sábado, 27 de noviembre de 2010

Música para mods y otras hierbas (VI)


Quedamos en que hoy toca hablar de las luminarias con sello Motown. Pero antes hay que recalcar eso que dije de "emperador romano" para referirme a Gordy: durante los años de oro de esta casa, ni un solo aspecto de la fase de producción escapaba a su control (solía comparar Motown a la cadena de montaje de Ford, donde él había trabajado). Así, uno de sus conceptos más característicos era lo que él llamaba "control de calidad": ponía a sus representados en manos de grandes letristas (Holland, Dozier y Holland, Ashford y Simpson o el mismo Smokey Robinson) y un nutrido grupo de músicos (agrupados bajo el nombre de "Earl Van Dyke & The Soul Brothers), y la mayoría de las futuras figuras -salvo aquellas que demostraban tener aptitudes para la composición- eran simples muñecos en sus manos. Finalmente, de la estrategia de las casas de soul copió esa costumbre de que una buena canción merece ser versionada al mismo tiempo por más de un intérprete, y Hitsville echó a andar con unos resultados económicos apabullantes; las frecuentas disputas de sus figuras por los contratos leoninos y la falta de libertad a la hora de grabar estuvieron a la orden del día, pero no puede negarse que la cosa funcionó muy bien. Y así, en una humilde casita de dos plantas, comenzó a producirse "el sonido de la joven América", otro de los slogans preferidos de Gordy, impreso en el sello de cada disco.

Smokey Robinson & The Miracles fueron lógicamente el buque insignia de la casa, y el primer éxito de Motown ("Get a job") es suyo. Pero Smokey es un superdotado: hombre de negocios, compositor, cantante particularísimo (con un falsete intenso, conmovedor), fue un personaje tan fundamental como el propio Gordy. Y el mejor poeta americano vivo, según el mismísimo Dylan. Y cuñado de Gordy. Y vicepresidente de la compañía. Y productor de las Supremes, Tempations… una figura imprescindible no ya para Tamla Motown, sino para la historia de la música popular americana.

El bueno de Smokey también era cazatalentos: fue él quien presentó ante Gordy a un niño ciego de 11 años al que todo el mundo llamaba "Little Stevie". Un niño prodigio que a esa edad dominaba el piano, la armónica, la batería y cualquier elemento de percusión. En 1963 grabó su primer disco, titulado "Homenaje a Ray". Era un título de doble sentido: por una parte rendía admiración al gran Ray Charles, pero el mensaje subliminal era: "Motown también tiene un Ray Charles". Y vaya si lo tenía: en 1970 el "niño" llevaba ya 12 LPs grabados, y en esa nueva década, con un contrato especial, total libertad de creación, grabación y producción, consiguió 15 grammys (en una época en la que eso significaba algo) y que algunas canciones suyas fuesen versionadas por los personajes más dispares. Es evidente que para entonces ya no era un niño: era el señor Stevie Wonder.

Siguiendo con los cerebros grises de la casa, es de lamentar que nadie recuerde hoy a Norman Whitfield. Esto es debido a que muy poca gente se fija en quién produce o escribe una canción, pero el caso es que, solo o en compañía de Barett Strong, constituyó el ala más avanzada de la Motown: él le dio el aire psicodélico que lucen algunas composiciones de los Tempations y Edwin Starr, produjo a la mayor parte de los artistas "serios" del sello e incluso elevó a lo más alto a la única banda blanca que llegó a triunfar realmente en Motown: Rare Earth. La producción, composición y sonido de "Ma", el disco más cerebral de este grupo, son perfectos. Y no vean ustedes las canciones que compuso: vayan a la Wikipedia y seguro que flipan ("ah, pero esta canción… y esta… y esta… ¿son del tal Whitfield? Joder, qué nivel").

Bueno. Pues ahora que ya conocemos un poco las tripas del engranaje Motown y a algunos de sus personajes básicos, el próximo día hablaremos de unas cuantas estrellas. Simples estrellas, sin el peso específico de estos monstruos de los que he hablado hoy: sólo intérpretes, músicos o cantantes para quienes los otros componían las canciones, pero que daban el lustre necesario, la imagen y la pasión que hicieron de Hitsville el imperio romano al que Berry Gordy aspiraba.

No se me enfríen.


domingo, 14 de noviembre de 2010

Música para mods y otras hierbas (V)



Bueno, pues ya estamos en Detroit. El ambiente aquí es muy distinto al de Chicago, no digamos ya al de Memphis y toda esa zona: aquí hay una potente industria automovilística (Motor City es el apodo de esta ciudad) y se necesita mucha mano de obra. Un montón de morenos llegan atraídos por el trabajo fácil y el bajo nivel de racismo; por otra parte el ambiente es más festivo, como corresponde a una zona próspera. Aquí, entre gente "renacida" por la alegría del dinero, los géneros "tristes" como el blues pasan a un segundo plano: el pop negro, que hasta ahora sólo se ha manifestado a través del doo-wop, va a ser una de las principales señas de identidad de Detroit gracias a una casa discográfica llamada Tamla Motown.

Berry Gordy es un chico al que las cosas no le han ido muy bien hasta ahora: la música lo vuelve loco, y en 1953 montó una tienda de discos de jazz. Pero dos años después, endeudado, tiene que cerrarla y ponerse a trabajar en la Ford. El caso es que sigue dándole vueltas a las corcheas, e incluso escribe canciones que manda como un desesperado a todo cuanto concurso se le pone por delante. Y un día tiene suerte: un tal Jackie Wilson, que ha estado cantando en varios grupos, de doo-wop la mayoría, emprende una carrera en solitario y necesita una buena canción para su primer single. Y miren ustedes por donde, Berry y una hermana suya acaban de componer "Reet petite", una canción que Al Green, representante de Jackie, caza al vuelo. La canción se hizo más famosa con el paso del tiempo que en ese justo momento (aunque en la Isla, allá, lejos, llegó al puesto 6), pero fue suficiente para que Berry se hiciese un nombre, colaborase en nuevas canciones para Jackie y que el dinero comenzase a llegar.

De ahí salta a la producción de artistas: él es quien lanza a Smokey Robinson & The Miracles, y el propio Smokey le recomienda que monte una casa discográfica. Sus papás le prestan 800 dólares y con ese dinero más lo que ya lleva ahorrado monta Tamla Records, que inicialmente iba a dedicarse al r'n'b. Poco después, con la intención de diferenciar los mercados, crea otra casa: Motor Town Records, abreviado a Motown. Pero al final une las dos casas en una sola: exactamente, Tamla Motown, que nace en la primavera de 1960. A Berry le gustan mucho los apodos, y ya le había dado uno a su primer sello: Hitsville. Ese apodo, tan brillante como real, acompañará en la memoria colectiva a los fans para toda la vida.

Berry ya está en su salsa: como si de un emperador romano se tratase, él elige productores, compositores, ingenieros de sonido, busca nuevas figuras… Tamla Motown es él y solo él por muchos años. Y aunque hay piezas de r'n'b, gospel o duduá, el grueso del catálogo es pop. El pop negro. A veces se ve en alguna página de Internet a gente confundida que mete a la Tamla en el mismo saco que el soul, pero eso no tiene sentido: Stax, Volt y luego Atlantic tienen un espíritu gospel, totalmente diferenciado del estilo Motown, aunque a veces oigamos alguna canción en la que sea difícil distinguir su origen. Y juntos, soul y Motown son el principal alimento de los mods; de otras hierbas también, pero sobre todo de los mods.

Bueno, pues ya veremos próximamente quiénes fueron las mayores luminarias de esta bendita casa. A seguir bien. Y abríguense, que hace frío.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Música para mods y otras hierbas (IV)


"Lo que diferencia al soul de anteriores estilos negros es la sombra de la Iglesia: prácticamente todos los soul singers se inician cantando en el ámbito religioso. Las estructuras musicales y las fórmulas vocales del gospel están presentes en el soul; la novedad es que se trata de una música profana." 
Diego A. Manrique

Esta consideración del maestro es muy ajustada, no hay duda. Pero no cubre todo el espectro soul, sino que se circunscribe únicamente a los cantantes: los músicos en cambio, vienen en su mayoría del rhythm'n'blues. Y ahora espero que vaya quedando claro el porqué de mi rollo anterior: era necesario aclarar qué es el gospel para entender los orígenes del segundo género que encandiló a los mods y otras hierbas (segundo en aparición, que no en popularidad: el soul fue el género preferido de los mods). En cuanto al duduá, diré que de los grupos vocales como Platters, Belmonts, Penguins, Moonglows, etc, viene otra de las tradiciones soul: los coros a medio camino entre el gospel y la balada.

El soul fue la llave de entrada de los músicos y cantantes negros en el mercado generalista, y lo hicieron en tromba: los años 60 no serían lo mismo sin ellos. Por una parte, las letras eran perfectamente asumibles por el público blanco; pero su fuerza, su fiereza en algunos casos, rindió a los jóvenes tanto americanos como europeos. "Soul" es, otra vez en palabras de don Diego, "densidad emocional, grandeza vocal, medicina espiritual, ostentación racial, optimismo generacional". En fin… me limitaré ahora a recordar a cuatro de los personajes fundamentales de este género; que lleva 50 años vigente, muy por encima de las modas o las épocas:


Ray Charles: este señor es oficialmente quien da el paso del r'n'b al soul a finales de los años 50. Aunque en su primera época se dedica a popularizar tonadas de origen gospel, su formación clásica acaba triunfando y en 1959 graba "What'd I say", que es probablemente la pieza más representativa del cruce entre todos los géneros negros de la época. Luego siguió su camino, saltó de unos estilos a otros -desde el jazz hasta el pop- y está considerado como uno de los más grandes músicos negros de todos los tiempos.

Aretha Franklin:
"Lady Soul", le llaman. Qué más puedo decir (incluso llegó a grabar un LP con ese título, en 1968). Nacida en Memphis e hija de un predicador -como Dios manda-, procede directamente del gospel y eso se nota en la mayor parte de su obra. Miles de alumnas aventajadas ha tenido esta señora.


Sam Cooke:
el preferido de los mods, su rey. Éste era de Mississippi, otro vivero del soul. Al igual que Aretha, su padre era también predicador (¿queda clara la influencia de la Iglesia que dice don Diego?). Es una de las grandes voces del género, pero por desgracia vivió poco: la encargada de un hotel le pegó unos tiros, según ella al confundirlo con un asaltante. La verdadera historia es un poco más complicada -y hay unas cuantas páginas en Internet en las que se resume bastante bien-, pero el caso es que tenía 33 años. Small Faces y Who lo adoran.


Otis Redding:
Fue el sucesor de Cooke, y por lo tanto el título de "Rey del soul" es compartido. Otro monstruo, que por las fechas en las que llegó a la cumbre influyó no solamente a los mods, sino también a las bandas de r'n'b británicas como los Stones: su versión de "Satisfaction" es mundial. También murió joven, pero por culpa de la aviación: su avión cayó con él y su banda cuando sólo tenía 26 años.


Y, en el terreno del soul instrumental, el más cercano al rhythm'n'blues, es de ley recordar al menos a la banda más famosa de aquella época: Booker T. & The MG's, que además de ser el grupo que grabó con los más grandes del género (eran los que acompañaban en la divina Stax a las voces de Redding, Wilson Pickett o Sam & Dave en muchos de sus éxitos), tuvo una propia y brillante carrera discográfica.


Hay otros muchos nombres, claro; pero estos, a mi modo de ver, son los principales. Y ya va siendo hora de abrir el bar, así que me despido. Por otra parte tengo que vigilar mis horarios y descansar un rato en cuanto pueda, porque dentro de unos días Sam, ustedes y yo tenemos un vuelo a Detroit. Preparen las maletas.