martes, 26 de enero de 2021
Estados Unidos: los primeros 80's (III)
viernes, 22 de enero de 2021
Estados Unidos: los primeros 80's (II)
Siguiendo nuestra tradición, comenzamos el viaje por los primeros 80s yankis recibiendo una nueva visita de algunos músicos ya veteranos cuya carrera esté en pleno desarrollo, y los Talking Heads son el mejor ejemplo. Aquel grupo que comenzó en el CBGB con una propuesta entre post punk, new wave y funk ha ido sofisticando su sonido sin perder la vocación experimental que los hace tan atractivos. Tal vez ese biotipo de banda arty, como etiqueta, pueda crear a veces un cierto rechazo, y por otra parte David Byrne, su creador y líder, es un personaje muy poco afectivo que da una imagen entre neurótico y cultureta bastante peculiar. Pero eso es lo de menos: como siempre lo que importa es el material, y los Heads llegan a la nueva década ya consagrados gracias a dos discos sobresalientes.
En verano de 1979 se presenta el tercero, titulado "Fear of music" y en el que de nuevo participa Brian Eno como productor junto al grupo. La evolución que había comenzado en su disco anterior se va concretando aquí, con un claro protagonismo de las estructuras rítmicas sobre cualquier otra consideración. La influencia africana, pasada por el tamiz occidental de Eno y Byrne, da como resultado una música de mucho carácter y que sin embargo suena plenamente actual. Hay que recordar que en ese momento las discotecas están entregadas completamente al funk, un estilo que los Heads han ido enriqueciendo desde sus comienzos; por otra parte, el propio Byrne afirmaba que la música disco, en cierto modo, era también una de sus influencias. Y el resultado es una de las mejores obras de su carrera, que nos lleva desde el estilo casi "racial" de la apertura con "I Zimbra" hasta las melodías cercanas al pop como "Mind", que muy inteligentemente va situada en segundo lugar para que pronto le quede claro al oyente el abanico en el que se mueven. Que dos de sus piezas más recordadas sean la muy bailable "Life during wartime" junto a la casi estática "Heaven" resulta revelador.
"Remain in light", a finales de 1980, es la consecuencia lógica de los dos discos precedentes. Eno sigue al frente de la producción y no hay grandes cambios en el sonido, pero se refuerza ese tono "africano" tanto en el sonido como en la base rítmica. Para entonces ya va quedando claro que el grupo es el vehículo de expresión de Byrne, que controla prácticamente todos los aspectos creativos: a Jerry Harrison no le importa mucho, pero Chris Frantz y especialmente Tina Weymouth se muestran cada vez más disgustados con los modos casi dictatoriales del líder. Es evidente que las relaciones no son buenas; pero tanto la crítica como los fans se muestran entusiasmados, así que de momento la situación se va manteniendo. De todos modos cada vez hay más épocas de distanciamiento entre grabaciones y giras, dando como resultado que no habrá nuevo disco en estudio hasta dos años después. Para cubrir el expediente, en el 82 se publica "The name of this band is Talking Heads", un doble en directo que pasó un tanto desapercibido. Lo cual se hace extraño, porque además de una excelente selección de temas el sonido es de lo más "honrado" que se puede encontrar en esa época: tal vez me equivoque, pero juraría que hay pocos arreglos posteriores, ni overdubs, ni cosas por el estilo. Suena fresco, real, como debe sonar un directo.
La publicación en verano del 83 de "Speaking in tonges" resuelve las dudas que había sobre la continuación del grupo y, sobre todo, si las tensiones internas podrían afectar a la calidad de su música. De hecho, un dato "inquietante" sobre el nuevo disco es que, por ese distanciamiento y los trabajos en solitario de sus miembros, el tiempo transcurrido entre los comienzos de su grabación -justo un año antes- y el remate, casi siete meses después, es inusualmente extenso teniendo en cuenta que los Heads suelen ser una banda que no se demora mucho en el estudio. Ya no está Eno, así que también la producción es exclusivo asunto del grupo -suponemos que de Byrne mayoritariamente-. Pero los temores quedan liquidados de inmediato con el arranque de "Burning down the house", que se convierte al momento en una de sus canciones fetiche: no hay grandes variaciones con respecto a los anteriores, pero sí se nota que el funk está adquiriendo un moderado tono pop que hace su sonido más luminoso. En consecuencia es también más ligero, pero sin perder en ningún momento la altura que han alcanzado. Y entre unas cosas y otras resulta que estamos ante el disco más vendido de su carrera. No solo eso, sino que además Jonathan Demme, el aclamado director de cine, filma unas cuantas actuaciones-tipo de la banda durante la gira de presentación del disco y el resultado se verá en 1984: "Stop making sense" es una de las mejores obras documentales en la historia del cine musical, al mismo tiempo que un excelente (aunque corto) disco en directo. Los Heads llegan al final del primer quinquenio de los 80 como la banda más interesante que pueden ofrecer los Estados Unidos en ese momento: si recordamos sus primeros tiempos del CBGB, la evolución es impecable. Y cuando llegue el segundo quinquenio ya veremos.
... Y ya puestos... aquí va un regalito. Hoy estoy que lo tiro...
miércoles, 20 de enero de 2021
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