"Fue una charlotada. Una noche, en un bar, creamos el tribunal de las Hornadas Irritantes, acompañado de un manifiesto contra los babosos. Fue una gilipollez que trascendió porque se hicieron eco los periodistas, que en aquella época se hacían eco de hasta cuando te tirabas un pedo, y ha quedado como si fuese todo un movimiento artístico. Si me llegan a decir aquel día en el Iris, con los canutos y los botellines, que aquello iba a ser recordado treinta años después, habría pensado que mi interlocutor estaba loco. Se ha magnificado hasta el delirio".
Alejo Alberdi
Bueno, pues hoy terminamos con el asunto "Hornadas/Babosos", que como ya ven ustedes tiene parecida talla intelectual que el concepto "Movida" y otras cuantas bobadas alimentadas por el periodismo de titulares urgentes. Y lo hacemos con el otro grupo más destacado en el cartel Irritante (hasta el punto de que fue uno de sus miembros quien inventó el término): se trata de Glutamato Ye-Yé, que en su mayoría estaban presentes junto a los de Derribos Arias aquella noche infausta en aquel bar. Había una especie de hermandad entre ellos: en lo musical no se parecían mucho, pero su modo surrealista de ver la vida y de actuar en consecuencia era bastante parecido. Ambos grupos fueron protagonistas destacados -junto a otros- en los garitos del Madrid moderno durante un tiempo, y si la figura de Poch se convirtió en icono la de Iñaki Fernández también.
Iñaki formaba parte de una pandilla que frecuentaba el Retiro, y allí conoció a Ramón Recio, aficionado a escribir poesías, que lo convence para crear un grupo. Eso ocurre en 1979; el propio Ramón propone como guitarrista a su hermano Manuel, a partir de ahora conocido como Patacho, mientras que Iñaki lo hace con Alberto Haro Ibars, que pronto se marcha para crear Sindicato Malone y es sustituido por su hermano Eugenio. A lo largo de la existencia de Glutamato han pasado por ahí docenas de músicos, pero centrémonos en la época en la que comienza su popularidad, sobre el 80/81: junto a Iñaki (frontman y voz) y las guitarras de Patacho y Eugenio, el bajista es Jacinto Goderos y el batería Carlos Durante: ambos son ya conocidos de otros grupos contemporáneos. Y con el apoyo creativo de Recio, personaje en la sombra pero autor de gran parte del repertorio e incluso del nombre del grupo, Iñaki y sus colegas comienzan a hacerse con el público moderno gracias a unas canciones de tono pop pero con letras y ritmos enloquecidos, ajenos al tiempo, mientras canta sobre el escenario vestido con una gabardina larga cerrada y un bigotillo hitleriano que dio que pensar a más de uno (aunque también hubo comparaciones con Charlot: quizá fuese una mezcla de ambos). Era inevitable verlos como una especie de alter ego de Derribos, y de aquella amistad surgió el concepto Hornadas Irritantes, inventado por Patacho en una noche de fiesta. En cuanto a la pata de pollo, no fueron ellos solos: con frecuencia la llevaban colgando (al cuello, de la cintura o de alguna prenda) Poch e Iñaki; pero también Germán Coppini, de los Siniestro, a quienes durante un tiempo se les incluyó en las Hornadas.
En un principio fichan con el sello independiente Spansuls, especializado en punk, que poco después vende los derechos a DRO. Y ahí se publica, a principios de 1982, un primer Ep en el que se puede decir sin exagerar que sus cuatro canciones son clásicas inevitables en la historia de Glutamato. "Corazón loco", la primera, es la que suele usarse como título genérico para el disco, y sin ser la más "loca" ya nos da una idea del potencial de grupo: es una especie de punk pop que podría incluso recordar a los Ramones pero con una producción muy "elegante" y cálida (a cargo del sello, el propio grupo y Poch, que también interviene aunque no se cita en la galleta). También ayuda Jaime Urrutia con su guitarra, y es además el co-autor junto con Eugenio Haro. Le sigue "Holocausto caníbal", la canción en la que se afea la conducta del caníbal que aprovecha la amistad del cantante para ir comiéndose a su familia, con un ritmillo new wave encantador, a tono con la situación. Llega luego "Un hombre en mi nevera", una nueva preocupación gastronómica que se acabó convirtiendo en el emblema del grupo: el protagonista sospecha que un hombrecillo se ha metido de okupa en su nevera y la está vaciando. Dejando aparte el juego de ritmos de la canción, realmente brillantes, destaca el cuajo de Iñaki cantando la cantidad de sinsentidos que canta y su entonación tan particular; también en eso hay una comunión de espíritu con Poch. Por último (pero no menos importante, como suele decirse) está "Narcosis", un caso aparte: a juego con la letra, en la que el protagonista se siente "muy raro" cada vez que está con una chica y se pregunta si no será que Dios lo narcotiza para evitar que caiga en pecado, la música suela como desvaída y la propia voz de Iñaki lleva el tratamiento electrónico que la hace sonar desmayada, líquida, fantasmagórica: pop experimental, del que no hay.
Muy poco después Iñaki es requerido por la Patria, y eso afecta a las grabaciones: estaba previsto un disco grande antes de finalizar aquel año 82 para aprovechar el rebufo del Ep, que se había vendido bastante bien, pero por culpa de la situación militar de nuestro amigo la cosa queda reducida a un mini Lp de siete canciones con el título de "Zoraida". Y aunque pieza por pieza tal vez no alcance la altura de aquellas cuatro primeras, mantiene el tipo con mucha dignidad teniendo en cuenta las circunstancias. La canción que lo abre y le da título es una prueba más de que Glutamato son una especie de centrifugadora musical en la que puede mezclarse todo: entrando con un ritmo contundente, tenemos a Iñaki anunciando con su "aaaahhh" una melodía que recuerda al Magreb, con una letra más o menos a juego, que por supuesto pasa a ser otra clásica en el repertorio del grupo. Luego llega "Europa", resultado de la colaboración entre ellos y Derribos: está compuesta por Iñaki, Poch y Patacho, y figurará también en el Lp de Derribos. Obviamente la diferencia de estilo es clara, estando aquí mucho más cerca del pop convencional que en el grupo de Poch, donde el ambiente es entre oscuro y melancólico. Otra clásica es "Algo suena tic tac", muy en la onda del primer punk que fue uno de los puntos de contacto entre la mayoría de estos grupos, y la despedida llega con una pieza sorprendente que en cierto modo tiene algún tipo de relación exótica con la primera: esta vez se trata de una especie de punk hindú enloquecido cuyo título es "Hare Krashni" (sic) y que, al estilo tradicional, se limita a repetir continuamente ese mantra que todos conocemos y que va acelerándose como un camión hacia el abismo, apoyado por sonidos discordantes, el apoyo de Ulises Montero a los vientos e Iñaki aullando al estilo "indio" (o sea, piel roja). Un cuadro. La más ajustada descripción de quiénes eran Iñaki y sus colegas.
Con aquel disco y la creciente cantidad de actuaciones por media España, Glutamato entran en 1983 consolidados como uno de los grupos alternativos más populares a escala nacional. Por otra parte Recio ha decidido meterse en el proceloso mundo empresarial y crea el sello Goldstein, donde por supuesto tendrán más libertad. Sin embargo, y debido en parte a la cantidad de actuaciones que tienen en esa época, el año se salda con un solo single... Pero qué single: en la cara A está "Comamos cereales", que los acabó llevando a los programas de la Primera y a los 40 Principales; no es su mejor canción ni de lejos, pero entre la letra (una parodia de los consejos alimentarios sobre los cereales) y un ritmillo popero muy contagioso acabaron arrasando. Fue el momento de mayor popularidad del grupo a todos los niveles, pero para los fans de siempre la joya de la corona estaba oculta en la cara B y dio un verdadero toque de distinción al grupo: La balada de Karen Quinlan. Recordarán ustedes (o no) que Karen saltó a la fama involuntariamente en 1975, con veintiún años, a causa de una desgracia que la dejó en estado de muerte cerebral (es decir, vegetativo). Por aquel entonces, y al menos en España, corrió la versión de que era una hippie que se había pasado con las drogas, lo cual, dicho así, era falso. En realidad, por una serie de reveses personales que influyeron en su mentalidad depresiva, Karen comenzó a aficionarse al alcohol y los tranquilizantes; una de sus obsesiones era el exceso de peso, y después de unos días prácticamente en ayunas salvo por el alcohol y las pastillas entró en crisis. De ahí pasó a un respirador artificial hasta que sus padres consiguieron legalmente una desconexión, pero siguió viva otros cuantos años con alimentación asistida, ya que la ley del momento en Estados Unidos (como en casi todas partes) prohibía la muerte asistida. El caso es que Ramón Recio e Iñaki, basándose en la "versión hippy", componen una canción de letra estremecedora pero realmente hermosa que le va como un guante a una melodía de tiempo medio con unos "crescendos" que impresionan. Para mí es la mejor canción del grupo.
En 1984 llega un nuevo mini, titulado "Todos los negritos tienen hambre y frío", que en parte por el rebufo de aquel single anterior y en parte por el hecho de haber pasado a un sello grande como Ariola (más dinero para promoción) alcanza un número de ventas notable. Sin embargo, y como suele suceder, su ascenso en popularidad es la señal de que se están adocenando: puede hacernos gracia una canción como la que le da título, con esa letra de buen rollito que los fans tradicionales supondrán que va de coña y a lo mejor los recién llegados creen que no, pero publicada en single fue éxito también. "Recuerda Formentera", la siguiente, con ese hippismo de andar por casa, da un poco de repelús; de ahí saltamos a "Temblando despertaré", una especie de tecno pop muy de la época. En fin, tal vez a los que recuerden a Voces Amigas puede hacerles gracia la versión de "Canta con nosotros" y seguir dudando si están en serio o de coña. No sé. Muchos quedamos decepcionados. En el 85 publican "Guapamente", en una onda pop rock muy del momento que sin embargo ya se aleja de lo que fueron Glutamato, lo cual los sitúa en tierra de nadie: las ventas decaen; y lo harán más aún al año siguiente con "Vive subida". El grupo va aguantando, con deserciones y recambios, hasta finales de la década. En 1987 hay una especie de despedida con un doble en directo en honor a Ramón Recio, que morirá meses después a causa de una larga enfermedad. Desde entonces ha habido algunas reuniones posteriores, fugaces, que solo importan a los muy fans.
Glutamato Ye-Yé es un grupo que estuvo nadando siempre entre dos aguas, ya que como dije antes hay una buena parte de su repertorio que no sabes si tomártelo en serio o en broma. Sin embargo, al menos en sus dos o tres primeros años supieron mantener ese equilibrio muy bien, y han dejado un puñado de canciones muy divertidas junto a esa perla dedicada a Karen que por sí sola ya podría justificar su existencia. Así que muchas gracias. Y sí, también nos despedimos de ellos con su participación en aquel descacharrante Lp titulado "Navidades radioactivas", una especie de Gotha de la modernura en los primeros años 80.
A mí me encanta toda su carrera, hoy en día sigo escuchándoles habitualmente y me siguen pareciendo absurdos, divertidos e inteligentes. Su lista de temazos es larga, desde ese Corazón loco que suena pop total, o Hare Krashni que casi consigue que me convierta. Los miedos domésticos pasaron a un nuevo nivel con Un hombre en mi nevera, con Comamos cereales aprendí los rudimentos de la dietética alternativa. Y después están la impresionante Balada de Karen, Nacido en los EEUU o su versión de El desertor, y muchas más. Sus últimos discos son más flojos, pero siguen teniendo gancho y guasa. Su himno al Atleti con la música de El novio de la muerte es genial, er furbol y la legión de la mano hasta la victoria final, combinado más rancio que un bocata de churros, exquisitamente carpetovetónico. Vamos, que eran los putos amos.
ResponderEliminarYo a tanto no llego. Me gusta esta primera época, en la que por momentos saben utulizar la coña de un modo realmente brillante, pero a medida que va pasando el tiempo se me hacen un poco indigestos. Yo salvaría sus dos o tres primeros años, hasta el disco de los negritos, pero como es lógico la cosa va a gustos.
EliminarHola Rick.
ResponderEliminarDisfruté mucho con las entradas de Nacha Pop y Los Secretos, pero ahora de repente me encuentro con estas últimas hornadas de "Babosos" cuya música la recuerdo como una pesadilla y que razón tenía Alejo Alberdi en su día, ya que eran capaces de transformar los efectos beneficiosos del alcohol y el cannavis y convertirlos en algo insufrible. De todas formas te diré que ahora, al cabo de tanto tiempo que los he estado escuchando en un estado de consciencia normal, me ha parecido que no suenan tan mal.
En fin, que esto ya es historia, y como siempre digo, a este bar venimos a recordar y aprender, y me he divertido mucho con estas últimas entradas.
Saludos.
Antoni.
Ah, se me olvidaba decirte que últimamente te echamos mucho de menos en Viejo Zapato Marrón y Spanish Blogs.
ResponderEliminarMás saludos
Hola, Antoni.
EliminarVeo que te van más los grupos poppies que los "gamberros", y en estos casos al menos hay una clara diferencia en la habilidad técnica: las canciones de Secretos o Nacha Pop serán mejores o peores, pero están bien hechas. Yo, como digo arriba, prefiero hacerme un recopilatorio de cada uno con sus mejores canciones, que para mí son las de sus primeros discos. En cuanto a los "gamberros", que a mí me gustan más tal vez por eso, porque son gamberros, tampoco te creas que me apunto a toda su discografía: Derribos no duraron mucho, y de Glutamato me quedo con sus primeros discos (como con Secretos o Nacha Pop).
Tienes razón, últimamente estoy desaparecido en varios sitios. Por razones familiares y de otros tipos llevo una racha que me da el tiempo justo para sacar la entrada semanal aquí y poco más. Espero que dentro de poco pueda volver a la rutina, a ver si se me va despejando la situación...
Saludos mil.
A lo largo de la historia del pop español ha habido una corriente coñera y desmitificadora de la solemnidad del invento. Al principio por ejemplo Miki y los Tonys pero luego más tarde muchos otros como los dos o tres de Moncho Alpuente, Desmadre 75, la Orquesta Mondragón y el mismo Gran Wyoming o Ejecutivos Agresivos.
ResponderEliminarNo hay tanta ruptura y estos Irritantes quizás son una consecuencia de aquello. Recurrir a lo kitsch, a lo estrafalario, lo cutre etc...como hicieron los mismos Siniestro Total garantiza la validez de este tipo de propuestas y Glutamato Yeyé es una excelente propuesta siempre porque se ríen de teatrera intensidad de los otros, a veces tan pesados.
Sí, el sentido del humor parace ir marcado en nuestro código genético. Aleluya. Siempre habrá (o eso espero) músicos con vocación de cómicos, para contrarrestar a otros que se toman muy en serio a sí mismos.
EliminarY ya que hablas de Siniestro Total...
No les quito mérito pero no sé si han envejecido bien, o soy yo que no estoy a la altura. De las que has dejado, me quedo con 'La balada de Karen Quinlan'. El resto no me dicen demasiado, salvo por las letras que, eso sí, tienen su gracia, tanto hoy como en el pasado.
ResponderEliminarPara mí, la letra más estremecedora no es la de Karen (que también), sino la de 'Todos los negritos tienen hambre y frío', un tema que hoy sería imposible de colocar en internet, porque el respetable se echaría encima e incluso habría demandas por medio. Y hablo de internet porque de algún modo relaciono este grupo con la moda de los últimos años de lanzar esporádicas canciones de humor kitsch, tipo ''Amo a Laura'' de los Happiness. La versión de ''Canta con nosotros'' también va en esa onda. Todo ello me cae muy bien pero, como suele pasar con lo que solo se apoya en el humor, suele tener mayor caducidad que un paquete de cereales. Desde luego, hay muchas excepciones a lo que acabo de decir. ''Comamos cereales'' me ha traído a la mente, por alguna razón, el ska ''Aquí no hay playa'' de los Refrescos, que sigue teniendo gancho.
En fin, lo dicho: qué le voy a hacer, pero antes que Glutamato prefiero a la Orquesta Mondragón.
En este caso puedes estar tranquilo, porque no es un asunto de "altura": Glutamato es de esos grupos que combinan lo musical con lo estrafalario, y eso a vaces gusta y a veces no.
EliminarEl asunto de las letras, en este tipo de grupos, se hace realmente peligroso con el advenimiento de la Nueva Verdad Progresista, que está dejando un reguero de autocensura. Y ahora vienen Siniestro Total... Pánico me da. Y bueno, preferir a la Mondragón antes que a Glutamato tiene su lógica: es preferir el rock antes que el pop, lo cual en este tipo de material es una opción tan válida como la contraria.
Saludos mil.
Rick, agradezco especialmente esta entrada glutamata porque nunca fui muy fan del grupo y, a la luz de su contenido, creo que algo (no se si mucho o poco) me perdí en el camino. Nunca congenié con el nombre de la banda, ni con la imagen de Iñaki. Me parecía que pertenecían más a la onda babosa que a otra cosa, que pululaban por una tierra por la que no dejaban demasiada simiente, nada trascendente (aunque este concepto, en aquella época, tampoco significara mucho).
ResponderEliminarEn fin, insisto, agradezco la entrada por venir de quien viene, y eso ya es garantía de seriedad y atención, ahondaré en un mayor conocimiento de la banda y su propuesta... quizá un "Grandes Éxitos" me reconcilie con ellos, aunque me cueste.
Saludos,
Bueno, como le digo a Rodión el asunto este del pop estrafalario es una opción muy personal, y comprendo que haya gente que no disfrute con este tipo de cosas. Dicho esto también te digo que un recopilatorio siempre es una buena idea con este tipo de grupos y con otros muchos: creo que como mínimo estas canciones que pongo aquí y otras cuantas merecen ser recordadas.
EliminarAsí que ya sabes: ese "Grandes Éxitos" puede hacer que los recuerdes con cariño.
Saludos mil.
¡Ostras ya me ha pillado el toro!
ResponderEliminarY mi mama no me quiere hacer mas justificantes y dice que me espabile.
Pues ya esperaba esta entrada para lanzar mis batallitas de abuelo Cebolleta.
A mi todo lo primero es que me chifla, con esas letras tan oco sesudas y este gran humor que como bien se dice debe ser algo genético y que no falle.
Creo que hay un montón de himnos como "El hombre de la nevera", sin duda su canción, sin desmerecer a las otras.
Ahora las batallitas,: en su día había discos que se me encasquillaban y no sabía como pillarlos, entre ellos el mini LP, y manda güevos que en un viaje a Amsterdam, (a por drogas no, malpensados) entro en una pequeña tienda de discos y me encuentro todos juntos casi todos los de la movida, y allí me pillé el mini Lp y mas cosas, entre las que recuerdo el Lp de Betty Troupe o el maxi de Primera linea/Donación Agnelli.
Y la otra, es que en epoca de discjockey en fiestas jipis, tenía mis dos grandes hits con el "Comamos Cereales" Y el "Hare Krasni", con la que hacía bailar a todos los fans del Donovan.
Bueno, a ver si pillo la última entrada, que ya ves como es la vida jubileta. Paradojas de la vida.
Saludos
Jose
Hola, José. Debes de andar a cien, como yo. Lo que hablábamos el otro día: puretas jubilados y con más curro que antes.
EliminarAsí que un viaje a Amsterdam, ¿eh? Vale, no seremos malpensados. Tiene coña que fuses a dar allí con esos duiscos, así que supongo que una de dos: el dueño era un español "exiliado" o un moderno enamorado de España y con muy buenos contactos aquí, porque ese tipo de discos tenían tiradas pequeñas, eran demasiado "especializados" y no solían tener demanda para exportación.
Yo en cambio, en mi época de discjockey ponía "Zoraida", ya ves. En fin, a `por los Siniestro, que ya los tienes a tiro...
Saludos mil
La historia de Iñaqui Fernández y Glutamato no la tenía muy clara. Aquí lo cuentas muy clarito todo. Quitando Un hombre en la nevera, Todos los negritos... y La balada de Karen, poco más recordaba. No es un grupo que me haya llamado mucho la atención, a pesar de que cumplen los requisitos para mi gusto. Les he dado un repaso con los reproductores y sigo pensando lo mismo. Esas tres o cuatro canciones sí que me parecen dignas de recuerdo. Y que el humor no decaiga.
ResponderEliminarSaludos.
Iñaki fue otro personaje muy de aquellos tiempos, tal vez impensable hoy en día. Representa como nadie la coña madrileña, aunque ya digo, se está perdiendo hasta eso.
EliminarComo grupo, Glutamato es también una consecuencia de la época. A día de hoy gran parte de su repertorio se hace pesado, y una vez más recurro al símil del recopilatorio. La movida madrileña da para unos cuantos recopilatorios: hay varios grupos que no son geniales, pero alegra la vida tener sus mejores canciones. Como en cualuier otro sector de la música popular, por cierto.
Saludos mil y feliz año.