se convirtieron en casi himnos de aquella la época. Veremos que es lo que sigue a continuación. No quiero perderme ni una clase.
ResponderEliminarSaludos.
Veo que estamos de acuerdo tanto en nuestra poco afición por estos dos grupos y aun así la preferencia por Nacha Pop. Somos poco yankis, por lo visto. Y seguro que tambíen coincidiremos (más o menos) en los que vienen ahora, que por lo menos son más divertidos...
ResponderEliminarSaludos mil.