Casi me parece mentira haber llegado hasta aquí, pero por fin hoy terminamos con esto. Y lo único que nos queda es constatar que si aún hoy sigue habiendo rockers, lo mismo pasa en el bando mod. Como todos los grupos de nostálgicos que mantienen la memoria de una época pasada, hay en ellos más estética que otra cosa. Pero en fin, tienen sus locales, se reúnen de vez en cuando para repasar las viejas glorias discográficas… y como ya dije el otro día, cada uno vive como quiere. Y desde luego, mejor vivir oyendo las viejas glorias que el nuevo disco de alguna de esas bandas de rockeros sagrados que deberían haber desaparecido de la tierra hace mucho.
A finales de los años 70, entre la marejada punk y new wave, se produjo un revival mod. Una nueva generación de jóvenes, bien por tener hermanos mayores o por haber descubierto entre las pertenencias de sus papás algún disco comprometedor, se enteraron de que diez o doce años antes había habido una época de pop gozoso, de píldoras sónicas de dos minutos y pico que encandilaron a toda una generación. Y se pusieron a investigar. La primera referencia, por ser la más próxima, era el Northern Soul; pero muchos de ellos buscaron más atrás, en los productos de la tierra. Y ahí descubrieron, entre otros, a los Small Faces: entre algunos de estos jóvenes, el impacto fue brutal. Y el joven más impactado de todos fue probablemente John William Weller, más conocido como Paul Weller.
El bueno de Paul, a semejanza de su amado Steve Marriott, comenzó muy joven: con doce años ya conocía gran parte de la obra de Beatles o los Who y, al igual que ellos, sus primeras influencias a la hora de tocar fueron el rock'n'roll y el r'n'b: Chuck Berry sobre todo. Hasta que en 1974 "me interesé por los mods de los primeros años 60 no sé por qué, tal vez al ver la fotografía de algún grupo… en cualquier caso, el asunto me enganchó profundamente e indagué sobre el tema. Porque la mayoría de los chicos de mi edad nunca habían oído hablar de los mods, o a lo sumo los recordaban como a las bestias míticas de oscuros tiempos". Y ni corto ni perezoso, acabó comprando una Rickembaker, y una Lambretta, y se cortó el pelo al estilo Marriott. De todos modos, como buen hijo de su tiempo, cuando comenzó a grabar con su grupo, allá por 1976, las primeras maquetas eran claramente punk. Y en cierto modo también lo fue su primer LP: "In the city". Su grupo era The Jam.
The Jam son la gran banda neo-mod, la única gran banda, como antes lo habían sido los Small Faces. No tuvieron su brillo, evidentemente -era otra época, más rabiosa-, pero han dejado clásicos para la historia como "Going underground", "In the city", etc. Y cada vez se fueron apartando más del movimiento punk tanto en su música como en su actitud; lo que a veces les costó algún disgusto con bandas más "serias" y "comprometidas" como los envarados Clash, que inicialmente los apoyaron para luego atacarlos por "fachas".
Y aparte de los Jam, hay una ristra de grupos que comenzaron en esa onda y siguieron por otras, o grupos mucho más pequeños. En el primer apartado es destacable una banda que inicialmente se presentó como alumna de la escuela Northern: los Dexys Midnight Runners (cuyo nombre lo dice todo) y que publicaron en 1980 su primer LP "Searching for the young soul rebels". La influencia del soul es clara, y al más puro estilo de las brass bands americanas hay una sección de metales impresionante. Y un homenaje al gran Geno Washington, y… ahí acabó todo. El siguiente disco de los Runners cambia totalmente: la estética de chaquetas de cuero negro y gorros de lana que habían utilizado en su primera época queda desterrada y ahora muestran un look perroflauta a tono con su nuevo disco, "Too-Rye-Ay", una especie de folk-pop que los hizo millonarios, supongo. Y lo que son las cosas: Mick Talbot, uno de sus miembros, se asoció en 1983 con Paul Weller para crear Style Council, una banda que al principio recreó en cierto modo los primeros tiempos de los Dexys.
Hubo otros grupos que se inclinaron hacia la rama ska-reggae-rocksteady, como los Beat o los Selecter, o incluso los primeros Madness. Y por último, los que directamente se afiliaron al pop, a medio camino entre la new wave y lo mod. La mayoría de ellos no pasaron de un buen LP inicial, como Secret Affair (especialmente estos), Vapours, Merton Parkas, etc. Y luego, vuelta a la realidad: a mediados de los años 80 estábamos otra vez metidos en la nostalgia. Y sí, también hubo algunos grupos españoles (Brighton 64, Elegantes, Telegrama, etc): algunos realmentre buenos, otros simples copias de los británicos; pero para un fan todo vale. Aún hoy se ven locales con Vespas y Lambrettas aparcadas fuera… y aunque a mí no me va mucho ese tipo de actitudes, no soy el más indicado para atacarlas: también yo prefiero lo clásico a lo moderno, así que me callo.
Bien, pues se acabó. Me bajo al bar, donde supongo que hoy estará Sam con cara taciturna oyendo a las Gypsies, o a Porter, o… más de una vez lo he pillado tecleando las nueve primeras notas de "Tin soldier" como quien no quiere la cosa. Vamos viejos, Sam.
A finales de los años 70, entre la marejada punk y new wave, se produjo un revival mod. Una nueva generación de jóvenes, bien por tener hermanos mayores o por haber descubierto entre las pertenencias de sus papás algún disco comprometedor, se enteraron de que diez o doce años antes había habido una época de pop gozoso, de píldoras sónicas de dos minutos y pico que encandilaron a toda una generación. Y se pusieron a investigar. La primera referencia, por ser la más próxima, era el Northern Soul; pero muchos de ellos buscaron más atrás, en los productos de la tierra. Y ahí descubrieron, entre otros, a los Small Faces: entre algunos de estos jóvenes, el impacto fue brutal. Y el joven más impactado de todos fue probablemente John William Weller, más conocido como Paul Weller.
El bueno de Paul, a semejanza de su amado Steve Marriott, comenzó muy joven: con doce años ya conocía gran parte de la obra de Beatles o los Who y, al igual que ellos, sus primeras influencias a la hora de tocar fueron el rock'n'roll y el r'n'b: Chuck Berry sobre todo. Hasta que en 1974 "me interesé por los mods de los primeros años 60 no sé por qué, tal vez al ver la fotografía de algún grupo… en cualquier caso, el asunto me enganchó profundamente e indagué sobre el tema. Porque la mayoría de los chicos de mi edad nunca habían oído hablar de los mods, o a lo sumo los recordaban como a las bestias míticas de oscuros tiempos". Y ni corto ni perezoso, acabó comprando una Rickembaker, y una Lambretta, y se cortó el pelo al estilo Marriott. De todos modos, como buen hijo de su tiempo, cuando comenzó a grabar con su grupo, allá por 1976, las primeras maquetas eran claramente punk. Y en cierto modo también lo fue su primer LP: "In the city". Su grupo era The Jam.
The Jam son la gran banda neo-mod, la única gran banda, como antes lo habían sido los Small Faces. No tuvieron su brillo, evidentemente -era otra época, más rabiosa-, pero han dejado clásicos para la historia como "Going underground", "In the city", etc. Y cada vez se fueron apartando más del movimiento punk tanto en su música como en su actitud; lo que a veces les costó algún disgusto con bandas más "serias" y "comprometidas" como los envarados Clash, que inicialmente los apoyaron para luego atacarlos por "fachas".
Y aparte de los Jam, hay una ristra de grupos que comenzaron en esa onda y siguieron por otras, o grupos mucho más pequeños. En el primer apartado es destacable una banda que inicialmente se presentó como alumna de la escuela Northern: los Dexys Midnight Runners (cuyo nombre lo dice todo) y que publicaron en 1980 su primer LP "Searching for the young soul rebels". La influencia del soul es clara, y al más puro estilo de las brass bands americanas hay una sección de metales impresionante. Y un homenaje al gran Geno Washington, y… ahí acabó todo. El siguiente disco de los Runners cambia totalmente: la estética de chaquetas de cuero negro y gorros de lana que habían utilizado en su primera época queda desterrada y ahora muestran un look perroflauta a tono con su nuevo disco, "Too-Rye-Ay", una especie de folk-pop que los hizo millonarios, supongo. Y lo que son las cosas: Mick Talbot, uno de sus miembros, se asoció en 1983 con Paul Weller para crear Style Council, una banda que al principio recreó en cierto modo los primeros tiempos de los Dexys.
Hubo otros grupos que se inclinaron hacia la rama ska-reggae-rocksteady, como los Beat o los Selecter, o incluso los primeros Madness. Y por último, los que directamente se afiliaron al pop, a medio camino entre la new wave y lo mod. La mayoría de ellos no pasaron de un buen LP inicial, como Secret Affair (especialmente estos), Vapours, Merton Parkas, etc. Y luego, vuelta a la realidad: a mediados de los años 80 estábamos otra vez metidos en la nostalgia. Y sí, también hubo algunos grupos españoles (Brighton 64, Elegantes, Telegrama, etc): algunos realmentre buenos, otros simples copias de los británicos; pero para un fan todo vale. Aún hoy se ven locales con Vespas y Lambrettas aparcadas fuera… y aunque a mí no me va mucho ese tipo de actitudes, no soy el más indicado para atacarlas: también yo prefiero lo clásico a lo moderno, así que me callo.
Bien, pues se acabó. Me bajo al bar, donde supongo que hoy estará Sam con cara taciturna oyendo a las Gypsies, o a Porter, o… más de una vez lo he pillado tecleando las nueve primeras notas de "Tin soldier" como quien no quiere la cosa. Vamos viejos, Sam.