martes, 26 de enero de 2021

Estados Unidos: los primeros 80's (III)

Willy DeVille es otro de esos nombres ya conocidos en este bar que vuelve a visitarnos. Recordarán ustedes que como Talking Heads y muchos otros comenzó a definir su carrera en el legendario CBGB, pero nunca se sintió parte de ese mundillo e incluso lo detestaba. El señor DeVille, aunque en estos momentos todavía se anuncia como miembro director de la banda conocida como Mink DeVille, es un claro ejemplo de individualismo puro. Por otra parte sus inclinaciones musicales se concentran sobre unos estilos que no cuadran mucho con el ambiente modernillo de Nueva York: las músicas raciales (sean de origen negro, criollo o latino), el pop de los 60 en su versión Spector o Motown e incluso la canción de cabaret europea son sus principales intereses. Es decir, el señor DeVille vive en su propio mundo, ajeno a la actualidad. Y no me extraña: una voz como esa no nace todos los días. 

En su primera visita vimos que su despedida de los años 70 fue agridulce: la publicación, ya entre una década y otra, de "Le chat bleu", su tercer disco, consiguió unas críticas magníficas (de hecho hay comentaristas que lo consideran su mejor obra), pero la estupidez de Capitol, su sello yanki, malogró la posibilidad de unas buenas ventas en su país. Como sucedió a lo largo de casi toda su carrera, será más reconocido en Europa que allí. Por suerte su contrato termina justo en ese momento, y ya tiene un pretendiente de categoría: Ahmet Ertegun, el todopoderoso jefe de Atlantic, está esperando por él. DeVille recupera a Jack Nitzsche y juntos producen "Coup de grâce", que se publica en 1981 y donde de nuevo sobrevuela el espíritu Springsteen de los momentos épicos ya desde el arranque con "Just give me one good reason" (lo cual es lógico, recuerden que Nitzsche era la mano derecha de Phil Spector). De todos modos tanto la instrumentación como las líneas melódicas son más variadas que las del Boss (o eso me parece a mí), así que DeVille sigue atravesando una época dulce a pesar de que las ventas son bastante discretas. A estas alturas ya resulta evidente de que estamos ante un músico para minorías. 

Ese patinazo comercial hace que Atlantic busque una alternativa en el tipo de sonido, y deciden que el nuevo disco será producido por los hermanos Ron y Howard Albert, que se habían hecho un nombre en los Criteria Studios de Florida antes de entrar en la plantilla del sello (han trabajado con personajes tan dispares como Frank Zappa, los Allman Brothers o Joe Cocker, por decir solo tres). El resultado se publica en 1983 con el título de "Where angels fear to tread", y la diferencia es notable: el sonido casi "wagneriano" de Nitzsche se sustituye por un ambiente más cálido, cercano, en el que como consecuencia destaca con mayor claridad el carácter racial de las composiciones de DeVille. Aun así hay guiños también hacia otro tipo de clientes, porque al lado de canciones tan claramente fronterizas como "Demasiado corazón" (una de las más populares de su carrera) nos encontramos con que la apertura del disco corre a cargo de "Each word's a beat of my heart", una pieza pop con arreglos electrónicos muy de la época. De todos modos, tampoco esta vez hubo suerte y solo en Europa tuvo unas ventas mínimamente aceptables. 

Su última grabación a nombre del grupo será "Sportin' life", en 1985. El sonido e incluso el tipo de canciones han cambiado de nuevo: ayudado en la composición por Doc Pomus (como en su época de "Le chat bleu") y con varios músicos del estudio Muscle Shoals de Alabama, el resultado es tan "académico" como modernillo, muy pulcro... y posiblemente un poco recargado; entre unas cosas y otras, pasa casi desapercibido en su país aunque de nuevo en Europa consigue salvar el expediente. Y llegados a este momento, DeVille reorienta su carrera entre agobios económicos y cambios de manager: su decisión de eliminar al "grupo" Mink DeVille y presentarse a partir de ahora bajo su propio nombre es una consecuencia lógica, puesto que de los músicos con los que había comenzado hace ya tiempo que no queda ninguno. Incluso afirma que el hecho de contratar músicos de sesión o para una sola gira es un aliciente que los mantiene más despiertos. Así que en su próxima visita al bar lo hará a título personal, como en realidad ha sido siempre: DeVille es él y su circunstancia. Y nosotros seguiremos informando. 







12 comentarios:

  1. Eso es, Rick: “DeVille vive en su propio mundo, ajeno a la actualidad. Y no me extraña: una voz como esa no nace todos los días”. “Coup de Grace” me gusta mucho. Tiene todos los buenos ingredientes para que me guste. Como un buen puchero.
    Creo que ya he comentado antes por aquí que vi a De Ville en Málaga en 2007. Una actuación magnífica. A pesar de que habían extraviado su maleta en el aeropuerto con todos sus “medicamentos”. Con estos artículos tuyos con tanta enjundia se puede apreciar que no había tan mala música en los 80’. Visto a toro pasado.
    Saludos

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    1. Este señor tiene dos argumentos imbatibles: su voz y su gusto por un tipo de estilos que no son frecuentes hoy en día. A eso hay que sumarle, al menos en sus mejores discos, una producción impecable. Otra cosa es que el resultado final sea demasiado "maduro" o "exótico" para una gran parte de la clientela, pero para gustos se pintan colores.

      Sí, ya me habías dicho lo de los "medicamentos". Muy mala vida llevó este hombre, y dentro de eso aún fue teniendo suerte. Llegar casi a los sesenta años con sus aficiones no es muy frecuente salvo los seres indestructibles como Keith Richards.

      Saludos mil.

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  2. Pues igual lo comenté en su previa aparición por tu casa. Me estrené con su estupendo "Return to Magenta" y esa fue toda la experiencia que acumulé de Mink y su banda. Nueva York vista desde los tejados por un elegante artista urbano. A continuación le pierdo la pista hasta su vuelta en solitario.
    Agradezco la entrada por lo que supone de recuperación de parte de su obra.
    Saludos,

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    1. Reconozco que a veces resulta irregular, porque no siempre tenía un repertorio a la altura, pero es de ese tipo de músicos que conviene no perder de vista aunque se le siga a distancia. En coerto modo me recuerda a otro espíritu libre como Tav Falco.

      Saludos mil.

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  3. Para que no diga usted, he hecho los deberes atrasados y comencé buscando la primera aparición de este señor por su por bar. Un músico con personalidad, sin duda. Mi sorpresa ha sido descubrir que 'Demasiado corazón' es suya, pues la he conocido por otras versiones latinas y desconocía cuál era su origen; en cualquier caso estaba convencido de que era un tema original latino, ya ves... Y de las tres que nos dejas aquí, me quedo con esa canción, sin duda.

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    1. Así me gusta, hombre. Ya ves que una de sus especialidades son las canciones de estilo racial, y dentro de eso los ritmos latinos le van mucho. Luego hay otro gran sector de su producción que lo asemeja a Springsteen; lo cual parece casi una antítesis pero refleja muy bien la amplitud de criterio que tenía.

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  4. Siempre he asociado al malogrado Deville a un estilo mestizo, más propio de Nueva Orleans que de Nueva York y hete aquí que en ese tema primero que pones lo firmaría Bruce y a la E Street Band. Afortunadamente o no, el archiconocido Demasiado corazón, lo desmiente.

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    1. Exactamente, es lo que le decía a Rodión, que su variedad de gustos es enorme. Al final resulta my difícil encasillar a este tipo de músicos, y eso siempre es un argumento a su favor.

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  5. Hola Rick.
    Despues de picarme la primersa clase, que tuve que ir al médico con mi mamá, me engancho a esta segunda, que es todo un reto par mi memoria.
    De este señor recordaba que tenía temas muy buenos y otros que...
    Pues efectivamente, esta vez no me he escuchado los discos enteros, solo las canciones de los reproductores, que llevo dos días de fiesta por la victoria del Huesca sobre el Valladolid.
    El primer tema "Maybe Tomorrow", me ha gustado, aunque sobre este tema sobrevuela la sombra del Springsteen, si la hubiese sacado el Boss, seguro éxito mundial.
    El "demasiado corazón", demasiado para mi, y encima aparece la dueña con: ¿pero que haces, escuchando pachanga?
    Y la última, se deja escuchar, aunque sin matar.
    Nada, que de esos años me sigo quedando con el "Pleasent Dreams" de tu quien ya sabes.
    Saludotes
    Jose

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    1. Muchos médicos trajinas tú. En fin, supongo que cuando llegue el examen estarás preparado...

      Y bueno, me parece muy bien esa afición tuya por los Ramones, pero también el señor Deville se merece un repaso de vez en cuando. Tiene una ventaja sobre ellos: es mucho más variado.

      Saludos mil..

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  6. Pues para mí es un artista que no logro situar. Mi hermano me dejó en su día discos que me hicieron situarlo en la música criolla, pero por lo que pones por aquí tiene más registros, así que tendré que darle un repaso.

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    1. Exactamente, no me canso de decirlo: De Ville es mucho más de lo que parece. Con frecuencia se le ha encasillado en el sector "racial" como algo exclusivo, y no es así. Me parece tan injusto como la posición de los que solo ven en él a un Springsteen de vía estrecha.

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