lunes, 21 de marzo de 2022

España en los años 80 (Fiesta)

Bienvenidos, estimados sufridores, a la fiesta española de los años 80. Seguramente más de uno pensará "¡Pero bueno! ¡Si no ha citado para nada a los Fulanitos, los Menganitos y los de Más Allá!". Y sí, han quedado unos cuantos sin citar. ¿Por qué? Pues porque, como he dicho muchas veces, este es un blog asquerosamente subjetivo, tendencioso, partidista... lo peor. Y aun así he tratado de respetar la categoría, real o ficticia, de algunos grupos a los que he citado y que, si me dejo llevar, no habrían salido aquí. Vamos, que he tratado de ser objetivo hasta donde he podido. Pero seguir adelante ya sería traicionarme a mí mismo, y eso solo lo hago si es por dinero: recuerden, hasta Rick Blaine tiene sus principios. Y sus finales. El caso es que para mi gusto ya está bien de años 80, al menos en lo referente a nombres de primera línea; otra cosa es la gran cantidad de canciones que surgieron en esta época y que, en la más pura tradición del pop intemporal, adjudican a sus creadores la etiqueta de "one hit wonder". Porque los 80 fueron una década de canciones maravillosas, más que de grupos: es decir, a muchos músicos se les ocurrieron algunas ideas brillantes, pero por lo general no pasaron de dos o tres ideas por músico. Por lo tanto tenemos material de sobra para una fiesta a la altura de las anteriores o hasta puede que mejor aún. Y como siempre utilizaremos el formato 12+1, para no hacernos muy pesados. Así que adelante.

Comenzaremos con un veterano: Manolo Tena, que como recordarán ustedes ya se había ganado una notoriedad a finales de los año 70 al frente de Cucharada. A principios de los 80 crea el trío Alarma!!!, cuya carrera da para dos discos. Se trata de un cruce entre new wave y afterpunk con frecuentes aromas de reggae blanco al estilo Police que ha dejado unas cuantas canciones muy buenas, pero que por esa vocación suya por nadar siempre entre dos aguas probablemente no tuvo la repercusión que se merecía. Aquella frase "demasiado heavies para los modernos y demasiado modernos para los heavies" que había pronunciado en su época con Cucharada, seguía teniendo validez si ahora sustituíamos "heavies" por "rockeros". Ya por entonces componía material para otras figuras de relevancia y luego prosiguió un carrera en solitario en la que procuró compaginar comercialidad con calidad, lo cual le granjeó el desprecio de los "entendidos" pero le dio una posición bastante estable hasta su muerte hace unos años. A ver qué les parece la apertura del primer disco de Alarma!!!

El nombre de Bernardo Bonezzi también es familiar en este tugurio. Se trata de un niño prodigio: nacido en 1964, con trece o catorce años frecuenta aquella pandilla de críos en la que destacan Alaska o el Zurdo, y llegó a figurar en Kaka De Luxe. Luego montó sus primeros grupillos de tecno pop en los que, entre otros, está el germen del nacimiento de Los Elegantes. Y en 1980, al frente de los Zombies, graba un primer Lp titulado "Extraños juegos" en el que demuestra estar al día sobre ese estilo y que consiguió unas ventas bastante aceptables. Sin embargo el segundo, publicado el año siguiente, ya no tenía su altura; tras un proyecto faraónico que se hundió en directo en el programa de Paloma Chamorro, fue abandonando sus fantasías art pop y se reconvirtió en compositor de bandas sonoras (Almodóvar fue uno de sus clientes). De aquel primer disco destacan dos canciones: una es la que le da título, y otra es "Groenlandia". Todos los que recordamos aquella época sabemos cuál fue la que inmediatamente pasó a ser una de las joyas del repertorio divino de la nueva ola madrileña.

Un grupo que resultó un tanto "desdibujado" fueron los Pistones. Según ellos su nombre procede de la fusión de Pistols y Ramones, que al parecer eran dos de sus grupos favoritos, e incluso una de sus primeras canciones tenía a los neoyorkinos como protagonistas. Sin embargo, hasta esa era de otro palo: la mayor parte de su producción es claramente pop rock, y de hecho se les asoció con más o menos justicia al sector de los "babosos", es decir, al estilo de Nacha Pop o los Secretos. De todos modos tenían mucha más vitalidad que ellos, y después de tres discos pequeños un tanto irregulares publican en 1983 un primer Lp titulado "Persecución", que muchos aficionados consideramos como uno de los mejores discos españoles en ese estilo. Producido por el ex-Tequila Ariel Roth, su sonido impecable y su exactos arreglos hacen que incluso algunas canciones flojillas adquieran nueva vida. Y ahí se contienen las dos más grandes de su carrera: "El pistolero" y "Metadona". Fueron las caras A y B de un single que arrasó en las tiendas, las radios y los bares, y que tuvo dos públicos diferentes: la A es una especie de funk pop con vagos efluvios en la onda Clash que se convirtió en una plaga mediática; la B, regrabada para la ocasión (ya se había publicado en uno de los Eps del año anterior) es una joya, por música y letra, por pura emoción, que dignifica al power pop español. Luego llegó la mili, y los Pistones se fueron diluyendo en el recuerdo: cuando volvieron, sus nuevas canciones eran una sombra de su época anterior; pero solo con la épica "Metadona" ya se habían ganado su lugar en la historia.

La prevalencia de un buen puñado de canciones totémicas sobre el nombre de muchos de los grupos que las crearon está en la base de ese concepto de "one hit wonder", tan antiguo y a la vez tan de los 80. Y de ese puñado hay que rescatar, obligatoriamente, momentos maravillosos como el que nos proporcionó "Ráfagas": se trata de una de las escasas canciones que grabaron en su corta existencia los Bólidos, un grupillo madrileño cuyas integrantes femeninas habían pasado por Paraíso y que en 1980 participan en el famoso concierto homenaje a Canito. Al igual que otros muchos grupos del momento, ni dominan los instrumentos ni tienen muy claro aún si van a seguir en esto, pero graban algunas maquetas que llegan a Ordovás, que cae rendido ante "Ráfagas" y presenta al grupo en Radio 3. Pero poco tiempo después los chicos se van a la mili, y tanto unos como las otras desaparecen del circuito en su mayoría. El caso es que "Ráfagas" sólo existía en esa maqueta y en las cintas de los aficionados que habían grabado el programa de radio de aquella noche: tuvieron que llegar en 1983 la comentarista Patricia Godes y algunos amigos suyos a rescatar esa canción junto a otras tres, sacándolas de la maqueta y publicándolas en un ep, evitando que se perdiese para siempre. Una hermosa historia. Una historia pop, claro.

Otra característica de aquellos tiempos fue la consolidación de los sellos independientes como mercado alternativo en fuerte competencia con los grandes, y uno de los que aún no había pasado por aquí es Dos Rombos, creado en 1983 por Oscar Ríos, mánager de Los Secretos. Tras la publicación de un single que rescata dos canciones de Tos (o sea, el primer grupo de los Urquijo) lanza el primer Ep de los Monaguillosh, uno de las ofertas más originales de la segunda ola en la movida madrileña. Ya llevaban unos años dejándose ver intermitentemente en algunas salas madrileñas, y en ese momento estaban combinando el afterpunk oscuro de Siouxsie o los Passions con un toque kraut y una tendencia psicodélica, inesperada en aquel ambiente, que les da una impronta tremendamente personal y de mucha categoría. Poco después llega un último single y casi a continuación el grupo se separa: para entonces ya habían salido en Radio 3, en La Edad de Oro de TVE y se les consideraba una de las promesas más brillantes de la época. Probablemente su separación se debió a que varios de sus miembros ya tenían planes propios, pero lo que cuenta es lo que queda: "Voces en la jungla", la cara A de aquel primer Ep, es una de esas piezas que si llega a ser británica se come el mundo.

Y ahora nos vamos al otro extremo del catálogo de Dos Rombos, el teórico "punk rabioso" que en muchos casos era una derivación del rock duro de los MC5 o Stooges. Bilbao era una de las ciudades más destacadas en ese estilo -si no la más- de España, ya que en cierto modo había similitudes con Detroit: industria a mansalva y barrios obreros, a lo que hay que añadir el componente político de la época. De allí salieron las Vulpess, el primer cuarteto punki femenino que llegó a alcanzar una fama, aunque más por el lío que montaron en la televisión que por su obra en sí, que no fue muy amplia. Después de conseguir una cierta relevancia en su ciudad, documentada en algunas grabaciones caseras en directo y maquetas de 1982, graban un single que se publica el año siguiente. La cara A se titula "Me gusta ser una zorra", que en lo musical viene siendo una versión libre del "I wanna be your dog" de los Stooges y cuya letra acabó con la existencia de "Caja de Ritmos", un programa de TVE dirigido por Carlos Tena, que presentó la dimisión de inmediato. En realidad, teniendo en cuenta la época, la cosa no hubiera pasado de un pequeño sobresalto, pero la caverna, personificada en el ABC, fue a por él. Mientras, los remilgados señoritos del PSOE que dirigían la cadena pública prefirieron mirar para otro lado y lo dejaron caer: "Espero que reflexionen y no se bajen los pantalones cada vez que se oyen ruidos de rosarios o de botas", dijo Tena. El caso es que el single aún no se había publicado, y por supuesto el tirón mediático le vino muy bien (en la contraportada figuran recortes de la prensa con la noticia), aunque no duraron mucho más. Se reagruparon más de una vez, siempre para momentos fugaces.

De Bilbao nos dirigimos a San Sebastián; que ya por entonces parecía no pertenecer al mismo entorno geográfico, puesto que estaba destacando como centro del pop más o menos exquisito y ha seguido manteniendo ese estatus hasta hoy mismo. La mezcla entre melodías muy cuidadas y unas letras a tono daban como resultado una alternativa art pop al margen incluso de la nueva ola. Uno de los primeros y más recordados nombres de esa ciudad (aunque hicieron gran parte de su carrera en Madrid) fue el dúo La Dama Se Esconde: surgen tras la disolución de Agrimensor K, un cuarteto gótico siniestro muy típico de principios de los 80. Ya en Madrid son detectados por DRO, que los lanza todavía con un planteamiento muy parecido; pero tras una época de transición llegan en el 86 al sello Warner, donde conseguirán popularidad especialmente con el Lp "La tierra de los sueños", gracias a su mezcla de pop melódico con momentos muy vivos y un gancho comercial innegable. Llegaron hasta mediados de los 90, y aunque a veces se hacían un poco esteticistas de más, tienen unas cuantas canciones muy bien hechas.

El ambiente neo mod en los primeros años 80 fue más frondoso en Barcelona que en cualquier otro sitio. Allí hubo unos cuantos grupos no tan notorios como los Brighton 64 pero que tuvieron su breve momento de fulgor, y entre ellos tal vez los más destacados fueron los camaleónicos Telegrama. Se habían formado a finales de los 70, y justo en 1980 aparecen en el Popular 1 como el último grito del heavy metal catalán, con mallas y todo; pero poco después ven la luz y a partir de ahí sus vestimentas de mods "puros" lo dicen todo. Tuvieron un buen puñado de seguidores, aunque su carrera mod solo dio para un single; luego vino la mili, y después algunos de ellos aparecieron en alguno de esos grupos posmodernos con mucho glamour que atestaron el final de la década. Ese nuevo bandazo nos confirma en la idea de que estos muchachos iban siempre a rebufo de la actualidad sin importarles de qué lado cayese, pero al menos dejaron claras dos cosas: técnicamente eran bastante buenos, y la cara A de aquel único single mod se convirtió casi inmediatamente en otra clásica: "Chica del metro".

Ya a finales de la década anterior se notaba en provincias que los tiempos estaban cambiando, y que en cualquier momento podía surgir la sorpresa en cualquier sitio. En Asturias, por ejemplo, hubo un grupo que fue cambiando de nombres y de perspectiva hasta que en 1981, bajo el definitivo de Ilegales, ganan el ya por entonces prestigioso Concurso de Rock Ciudad de Oviedo. A partir de ahí, siempre bajo la dirección del carismático Jorge Martínez, voz, guitarra y compositor, fueron ascendiendo hasta convertirse en uno de los grupos de rock más populares de los 80/90. Su mezcla entre hard y punk cuidaba también la melodía y, aunque a mí me parecen un poco tremendistas, no se puede negar que tienen unas cuantas canciones que han llevado muy bien el paso del tiempo: por ejemplo "Tiempos nuevos, tiempos salvajes", que fue una de las primeras históricas, se mantiene perfectamente aún hoy.

No podemos abandonar Asturias sin hacer mención a uno de sus artistas más recordados, el sin par Tino Casal, que ya estuvo en una de nuestras fiestas nacionales hace mucho tiempo, cuando al frente de Los Archiduques pasó a la historia con aquel "Lamento de gaitas" que aún hoy es una canción adorada por unos cuantos frikis como el que esto suscribe. Y de nuevo nos visita con otra canción inmortal: "Embrujada". No niego que para entonces Casal era un rey del petardeo, un tanto excesivo, con un repertorio que en general solo gusta a los muy fans o a los devotos de la música disco nacional; pero esta canción, como la otra, tiene eso que se llama "ángel". Fue durante mucho tiempo protagonista en las discotecas tanto como en las radios, y por muy yeyés y vanguardistas que nos tuviésemos no podemos negar que su letra nos hechizaba, muy a juego con el título. Sí, me compré el single, porque un popero como dios manda no puede hacerse el estrecho con canciones como esta.

Hablando de letras: si alguna gente como los Ilegales nos apabullaba a veces con sus proclamas, otros músicos de querencias rockeras eran mucho más ligeros, se tomaban las cosas con bastante filosofía e incluso nos hacían reír. Ese es el caso de los adorables Nikis, un grupo cuya esencia era el rock and roll con tonos pop y que pronto se ganaron el apelativo de "los Ramones de Algete". Su componente nuevaolero, que a veces se olvida, les otorgaba una cierta facilidad para las melodías y redondeaba unas canciones cortas, directas y pegadizas que durante unos años los mantuvo muy activos al menos en el circuito de actuaciones. Otra cosa era la venta de discos, que nunca fue muy boyante, entre otras cosas porque los "entendidos" solían renegar de este tipo de gente tan "frívola", pero en fin: a ver qué les parece, sin ir más lejos, este lamento carcelario...

Una vez caídos en la frivolidad, la última canción de la docena es ya un desparrame. En los años 80 hubo una especie de barra libre en la que cada uno se podía servir lo que le diese la gana; eso nos llevaba al exceso con frecuencia, pero el grado de libertad y tolerancia que hubo en España por entonces dejaba asombrados a los guiris del país que fuese. Por ejemplo en aquellos tiempos cualquiera podía grabar un disco, y uno de los que se apuntó a la fiesta fue Pedro Almodóvar -que por entonces comenzaba su carrera cinematográfica- junto a su amigo Fabio, de sobrenombre McNamara. Esta pareja llevaba el petardeo a un grado de locura tal que dejaba en mantillas a Alaska y quien se les pusiese enfrente, y cualquiera que haya visto sus dos primeras películas puede hacerse una idea cabal de lo que digo. El caso es que consiguieron reunir un repertorio de canciones de estilo general cercano al tecno funk o algo así que llegaron a venderse bastante bien; hoy algunas de sus letras serían impublicables, pero no se preocupen: "Gran ganga" al menos resulta bastante inocua. La "cantaba" Imanol Arias en "Laberinto de pasiones", la segunda película del manchego.

Y la selección 12+1, como siempre fuera de catálogo, es una pieza un tanto "inquietante", por decirlo así, ya que nadie sabía a qué estaba jugando exactamente Jan Suiza, el intérprete, cuando la grabó. Era un músico veterano que había formado parte de Electroshock (en sus primeros tiempos, Gigante), un grupo que llegó a grabar un Lp entre new wave y power pop con teclados que no fue muy allá, aunque en sus comienzos (1980) habían ganado el concurso rock de la Diputación de Madrid. Pero en 1982, ya en solitario, publica un single -el primero y último de su carrera- cuyo título es "Dios salve al Rey", que dejó muy sorprendido al personal: se trata de una canción al estilo balada pop en la que se ensalza a un monarca (¿uno cualquiera? ¿El nuestro?) con unas estrofas que van a medio camino entre la literatura de cuento de hadas y la alabanza política. En resumen, que no sabía uno a qué carta quedarse, si aquello era en serio o en broma. Y claro, ante un material tan volátil las radios escurrieron el bulto y se escuchó muy poco: aún hoy es difícil de encontrar en Internet (La cara B, por cierto, es la versión instrumental). Aquí la tienen...

Y con esta loa monárquica termina la primera parte de la fiesta, pero si pinchan aquí podrán seguirla un rato más: puesto que, como dije antes, los años 80 fueron una década de grandes canciones, en el paquetillo que contiene estas 12+1 van otras cuantas que pueden ser buenas alternativas a las que han salido. Solo doce, en una época como esta, sería una oferta cutre. Es más: tenemos esta fiesta disponible en formato gigante, y si hay alguien con la afición o la paciencia suficiente como para aguantarla solo tiene que pinchar aquí.  


16 comentarios:

  1. Magnífico broche para esta serie sobre los años ochenta. Conocí a Jan Suiza cuando lideraba Gigante, a los que vi en El Sol de jardines en compañía de Alain Milhaud, al que habían convocado para ver si estaba interesado en producirlos. Al bueno de Alain no le parecieron interesantes, y no volví a saber de ellos hasta su participación en el concurso de rock de la diputación de Madrid, ya con el nombre de Electroshock, que como comentas ganaron con una canción que, creo recordar se llamaba Makoki, como el personaje del comic de Gallardo y Mediavilla. Para entonces no solo se habían cambiado el nombre (algo que nunca entendí porque tenían embadurnado medio Madrid con la palabra Gigante, copiando la estética de "Muelle"), también habían renovado el repertorio, en mi opinión a peor.
    El single de "Dios salve al rey" -dedicado a Juan Carlos I, sin ningún género de dudas- lo financió Emilio Cañil, propietario de Discoplay, a petición del propio Jan Suiza que le presento el proyecto -que según él iba a ser un pelotazo- y Emilio que se metía -más de lo aconsejable- en fregados de dudosa viabilidad, pagó la edición del disco a través de Dial Discos, propiedad de Laurentino Ramos, gran amigo de Emilio. También pago la promoción del disco. Como era de esperar para todos, menos para Emilio y Jan Suiza, el disco se vendió muy poco y eso que se incluyó con gran despliegue en el Boletín de Discoplay. Muchos años después volví a encontrarme con Jan Suiza, ya alejado de la música, dedicado a la venta de pequeñas piezas de artesanía (marcapáginas)en plata.

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    1. Sí, por lo que tengo entendido Jan Suiza anduvo detrás de mucha gente del negocio intentando promocionarse, e incluso se cabreaba cuando algún comentarista no le bailaba el agua. Un personaje curioso. Y dando por supuesto que la canción es una referencia al emérito, creo que en efecto se equivocó: tal y como era d eesperar, la mayoría de las emisoras pensaron que aquella canción tenía gato encerrado, que la letra era una ironía, algo así. Resultaba más lógico pensar eso que lo contrario, que era una alabanza verdadera (quizá porque en aquella época en la que todo estaba en cuastión no cuadraba mucho una loa de este tipo). En fin, que ni los modernos ni los antiguos tragaron con aquello.

      Saludos mil.

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  2. Magnífico fin de fiesta de los años 80. La oferta del paquetito no es nada cutre, se agradece. Incluyendo a Tino Casal, claro, ¿por qué no?
    Qué buen repaso a esa época. Banda sonora para un guateque ochentero; habrá que buscar Linimento Sloan (el del tío del bigote) para después del baile, que el cuerpo no es el mismo que antes por mucho que intentemos disimularlo.
    Gracias.

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    1. ... A Tino y a Almodóvar y su amigo, que eran otro par de frikis del petardeo.

      Los guateques de los ochenta no tienen nada que envidiarles a los de los sesenta, creo yo. Y eso se debe a que fue una época de oro del pop, con buenas melodías. El ritmo tiene su gancho, pero al final las melodías elevan los corazones.

      Saludos mil.

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  3. La selección es subjetiva, claro, como debe ser. De Manolo Tena creo que solo conozco una canción que casualmente he rescatado para escuchar hace muy poco, he pensado en ella al ver tu primera canción escogida, al leer tu entrada y, sorpresa, la has añadido en el paquetito: 'Marilyn'. Tengo cariño a ese tema. Aunque nunca he tenido curiosidad de indagar en la obra de Tena, no es lo mío. Esta 'Para ti' de Alarma no me dice gran cosa, lo siento.

    De tu selección conozco realmente muy pocas: Groenlandia, la de Tino Casal que me suena, Me gusta ser una zorra... Esta última, como sabes, mató de éxito a las Vulpes, a las que he podido ver en directo (a Loles, en concreto) ya en su medianía de edad. Ahora que tengo puestos a los Monaguillosh, es verdad que esta 'Voces en la jungla' recuerda un poco a Siouxsie.

    Una canción suelta que me ha venido a la mente por estar en sintonía, creo yo, con tu selección, es 'Lobo-hombre en París', de La Unión. No será un one-hit wonder, pero suele ser la única que nos gusta a los que no nos gusta La Unión.

    Saludos.

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    1. Sí, es subjetiva, pero hay que tener en cuenta que como le digo a Bab es una edad de oro del pop: si no recurres a este tipo de canciones, lo que te queda es el heavy metalero del Mariscal Romero y poco más.

      En cuanto a La Unión, sintiéndolo mucho aquí se demuestra que, como digo arriba, este es un local tendencioso y maniático: no los soporto. Ni siquiera esa que os gusta a los que no os gusta La Unión.

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  4. Magnífico fin de fiesta ochentera Rick. La entrada me ha servido para recordar canciones (y grupos) que ye tenía medio olvidados..., Electroshock, La Dama Se Esconde, Telegrama, Monaguillosh....
    De los indicados mis favoritos fueron Pistones y Zombies, aquellos "El Pistolero" y "Groenlandia" siguen siendo banda sonora propia de aquella época.
    Por poner un pero..., me hubiera gustado ver por aquí a gente como Duncan Dhu (aunque ahora no recuerdo bien si los has incluido en alguna otra entrada sobre los 80...) Su propuesta pop-billy (sobre todo en sus dos primeros Lps, "Canciones" y "El Grito del Tiempo") creo que enriqueció mucho un ambiente que igual se estaba volviendo un tanto reiterativo.
    Ah!, y ver a Las Chinas en la recopilación es un puntazo Rick.
    Saludos,

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    1. Hola, Javier. De los Pistones yo prefiero "Metadona" mucho antes que "El pistolero", que me parece un poco ajena a su verdadero estilo. Y en cuanto a Duncan Dhu... lamento repetir el comentario que le he hecho a Rodión: ese es otro grupo que detesto. Que serán muy lo que tú quieras, pero no he conseguido nunca tragarlos. Y si les veo las caras, peor aún.

      Las Chinas, qué buenas representantes de aquellos tiempos...

      Saludos mil

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  5. Felicidades por el mucho curro textual. Sin entrar en las canciones todas muy conocidas, el disco de las 101 canciones del pop español me resolvió en su día algún hueco, es bueno el enfoque que aportas aún a pesar de tu cierta tendencia de llevar todo al territorio pop, olvidándose del componente rockero de ciertas propuestas como en el propio punk original.

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    1. Gracias, herr doktor. Por supuesto lo más pesado es ponerse a escribir, no hay duda, porque las canciones van saliendo solas. Pero en fin, fue una época muy agradable para los que estábamos entre los veinte y los treinta. Sobre el punk sigo diciendo que España no es buen sitio para ese estilo, por mucho que algunos crean que sí. La mejor demostración es que el grupo más popular aquí fueron Siniestro Total, cuya fidelidad al punk-y-solo-punk es bastante discutible.

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  6. Menuda traca final has preparado!! Groenlandia es la Odisea espacial de la época, tema que cuando comienza a sonar me lleva a otros mundos. Metadona y todo el disco de Pistones era muy bueno, lástima que no dieron para más. La dama se esconde eran capaces de aunar momentos épicos con otros más intimistas, letras y melodías elegantes, un lujo. Ilegales, a pesar de ser algo desquiciados y su mala leche, lograban temas de lírica sucia y sonido contundente. Tino Casal se merecería una entrada para él solo, una pop star rutilante, barroca, vanguardista,con canciones deslumbrantes, de los más grandes. Los Nikis siempre fueron otro grupo dicharachero al que le tengo mucho cariño, temas breves y divertidos. Yo también añadiría Duncan Dhu a la lista, sus dos primeros discos fueron muy originales en su día.

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    1. Groenlandia es una perlita que a mí por lo menos me recuerda al pop entre español e italiano de los años 60, tal vez por la ascendencia de Bernardo Bonezzi. Y efectivamente el disco de Pistones es uno de los grandes olvidados, porque no hubo luego una carrera de categoría y quedó un poco en el limbo. Ilegales me cansaban bastante, pero tienen una docenita de canciones defendible. Y en cuanto a Tino ya sé de tu debilidad por él; es una debilidad que no comparto, pero cada uno tiene sus manías. Y sobre Duncan Dhu, pues... lo dicho arriba. Ya sé que soy muy raro, ya.

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  7. ¡Vaya Fiestorro Rick!
    Me ha encantado que no son las archiconocidas, incluso algunas eran desconocidas para mi.
    Me ha encantado la de Kamembert, que se la dedicaba a mi novia cuando salió y la de la Banda del Tren, tengo ambos singles en mi panteon familiar, y el resto tremendo.
    Además con esta selección me has salvado la vida, pues en el coche siempre tengo que tener una bala en la recamara, para cuando la parienta empieza: ¿Va a ser todo el rato así?, ¿A ti te gusta esto?, ¿que dirían tus amigos jevis si te viesen? y cosas por el estilo. Es el momento de que suene esta fiesta y todo solucionado.
    Preparado para la nueva aventura, aunque cada vez nos acercamos mas a épocas menos brillantes.
    Saludotes
    Jose

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    1. Rick....¡YO QUIERO QUE ME INVITES A UN GUATEQUE DE ESTOOOOS...!!
      MARISEBI

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    2. Hola, José. Me alegro de haberte dado con el gusto. Y tal vez no sean exactamente archiconocidas, pero en sus tiempos la mayoría se escuchaban bastante en Radio 3 y en los locales del ramo de hostelería moderna. Doy fe. La de Kamembert en concreto fue una pena, porque ninguna de las versiones que se conservan suena decentemente, y es una cancion encantadora.

      En cuanto a la nueva aventura en épocas poco brillantes, con España ya hemos terminado. Queda un último viaje a la Isla y otro a los States. Los años 90 ya no son para la gente como nostros, que lo hagan los jóvenes.

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    3. Doña Marisebi, ya tiene usted un buen fondo de piezas para fiestas y demás saraos: entre las de este paquetillo y todas las que han ido saliendo en esta serie nacional, debe de haber unas cien canciones. Ahora solo hay que poner la bebida y los bocatas para aguantar el tirón...

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