martes, 26 de octubre de 2021

España en los años 80 (IX)

Tras su abandono de La Mode por problemas de salud, Fernando Márquez se retira de los escenarios durante un tiempo que dedica a escribir composiciones para otros, algún libro y varios trabajos en prensa y radio. Y en 1986, justo cuando sus antiguos colegas deciden liquidar el grupo, surge de nuevo él al frente de un proyecto que había organizado ya en los tiempos de Paraíso pero que se hundió en un desastroso directo/happening en la primavera del 81: Pop Decó, definido por entonces como "un trabajo conceptual sobre la Movida". Hubo algunas melodías, bases rítmicas e incluso letras que fueron aprovechadas para engrosar luego el repertorio de La Mode, que fue el siguiente y exitoso empeño de Márquez, pero quedaron olvidadas unas cuantas piezas que no tenían sitio en ese repertorio. 

La intención con la que había organizado Pop Decó en aquel momento era dar un apoyo "multimedia" al libro titulado "Música moderna", que acababa de publicar por encargo de la editorial Nuevo Sendero y del que finalmente solo se editaron doscientas copias. El libro viene siendo un relato del ambiente moderno de la época con detalle sobre los grupos y los locales más importantes, siempre con el tono irónico tan del Zurdo, un tono que resulta creíble porque también sabe aplicárselo a sí mismo. Las canciones de Pop Decó habrían de ser una especie de banda sonora que junto al libro recrearía dicho ambiente, e irían acompañadas en directo por una proyección de imágenes y algunos sketchs teatrales; las letras hacían referencia a situaciones, actitudes y personajes relacionados con la Movida. El caso es que todo aquello había quedado olvidado tras el citado desastre escénico; pero en 1986, aprovechando que Márquez anda un poco mejor de su afección vocal y no tiene proyectos musicales a la vista, Mario Pacheco demuestra una vez más su devoción de fan y le ofrece rescatar algunas de aquellas canciones y grabarlas con todo lujo (de hecho será uno de las mayores inversiones en la historia de Nuevos Medios).

Y eso es "La Exposición Internacional de los 80", un Lp en el que el Zurdo actualiza aquel repertorio olvidado con la ayuda de Teo Cardalda, que arregla, produce y maneja la mayor parte de los instrumentos. Cardalda era en gran medida el autor del estilismo sonoro de Golpes Bajos, y su tono generalmente melódico/melancólico puede cuadrar con el planteamiento general de Márquez. Sin embargo la cosa funciona a medias: si se trata de momentos conceptuales o genéricos, por decirlo así, suelen defenderse bastante bien, pero en descripciones de momentos concretos hay algunos criterios bastante erráticos porque el ambiente musical no cuadra con las letras. Ese desequilibrio se nota con claridad si comparamos las espléndidas y casi barrocas "Obertura", la que da título al disco, "Intermezzo" y "Finale" (estas dos últimas instrumentales) con otras cuyas letras guardan relación con momentos concretos, como sucede en "Todos los monstruos", que necesitaría otro tipo de ritmo y arreglos; o la "Dedicatoria", hablando del ambiente de principios de la década y desarrollando un sonido tan del 86, tan de ocaso. Viene bien aquí recordar una cita de Miguel Ángel Arenas que describe perfectamente este tipo de desajuste: "En 1979 los grupos tocaban muy mal, pero eran todos muy divertidos; en 1984 todos los nuevos grupos tocan muy bien, pero son muy aburridos". De todos modos, si olvidamos esas momentáneas colisiones entre letras y músicas, en conjunto resulta un disco muy agradable, que si no alcanzó unas ventas razonables fue también por factores externos: la ideología de Márquez, inicialmente de la Falange Auténtica pero que en suma y con el tiempo se puede definir como un batiburrillo que va desde la extrema derecha hasta el anarquismo, ya había sido aprovechada por la prensa de derechas para intentar atraerlo a su causa. Y si en otros tiempos hubo la ominosa policía política de Franco ahora el mundo artístico se rige bajo una meliflua policía ideológica progre que, si opinas algo fuera de las convenciones bendecidas por ellos, te puede hundir la carrera. Y eso se sustancia en boicots a la obra, y eso le pasó a Márquez. El disco fue un fracaso y las pérdidas para el sello considerables. Hay a mayores un Ep con tres versiones: en la cara A está la pieza que da título al Lp, y en la B "Solo soy una persona" de Mecano y "Andy Warhol" de Bowie. Más contraste, imposible.



Tras el fracaso de Pop Decó, Márquez vuelve a sus trabajos alternativos aunque suspirando por volver. Algo que probablemente no sea recomendable en su caso, ya que las circunstancias político-sociales no cambian: sobre Pop Decó no hubo críticas buenas ni malas, sino que la prensa no se atrevió a hacerlas o simplemente ignoraron el proyecto. Esa situación afectó incluso al sello y a Cardalda, que luego intentaron apartarse de él como de la peste, y por supuesto si vuelve a grabar algo nuevo tendrá que ser en otro sello (es curioso que por entonces las escasas personas públicas que lo apoyan abiertamente sean personajes como Haro Ibars o Carlos Tena. O no tan curioso: son personas con memoria, también como él malditos de algún modo, que recuerdan los tiempos pasados y lo que costó llegar a estos). El caso es que aún no había terminado el año 1986 cuando Paco Martín, el valiente que dirige el sello Twins, le ofrece un contrato y Joe Borsani se hace cargo de los gastos de producción para la nueva aventura de Márquez: el Proyecto Bronwyn (así llamado en honor a la figura femenina central en la película "El señor de la guerra"). Y en 1987 se publica un mini Lp con cinco canciones que pueden recordar a La Mode pero sin su brillantez; por otra parte, con los arreglos tan de la época que llevan algunas canciones, el resultado final es decepcionante. De todos modos hubiera dado igual que estuviésemos ante la octava maravilla del mundo, ya que ni la crítica ni el público se dieron por enterados: tanto para el mundillo mainstream como para el supuestamente modernillo, Márquez no existía. Aunque con un compositor de su altura, nunca está todo perdido: como mínimo estas dos canciones tiene su categoría.



Márquez volvió a desaparecer de la circulación musical durante un tiempo, aunque desde entonces hasta ahora ha seguido intentando poner en pie nuevos proyectos e incluso hay algunas grabaciones suyas que por supuesto suelen pasar desapercibidas. Pero nosotros nos despediremos de él con un recuerdo a su faceta como compositor para otros: aunque 1984 fue un año aciago por la obligación de abandonar las actuaciones fue también de los más prolíficos, ya que además del segundo Lp de La Mode entregó cinco canciones a Kiki d'Akí para su lanzamiento como cantante solista tras la breve existencia de su grupo Las Chinas. Y aunque tampoco fueron muy allá ni su nueva carrera ni las ventas del mini Lp correspondiente, ese disco ha quedado como otra de las joyas del pop nacional y es además uno de los trabajos por los que el propio Márquez siente más cariño. Kiki ha vuelto en algunos momentos aislados para grabar nuevas canciones, pero será recordada siempre al menos por una: "Accidente", que se publicó también en single y que ha quedado para la historia como uno de los momentos más hermosos del pop español. Y se la debemos, como otras cuantas, al Zurdo.


6 comentarios:

  1. Al hilo de lo comentado tardíamente en la anterior entrada sobre La Mode, me ha quedado claro el tempo y lugar del proyecto Pop Decó. Ignoraba que había existido previamente a su rentrée fallida, al igual que su posterior obra discográfica, gracias por ponerme al día. Y la verdad es que un artista como el Zurdo, desde sus inicios con Paraíso (hay una reciente y excelente edición de Munster Records sobre las primeras grabaciones de la banda, "El Corte Final" de 2019, incluyendo magnífico y esclarecedor texto de José Antonio Lago), hasta su última propuesta Pop Decó y sus colaboraciones bien merecía esta esta entrega final. (Inciso de "Radio Cebolleta", vi a Las Chinas en un antro moderno, cercano a la estación de Chamartín, acompañado de un compañero de la Mili que había llegado de Barcelona, beep, beep....over) Estaba al tanto de sus elucubraciones literario-políticas, de sus desbarres de personaje totalmente automarginal, pero poco más. Un gran personaje, el Zurdo, que se ha visto superado por su leyenda.
    Saludos,

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    1. La verdad es que, de no ser por el empeño de Mario Pacheco, tal vez nunca habríamos vuelto a saber nada de Pop Decó tras aquel fiasco del 81. Y en cuanto al Zurdo, aquí me he limitado a citar sus dos proyectos más conocidos posteriores a La Mode, ya que hay más. Pero si estos dos llegaron a duras penas a ser reseñados en algún comentario de la época, el resto ya ni te cuento. Un pena. Y en cuanto a, como bien dices, sus "desbarres" ideológicos ya son harina de otro costal. No es que importasen mucho a nadie, pero da un poco de pena que esa fuese una losa en su carrera.

      Saludos mil.

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  2. Recuerdo la presentación del libro "Música moderna" y los problemas físicos y emocionales de El Zurdo, pero no recordaba a su nuevo grupo desde que desapareció La Mode. Respecto a su militancia falangista me parce que es un rollo esteteticista e intelectualizado tomando quizás como modelo a su adorado Yukio Mishima aquel extravagante y gran escritor que se inmoló por el Imperio del Sol Naciente.

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    1. Sí, el Zurdo tuvo mala suerte en lo artístico y en la salud. De todos modos, como le digo a Javier, el asunto de su militancia en la Falange o donde fuera (que a lo mejor fue una pose, no lo discuto) no debería haber influido en la consideración musical. Pero ya por entonces había prensa de barricada y estamentos oficialistas con el palo en alto.

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  3. Yo si conocía esos grupos montados tras La Mode, aunque había buenas canciones nunca llegó al nivel de los primeros ochenta. El disco de Pop decó me pareció muy barroco, quitando la canción que da título al álbum poco más hay. Proyecto Bronwyn era como la Mode pero menos inspirado. Y después ha ido dejando canciones aquí y allá, recuerdo que Las Escarlatinas en los 2000 cantaron varías de él (Las vírgenes shibuyas es preciosa) Es una pena que tenga una carrera tan desdibujada. El disco de Kiki también es una pequeña obra maestra.
    Su carrera como pensador siempre me ha parecido una boutade, una manera de llamar la atención o de ir a contra corriente

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    1. Resulta muy difícil mantener el listón tras una obra tan magnífica como aquel primer Lp (e incluso el segundo, aunque fuese en otra onda). Y parece evidente que ahí se desinfló un poco la talla compositiva del Zurdo, que por otra parte es claramente un producto de su época.

      Y lo de su "carrera como pensador", pues en fin, tal vez haya mucho de postureo. Pero como he dicho antes, lo pagó muy caro.


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