Además de Jefferson Airplane hay otros dos nombres de primera línea que proceden de la efervescencia psicodélica hippie pero que han conseguido mantenerse sin apuros hasta el final de la década: Spirit y Grateful Dead. Al igual que los Aeroplanos, estas bandas tenían muchos recursos técnicos; pero la línea musical era más constante porque no había una dirección colegiada, sino que su carácter estaba muy marcado por la personalidad de sus líderes.
Spirit son de Los Angeles. Tal vez por eso consiguieron equilibrar la alegría hippie con la profesionalidad, consiguiendo una mezcla excelente de rock con psicodelia e incluso a veces momentos jazzísticos o progresivos. Aunque Randy California era de espíritu libre, era también un guitarrista y compositor fabuloso; y su padrastro Ed Cassidy, un batería de renombre curtido en el circuito del jazz, ponía la dosis de seriedad necesaria para que el asunto no descarrilase: los discos de Spirit serán mejores o peores, pero su nivel técnico es siempre muy alto. 1970 es precisamente el año de mayor popularidad de este grupo, que lo comienza con el single 1984 y lo termina con su cuarto disco grande: “the twelve dreams of Dr. Sardonicus”, uno de los más brillantes de aquella banda, de aquel año y del rock yanki en general. Se trata de una fusión de todos los estilos que ellos dominan, desde el hard rock a la balada cercana al folk, desde los tonos jazzísticos hasta las aproximaciones a la psicodelia con curiosos arreglos atmosféricos de estudio (a veces recuerdan a los TYA en su época Chrysalis, hay similitudes en sus técnicas de grabación). Fue su disco más popular, aunque por desgracia las bandas de esta categoría no suelen llegar al top 10.
Viene luego una época confusa en la que no está claro si podrán seguir adelante: ya a principios de 1970 se había producido una especie de cisma, con malos modos y rumores sobre peleas, originado por la marcha de Jay Ferguson (una de las voces del grupo, compositor y percusionista), acompañado por Mark Andes (bajo). La tendencia de ambos es más rockera, más frontal que la de Randy y compañía; poco después los disidentes se presentan al frente de Jo Jo Gunne, un grupo claramente hard sin mucho brillo. Por esa época Randy sufre una caída de caballo que le causa una fractura craneal y le obliga a retirarse durante un tiempo; su padrastro mantiene el tipo cumpliendo las actuaciones programadas con algunos miembros transitorios, llegando incluso a grabar un disco bastante ininteligible, entre jazz, funk y country que muchos frikis de la banda consideramos que “no existe”. A Randy tampoco le gustó mucho aquello, porque en 1972, ya recuperado del accidente, graba por su cuenta su primer disco en solitario: “Kapt. Kopter and the (fabulous) Twirly Birds”. La mitad del material son versiones; y aunque que es bastante caótico, tal vez con una carga de hard rock psicodélico excesivo, tiene su gracia. Por cierto, entre los músicos que participan vemos, además de a Noel Redding, al mismísimo padrastro Cassidy: la familia tira mucho.
Después de dos años de semi-retiro en Hawai, Cassidy consigue convencer a Randy para reorganizar el grupo; comienzan a preparar nuevo material, y se ve que las vacaciones les han sentado muy bien porque en 1975, cuando prácticamente todas las grandes bandas han desaparecido o están en franca decadencia, publican dos de los mejores discos de su carrera: “Spirit of ‘76” y “Son of Spirit”. El primero es un doble exuberante en el que el sonido clásico de la banda se amplía con las influencias lánguidas hawaianas y un sonido envolvente, a veces lejano, muy atmosférico, soñador, y con algunas versiones sorprendentes, como “Hey Joe” o “Like a rolling stone”, que prácticamente recrean las originales; el segundo suena un poco más convencional pero sus canciones tienen la misma calidad. A mediados del año siguiente llega el que será último disco de su época más brillante: “Farther along”, en la línea del anterior. Y a continuación llegó otra época de crisis en la que hubo algunas grabaciones a nombre de la banda pero que en realidad eran de Randy, con o sin Cassidy. A partir de ahí ya no hay nada de verdadera importancia que añadir salvo un concepto: a Spirit se les ha llamado, con toda la razón, La Gran Banda Americana Desconocida... Eso significa que quien se crea aficionado al rock clásico, no la conozca y se “arriesgue” a escucharla, tal vez se lleve una agradable sorpresa.
Grateful Dead es la típica banda que despierta pasiones encontradas: o los amas o los odias. Sus primeros discos son realmente buenos, porque al igual que Spirit tenían una gran calidad como instrumentistas además de una sólida formación musical. Sin embargo la mentalidad de Jerry García y sus amigos era bastante más hippie, muy despreocupada con las cuentas y los gastos de sus tremendas puestas en escena, y los discos no resultaban lo suficientemente rentables como mantenerse. Su esquema cambia al comenzar la nueva década: los directos son visualmente más simples, y los discos se van desprendiendo de la carga psicodélica mientras su sonido se simplifica para llegar casi a lo que hoy llamaríamos música de raíces, es decir, el folk, el country e incluso el honky tonk. Ese giro hacia lo tradicional se refleja en los dos discos que publican en 1970: “Workingman’s dead” y “American beauty”, que consiguen un buen nivel de ventas; en ese aspecto, tal vez sea su mejor momento.
De todos modos parecen ser conscientes de que su creatividad decae y que el futuro está en las giras: tienen un gran número de fans que los siguen -los famosos Deadheads- y que se entregan arrobados a esos larguísimos desarrollos que pueden durar horas. Hay grabaciones piratas de sus directos a montones ya por esa época, y evidentemente aprovechan el filón todo lo que pueden: después del “Live/Dead” del 69 llega “Grateful Dead” (otro doble) en el 71, y por el medio “Historic Dead” y “Vintage Dead” con grabaciones de sus primeros tiempos, por no hablar del triple “Europe ‘72”. Junto a eso van surgiendo algunos recopilatorios, y algún disco con nuevo material de vez en cuando (generalmente de tendencias tradicionales). Entre unas cosas y otras se mantuvieron en pie hasta la muerte en 1995 de Jerry García; a partir de entonces ha habido unas cuantas idas y venidas, que como en el caso de Spirit no importan porque la historia los recordará como un paradigma del género: muchos años después de que lo hubieran abandonado, sus fans seguían tras ellos como si en sus actuaciones el tiempo se detuviese.
Me temia lo de los Grateful Dead,
ResponderEliminarNunca he podido con ellos y mira que de vez en cuando hago el esfuerzo y oigo alguno de sus discos mas famosos, pero ni por esas, y aprovecho para vender La caja de "Europe 72" casi nueva y con capa de polvo de regalo.
Los Spirit también intuia que les tocaba, es una banda bastante digna, que sin llegar a matar tiene cosas interesantes.
Bueno, seguimos la travesia.
Un saludo, enciendo la vela a la virgen del Pilar y le doy a "Publicar".
Jose
Yo sigo pensando que sus primeros discos eran bastante decentes. Otra cosa son los directos, ya más para frikis de la banda que para el público en general. Y con el "Europe 72" tuve suerte: conseguí colocarlo hace más de veinte años.
EliminarEn cuanto a Spirit, yo los quiero mucho. Me parece una de las bandas más infravaloradas de la historia, mientras que otras con menos merecimientos siguen siendo recordadas.
Veo que has tenido suerte con la Virgen...
A Spirit siempre los he tenido por un grupo que podría haber hecho algo más en esta historia. A mi me gustaba mucho "The Family That Plays Together" y también "Twelve Dreams Of Dr. Sardonicus", pero no puedo decir que eran uno de mis bandas favoritas.
ResponderEliminarCon los Dead empezaré por donde tú terminas: "...sus fans seguían tras ellos como si en sus actuaciones el tiempo se detuviese". Pués si, se detenía. Historieta típica de abuelo cebolleta: Me regalaron el primer disco de G. Dead edición americana, un vinilo de esos de muchos gramos de peso. Lo oía con gusto, aunque era bastante raro. Luego me compré algunos más. Me gustaban canciones sueltas como Ripple o Truckin`. El disco que más sonaba en mi tocata era el Workingman's dead, que era el que más me gustaba, pero cuando de verdad entré en la onda de esta gente fue cuando los ví en el Bickershaw Festival del 72 en Inglaterra (con los Kinks, Captain Beefheart, la Incredible, Donovan, Country Joe, Family...). Supongo que ya habré contado esta historieta pero es que fue un antes y un después. Con la "pirula" adecuada, la edad justa, buena compañía y en el momento preciso, pude asistir a un concierto apoteósico. Empiezan a tocar como probando sonido, y poco a poco te van pillando en sus redes, te atrapancasi sin darte cuenta. No voy a contar el concierto, claro, pero en directo y con las condiciones adecuadas, son un grupo superior. Si que hay algunos discos que se me hacen pesados, pero al recordarlos en directo, los soporto mejor.
Perdón por el tostón, pero no he podido evitarlo.
Seguimos asistiendo a las clases con placer.
Saludossssssssssssss
De tostón nada, muchacho: puro sentimiento, es lo tuyo.
ResponderEliminarSobre Spirit, en esencia, ya le he dicho a José lo que pienso: merecieron más publicidad de la que tuvieron y desde luego son mucho mejores que la media. En cuanto a los Dead, no niego que como bien dices, "con la pirula adecuada", la edad, la compañía, el momento, etc, pueden haber resultado una banda soberbia; pero de su poder en directo solo nos quedan los discos, y la verdad es que oidos ahora se hacen bastante intragables. Otra cosa, ya digo, son sus primeros discos en estudio, que eran buenos; la segunda época, la de "Workingman's dead" y compañía, es más tradicional pero también agradable. En todo caso, estamos ante el dilema de siempre: cada uno tiene su carácter, y valora las cosas según cómo le afectan a él. Como debe ser.
Me hace gracía el concepto de gran banda olvidada americana, como la gran novela americana, el gran escritor americano y otros por el estilo, ese intento de definir lo yanqui en una sola obra o propuesta y que no se da en otras latitudes.
ResponderEliminarHe escuchado Spirit of 76 con agrado, Sunrise en particular me ha encantado. Funciona muy bien la mezcla de estilos.
Con GD me entra la pereza, sobre todo tras leer eso de los desarrollos que duran horas. Si el amigo Jose no ha podido con ellos yo ni lo intento.
Pues no había pensado yo en ello, pero ahora que lo dices... sí, es una curiosa tendencia. Aunque hay que distinguir entre, por ejemplo, la "gran novela americana", que al decir de los entendidos aún no ha sido escrita y la banda "desconocida" como Spirit, que se merece ese adjetivo porque no hay correspondencia entre su enorme calidad y su escaso número de seguidores.
EliminarY en cuanto a los Dead, ya digo: sus discos en estudio -sobre todo los primeros- eran realmente buenos. Para el directo, habría que estar presente.
He estado escuchando la discografía de Spirit muy recientemente y tengo, aun caliente, su recuerdo No son el típico grupo del que tarareas una canción, o rememoras una melodía, a la mañana siguiente de una audición anterior. Te atrapan más el subconsciente, como una tela de araña que permanece durante mucho tiempo en tu interior, sin posibilidad de romperse, vuelves a ellos cuando tienes necesidad de reconocer y gozar con una banda de gran altura compositiva e instrumental. Sus discos son siempre una buen estímulo para aquellos que quieran conocer la vertiente más culta de la música psicodélica de entonces.
ResponderEliminarY de los Dead, ¿qué decir?. Me puse con ellos algo tarde, allá por mitad de los 80, antes adolecían de la chispa que años atrás me encandilaba. Pero fue empezar a escuchar su música y el cambio se produjo de forma instantánea. Un grupo que fluye por mis neuronas como una fuente de eterna juventud, con un sonido imparable en sus expresiones melódicas, inspirador, imaginativo, sosegante.
Saludos,
JdG
No me casaré de reivindicar a Spirit, que por cierto acabaron siendo más populares en Europa que en su propio país. Y repito que a mediados de los 70 era ya la única gran banda que seguía brillando a mucha altura cuando las demás eran una parodia de lo que habían sido.
EliminarY sobre los Dead, ¿qué añadir? Pues nada, que yo me quedo con sus primeros discos en estudio.
Saludos mil,
No conocía a Spirit, es la primera vez que oigo hablar de ellos, y acabo de escuchar por Spotify un tema realmente precioso llamado Taurus. Ahora estoy con Fresh Garbage y también tiene muy buena pinta.
ResponderEliminarPienso que el exito de Grateful Dead está muy vinculado a asuntos extramusicales. Hay que recordar que Jerry García era un agitador del hipppismo de San Francisco y creó toda una comunidad alrededor de él y su gente. Dicen que sus discos nunca reflejaron sus directos, su carisma y su poder de seducción como grupo. No lo sé.
Vaya, herr doktor: ha ido a caer usted directamente en la famosa pieza que al parecer Jimmy Page "olisqueó" antes de ponerse a escribir "Stairway to heaven". Supongo que el bueno de Page no la haría adrede, y en todo caso el parecido es muy leve. Pero claro, con la fama que tiene este hombre...
EliminarEn cuanto a García y sus colegas, lamento no haber asistido a alguno de sus directos como sí hizo el señor Bab, así que poco puedo añadir: prefiero sus discos en estudio, qué le voy a hacer.
Ninguno de ellos es santo de mi devoción pero, si me viese obligado a elegir alguno, por supuesto me quedaría con Spirit. Estoy hablando de memoria, pues no me apetece nada volverlos a escuchar. Vago y cobarde que es uno (aún soy funcionario, coño).
ResponderEliminarSaúde.
Vale que los Dead no sean "santos" para usted, pero creo recordar que Spirit sí le gustaban, don Luis. Espero que, una vez que se haya jubilado, destierre esa vagancia que le aqueja y vuelva por el buen camino...
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