John Lydon es el típico jovenzuelo conflictivo criado en barrio obrero, desastroso estudiante, inseguro, muy nervioso, con varios problemas de salud en su infancia y por supuesto inadaptado. Sus gustos musicales sin embargo son bastante más amplios de lo que podría esperarse: le gusta el glam, por supuesto, y las bandas yanquis como los Stooges, pero también algunos grupos muy lejanos a esos estilos, como CAN o… Pink Floyd. Al menos, hasta hace poco. Tal vez su camiseta sea más bien un signo de provocación, como cuando decidió teñirse el pelo de verde o de amarillo. Y esa camiseta acabaron luciéndola todos los miembros de la banda en algún momento (tanto en fotografías como en vídeos oficiales suele llevarla Cook), así que vaya usted a saber. El caso es que últimamente se ha aficionado a merodear por la tienda de McLaren, que está buscando un personaje idóneo para ponerlo al frente de un grupo musical, y la dichosa camiseta (por no hablar del hermoso color de su pelo) obra el milagro: McLaren le pregunta si sabe cantar, Lydon entona malamente el “I’m eighteen” de Alice Cooper y queda admitido. Aunque con su aspecto le hubiera sido suficiente, porque su “examinador” ya estaba harto de esperar: llevaba un tiempo patrocinando a Jones, Cook y Matlock en algunas bandas fugaces, poco antes había intentado atraer al ex Dolls Sylvain Sylvain, a Richard Hell y a otros cuantos para ese puesto, pero no hubo suerte. Y, en palabras de Matlock, “todo el mundo llevaba el pelo largo, así que parábamos por la calle a los que lo llevaban corto y les preguntábamos si les interesaba probar a ser cantantes en la banda”. Surrealista, ¿verdad?
A finales del 75, el cuarteto tiene ya nombre. Y no, no es una idea de McLaren, aunque también intentó atribuírsela: tiempo antes, Jones y Cook habían cambiado el nombre de su primer grupo -The Strand- por el de ”QT Jones & The Sex Pistols”, y han decidido que eso de Sex Pistols hace juego con su vocación irreverente. Por cierto, también fue el incansable Jones quien bautizó a Lydon como “Johnny Rotten” por el lamentable estado de su dentadura (Rotten: podrido. Muy punk, sí señor). Su repertorio inicial era mayoritariamente mod (Who y Small Faces entre otros), pero pronto surgieron las primeras composiciones propias. También sobre la autoría de las letras hay diversas opiniones: se da por supuesto que la mayor parte son obra de Juanito Podrido, pero se sabe que McLaren y Westwood “iluminaban” a los muchachos con sus disquisiciones sobre situacionismo, anarquismo y otros ismos, e incluso les daban algunas letras que luego Juanito adaptaba. Y en lo musical participaban mayoritariamente los otros tres, así que tal vez en un intento por no liar el asunto de los derechos de autor se decidió que las canciones se detallasen como de autoría conjunta de los cuatro: si el combativo y codicioso Juanito no protestó por ello, hay que deducir que esa teoría es la correcta.
Después de unos meses de rodaje en algunos colegios y pubs, su primera gran prueba tiene lugar en el Marquee, en Febrero del 76. Para entonces, ya se ha corrido la voz por medio Londres (y especialmente algunos suburbios) de que hay una nueva banda formada por cuatro gamberros que están rompiendo todas las convenciones musicales y estéticas, apoyados por McLaren (cuya tienda ya es casi un referente nacional entre los modernos), con algunas canciones realmente irritantes, revolucionarias y envueltas en un sonido atronador; técnicamente son mediocres, pero en poco tiempo han mejorado bastante. Hubo una verdadera interacción entre la tienda y el grupo, ya que la mayoría de los clientes se convirtieron también en fans de los Pistols. Y en lo referente al diseño gráfico hay que recordar a Jamie Reid: amigo de McLaren, con una ideología muy próxima a la suya, su técnica de letras recortadas y collages irreverentes sobre la cara de la Reina Isabel, aquellos montajes que hacía para los discos fueron tan efectivos para cimentar la “mala” fama del grupo como la actitud del propio grupo. Viéndolo ahora, con perspectiva, parece casi inevitable que triunfasen porque se daban todas las condiciones para ello: sus canciones no eran tan malas como se dice (y al menos tres o cuatro son referentes inolvidables del género), supieron incendiar a la prensa y los sectores reaccionarios, que hicieron de ellos unos héroes a los ojos de la nueva generación, y por supuesto duraron poco. Música, actitud y una buena campaña publicitaria. Salvo en el asunto de la longevidad (por su naturaleza era casi imposible) no hay tantas diferencias con los Beatles, los Who o los Stones, a fin de cuentas… Vaya, acabo de decir una irreverencia. Será que me he contagiado.
A partir de ahí las cosas van rodadas: el ambiente de escándalos se reproduce en todas sus actuaciones, llega a la prensa y culmina en el famoso programa de televisión a principios de Diciembre del 76, pocos días después de la publicación de “Anarchy in the UK”, su único single en EMI: para entonces los Pistols se presentan en la Thames Television con algunos de sus discípulos del Contingente de Bromley (barrio londinense del que proceden algunos jóvenes músicos que pronto se harán conocidos) para ser entrevistados por Bill Grundy, uno de los presentadores más famosos del medio. Allí tendrían que haber estado Queen y no los Pistols, pero a última hora La Reina anuncia su ausencia y a EMI no se le ocurre otra cosa que enviar a sus “nuevas estrellas”, que la lían: tan borrachos ellos como Grundy, en pocos días la nación entera va comprendiendo a lo que se enfrenta (“la antítesis de la humanidad”, según un concejal londinense). Se multiplican las actuaciones, y algunos de sus teloneros comienzan a despuntar: los Clash, Damned, Siouxsie Sioux… La nueva ola está barriendo con todo.
“Anarchy in the UK”, aquel primer single de los Pistols, no pasó del top 40: el punk, a nivel masivo, era todavía algo así como una oscura premonición para el oyente medio, un horror del que solo se hablaba en algunos tugurios infectos y que por supuesto no sonaba en la radio. Pero es una muestra inmejorable de las esencias del grupo, y en lo musical una de sus canciones más brillantes. Su funda completamente negra recuerda esa mezcla entre anarquismo y nihilismo que se asocia inmediatamente al género, y la letra es tan corrosiva como simple (me encanta aquello de “No sé lo que quiero, pero sé cómo conseguirlo”). No es el primer single punk -los Damned se les adelantaron por poco-, pero refleja perfectamente el ideario de lo que ya se está convirtiendo en toda una escuela de pensamiento y acción: Mick Jones, de los Clash, es uno de los muchos que dice que su vida cambió la primera vez que los vio en directo (y eso que los Clash no son exactamente una banda punk, ni quisieron serlo). Que por cierto, el productor es nada menos que Chris Thomas, un monstruo de la profesión que ha trabajado con la mayor parte de las estrellas británicas, incluyendo a bandas como… Pink Floyd. Tras ser presentado a McLaren por Chris Spedding, que llegó a producir algunas maquetas del grupo, accedió a pesar de los avisos e incluso las presiones de buena parte del sector musical.
Por desgracia, tras la tumultuosa puesta de largo del grupo en aquel programa de televisión, EMI sí sucumbió a esas presiones y decidió cancelar el contrato: el año 76 concluye con los Pistols otra vez en la calle; pero eso es bueno para ellos, que consiguen dinero por la rescisión y su fama conflictiva se hace ya legendaria. El próximo año será su cumbre… y ya saben ustedes que la cosa no durará mucho más, así que la semana que viene acabaremos con estos individuos: “Vive deprisa, muere joven y ten un bonito cadáver” era una frase contenida en “Knock on any door”, una de mis películas, y les viene como anillo al dedo.
Digamos que había en marcha un movimiento y se hacía necesario ponerle una o varias caras que la representasen. Tengo la hipótesis de que McLaren al buscar una imagen que simbolizase la provocación y al gamberro juvenil tenía en mente al personaje principal de La Naranja Mecánica, Alex DeLarge interpretado con furia y talento por Malcolm McDowell en la peli de Kubrick. Tanto Lydon como McDowell tienen algún rasgo parecido y el primero podía ser un modelo real del interpretado por el segundo.
ResponderEliminarPor lo demás siendo un grupo respetable, desconfío de todo el tinglado que se montó alrededor ya que más bien parece trabajo de publicistas avispados incluyendo el concierto en el barco por Támesis.
Salud
Más o menos estamos de acuerdo, herr doktor. Pero en este caso hay que reconocer que McLaren, al "ponerle una cara al movimiento" estaba haciendo algo más que eso, estaba organizando y encauzando ese movimiento, que hasta entonces era algo abstracto, muy disperso. La idea de La Naranja Mécánica es plausible y se sugirió en su época; no recuerdo si McLaren dijo algo a eso, pero teniendo en cuenta su vocación cultureta parece muy lógico.
EliminarEn cuanto a la parte "mercantil", está claro que McLaren también acertó ahí. Es posible que de otro modo nunca hubieran llegado tan arriba, pero nos gusten o no sigo pensando que fueron necesarios.
Magnificas las tres entradas (me ahorro comentar en las otras ;)), yo si que soy aficionado al punk (no al hardcore), nunca se me había ocurrido investigar la vida de los Sex Pistols, vi la pelicula "El gran timo del Rock and roll", y es un buen resumen de los pistols, de hecho concuerda mucho con lo que vas contando.
ResponderEliminarA ver que nos depara el No Futuro, estaré atento
Gracias, mister Chuan, pero en el caso de gente como esta la tarea es fácil: hay toneladas de información en la Red. Tampoco a mí me interesa el hardcore, y del punk prefiero las bandas que surgieron tras los Pistols; precisamente a partir del No Future ers cuando más future le veo yo a ese tipo de gente...
EliminarHola Rick:
ResponderEliminarEs innegable, nos guste o no, que los Pistols fueron un antes y un después en la música británica y parecían dispuestos a borrar todo rastro de la vieja civilización musical, y casi lo consiguen, pues en aquellos años al que no le gustaba el punk era un carcamal y estaba muy mal visto.
Su música, pura energia, que es lo que se echaba en falta con tanto virtuosismo y seriedad.
El planeta estaba convulsionado, en un lado del Atlántico los Pistols y en el otro los Ramones, haciendo añicos el pasado.
A la industria le daba todo igual siempre que sacara beneficios, así que ¡bienvenido el punk!
Saludos
Jose
Hola, José:
EliminarA mí en general me gusta el panorama que surge a partir de los Pistols, porque a su sombra salieron unos cuantos personajes muy intresantes que ya iremos viendo En ese sentido, tienen el mérito de haber roto las convenciones que había hasta entonces y dar nacimiento a otra cosa. Y con el paso del tiempo les doy más importancia a ellos que a Los Ramones, por cierto (dejando aparte la producción musical, claro).
Hola Rick me ha encantado tu blog desde el punto de vista artístico y como lo escribes....
ResponderEliminarToda una experiencia para mí
el haber pasado por aqui
Brindo desde esta mañana con sol por vos
Pues muchas gracias por el detalle, porque los brindis siempre sientan bien. Y además también aquí hace sol hoy...
ResponderEliminar...“la antítesis de la humanidad”, po bueno; y se quedó tan ancho el concejalillo. Vistos y oídos ahora, a toro pasado, no parecen tan fieros. A mi, con quince añitos también me quisieron fichar para un grupo muy moderno porque vestía unos pantalones a rayas negras y blancas al estilo Brian Jones. Cosas de la vida.
ResponderEliminarSaludos al amigo Chuan, que se deja ver poco.
En el próximo entraremos en detalles musicales más sabrosos, parece ser.
Saludossssssssss
Curioso. Vengo a contestar un comentario de mister JJ del día 19 y me encuentro conque se han borrado el que te había puesto a ti y a Javier. Decididamente tiene razón Jose Kortozirkuito cuando dice que este sistema Blogger tiene algo de brujería....
EliminarMás o menos creo recordar que te contesté algo así como que con el paso del tiempo la fiereza se diluye mucho,o que siempre acaba saliendo alguien que supera lo anterior. Y sin embargo, todo acaba dando la vuelta: esos pantalones a rayas blancas y negras hoy en día serían lo más.
Recuerdo una pintada en un retrete público del Retiro que decía "viva el rock sin punkbujas...", aquello era por el 77/78 y todavía no nos habíamos hecho al rollo punkarra. Creó que fui uno de los muchos que salvamos de la quema general todo el progresivo y el rock clásico que había estado escuchando durante los años anteriores. En Logroño aquellos años, coincidiendo con mi servicio militar, lo que realmente ponía a la vasca (¡gran término!...) eran los Rolling. Entre los culturetas musicales del cuartel, que también los había, corrían fanzines y revistas hablando de los nuevos grupos, Police, Ramones, pero pocos aun los habían escuchado, seguíamos colgados con el "Animals" y cuando volvíamos de rebaje de fin de semana y nos acercábamos al Rastro seguíamos comprando los discos de J.J Cale. Vimos a Stranglers y a Nacha Pop, y a Police. New-wave era lo bonito, lo elegante, lo último. El punk no había entrado todavía en el sinónimo de lo feo, aunque empezaba a calar, más su estética que su música.
ResponderEliminarNo soy, ni he sido nunca, fan de los Pistols. Me gustó mucho más el "Sid Sings" de Vicious con aquella impresionante versión de "My Way". Fuí, y sigo siéndolo, mucho más fan del hardcore, más auténtico, con un ADN más en consonancia con lo que se pretendía hacer, subvertir el orden.
Saludos,
JdG
Te digo lo mismo que a Bab, Javier: algo ha pasado con los comentarios.
EliminarA mí la mili me pilló precisamente entre finales del 77 y el 78 en Vizcaya, y aunque el rollo punkarra cuadraba muy bien entre los jovenzuelos "abertzales" y demás fauna, los que por entonces andábamoa sobre los veinte años veníamos de esas bandas anteriores, tan distintas. En efecto,nos costó aclimatarnos. Y entre Punk o New Wave yo elijo claramente la New Wave, que es el origen de casi todo lo que vino luego.
Extraordinario artículo. Llego tarde pero siempre llego. Me encanta el punk de aquellos años y Sex Pistols me la pone muy dura, es algo que siempre me ha pasado. John Lydon era más inteligente de lo que mucha gente se cree, y eso lo demostró con PIL, pocos grupos han sido tan originales como ese otro proyecto de El Podrido. Saludos.
ResponderEliminarGracias mister Johnny, pero no me pongas colorado con adjetivos como "Extraordinario": suelo insistir en que la cosa consiste simplemente en recopilar datos.
EliminarYo no soy muy fan del punk en sentido estricto: me interesan mucho más las bandas que surgen como evolución de ese primer impulso, del 78 en adelante. Pero es innegable la importancia de los Pistols, ya que son los que abren la puerta a los demás. Y sí, Lydon demostró tener cabeza; lo primero, para dejar a los Pistols a tiempo. Luego ya lo de PIL va a gustos, es un tanto irregular, pero tiene su interés.
Saludos mil.