lunes, 22 de mayo de 2017

Estados Unidos: los primeros 70s (VI)



Si el otro día nos visitaron dos bandas cuya carrera se basa en los géneros más tradicionales, quien hoy nos honra con su presencia es en sí mismo su propio género: don Francisco Zappa. Un músico de formación tanto clásica como vanguardista, un verdadero experto en todo tipo de estilos. Poseía una creatividad descomunal, que supo desarrollar la expresión de ese dominio con una técnica admirable a la guitarra, una increíble variedad compositiva y todo ello aderezado con un agudo sentido del humor. Su voz, profunda y bien modulada, nos iba cantando unos espléndidos sinsentidos o unas ironías sangrientas producto de su profundo conocimiento del americano medio, o ya más directamente, del ser humano en general. Las habilidades de Zappa sobre tantas materias distintas lo convierten en una especie de renacentista excéntrico que se ríe de su propia sombra pero que no está loco en absoluto: su producción desmesurada, realmente excesiva, le proporcionó el dinero suficiente para mantener siempre unas puestas en escena atractivas, con unos equipos de sonido magníficos y por supuesto apoyado por un plantel de músicos notable que iba renovando con regularidad y a los que dirigía con mano de hierro (sí, otra cosa es su carácter, con aspectos discutibles). Y por el hecho de constituir un universo completo, no ha dejado escuela: sus técnicas a la guitarra son objeto de aprendizaje, pero su obra musical es única. No habrá otro como él porque no puede haberlo, sencillamente. 

Su carrera discográfica arranca en 1966 con la publicación de “Freak out!”, en el que ya se contenía la esencia de sus ideas sociales o políticas y de sus tendencias sónicas: tanto unas como las otras andaban cerca de la acracia. Solo se puede entender que semejante disco (¡doble, además!) llegase a las tiendas en aquella época si recordamos que lo lanzó Verve, uno de los sellos más prestigiosos en el mundo del jazz y que por entonces estaba buscando un sitio en el mercado del rock de vanguardia; también fueron ellos los que publicaron el primero de la Velvet, aunque por desgracia esa vocación aventurera duró poco. Pero volviendo a don Francisco, a partir de ahí surge una creciente legión de aficionados que le seguirán hasta la muerte, del mismo modo que otros no lo soportan. Y creo que en este caso, como en otros muchos, lo más saludable es mantenerse en una prudente equidistancia: tanto a su nombre como al de Mothers of Invention (yo no veo la diferencia) tiene discos magníficos como ese, aunque solo fuese por su vocación de ruptura; o “We’re only in it for the money”, del 68, o el genial “Hot rats”, del año siguiente. Pero también hay relleno, porque es imposible que un músico, por muy bueno que sea y con un ritmo de actuaciones tan alto como tuvo él casi desde el principio, pueda llegar a grabar hasta tres discos por año. Algo no cuadra, y lamento decir que algunas de sus propuestas me resultan intragables. Aunque por supuesto hay fans que le aplauden todo: a cada nuevo disco corren a la tienda a comprarlo sin necesidad de escucharlo antes. 

La llegada de la nueva década le sienta muy bien a don Francisco: se va relajando su tendencia a epatar al personal, su discurso y sus actitudes teatrales se acomodan un poco y la música se convierte en casi la única protagonista. En parte sigue las directrices marcadas desde su primer disco, que se definieron con más claridad en “Hot rats” (“Una película para tus oídos”, decía él), una fusión de rock con jazz e incluso la música concreta (herencia de su adorado Edgar Varèse), aunque por supuesto sin abandonar del todo ese tono de coña que es una de sus señas de identidad. En 1970 lo vemos a toda máquina con la publicación de tres discos, de los cuales destacaría el primero, “Burnt weeny sandwhich”, una continuación de “Hot rats” y al mismo tiempo una transición hacia un sonido más denso, que se confirma luego en “Chunga’s revenge”, el tercero. En 1971 Zappa consigue presentar una película titulada “200 motels”, escrita entre él y el director británico Tony Palmer, que en esencia viene siendo una especie de documental surrealista sobre la vida loca de los músicos; por supuesto, la banda sonora fue uno de los discos más vendidos en su carrera. Pero esa teórica locura seguirá siendo tremendamente productiva en todo momento: el año siguiente publica otros tres discos, y seguirá a toda marcha hasta que a finales de la década (en 1979) llegará a publicar ¡cinco!, entre los que además hay un doble, el legendario “Sheik Yerbouti”. Sumando directos, bandas de supuestas películas o proyectos para ellas y discos oficiales, para entonces Zappa ya lleva aproximadamente unos treinta. Ah, y el mercado del disco pirata va a toda marcha, en fuerte competición con Grateful Dead: tal vez otros treinta por entonces. 

Cuando Zappa murió, en el 93, iban más de sesenta discos oficiales; desde entonces se han publicado otros cuarenta, más o menos. De los piratas ya se había perdido la cuenta mucho antes. Comprenderán ustedes que ante semejante producción es muy difícil considerar su obra al detalle. Pero tampoco hace falta: los puretas tenemos nuestros preferidos, cada uno los suyos. Y a las jóvenes generaciones les recomiendo que se dejen aconsejar por sus mayores antes de ir a por tres o cuatro discos de este señor, así a voleo, porque pueden sufrir una gran desilusión que los lleve a abandonar el intento: Zappa es grande, muy grande, pero su obra es algo así como un campo minado. Hay que llevar un plano para internarse en ella. 


18 comentarios:

  1. Mi relación con don Francisco ha sido ambivalente, seguidor de las primeras grabaciones suyas que llegaron a España, las de la colección Historia de Pop dedicadas a él y los Mothers of Invention y que se tradujeron en mi admiración por su idiosincrasia fuera de los cánones de la época, últimos 60. No le recuperé hasta los inicios de los 80 cuando le ví en directo en el Pabellón del Madrid y, recuerdo, me quedé pasmado con su orquesta y sonido de la guitarra, magníficos ambos. Era el momento de sus "Sheik Yerbouti" y la saga "Joe´s Garage", discos que tengo en gran estima. Me sumergí de nuevo en los meandros del olvido hasta que, recientemente, he ido recuperando sus mejores grabaciones, las primeras hasta "Hot Rats", más que nada por el prurito de tenerlas y que no me llamen lechuzo. Y vale, ahí están..., no dejo de admirarlas (sobre todo el "Hot Rats") pero tampoco es el suyo un trabajo que me encandile hasta la ferviente devoción. Eso sí, reconozco su enorme aportación.
    Saludos,
    JdG

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    1. Dejando aparte su tremenda calidad sobre un escenario (algo que no puede negar nadie), lo que resulta evidente es que tanta profusión discográfica nunca puede ser buena. Yo tengo una buena parte de sus discos hasta finales de los años 70, y algunos sueltos a partir de entonces; pero aún así hay algunos que no escucho desde hace un montón de tiempo, y al final siempre pongo los mismos. Supongo que a todos nos pasa igual, y no solo con el señor Zappa: imagínate a Neil Young, por ejemplo. Otro del que he perdido la cuenta.

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  2. Trolling Like Crazy22 de mayo de 2017, 20:14

    Creo que Frank Zappa fue víctima de ese fetichismo supersticioso que algunos aficionados experimentan para con sus ídolos. Yo tenía un amigo empeñado en poseer todos los discos de los Beatles. Siempre me pareció un despropósito. Los Beatles tienen buenos discos (más propiamente, buenas canciones) y otros que no lo son tanto. Y sucede con todos los músicos: tienen sus momentos fulgurantes y otros de decadencia o de simple falta de inspiración. Pero admito que en el caso de los mejores, algunos momentos de genialidad les redimen de otros trabajos más mediocres, y Frank Zappa es uno de ellos.

    Saludos.

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    1. Y bueno, lo de los Beatles aún tiene su lógica: fueron la banda más importante de la Historia (no digo "la mejor", concepto mucho más discutible), y su discografía es relativamente fácil de abarcar. pero hablemos de sus competidores supuestamente directos: los Stones. Salvo que se sea un fan compulsivo, ¿a quién se le ocurre tener toda su discografía?

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  3. Único. Sí, tal vez sea la palabra que mejor lo defina. Reconozco que sólo conozco un 0’0001% de su producción, y que mucho de lo que conozco me parece insufrible, pero le estaré eternamente agradecido por diez o doce canciones.

    Dicen que lo que más te cuesta comprender es, al final, lo que más te va a gustar, y eso me ocurre con Zappa (con algunas cosas). Mezcló músicas de todos los pelajes cuando aún no se hablaba de fusión y parece ser que sus letras eran muy atrevidas (estudié francés). En el Sheik Yerbouti recuerdo que parodiaba cruelmente a varios popes intocables de la música de entonces, y se negó a pedir perdón por ello, pese a que lo políticamente correcto no es solo de ahora. ¿Era todo una pose utilitaria? Me la sopla; era muy agradable creer que había alguien a quien no le importaba enfrentarse a lo establecido.

    Saúde.

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    1. Ese es el punto, porque estamos ante un músico que no ha dejado escuela salvo en su técnica con la guitarra. Su especial carácter y sus vastos conocimientos, además de esa tendencia a mezclar todos los ingredientes en la misma pota, lo hacen único, en efecto. En cuanto a las letras, tampoco es que importen mucho: él mismo las valoraba como un añadido necesario aveces pero no imprescindible, y una buena parte de su obra es básicamente instrumental.

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  4. Hols Rick:
    Pues cuando anunciastes esta serie, pensé que empezarias con este señor, pues es de lo mas importante de la música americana, pero no.
    Zappa fue un genio que pocos discuten, y como los genios tienen patente para apalizar al personal y que encima babeen, tiene algunos discos insufribles, junto con muchísimas maravillas.
    De los "Brasas" destacaria el 200 Motels, quizás la "Brasa más clásica e idolatrada".
    Efecticamente los setenta le sentaron de maravilla y se compadeció de sus acerrimos fans, creando los discos mas audibles y alejandose cada vez mas de sus "magistrales torturas".
    Tengo los treinta y pico primeros Lp, s en vinilo, la mayoria los compré en Andorra a 200 pesetillas, incluyendo los no editados en España.¡Anda que no bacilaba yo con mis discos americanos de Zappa!
    Creo que fué irrepetible e hizo lo que le dió la gana, cosa que es de admirar, y sus discos todavía tienen vigencia.
    Buena entrada.
    Jose

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    1. Muy buenas, José. Ya que hablas de "importancia", vuelvo a los Beatles. Yo creo que Zappa es un músico de altísima calidad, pero el asunto de la importancia siempre se considera en función de la "herencia", por así decirlo, que deja un artista, y en ese caso Zappa no dejó escuela. Por lo tanto, no creo que sea el personaje fundamental que haya de abrir una serie: los Airplane o los Byrds fueron más importantes que él para la historia del rock yanqui, o ya puestos para el rock en general. Y sí, hablando de brasas yo también creo que el "200 Motels" es una de sus brasas más jaleadas.

      Pero ojalá hubiese más irrepetibles como él, ¿verdad? Por desgracia, en esta época lo dudo mucho.

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  5. Coincido con casi todo lo que comentas en este artículo. Tengo a Zappa por uno de los genios de la música. También hay discos que no los puedo tragar, pero algunos como Hot Rats, Chunga’s revenge, One size fits, Zoot Allures, Sheik Yerbouti o Joe's Garage, me parecen fantásticos.

    Saludossssssssssss

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    1. Y yo veo que coincidimos en los discos también, mister Bab: de los que tú citas, solo discrepo en el "Zoot allures", que me carga un poco; lo cambio por el "Apostrophe", del 74, y tenemos una media docenita fantástica.

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  6. Yo soy de esos que ha visto no hace mucho tiempo la peli 200 motels, un Made in Zappa en toda regla con su candor vanguardista y sus ganas de romper estereotipos a cada segundo.
    Ese furor antiacadémico es lo que hace que su obra tenga tantos vaivenes y viaje desde lo sublime al fuego de artificio pedante. Pero es que cuando es grande es que acaba contigo, el Hot Rats es tan obra maestra que puede mirara a la mayoría de la música de su tiempo con absoluta, justa y despreciativa condescendencia.
    Murió demasiado joven, quizás con su presencia activa y militante el mundo actual sería un lugar si no más humano, más divertido.

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    1. La película tiene mucha gracia, herr doktor, y es uno de esos casos en los que la parte visual de Zappa compensa a la musical, porque en cambio la banda sonora me resulta bastante insufrible.

      Y sí, ese continuo tránsito entre maravillas y petardos es clásica entre los artistas que se arriesgan a sorprender continuamente, y ese es también su encanto. Por suerte, los aficionados podemos elegir lo que nos gusta y pasar del resto.

      Sí, también yo echo de menos aquella incansable facilidad para el humor. Era uns especie de Groucho Marx pero en músico de rock.

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  7. es curioso lo de Zapa, cada uno de mis colegas tiene un disco que adora y no coincidimos, es más, los discos de los otros ni fu ni fa. En vista de los comentarios he vuelto a pinchar el Hot Rats y me ha vuelto a dejar ese sabor agridulce, el eco que se queda deambulando entre las neuronas. Tendré que poner Jewish Princess del Yerbouti para dejar las neuronas tranquilas de nuevo.

    Salud

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    1. Eso suele pasar bastante, mister Chuan, pero de todos modos parece que hay algunos discos en los que coincidimos casi todos: esa media docena que ha sugerido Bab, con algunos retoques, es la más popular en general. Y el Yerbouti, sí, es de lo más brillante de Zappa... y aún encima es bastante sencillo de escuchar, es uno de sus discos más populares.

      Salud también.

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  8. Ey, Chuan, aprovecho que andas por aquí para preguntarte qué es lo que pasa con 1PocodMusica; he intentado entrar después de mucho tiempo y no aparece la página. ¿Sabes que hay que hacer para contactar de nuevo?

    Saludos, maño. Y espero que relances tu magnífica web PieldToro de nuevo con todas esas joyitas de música del país.

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    1. He ido a mirar y parece que funciona bien. de todos modos también parece que está en dos direcciones distintas, probablemente una antigua y otra más reciente. A ver si es que has pinchado en alguna página que ya no existe...

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    2. ha cambiado casi todo, ahora es solo http://1pocodmusica.com ya no está el dtodo1poco, también el diseño, etc.

      respecto a los discos vamos poniendo, pero tengo muy poco tiempo libre y se lo come la radio, donde si que pongo joyitas inencontrables, creo que ahora no pasa de 60 discos, en cartera hay como 200 esperando, creo que el siguiente sera Asturcon, aparte del blues que esta en un hilo y ya hay varios, sobre todo de tus paisanos Bab.

      Perdón por la salida de tiesto Rick.

      ;)

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    3. Ah, pues ya está: acabo de poneros en la columna de "buscados". Lo que pasa es que al no ser un dominio de Blogger no hay icono ni nada, pero en fin...

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