"Con el rock se hacía factible explotar al máximo las posibilidades dramáticas de las viejas baladas".
Dave Swarbrick (Fairport Convention)
Parece, por lo que hemos visto hasta ahora, que todo el pastel se lo reparten dos bandos, que el futuro próximo queda diseñado a su medida. Pero está surgiendo una opción alternativa que, sin llegar de momento a los niveles de ventas de los grandes nombres rockeros o progresivos, se va a establecer sólidamente y con el tiempo incluso los trascenderá: el folk eléctrico y su variante más popular, el folk rock.
Cuando hablamos de los géneros básicos (blues, rhythm'n'blues, gospel, etc) no debemos olvidar que todos proceden de unas fuentes ancestrales: el rockabilly no es más que el folk británico o irlandés evolucionado en América, del cual deriva el rock'n'roll blanco. Y los demás géneros, todos de raíz negra, proceden en primera instancia de África; es decir, del folclore africano. Que luego hayan evolucionado, se hayan diversificado, es una consecuencia lógica.
Los británicos, hasta este momento -salvo la novedosa mezcla progresiva de la música sinfónica o electrónica con el rock-, se han limitado a trabajar sobre la materia prima traída de América. Pero desde la aparición de Dylan, que populariza el folk blanco, los tiempos están cambiando (y nunca mejor dicho): sus primeras giras por la Isla abren los ojos a muchos jóvenes, que de pronto caen en la cuenta de que ellos también tienen un pasado musical de muchos siglos. Un rico pasado que parece haber caído en el olvido. Bien, pues algunos de esos jóvenes echan mano a la guitarra acústica y deciden que no es necesario importar más sonidos de América (y tiene gracia que sea un americano quien haya venido a recordárselo). El primero de esos jóvenes en alcanzar la popularidad fue el escocés Donovan, de quien ya hemos hablado cuando hicimos el viaje psicodélico (que, no lo olvidemos, tenía una de sus raíces en el folk). Donovan -el Dylan británico, le llamaban- alternará en su carrera la psicodelia con el folk; y algunas de sus canciones, como "Catch the wind" o "Colours", llegarán a ser interpretadas por los folkies yankis en un ejemplo más del permanente efecto feedback que ha habido siempre entre Estados Unidos y la Isla. Como es lógico, pronto pasa a incluir elementos de percusión y eléctricos en sus discos -como hizo Dylan- y podemos considerarlo ya como el "padrino" del folk rock británico.
Pronto la Isla -e Irlanda, su hermana pequeña- se puebla de bandas más o menos respetuosas con las raíces, más o menos electrificadas. Y de entre ellas destacaremos una, la más famosa, la que con el paso del tiempo ha quedado como referente inevitable para hablar del género; una banda que ha trascendido sobre los nombres de sus componentes y es más un sentimiento que una lista de músicos, sean quienes sean este año o el que viene; una banda que sigue y seguirá haciendo giras para un buen puñado de seguidores irreductibles: Fairport Convention.
Los Convention publican este año su primer disco, homónimo. Se nota que no tienen aún un estilo definido y que, de momento, sus fuentes son más americanas que británicas: la mitad de las piezas contenidas en él son versiones de Dylan o Joni Mitchell entre otros, y hay una fuerte influencia de Jefferson Airplane en el conjunto (recordemos que, antes de ser la banda psicodélica que todo el mundo adora, los Airplane comenzaron partiendo del folk: no otra cosa es su primer disco; y el segundo, si me apuran). Esta obra no tendrá buenas ventas ni será publicada -de momento- fuera de la Isla, pero ya hay algunos jovenzuelos que se prendan del sonido arrullador, cálido, amable, de hogar, que la Convención de Fairport elabora... y de las dos grandes señas de identidad que caracterizan para siempre al nuevo folk: las voces cristalinas y el gran dominio instrumental de sus músicos, sin los aspavientos rockeros, huecos, que habremos de soportar pronto en las "bandas dinosaurio". Los nombres del guitarrista Richard Thompson (y en menor medida el otro, Simon Nicol), el bajista Ashley Hutchings, el cantante Iain Matthews y el batería Martin Lamble son consagrados ya mismo; Judy Dyble, la voz femenina del grupo, no esperará a la publicación de este disco para irse, pero su marcha dará entrada a una de las diosas del género: Sandy Denny, con la que el grupo vivirá su momento dorado (el tránsito entre los términos "folk rock" y "electric folk"). Tal cosa ocurrirá el año que viene, en el que publicarán nada menos que ¡tres discos!
Bien, pues ahí arriba les dejo la emocionante, magistral versión que abre esta primera obra de la Fairport: "Time will show the wiser", del folkie americano Emitt Rhodes. El pobre Emitt nunca se imaginó que iba a cobrar mucho más por derechos de autor gracias a ellos que por su grabación original con los Merry-Go Round: una simple cara B, es lo que Rhodes y su banda hicieron con esta pieza (en un single que no pasó del puesto 63 en la lista Billboard, añado).
Y me bajo al bar, que hoy voy a eclipsar a Sam: sonido blanco todo el día, sí señor. Que uno también tiene su corazoncito. Blanco.
ACTUALIZACIÓN DE ÚLTIMA HORA:
Mi buen amigo y tal vez futuro yerno don Raúl me ha hecho pensar en la posibilidad de que a alguno de ustedes le apetezca conocer la versión original de los Merry-Go Round: aquí se la dejo. El señor Rhodes es el cantante, compositor y líder de este grupo, que no duró mucho.
No se quejarán: hoy, entre el video y el audio estoy que lo tiro, ¿eh..? Tal vez, pero no se acostumbren.
Dave Swarbrick (Fairport Convention)
Parece, por lo que hemos visto hasta ahora, que todo el pastel se lo reparten dos bandos, que el futuro próximo queda diseñado a su medida. Pero está surgiendo una opción alternativa que, sin llegar de momento a los niveles de ventas de los grandes nombres rockeros o progresivos, se va a establecer sólidamente y con el tiempo incluso los trascenderá: el folk eléctrico y su variante más popular, el folk rock.
Cuando hablamos de los géneros básicos (blues, rhythm'n'blues, gospel, etc) no debemos olvidar que todos proceden de unas fuentes ancestrales: el rockabilly no es más que el folk británico o irlandés evolucionado en América, del cual deriva el rock'n'roll blanco. Y los demás géneros, todos de raíz negra, proceden en primera instancia de África; es decir, del folclore africano. Que luego hayan evolucionado, se hayan diversificado, es una consecuencia lógica.
Los británicos, hasta este momento -salvo la novedosa mezcla progresiva de la música sinfónica o electrónica con el rock-, se han limitado a trabajar sobre la materia prima traída de América. Pero desde la aparición de Dylan, que populariza el folk blanco, los tiempos están cambiando (y nunca mejor dicho): sus primeras giras por la Isla abren los ojos a muchos jóvenes, que de pronto caen en la cuenta de que ellos también tienen un pasado musical de muchos siglos. Un rico pasado que parece haber caído en el olvido. Bien, pues algunos de esos jóvenes echan mano a la guitarra acústica y deciden que no es necesario importar más sonidos de América (y tiene gracia que sea un americano quien haya venido a recordárselo). El primero de esos jóvenes en alcanzar la popularidad fue el escocés Donovan, de quien ya hemos hablado cuando hicimos el viaje psicodélico (que, no lo olvidemos, tenía una de sus raíces en el folk). Donovan -el Dylan británico, le llamaban- alternará en su carrera la psicodelia con el folk; y algunas de sus canciones, como "Catch the wind" o "Colours", llegarán a ser interpretadas por los folkies yankis en un ejemplo más del permanente efecto feedback que ha habido siempre entre Estados Unidos y la Isla. Como es lógico, pronto pasa a incluir elementos de percusión y eléctricos en sus discos -como hizo Dylan- y podemos considerarlo ya como el "padrino" del folk rock británico.
Pronto la Isla -e Irlanda, su hermana pequeña- se puebla de bandas más o menos respetuosas con las raíces, más o menos electrificadas. Y de entre ellas destacaremos una, la más famosa, la que con el paso del tiempo ha quedado como referente inevitable para hablar del género; una banda que ha trascendido sobre los nombres de sus componentes y es más un sentimiento que una lista de músicos, sean quienes sean este año o el que viene; una banda que sigue y seguirá haciendo giras para un buen puñado de seguidores irreductibles: Fairport Convention.
Los Convention publican este año su primer disco, homónimo. Se nota que no tienen aún un estilo definido y que, de momento, sus fuentes son más americanas que británicas: la mitad de las piezas contenidas en él son versiones de Dylan o Joni Mitchell entre otros, y hay una fuerte influencia de Jefferson Airplane en el conjunto (recordemos que, antes de ser la banda psicodélica que todo el mundo adora, los Airplane comenzaron partiendo del folk: no otra cosa es su primer disco; y el segundo, si me apuran). Esta obra no tendrá buenas ventas ni será publicada -de momento- fuera de la Isla, pero ya hay algunos jovenzuelos que se prendan del sonido arrullador, cálido, amable, de hogar, que la Convención de Fairport elabora... y de las dos grandes señas de identidad que caracterizan para siempre al nuevo folk: las voces cristalinas y el gran dominio instrumental de sus músicos, sin los aspavientos rockeros, huecos, que habremos de soportar pronto en las "bandas dinosaurio". Los nombres del guitarrista Richard Thompson (y en menor medida el otro, Simon Nicol), el bajista Ashley Hutchings, el cantante Iain Matthews y el batería Martin Lamble son consagrados ya mismo; Judy Dyble, la voz femenina del grupo, no esperará a la publicación de este disco para irse, pero su marcha dará entrada a una de las diosas del género: Sandy Denny, con la que el grupo vivirá su momento dorado (el tránsito entre los términos "folk rock" y "electric folk"). Tal cosa ocurrirá el año que viene, en el que publicarán nada menos que ¡tres discos!
Bien, pues ahí arriba les dejo la emocionante, magistral versión que abre esta primera obra de la Fairport: "Time will show the wiser", del folkie americano Emitt Rhodes. El pobre Emitt nunca se imaginó que iba a cobrar mucho más por derechos de autor gracias a ellos que por su grabación original con los Merry-Go Round: una simple cara B, es lo que Rhodes y su banda hicieron con esta pieza (en un single que no pasó del puesto 63 en la lista Billboard, añado).
Y me bajo al bar, que hoy voy a eclipsar a Sam: sonido blanco todo el día, sí señor. Que uno también tiene su corazoncito. Blanco.
ACTUALIZACIÓN DE ÚLTIMA HORA:
Mi buen amigo y tal vez futuro yerno don Raúl me ha hecho pensar en la posibilidad de que a alguno de ustedes le apetezca conocer la versión original de los Merry-Go Round: aquí se la dejo. El señor Rhodes es el cantante, compositor y líder de este grupo, que no duró mucho.
No se quejarán: hoy, entre el video y el audio estoy que lo tiro, ¿eh..? Tal vez, pero no se acostumbren.
Joder tío, qué gran entrada, me ha molado, me encanta Jefferson Airplane; lo dicho: gran entrada, feliz verano y a cuidarse :)
ResponderEliminarPues sí que suena bien. La canción me suena, pero como no haya sido en su bar... En Youtube no hay rastro de la original de Rhodes, y buscando a Rhodes no hay rastro de esta canción.
ResponderEliminarEntonces los Fairport son como los superhéroes con antifaz, ¿no? No importa quien esté detrás, mientras se mantenga viva su música. Mola verlo así.
¿El Surrealistic Pillow tiene algo de folk? Esto me confirma, una vez más, que no acabo de encuadrar bien ese género.
Gracias, mister Alex. Los Airplane, en efecto, son una de las más grandes bandas americanas. Sus últimos discos bajo el segundo nombre "Starship" ya eran un poco blandengues, pero en su evolución natural -Hot Tuna- mantuvieron el tipo bastante bien.
ResponderEliminarBueno, don Raúl: para que vea que soy un tío enrollado, ahí arriba tiene la versión original de marras. Pero hay que fijarse más, ¿eh? Yo he dicho que el señor Rhodes grabó esta canción con los Merry-Go Round. Y he ido a Youtube, y allí está. En todo caso, la he subido porque queda bien como complemento al post y porque la grabación de Youtube está en mono.
En cuanto al segundo de los Airplane, si se fija verá que "Somebody to love", sin ese ritmo, tiene una melodía folk; no digamos ya "My best friend", de clara escuela country (o sea, folk) o "DCBA", en el más puro estilo Byrds. Y piezas como "Embryonic journey" o "How do you feeel" ya me contará usted qué son sino folk. Pero no se agobie con esto de los géneros: ya se irá acostumbrando a diferenciarlos, no es nada perentorio.
¡El grupo, es verdad! Vaya fallo. Joe, Sr. Rick, le agradezco mucho su actualización de última hora, esto es un lujazo.
ResponderEliminarNo he podido ponerme ahora el Surrealistic Pillow, pero así de memoria... No sé, tendré que creerle a usted. El tema del folk, lo que le hace complicado a mi entender, es que en teoría es distinto dependiendo del lugar de donde proceda, ¿no? Como se aplica también en España, uno ya se lía. ¿Qué tendrá que ver el folk... gallego, por ejemplo, con el americano? Aparte habrá unas raíces comunes, y un feedback como cuentas entre Inglaterra y América. Está bien saber todo esto.
¡Ah! Que se me olvidaba. Pues 'Time will show the wiser' original tampoco está mal, tiene su magia. Pero la versión es mejor, sin duda.
Esto sí que es buscar en el baul de los recuerdos! Años que no oía a los Fairport. El tema éste no lo conocía pero suena muy bien.
ResponderEliminarAunque no tenga una querencia especial por el folk rock, no hay color comparandolos con los progresivos y demás hierbas. Siempre me han caido bien los folkys, por esos aires que se daban a veces entre idílicos y cándidos.
Pues a mí me gustan las dos versiones, así que estoy el doble de contenta. Hale.
ResponderEliminarSi que está entretenida la trilogía del 69, si. La voz de Sandy (Cruzcampo) suena mucho mejor, incluso en esas canciones de siete u ocho minutos que, a un servidor, pueden hacérsele un poquitín monótonas.
ResponderEliminarPues a mí me ha gustado mucho el original. Será que no le he pillado el punto al folk todavía, a pesar de sus siempre interesantes apuntes.
ResponderEliminarPor cierto, como hija, Rick, ¡¡los suegros no deben confraternizar con los yernos!!! Un poquito sí, pero sin abusar, ¿eh?
Rick, siempre salgo acomplejado de este bar: los comentarios de los tertulianos me hacen sentir un ignorante. Pero me gusta venir a ver la foto donde posa usted (más que posar le mira las tetas) entre su señora y la lasciva Marilyn, entre Chubby Checker y Raveonettes.
ResponderEliminarEso de que Raúl es casi su yerno... perdone que le diga que ya tenía yo apalabrado el compromiso de Raúl con la hija de un amigo mío, Susana, de nombre tan sinuoso y sensual como sus caderas. Claro que, a Raúl, todavía no le he dicho nada. Veremos.
Y, por decir algo relacionado con la música, la versión de los Merry-Go Round me gusta más que la del vídeo.
Buenas noches.
No voy a ser yo quien niegue nada, que con estas coñas que os traéis me siento afortunado, voy a acabar metido en un bus a Galicia o Cataluña con un ramo de rosas y un traje de dandy XD
ResponderEliminarEvidentemente, don Raúl, el folk como raíz musical de un pueblo es tan diverso como diversos son los pueblos del mundo. De todos modos y dejando aparte las músicas puramente instrumentales, una de las claves del folclore suele ser su agradable melodía, la elegancia de su canto.
ResponderEliminarY sí, ambas versiones son encantadoras: una para cada momento del día, es lo indicado.
Vaya, señor Chafardero. Veo que al menos le agrada esta parte de la época. Siempre hay algo a lo que agarrarse mientras el pop está de baja, ¿verdad?
En eso estamos, Lady Dusch. Al parecer, todos los contertulios coincidimos. Doble alegría, efectivamente.
Coincido con usted, don Dani, en que la voz de Sandy es mucho más refinada. Pero tal vez en este disco fuese mejor la de Judy: no olvide que hay pocoas similitudes entre esto y lo que harán después. Y honradamente, a mí también me cargan cuando se ponen a hacer piezas largas: en este género, como en el pop, lo ideal son las piezas de tres o cuatro minutos a lo sumo.
Estimada Jartitta, me alegro de que le guste tanto la versión original; que sea más o menos que la otra da lo mismo, puesto que esa apreciación ya depende del carácter de cada uno. Pero en ambos casos es folk: americano -más acústico y apacible- en la interpretación de los Merry-Go Round y británico -eléctrico, más acelerado- en el caso de los Fairport.
ResponderEliminarEn cuanto al asunto de los suegros y los yernos, será también una cuestión de opiniones. En mi caso, los novios que han tenido hasta ahora mis hijas y que yo llegué a conocer me caían bien: salíamos de copas todos juntos y nos fumábamos los canutos tan ricamente. Es que mis hijas son muy listas, ¿sabe?
¿Ignorante usted, señor Caruano? No me venga con falsas modestias: lo que pasa es que lo suyo es la pintura y ese tipo de cosas. Y cada uno en lo suyo. Igual de ignorante me sentiría yo si usted tuviese un blog en el que se pusiese a contar lo que usted sabe sobre la historia del lienzo. Que por cierto, ahora que lo pienso... póngase a ello, hombre.
Así que Susana, ¿eh? Cierto: sinuoso, sensual, sugerente, sicalíptico... todo "eses" (una consonante que serpentea hasta en su grafía). Pobre don Raúl, la que se le viene encima como se deje aconsejar por usted...
En efecto, don Raúl, puede sentirse usted afortunado. Perop lo del traje de dandy no creo yo que sea necesario: eso déjelo más bien para cuando sea mayor y tenga que asistir a recepciones y ese tipo de saraos. Dé una imagen juvenil, que eso a las de su edad les va más que lo otro.
Ya don Rick, si no dudo que sean dignas hijas de su padre (no esperaba menosXD) pero lo del yerno lo decía porque a mí me daba pelín de coraje discutir con un novio y que mi padre lo defiendiera, encima.
ResponderEliminarAh, era eso. Sí, alguna vez me ha tocado a mí también llevarle la contraria a ellas, pero qué quiere: hay que ser imparciales, ¿no?
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