jueves, 7 de julio de 2011

1968 (y VI)



"Con el rock se hacía factible explotar al máximo las posibilidades dramáticas de las viejas baladas".
Dave Swarbrick (Fairport Convention)

Parece, por lo que hemos visto hasta ahora, que todo el pastel se lo reparten dos bandos, que el futuro próximo queda diseñado a su medida. Pero está surgiendo una opción alternativa que, sin llegar de momento a los niveles de ventas de los grandes nombres rockeros o progresivos, se va a establecer sólidamente y con el tiempo incluso los trascenderá: el folk eléctrico y su variante más popular, el folk rock.


Cuando hablamos de los géneros básicos (blues, rhythm'n'blues, gospel, etc) no debemos olvidar que todos proceden de unas fuentes ancestrales: el rockabilly no es más que el folk británico o irlandés evolucionado en América, del cual deriva el rock'n'roll blanco. Y los demás géneros, todos de raíz negra, proceden en primera instancia de África; es decir, del folclore africano. Que luego hayan evolucionado, se hayan diversificado, es una consecuencia lógica.

Los británicos, hasta este momento -salvo la novedosa mezcla progresiva de la música sinfónica o electrónica con el rock-, se han limitado a trabajar sobre la materia prima traída de América. Pero desde la aparición de Dylan, que populariza el folk blanco, los tiempos están cambiando (y nunca mejor dicho): sus primeras giras por la Isla abren los ojos a muchos jóvenes, que de pronto caen en la cuenta de que ellos también tienen un pasado musical de muchos siglos. Un rico pasado que parece haber caído en el olvido. Bien, pues algunos de esos jóvenes echan mano a la guitarra acústica y deciden que no es necesario importar más sonidos de América (y tiene gracia que sea un americano quien haya venido a recordárselo). El primero de esos jóvenes en alcanzar la popularidad fue el escocés Donovan, de quien ya hemos hablado cuando hicimos el viaje psicodélico (que, no lo olvidemos, tenía una de sus raíces en el folk). Donovan -el Dylan británico, le llamaban- alternará en su carrera la psicodelia con el folk; y algunas de sus canciones, como "Catch the wind" o "Colours", llegarán a ser interpretadas por los folkies yankis en un ejemplo más del permanente efecto feedback que ha habido siempre entre Estados Unidos y la Isla. Como es lógico, pronto pasa a incluir elementos de percusión y eléctricos en sus discos -como hizo Dylan- y podemos considerarlo ya como el "padrino" del folk rock británico.

Pronto la Isla -e Irlanda, su hermana pequeña- se puebla de bandas más o menos respetuosas con las raíces, más o menos electrificadas. Y de entre ellas destacaremos una, la más famosa, la que con el paso del tiempo ha quedado como referente inevitable para hablar del género; una banda que ha trascendido sobre los nombres de sus componentes y es más un sentimiento que una lista de músicos, sean quienes sean este año o el que viene; una banda que sigue y seguirá haciendo giras para un buen puñado de seguidores irreductibles: Fairport Convention.

Los Convention publican este año su primer disco, homónimo. Se nota que no tienen aún un estilo definido y que, de momento, sus fuentes son más americanas que británicas: la mitad de las piezas contenidas en él son versiones de Dylan o Joni Mitchell entre otros, y hay una fuerte influencia de Jefferson Airplane en el conjunto (recordemos que, antes de ser la banda psicodélica que todo el mundo adora, los Airplane comenzaron partiendo del folk: no otra cosa es su primer disco; y el segundo, si me apuran). Esta obra no tendrá buenas ventas ni será publicada -de momento- fuera de la Isla, pero ya hay algunos jovenzuelos que se prendan del sonido arrullador, cálido, amable, de hogar, que la Convención de Fairport elabora... y de las dos grandes señas de identidad que caracterizan para siempre al nuevo folk: las voces cristalinas y el gran dominio instrumental de sus músicos, sin los aspavientos rockeros, huecos, que habremos de soportar pronto en las "bandas dinosaurio". Los nombres del guitarrista Richard Thompson (y en menor medida el otro, Simon Nicol), el bajista Ashley Hutchings, el cantante Iain Matthews y el batería Martin Lamble son consagrados ya mismo; Judy Dyble, la voz femenina del grupo, no esperará a la publicación de este disco para irse, pero su marcha dará entrada a una de las diosas del género: Sandy Denny, con la que el grupo vivirá su momento dorado (el tránsito entre los términos "folk rock" y "electric folk"). Tal cosa ocurrirá el año que viene, en el que publicarán nada menos que ¡tres discos!

Bien, pues ahí arriba les dejo la emocionante, magistral versión que abre esta primera obra de la Fairport: "Time will show the wiser", del folkie americano Emitt Rhodes. El pobre Emitt nunca se imaginó que iba a cobrar mucho más por derechos de autor gracias a ellos que por su grabación original con los Merry-Go Round: una simple cara B, es lo que Rhodes y su banda hicieron con esta pieza (en un single que no pasó del puesto 63 en la lista Billboard, añado).

Y me bajo al bar, que hoy voy a eclipsar a Sam: sonido blanco todo el día, sí señor. Que uno también tiene su corazoncito. Blanco.


ACTUALIZACIÓN DE ÚLTIMA HORA:
Mi buen amigo y tal vez futuro yerno don Raúl me ha hecho pensar en la posibilidad de que a alguno de ustedes le apetezca conocer la versión original de los Merry-Go Round: aquí se la dejo. El señor Rhodes es el cantante, compositor y líder de este grupo, que no duró mucho.




No se quejarán: hoy, entre el video y el audio estoy que lo tiro, ¿eh..? Tal vez, pero no se acostumbren.