lunes, 23 de diciembre de 2019

Navidades perpetuas



Estimados y sufridos parroquianos: un año más nos hallamos en estas fechas inmisericordes para nuestra salud, nuestro bolsillo y seguramente también nuestra paciencia. Estas fechas, desde ahora hasta después de Reyes, en las que de pronto todos somos buenas personas, compañeros magníficos, excelentes cumplidores de todo tipo de leyes y ordenanzas... un primor, vamos. Y como ya saben ustedes, aquí hacemos también nuestra propia fiesta, para no desentonar con el medio ambiente y la transición ecológica. Como es norma, intentamos no repetirnos de un año a otro, y esta vez el motivo musical será el fascinante mundo de las versiones. Es un mundo que en algunas fases de la historia ha sido infravalorado, como si fuese un desdoro cantar canciones de otros; pero casi todas las grandes figuras han recurrido a esa táctica más de una vez en su carrera, y desde luego es un buen terreno para ponerse a prueba porque no se trata de superar la original sino de imprimirle un carácter propio. Por lo tanto, sin más dilación, vamos al lío en formato 12+1, que es la otra norma del local para estos saraos: 

El folk es la madre de todas las músicas populares, y el blues no es otra cosa que folk negro. Desde sus orígenes rurales fue evolucionando hasta llegar a Chicago y electrificarse, lo que dará pie a una de las mayores revoluciones musicales del siglo XX; pero ya antes de eso había dejado un buen puñado de piezas históricas, entre ellas "Good morning, school girl", que fue grabada por primera vez en 1937 en la voz de Sonny Boy Williamson, una leyenda del género tanto por esa voz como por su armónica. El caso es que a finales de 1961, un oscuro dúo de Kansas llamado Don (Level) and Bob (Love) reforman completamente la canción y le añaden un ritmo mucho más vivo; nadie se da por enterado salvo la Pye británica, que la publica en la Isla. Y cae en manos de los Yardbirds, unos muchachos que en 1964 están buscando material para su segundo single. Es verdad que gran parte del trabajo ya lo había hecho el dúo yanki (partiendo de una versión anterior de Larry Williams), pero ese toque british redondea la pieza y demuestra claramente el porqué de la invasión británica: a esa cosa llamada rhythm'n'blues que los blanquitos de allá consideran una menudencia para negros, los isleños le han añadido el toque pop, le han puesto más garra y ahora van a por su dinero...


Claro que si de lo que se trata es de actualizar el blues sin perder su esencia, también saben hacerlo. Algunos pioneros como Alexis Korner comenzaron a desmenuzarlo a mediados de los años 50, empleando para ello a ilusionados jovencitos entre los que figuraban Jack Bruce, Ginger Baker o Graham Bond; pero la popularidad del blues blanco a gran escala se debe a John Mayall, que había comenzado su carrera en Manchester más o menos por esa época y a quien Korner ayudó a dar el salto estableciéndose en Londres. A Mayall, que al igual que Korner ha promocionado a medio censo de músicos británicos, se le considera poco menos que el padre del blues blanco, y por supuesto ha hecho unas cuantas versiones de los clásicos. En 1966 se publica "The Bluesbreakers with Eric Clapton", su segundo disco grande, primero en estudio; y en él hace que Clapton (que abandonó a los Yardbirds precisamente por tener una tendencia demasiado poppie para su gusto) se luzca en piezas como "Steppin'out" una de las más populares del repertorio de Memphis Slim. La idea de incluirla posiblemente fue del propio Clapton, que la adoraba y ya la había grabado muy poco antes con Powerhouse, un grupo de estudio.


La tercera y última muestra de la habilidad blusera británica nos la traen Fleetwood Mac, que para muchos aficionados es la más brillante y al mismo tiempo la más "negra" de las bandas que se dedican a ese estilo; y quienes pensamos así también consideramos que Peter Green, su guitarrista y voz principal, está un peldaño por encima del mismísimo Clapton. Pero la cosa no termina ahí, puesto que junto a Green estaba Jeremy Spencer, otro gran guitarrista, y poco después se les unió Danny Kirwan, igual de bueno: o sea, que en su momento cumbre ese grupo tenía a tres agraciados solistas. Los Mac, en sus primeros años, fueron la viva representación isleña del blues de Chicago, muy ajustados a esa escuela pero con su propio carácter. Una buena prueba es este "Got to move", de Elmore James, que cierra su primer disco; era un ídolo para Spencer, y no es la única versión que hicieron de él.


Otro de los atractivos de la Isla es que, a pesar de que se da por sentado que los ritmos negros son cosa de los mods (que ya tuvieron su fiesta aquí y aquí) y que estilos como el rockabilly solo le interesan a los rockers, la realidad a veces nos da sorpresas: los Who, por ejemplo. A mediados de los años 60 pasan por ser un grupo mod, y desde luego tratan de reafirmar esa suposición tanto con su aspecto como por esa leyenda "Maximum r'n'b" que lucen. Pero cuando esa fiebre ya ha pasado nos sorprenden y publican "Summertime blues", semioculta en la cara B de un single; y desde luego ese "blues" tiene poco que ver con el sentimiento negro, ya que como ustedes saben es obra de Eddie Cochran, aquel muchacho que pese a morir con veintiún años ya era una estrella del rockabilly. O sea, que mods sí; y otras cosas también...


Pero volviendo con la música negra y su consiguiente "blanqueo", el blues, el soul o la Motown no son los únicos protagonistas. Hay otros estilos pop como el duduá, en cuyo repertorio figura una de esas canciones que iba para "fondo de armario" y acabó siendo otra leyenda del rock: Louie Louie", escrita y grabada por Richard Berry con sus Faraones en el 57, con un leve tinte jamaicano incluso en la letra. Se ve que ni el propio Berry esperaba mucho de ella, porque la confinó en la cara B de un single; pero años después cayó en gracia a un blanquito que por entonces entraba en los Wailers, la mítica banda del Noroeste yanki en el período de transición del 59 al 65. Los Wailers hicieron la primera versión blanca, aunque luego la fama se la llevaron los Kingsmen (esa historia, si les interesa, está aquí). Y desde entonces "Louie Louie" es un clásico al que han recurrido todo tipo de músicos; entre ellos los Kinks, que la publicaron en 1964. Podríamos haber elegido otra versión cualquiera entre los cientos que hay, pero esta tiene su gracia por dos razones: en primer lugar son los Kinks, y con eso ya sería suficiente; pero además Ray Davies dice que estaba tratando de pillar los acordes de esta canción mientras escribía "You really got me" (aunque el riff sea de su hermano).     


En cualquier caso, es evidente que hasta bien entrados los años 60 la mayor parte de la inspiración llega de los Estados Unidos; incluyendo el folk blanco, que es otro pozo de alegrías sin fin. Por ejemplo: hace un tiempo se habló aquí de la venerable "Hey Joe", una pieza escrita oficialmente por Billy Roberts; nacida en el ambiente folky llegó a ser una clásica en estilos tan dispares como el garaje o la psicodelia, y creo que nunca está de más volver a ella. Y de nuevo la tribu mod nos da una sorpresa: los Creation nada menos, esos muchachos que llevaban la Union Jack grabada en el corazón, son quienes "revisitan" esta vez al viejo Joe. Ya lo estaban haciendo en directo antes de la llegada de Hendrix a la Isla, aunque solo la incluyeron para cerrar "We are the paintermen", su único disco grande en su tiempo, un refrito que solo se publicó en algunos países del continente. Observen con qué soltura copian a Hendrix... aunque bueno, ellos llegaron a decir que fue al revés. El toque poppie sí que lo tienen, de todos modos.


Siempre ha habido músicos que no llegan a la popularidad entre lo que suele llamarse "el gran público", y dentro del panorama de los cantautores -que es un mundo en sí mismo- hay muchos ejemplos: los personajes como Dylan suelen ser excepciones más que norma. De ese mundo proviene la canadiense Bonnie Dobson, a quien su nacionalidad y su sexo no ayudaron precisamente, aunque sus primeros discos de los años 60 son muy agradables. Dobson, cuya carrera había comenzado poco antes, se hace conocida fuera de su país en 1962 gracias a la grabación de un directo en un festival folk donde incluye "Morning dew", una maravillosa melodía que llegó a oídos del sello Elektra y que la contrató como compositora fija. Aunque ella no la grabará en estudio hasta su disco de 1969, a partir del 64 comenzaron a surgir versiones; por desgracia se cruzó en su camino el inefable Tim Rose, un pirata que se atribuye todo lo que toca y que con solo unas leves modificaciones se hace citar como coautor legal sin que Bonnie lo sepa. Durante varios años muchos músicos creyeron que era suya, y así figura más de una vez, pero hace ya tiempo que se deshizo el lío (por cierto, Rose también intentó sembrar cizaña con "Hey Joe"). De esas versiones he elegido una de las que más me gusta: la que Jeff Beck y Rod Stewart presentan en el legendario "Truth", el primer disco del grupo.   


Cuando se acerca el final de los años 60 y los músicos blancos ya dominan un amplio abanico de recursos gracias al aprendizaje de los estilos negros, comienzan a estar en condiciones de ofrecer piezas que pueden interesar a sus propios maestros. Y si hablamos de una potencia creativa como los Beatles, con más razón: Aretha Franklin, la mismísima reina del soul, hizo unas cuantas versiones suyas, que por supuesto eleva hasta alturas inalcanzables para los humanos. Y cuando Paul McCartney termina de escribir "Let it be" piensa en ella inmediatamente: esa canción le va como anillo al dedo. Y le manda una cinta para que la escuche. Y acierta: ahí la tienen ustedes, acercándose al gospel con un señorío que impresiona.


Seguimos con la realeza: Otis Redding heredó el título de "rey del soul" tras la temprana muerte de Sam Cooke, aunque por desgracia también él murió pronto. Y aunque no se aficionó tanto como Aretha al repertorio de los blanquitos, hizo al menos una versión de los Beatles ("Day tripper"). Pero teniendo en cuenta su estilo incendiario, le quedó mucho mejor la que hizo de los Stones: Safisfaction, que tratada en su estilo resulta ser una verdadera bomba que impresionó al mismísimo Jagger y que certifica la vieja máxima que dice que las versiones que se hacían de piezas de los Stones y de Dylan solían mejorar el original. Pero a Dylan ya se le ha revisitado en varios blogs, así que...


Esa vieja máxima da mucho juego, y esta vez vamos a picar muy alto: "Gimme shelter" es sin la menor duda una de las más grandes canciones de los Stones, y muy pocos se atrevieron por entonces a hacer una versión. Sin embargo hubo un trío de rockeros yankis que sí lo hizo: Grand Funk Railroad. La prensa musical los tenía catalogados como una banda ruidosa, de pocas luces, que tal vez tendría su gracia en directo pero poco más; les dolió que, a pesar del desprecio con el que los trataban, llegasen a ser el grupo de más ventas a principios de los años 70. Pero la realidad era muy distinta: los Funk dominan como nadie el hard rock añadiendo matices insospechados, trabajando la densidad del sonido en estudio, midiendo muy bien su "fiereza" y dando como resultado joyas como "Survival", su disco de 1971, uno de los secretos mejor guardados del rock clásico y en el que se incluye esa pieza, que tratada por ellos parece propia. Tal vez si ustedes comparan la de los Stones con esta acaben dudando cuál les gusta más...


Los años 70, al menos en la Isla, no dieron una gran abundancia en versiones de categoría: en el primer quinquenio, durante la tan alabada época progresiva, hacer versiones era un trabajo de poca categoría, y en el segundo los músicos jóvenes no tenían aún la talla suficiente para atreverse. Pero siempre hay excepciones, y Bryan Ferry es un buen ejemplo. Ya en sus primeros años al frente de Roxy Music demostró que tanto a él como a sus compañeros les gustaba ir a la contra, y cuando comenzó su carrera en solitario se dedicó a rescatar viejos clásicos buscando establecerse como crooner en la onda de su amado Sinatra. Una de esos clásicos fue "Let's stick together", compuesta a principios de años 60 por Wilbert Harrison, un músico poco conocido en Europa pero de larga trayectoria en su país; él mismo reformó la canción en 1969 acercándola al blues y dando pie para que Canned Heat la atacase al año siguiente (mucha gente creyó que era suya). Y en 1976 Ferry rescata la primera versión y le da nuevos bríos. Entre unos y otros, consiguieron hacerla inolvidable.


No quedaría patriótico cerrar esta docena sin un solo representante español, así que después de pensar en posibles candidatos finalmente me he decidido por Parálisis Permanente; y aunque es posible que a ustedes les parezca una elección "exótica", creo que podré explicarlo. Por lo general las versiones que se hacían en los países de habla no inglesa buscaban el mimetismo con la original, confiando en la traducción de la letra como el gancho principal en las tiendas, porque siempre ha habido gente que le da mucha importancia al hecho de entender lo que se canta; por ejemplo, en nuestro país se hicieron de oro grupos como los Mustang, que se dedicaban a fusilar sistemáticamente los éxitos de los Beatles. Así que tiene mucho mérito que un grupo de punkis siniestros se atrevan con "Heroes", una de las más grandes canciones compuestas por Bowie, y aún encima sepan llevarla a su terreno con mucha brillantez, dejando aparte el asunto de la letra. Esa versión está incluida en "El acto", el único disco grande que llegó a publicar el grupo, y creo que es de justicia reconocerles su valentía.


Y la selección 12+1, como siempre fuera de programa, corre a cargo de un actor que se hizo famoso por su histrionismo: Jim Carrey. Resulta que Sir George Martin, el quinto Beatle, publicó en 1998 un disco de versiones de "su" grupo, interpretadas por músicos populares y algunos actores. El resultado fue un tanto desigual (algunos intervinientes como Sean Connery hubieran hecho mejor quedándose en casa), pero en concreto Carrey se luce hasta el extremo de ser precisamente quien hace la mejor versión, y aún encima con una pieza que ya de por sí es complicada: "I am the walrus", nada menos. Probablemente todos ustedes la conozcan de sobra, puesto que en su tiempo se escuchaba con bastante frecuencia, pero creo que este es un buen momento para recordarla:




Y aquí terminamos. Espero que esta selección les haya entretenido, y si quieren recordarla más adelante solo tienen que pinchar aquí. Por mi parte solo me queda desearles la paciencia suficiente para soportar este tránsito festivo con el mejor talante posible y que el próximo año no sea peor que este. Para entonces volveremos a encontrarnos en este local.

Pues eso. Feliz 2020...              


14 comentarios:

  1. Pero, pero... ¿eso lo canta Jim Carrey? Tremendo. Primera noticia que tengo de ese álbum de versiones, y efectivamente Jim Carrey cumple con creces. Desde luego, eso es acabar la lista con mucha coña... y también altura. He atisbado en youtube para escuchar a Sean Connery, ya que lo mencionas, y me he encontrado con una especie de mal recital de poesía ajena.

    Sobre los Who, antes de que se me olvide: ¿qué opinas de su nuevo álbum? Las varias declaraciones de Pete Townshend darían para tema aparte... Parece que el tipo está especialmente desatado.

    Sobre la versión de 'Hey Joe' (y hablo sin tener ni idea), cuesta mucho creer que los Creation incorporasen ese solo de guitarra antes de escuchar el primer álbum de la Experience. Su tema, en cualquier caso, suena bien, y eso que tiene un injerto extraño a partir del minuto 2.

    La versión de Gimme Shelter de GFR es muy muy buena, pero sigo prefiriendo la original, lo cual no deja de ser curioso porque me he educado en el rock más que en otros géneros. El caso es que la original me emociona más, siendo además una de mis canciones preferidas en general y, por supuesto, mi preferida de los Rolling, como supongo le pasará a mucha gente. Desde ese exquisito comienzo de guitarras hasta los compases épicos mezclados con los coros soul, todo es pura emoción. En fin, lo dejo ya. En cualquier caso, mi versión preferida es la de GFR en clave rockera, aunque la de Merry Clayton también merezca escucharse.

    La versión de otis Redding de 'Satisfaction' sí me gusta más que la original.

    Siguiendo con los Stones, otra canción que me gustaría ver más versionada (a pesar de que no carezca, creo, de versiones: yo solo conozco una) es 'Under my thumb'. El tipo de sonido que primero viene a la cabeza con este tema es el de la escuela de Depeche Mode, pero también funcionaría muy bien con ella la línea puramente rockera, donde una guitarra sustituyese a la marimba de Brian Jones.

    Interesante la versión de Bowie de Parálisis Permanente. Es verdad que la hacen suya.

    Que pases unas buenas fiestas familiares, Rick. Mi aporte es otra versión de un no-profesional en esto de la musica, aunque el tipo le echase voluntad... Si te digo que soy fan de la productora Hammer, ya puedes imaginarte a quién me estoy refiriendo. Podría dejar aquí su versión de 'Ghost riders in the sly', pero creo que es más apropiada la siguiente:

    https://www.youtube.com/watch?v=XJkgf8lU_ds

    ¡Feliz 2020!

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    1. Ya ves, Raúl: el tal Carrey como actor me saca de quicio, pero tal vez hubiese triunfado como cantante...

      ¿Los Who? Tengo que reconocer que me he limitado a ir escuchando las canciones via Youtube, y más o menos es lo que me esperaba: el sonido bien, bastante parecido al de los primeros 70; las canciones vienen siendo cáscaras vacías de lo que una vez fue grandiosidad. Pero no me hagas mucho caso, que los frikis para estas cosas no somos ecuánimes.

      Imagino que los Creation le copiaron esa entrada a Jimi, aunque es verdad que ya estaban haciendo su propia versión cuando él llegó a la Isla. Vaya usted a saber. "Gimme shelter" es una canción tan buena que probablemente hace bueno a quien la interpreta, pero yo sigo prefiriendo a los Funk (y sí, la de Merry Clayton es otro lujo asiático).

      Hay varias versiones de "Under my thumb", como de casi todas las canciones clásicas de los Stones. Por si no la conoces, te recomiendo una página dedicada precisamente a enumerar versiones:

      https://secondhandsongs.com

      Muy bueno lo del señor Lee, es de los que mueren con las botas puestas. Está claro que nunca se tomó a sí mismo muy en serio.

      Feliz año. O al menos, que no sea peor que el pasado. No es pedir mucho, ¿verdad?


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  2. De estas versiones sólo conocía la de Roxy Music (y por supuesto en mi ignorancia creía que era original suya), aunque sí las versiones originales de algunas, claro. Pero la gran sorpresa ha sido la de Jim Carrey, que me parece que lo hace con mucho salero.

    Que pase usted unas Fiestas lo más a su gusto posible, y que 2020 sea totalmente de su gusto.
    Seguiré pasando por aquí, que nunca me voy de vacío.



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    1. Muy buenas, estimada Ángeles; espero que hayas sobrevivido al cambio de año sin desperfectos. La versión de Ferry en realidad es bastante parecida a la original, aunque él le da ese vago punto de coña que la redondea. Y creo que en lo de Carrey estamos todos de acuerdo: el tío se sale.

      Suerte con el año que acaba de entrar. Y también yo pasaré por tu casa, que a partir de ahora voy a andar un poco menos agobiado... espero.

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  3. Estupenda despedida del año, máxime cuando se incorporan a la recopilación esas versiones tan poco conocidas de Ferry, Carrey y Parálisis. También se aprecia esa sabia parrafada que resume, en un pis-pas, gran parte de la historia musical que nos atañe.
    Lo dicho, a pasarlo bien y que este próximo año nos siga usted deleitando con su buen hacer y verbo fluido.
    Saludos cordiales,

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    1. Hola, Javier. Gracias por lo de "sabia parrafada", pero no llega a resumen: es un simple bosquejo con brocha gorda. Espero que hayas disfrutado de las fiestas, o que al menos no tengas queja de ellas. A ver si este año nos vamos manteniendo. Saludos cordialísimos y a por el 2020...

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  4. Todas -o casi todas- son enormes. Para mí, la de GFR es la mejor versión de Gimme Shelter, pero ya se sabe que para gustos... Los Rolling es un grupo que no me gusta, del que me encantan bastantes canciones; la que más Sympathy for the devil.

    Pues eso: formidable selección.

    Saúde.

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    1. Muy buenas, don Luis. Casi todas son enormes, o todas. Aunque ya me imagino a cuales considera usted "casi". Pero en fin, se trataba de juntar unos cuantos estilos diferentes para que no hubiese mucha monotonía. Y sí, la Simpatía por el Demonio es otra de esas canciones benditas (¡sacrilegio!)

      Saúde para el 2020 este que nos amenaza...

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  5. Pues yo descargo el paquetito y lo iré oyendo que ahora tengo poco tiempo. Muchas gracias por el regalo navideño, con esto voy servido en el caso de que los reyes pasen de mí.
    Y felices fiestas y tal y tal

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    1. Muy buenas, mister Chafardero. Espero que haya sobrellevado con gallardía la sucesión de fastos y desmadres variados propios de la época. Y ahora, vuelta a la rueda.

      Suerte con este nuevo año..

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  6. Eso de Navidades perpetuas suena a condena o algo así y la verdad es como las echaríamos de menos si desaparecieran por mucho que mole seguir quejándonos de ellas.
    Yo como a la excelsa mayoría me llegó el blues a través de lo que hacían los bluesmen blancos británicos Mayall, Korner, Clapton y compañía pero, chico, llegado a las fuentes originales de la cosa me olvide de estos animosos muchachos aunque no les sobren temas soberbios como ese Steppin'out o ese Got to Move. Excelente elección los dos
    Respecto a Louie, Louie hice una entrada en mi blog musical coincidente con lo que escribes:
    https://sinfoniazul.blogspot.com/2015/04/louie-louie-entre-la-obscenidad-y-la.html
    Seguiremos escuchando.
    Feliz Año


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    1. Bueno, herr doktor, es una manera de hablar. Tampoco se lo tome usted al pie de la letra.

      Lo del blues en la Isla fue tan esencial como lo había sido el rock and roll años antes: gracias a ese "descubrimiento" tenemos, de un modo u otro, casi la mitad de la música popular de los años 60/70.

      He ido a mirar, y sí, recordaba vagamente esa entrada. Vamos viejos: el 2015 ya suena como si fuese el Pleistoceno... Pero en fin, seguimos vivos y coleando, que es de lo que se trata.

      Pues eso: suerte y felicidad para el año nuevo....

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  7. Gracias atrasadas. La reco está muy bien. Mi primera versión de Louie Louie fue esta de The Kinks. En aquellos tiempos no mirábamos quienes eran los compositores y, para mí, que era de ellos. Eso cambió enseguida. Lo mismo me pasó con "Summertime blues". También soy fan de los primeros Fleetwood Mac. "Morning dew" la conocí por Grateful Dead. En fin, me ha gustado mucho esta selección para terminar un año y empezar otro. Se agradece.

    Saludosssssssssssss

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  8. Hola Bab, y feliz vuelta a la sociedad blogueril. Sobre "Louie Louie" hay que reconocer que no son los Kinks los mejores haciendo la versión, pero son los Kinks y ya está. Lo de "Mornig dew" es curioso, ya que todo el mundo cita siempre a los Dead; no digo que sea una versión mala (es muy buena) pero hay unas cuantas mejores.

    Bueno, pues eso: ojalá este año no sea peor que el anterior. Suerte.

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