Apreciados contribuyentes:
Como todos los años por estas fechas, comienzan a prodigarse unas temperaturas inhumanas que suelen causar un profundo desasosiego entre la población civil. En consecuencia ya me va siendo hora de huir al refugio y no volver a asomar mi linda cara hasta que tales calores amainen.
Así pues, deseo a todos ustedes un verano soportable, agradable dentro de lo posible, y espero que allá por septiembre podamos saludarnos todos de nuevo, sin que haya bajas que lamentar; por mi parte les obsequio con un pequeño racimo de musiquillas propias de la estación y desprovistas de voces molestas para que su disfrute sea más simple y liviano.
Cuidado con las quemaduras, que son muy traicioneras.