Una de las características comunes a las nuevas olas de los años 80 en los países occidentales es el auge de las músicas electrónicas. Los teclados de ese tipo se convirtieron en acompañantes de gran parte de los grupos de entonces, fuesen siniestros o poppies, y como era de esperar algunos de ellos hicieron de esos instrumentos el apoyo central de su música. La electrónica, que surge ya a mediados de los años 60 gracias a los melotrones, los moog, algunos visionarios como Pierre Henry (el padre de la música concreta) y varios directores de orquesta "reconvertidos", alcanza su mayoría de edad en los 70 con algunos grupos kraut en un variado abanico que va desde el free rock de CAN o NEU! hasta el tecno de Kraftwerk. Luego llegamos a los albores del punk con entidades como el dúo Suicide, y de ahí a la new wave con un buen puñado de grupos tanto isleños como estadounidenses. Todos ellos sirven de inspiración para Servando Carballar, un visionario nacional que ha pasado a la historia (entre otras cosas) por ser el creador y líder del Aviador Dro y Sus Obreros Especializados, una formación que todavía hoy sigue en activo. Carballar es un laborioso personaje que al mismo tiempo creó uno de los primeros sellos discográficos independientes de España: Discos Radioactivos Organizados, o sea, DRO, que con el tiempo se convirtió en un verdadero poder alternativo a los grandes. Y más cosas: tiendas y distribución de cómics, juegos, etc. O sea, que este señor es todo un mundo alternativo, aunque por supuesto nosotros nos limitaremos a reseñar con brevedad sus comienzos musicales.
Carballar viene de una familia artística: sus padres había creado una "compañía" de títeres y muñecos tradicionales con la que recorrieron medio mundo además de ser estudiosos, entre otras cosas, de filología y teatro clásicos. Y desde pequeño los acompañó con frecuencia en sus giras por Europa y Estados Unidos, así que su gusto por los juegos escénicos es fácil de entender. Ya en el bachillerato comenzó a organizar fanzines, alguno de los cuales llegó a tener un cierto protagonismo, y en 1977/78 (contemporáneo a Kaka de Luxe, por ejemplo) organizó su primer grupo: Alex y los Drugos, es decir, un homenaje a La Naranja Mecánica. Un año más tarde, ya al frente del Aviador Dro (en honor a la pieza futurista de Francesco Balilla), comparte ensayos en el Ateneo de Prosperidad con los De Luxe o Radio Futura, lo cual significa que antes de comenzar la nueva década ya están integrados en ese mundillo artístico madrileño que ha de protagonizar los próximos años. Y parece evidente que la influencia de los Devo es decisiva, ya que él y sus compañeros salen al escenario uniformados como obreros industriales -una idea recurrente en el grupo-, haciendo gestos entre automáticos y espasmódicos muy a juego con una base "filosófica" según la cual ellos son un grupo de mutantes que van desgranando sus ideas en las letras de sus canciones.
Pero ya saben ustedes que lo que cuenta aquí es el repertorio, así que vamos con su bautizo discográfico: después de algunas maquetas que se escuchan con frecuencia en Radio 3, en verano de 1980 consiguen un tercer puesto en el I Concurso de Rock Ciudad de Madrid (precedidos por dos grupos rockeros a la vieja usanza, lo que acrecienta su "hazaña"), y eso les da la oportunidad de grabar algunas canciones para Movieplay. Dos de ellas se publican poco después en un primer single cuya cara A es "La Chica de plexiglás", y ya en el 81 el segundo viene protagonizado por "La visión" como pieza principal. Entre esas nubes de teclados y cajas de ritmo electrónico hay, además de ritmo, melodía y mucha coña futurista en las letras. Decididamente, son un grupo de tecno pop con garra y muchas posibilidades en las pistas de baile; mutantes electrónicos tal vez, pero sin nada que envidiar a los grupos "normales".
Para entonces son ya un grupo más o menos estable que se enmascara no solo en sus trajes de PVC, sino también nominalmente: Carballar "se llama" Biovac N, y sus acompañantes responden a nombres como Fox Cicloide, Metalina 2, Multiplexor y otros cuantos que van entrando o saliendo. La apatía de Movieplay, que no se preocupó lo más mínimo por la promoción de los dos singles, había quedado atenuada por el "boca a boca", gracias al cual se vendieron bastante bien. Y el paso siguiente es crear su propio sello discográfico: a principios de 1982 y junto con Arco Iris (la teclista Marta Cervera, su compañera), presentan el nuevo disco del grupo bajo la marca DRO. Ese sello resultará ser fundamental en el desarrollo no solamente de la nueva ola, sino de muchos grupos que vinieron luego; su enorme crecimiento fue incluso inesperado para los propios creadores, que años después se desentendieron de él. El disco es un Ep con tres canciones -la portada coloreada a mano y unos cuantos panfletillos explicando el "cuerpo de doctrina" de los Dro- en el que destaca la inolvidable "Nuclear sí", una de las piezas definitorias no solamente del pop electrónico español, sino también de la nueva ola en su conjunto. Porque aquí, además del ritmo casi de medio tiempo pero que resulta venenoso, tenemos una letra tremendamente irónica pero que como era de esperar resulta conflictiva para el sector de oyentes con piel fina: eso de "Nuclear sí, por supuesto / Nuclear sí, cómo no", sentó como un tiro en algunos ambientes. Y definitivamente contribuyó a "encapsular" al grupo como una de las propuestas más radicales y valientes del momento: por entonces habían reunido ya un buen número de "publico enemigo", puesto que los nuevos escandalizados se sumaban a los rockeros auténticos que ya les habían estado arrojando cosas en sus primeros conciertos (en Barcelona la Trapera llegó a boicotearlos); por contra, los fans de la Movida y modernos en general los adoraban. Las otras dos piezas no llegan a su altura, pero sorprende tanto la estructura como la letra de "Varsovia en llamas", que podría recordar los primeros tiempos de los siniestros Parálisis o Gabinete y que confirma el hecho de que en los orígenes de todos estos grupos había muchas ideas compartidas.
En otoño del 82 llega un maxi single titulado "Programa en espiral", que es la destacada en un grupo de cuatro canciones; ya se nota mejor sonido que en los discos anteriores, más nitidez y un airecillo pop muy refrescante. Y el año se cierra con su primer Lp, titulado "Alas sobre el mundo" y una portada casi naif/industrial, casi de tebeo, que le da un tono de encantadora inocencia. La apertura viene a lo grande, con "Brigada de demolición", una de mis preferidas tanto por su ritmo como por su letra, un perfecto resumen de la filosofía del grupo, uno de sus momentos más brillantes. En general se nota que Devo es la base de sus influencias escénicas e "ideológicas", pero en lo estrictamente musical están más cerca de algunos grupos europeos contemporáneos como Ultravox o la mayoría de los alemanes. De todos modos saben darle el toque único, y sobre todo añaden un componente pop en las melodías que se irá perdiendo con el paso del tiempo, cuando los Dro se vayan haciendo más y más electrónico/rítmicos, buscando el sonido de la discoteca contemporánea antes que el de la radio. De todos modos saben nadar y guardar la ropa muy bien, ya que son una de las referencias infaltables en el mítico "Diario pop" de Radio 3, donde conviven sin apuros junto a propuestas tan lejanas a ellos como los poppies tristones pero elegantes, las Hornadas Irritantes o los punkies de toda condición. Qué variedad tan maravillosa, qué tiempos aquellos...
Sin embargo, pronto comienzan a definirse con más claridad las posturas de unos y otros:
tras una época de asentamiento, en 1983 El Aviador Dro ya es un grupo con su propio mundo y su propio sector de fans. Su orientación hacia la discoteca de vanguardia queda confirmada con la publicación de dos Lps en el mismo año, dos discos complementarios, de títulos "Tesis" y "Antítesis", de los que algunos ya comenzamos a distanciarnos. Y a partir de ahí seguirán su camino, muy jaleados por un enorme sector de fans, tanto españoles como extranjeros (hay una verdadera liga aparte para este tipo de oferta). Nosotros nos despedimos de ellos con dos pequeñas maravillas que cerraban aquel año 82 tan fructífero: su participación en el legendario Lp colectivo "Navidades radioactivas" y una de las cuñas que durante más tiempo estuvo sonando en "Diario pop", programa en el que era costumbre que algunos grupos, en agradecimiento por su labor divulgativa, colaborasen grabando sintonías para el programa.
Gracias a Aviador Dro me aficioné a la música electrónica y bailable, género infravalorado donde lo haya. Ya se sabe, donde estén grupos guitarreros de rictus estreñido que se aparte cualquier propuesta de aire más lúdico. Los sintetizadores y teclados le sentaban como un guante a la temática cifi de los Dro. Como comentas, había muche ironía en sus letras. La de Nuclear sí es una canción claramente antinuclear, pero la gente es muy simple a veces. Dro entroncan con la línea muy setentera de la ciencia ficción de que el progreso llevaría a la humanidad a su destrucción, ellos hacen una sarcástica apología de la tecnología. A parte de los temas que comentas, a mí me gustaba también Selector de frecuencias, banda sonora con la que leía El garaje hermético. Un garito que frecuentábamos de aquella cerraba con Baila la guerra, que aprovechábamos para quemar la pista. Eran de otro planeta.
ResponderEliminarA mi la muica electrónica me gusta en pequeñas dosis, pero cuando tiene un componente pop y bailable resulta irresistible. Y los Dro empezaron con unas cuantas canciones que eran aptas para mayorías, aunque siempre haya gente atravesada en todas partes (y el asunto de las letras es una buena prueba de que algunos, simplemente, han nacido sin sentido de la ironía). Luego ya, con el paso de los años, su propuesta se fue radicalizando, pero en los primeros tiempos eran muy divertidos.
Eliminar¡Hombre!, Chafardero menciona el garito de El Garaje Hermético, enfrente vivía servidor y quiero pensar que nos habremos cruzado algunas veces...
ResponderEliminarEl Aviador Dreo es un claro ejemplo de la gran diversidad de la propuesta musical que existía por entonces, desde el punk, al pop, rock urbano vieja escuela, rock de raíces, tecno, vanguardia..., aquello era un auténtico hervidero. Dentro de esa amplia amalgama, Aviador Dro fueron lo suficientemente inteligentes para ganarse un nicho de mercado que todavía permanecía virgen a nivel nacional, ese tecno escuela primeros Ultravox! y Devo. Hubo otro grupo en una onda parecida, Esplendor Geométrico, aunque quizás eran más iconoclastas, más pretendidamente marginales.
Su primer Lp, "Alas sobre el mundo" (el único que tengo del grupo gallego) todavía sigue sonando actual, fresco, su propuesta ha pasado el filtro del tiempo sin apenás mácula. Y Servando Carballar, todo un innovador, protagonista de muchos de los saraos y fiestas backstage que se organizaban por entonces. Igual me paso algo de frenada, pero creo que una banda como Fangoria tiene una gran deuda con ellos.
Saludos,
Creo que Chafardero se refiere al comic creado por Moebius, pero gracias a tu respuesta me acabo de enterar que también había un local con ese nombre. Decididamente, la ciencia ficción tiene muchos fans.
EliminarEsplendor Geométrico eran marginales, sí, porque su música era bastante rarita; de hecho son una escisión ocurrida en los primeros tiempos del Aviador Dro, a quien ellos consideraban demasiado comercial.
Lo de Fangoria quizá no sea tan descabellado, porque a fin de cuentas los dos grupos acabaron siendo de baile antes que nada, incluso aunque sus orígenes no tengan nada que ver.
Hola Rick.
ResponderEliminar¡Por fin salió mi tercer as, después de los Pegamoides y Paratisis!, así que me planto, a ver quien lo supera.
He sido incondicional de los Dro, desde que salieron y tengo todos sus Lps y singles y eps que sacaron hasta el Tesis-Antitesis, incluso tengo un gflexidisco que nose con que fanzine regalaban conteniendo el "Diario Pop".
Desde luego fueron pioneros en la música electronica en nuestro pais, y además con esta estética ciencia ficción, respaldada con unas letras, a veces de lo as poéticas (Programa en espiral), nostálgicas "Selector de frecuencias", pop (la chica de plexiglas) bailongueras (Amor industrial) o ciber-revolucionarias como las contenidas en tesis-antitesis.
Su comparación con Devo, no se que quieres que te diga, habría que traducir sus letras, pero como música, me quedo con el aviador.
Bueno, ya se nota que soy superfan de ellos, pero es que la primera vez que los escuché ya quedé prendado de ellos de por vida.
Te va a costar superar esto.
Saludotes.
Jose
Hola, José.
EliminarYa sabía que te iban mucho los Dro. Lo que no sabía es que te fuesen hasta el extremo de preferirlos a Radio Futura o La Mode, por ejemplo. Eso sí que es afición.
En cuanto a la similitud con Devo, ya digo que es más de tipo escénico e "ideológico" que puramente musical, ya que ahí se acercan más a los estilos europeos.
En cuanto a lo de "superar esto", pues no sé. Depende de los gustos, claro, y en plan tecno la verdad es que no hay mucho más en el mercado nacional a la altura de los Dro.
Saludos mil.
Otro grupo para descubrir, porque me han gustado todas las canciones de la entrada. Algunas me suenan más punkies y otras incluso me recuerdan a Depeche Mode en su etapa industrial. Hay que reconocer que tienen encanto incluso con la producción de baja calidad de los inicios (luego, se nota la mejoría), y las portadas son joyitas, tema aparte.
ResponderEliminarEn cuanto a las letras, me ha chocado que 'Nuclear sí' les diese problemas, siendo tan evidente la ironía, y aquí suscribo lo que dice Chafardero. En aquellos años los movimientos anti-nucleares eran defendidos mayoritariamente (aquellas chapas con el sol sonriente duraron muchos años), pero es curioso cómo hay expresiones tabú que solo por mentar la bicha traen problemas, y ocurre en todas las épocas. Porque ya ves lo que le pasó a Eskorbuto en aquellos años cuando sacaron 'A la mierda el País Vasco', a pesar de tener una letra bastante tibia en cuanto a escándalo se refiere. Para que luego digan, por cierto, que la Movida fue solo una corriente hedonista y nada rompedora en comparación con la rebeldía del punk-rock del norte... Siempre que comulgue con el pensamiento único de la parroquia, claro.
Los Dro comenzaron siendo una alternativa electrónica -casi la única- al pop con guitarras y a los siniestros. Aunque el pop electrónico ya estaba representado por grupos como La Mode, el sesgo "industrial" de estilo bailable lo aportaban ellos. En ese sentido es cierto que hay alguna similitud con Depeche Mode o los primeros tiempos de Ultravox.
EliminarY lo de las letras es la prueba de que, como le digo a Chafardero, hay gente que ha nacido sin sentido del humor y muy pocas luces. Qué le vamos a hacer. Y este no es único caso de letras conflictivas en la Movida, porque también las tienen algunos grupos oscuros como Parálisis y otros de las Hornadas Irritantes, que por algo se hacían llamar así.
Siempre me gustaron mucho y tenían a Servando Carballar como una especie de robots multiusos como dirían ellos, capaz de hablar de música, de cine, de novelas de ciencia ficción o de juegos de estrategia militar de los que era un experto con aquellas mapas gigantes de grandes batallas al igual que Jorge Ilegal.
ResponderEliminarNo sé qué sería de ellos en estos tiempos pudibundos y reaccionarios, la gente por entonces sabía distinguir las coñas de las verdades pero instalados en la simpleza gente como Aviador Dro, Kortatu que citaba Rodión,Siniestro Total o los Ilegales lo tendrían hoy muy crudo. Les pasó a Def con Dos por no pasar por el aro.
Don Servando es otro de esos personajes renacentistas que puede mantener una conversación sobre muchos asuntos distintos; vamos, como Auserón o el Zurdo pero en otro plan. De hecho esa amplitud cultural es otro de los rasgos patentes en muchos personajes de la Movida, ya que vienen de familias bien y muchos han pasado por colegios de prestigio. Esa circunstancia los hace a veces un tanto elitistas, y por supuesto objeto de escarnio por parte de los rockeros auténticos (empezando por Ramoncín, que no podía ni verlos). Y por supuesto esa formación es la que da, entre otras cosas, un gran dominio de la ironía, que a veces no es bien entendida por todo el mundo.
EliminarDe entrada no soy muy aficionado al tecno y la música con sintetizadores. Otra cosa es lo del "free rock de CAN" que comentas. De esos (CAN) soy fan a tope. Aviador Dro siempre me ha hecho gracia. Además iban por libre, otra cosa que me encanta. Le he dado un repasillo para recordar, y me siguen haciendo bastante gracia. También eran originales y sí que veo algo de conexión con Devo en algunas cosas. Con el tiempo se puede valorar mejor toda aquella movida.
ResponderEliminarSaludos.
También coincido en lo del sentido del humor, claro.
ResponderEliminarTampoco yo lo soy, que conste. Se ha hecho una buena cantidad de tochos infumables con la excusa de la vanguardia electrónica (incluso los últimos discos de CAN fallaban a veces por eso), pero a los primeros del Aviador Dro los salvaba el tono pop. Y volvemos a lo de siempre: si no se cuida la melodía se corre el riesgo de aburrir a las ovejas. Aunque en su caso fueron girando hacia el tecno industrial de discoteca, un estilo que yo no soporto mucho pero que al parecer les ha dado un buen puñado de seguidores en medio mundo.
EliminarY lo del humor, como en Devo, es otro factor que siempre ayuda...
Saludos mil.