lunes, 18 de noviembre de 2013

1971 (III)


Siguiendo el escalafón y en abierto antagonismo con el estilo Stones, hoy nos toca recordar a una de las bandas más genuinamente british que ha dado la Isla: mis amados Who. Y sí, otra vez tengo que usar un post para un solo disco. Como sigan pasando cosas raras, me temo que de este año no salimos. Aunque el disco lo vale, por supuesto: dejando aparte mi implicación personal (en este local mando yo, y entre Stones y Who tengo muy clara la preferencia), creo que todo el mundo estará de acuerdo en que tanto unos como los otros se hallan en un gran momento. 

Y sin embargo habíamos dejado en 1970 a Peter Townshend absorto, con una empanada mental que ya estaba preocupando a sus amigos: de puertas afuera, la publicación del glorioso directo “Live at Leeds” había sido un magnífico recordatorio a los fans -y sobre todo a la prensa maledicente- de que el grupo estaba en plena forma, pero la espinosa afición de Pete por las obras conceptuales y la alargada sombra de “Tommy” lo tienen obsesionado. Ese proyecto Lifehouse en el que lleva más de un año trabajando choca con dificultades logísticas y la incomprensión del resto de la banda, que no acaba de entender con propiedad las implicaciones “metafísicas” del asunto. Y a este desencuentro se suma otro: lleva tiempo proyectando una versión para el cine de “Tommy”, pero no consigue un buen guión. Kit Lambert, que además de ser su productor fijo desde 1966 es también su manager, le ha proporcionado uno, pero a Pete no le gusta y lo desecha. Y entonces Kit se pasa de la raya: sin consultarle, intenta venderlo a la primera compañía cinematográfica que encuentre. Sus intenciones llegan a oidos de Pete, que ya está escamado además por la creciente adicción a la heroína que sufre el ahora traidor, y en consecuencia el grupo decide romper sus relaciones con él. Es una decisión dolorosa, aunque volverá para coproducir “Quadrophenia” (ya veremos si lo consigue), y mientras las cosas se serenan deciden contratar a Glyn Johns, uno de esos nombres mágicos del negocio musical isleño. Pete hace un último intento ante Stanley Kubrick, cuya odisea futurista “2001” se ha convertido en una biblia para nuestro amigo, pero Kubrick pasa de su oferta: la película “Tommy” tendrá que seguir esperando. Como ven, todo son desgracias. 

Esas desgracias llevan a Pete a una situación depresiva, rayando en la enfermedad mental. Pero entre las enseñanzas del amado maestro Meher Baba, su gurú de guardia, y algunas reuniones con el resto del grupo, parece que por fin entra en razón: el proyecto Lifehouse también queda suspendido hasta nuevo aviso. De ese proyecto hay piezas suficientes para, con un pequeño reciclaje, traspasarlas a un simple y humilde disco, como cualquier otro; que además, subrayando esa humildad, se titulará “Who’s next”. Johns revisa el material grabado meses antes en la Record Plant de Nueva York bajo la supervisión del despedido Lambert y decide que no es necesario efectuar muchos cambios: se encierra con el grupo en los londinenses Olympic Studios (que por entonces están muy solicitados) y en poco tiempo consiguen regrabar algunas piezas de lo que iba ser Lifehouse. Se acabó el problema. Bueno, también podemos añadir que este año Pete y su banda tienen algunos comportamientos similares a los de los Stones: comparten estudios de grabación y mala leche, ya que ese monolito sobre el que se alivian los cuatro es una venganza dirigida hacia Kubrick. Ah, y por supuesto se convertirá en otra leyenda del diseño gráfico, faltaría más. 

Pero vamos a la música, que es lo que importa: estamos ante otra de las obras cumbres de los Who sin discusión, con un gran avance en su sonido, que los hace definitivamente “mayores”. Dejando aparte las letras, de calidad pero lo suficientemente inconexas para evitar la idea de un disco conceptual (lo contrario de lo que se pretendía con Lifehouse, en la estela de “Tommy”), ya solo la apertura con “Baba O’Riley” sería suficiente para comprarlo; y no digo nada de “Won’t get fooled again”, que lo cierra y que a pesar de su degradación a manos de la serie esa de policías americanos listísimos sigue manteniendo su impresionante contundencia. Porque “impresionante contundencia” es quizá el mejor resumen para “Who’s next”, donde también encontramos las enérgicas “Bargain” o “My wife” (con trompetas y todo); e incluso en sus piezas más suaves como la magnífica “The song is over”, o esa preciosidad de medio tiempo titulada “Going Mobile”, o “Behind blue eyes”… En fin, otra vez tengo la ventaja de que todo el mundo las conoce, así que no hay necesidad de dar la brasa. Esa novedosa utilización de sintetizadores, por otra parte, redondea un sonido que será utilizado de nuevo en “Quadrophenia”, obra que podemos considerar como una evolución de “Who’s next”: los cimientos de ese doble legendario ya están aquí. 

Es necesario insistir en la benéfica influencia de Glyn Johns, un productor con un currículo que tumba de espaldas y que es en gran medida el creador del nuevo empaque de los Who, vitaminado, frontal, aunque figure “solamente” como coproductor junto a la banda. Porque, aun siendo cierto que las piezas originales de Lifehouse no muestran grandes diferencias con el resultado final, tienen otra "prestancia" que se debe a ese impresionante pero matizado “muro de sonido” que en cierto modo me recuerda el estilo de Phil Spector y que a los Who les sienta como anillo al dedo por la gran calidad instrumental que poseen. Por eso digo que la esencia musical de "Quadrophenia" nace en esta grabación, porque tanto su magnífica exuberancia como el tono general del sonido son su marca de fábrica a partir de ahora. Por otra parte, cuando ese momento llegue los Who figurarán también como coproductores: han descubierto que se gustan con su nueva contundencia. Y sus fans, no digamos. 

Pero hablaba antes de ciertas similitudes contemporáneas con los Stones, y algunas de ellas son igual de involuntarias gracias otra vez a la patriótica censura nacional: esa portada es asquerosa, al fuego con ella. Y Polydor no se toma tantas molestias como Hispavox: se busca una foto con el grupo en escena y ya está. Muy bien, muchachos… aunque, no sé, con esa portada el disco podría parecer un directo. Pero aún hay lugar para otro esperpento, porque alguien se equivoca, pone el negativo al revés y entonces resulta que España muestra al mundo el secreto mejor guardado en la historia del rock: los Who son zurdos. A que esto no lo sabían ustedes, ¿eh? Y no termina ahí el despropósito, porque del esperpento pasamos al destrozo: “Won’t get fooled again” tiene un tufillo revolucionario que no gusta nada a los señores de la censura; y “Love ain’t for keeping”, que no pasa de ser una simple insinuación, a ellos les parece pecaminosa. Polydor tampoco se molesta en rellenar esos huecos con algo, lo que sea, y pasa “My wife” de la cara A a la B para compensar los tiempos de cada una: quince minutos, más o menos. Casi era mejor que no lo hubiesen publicado. Eso sí, los coleccionistas foráneos -gente enferma- se relamen con esta nueva demostración de imaginería española, aunque sea una verdadera estafa. 

Bueno, pues ya tenemos despachados a los Who por este año. A ver si los demás grupos andan con menos jaleo y podemos aligerar el paso. 


22 comentarios:

  1. Hola Rick:
    La conexión telepática perfecta, estaba seguro que despues de los Rolling tocaban los Who, pedazo banda que supieron adaptarse al paso del tiempoy que creo que todo el mundo cuanto menos les respeta. De jovencito el Baba O´Riley me volvía loco, igual que ahora.
    Aunque creo su obra cumbre es su Quadrophenia, te diré que lo he tenido en todos los formatos, Lp, Cassette, Cd, VHS, DVD, todos ellos originales y en mi tugurio luce un unico poster: Quadrophenia, A way of Life. Con eso queda todo dicho sobre mi admiración por ellos.
    Los he visto hace unos años en Zaragoza, tambien un conciertazo, destacando su sencillez personal que es lo que mas me gustó.
    Bueno, pues esta serie de los 70 que daba algo de miedo de momento va a toda máquina.
    Saludos
    Jose

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    1. Era inevitable, don José. Los Who son cronológicamente los segundos en antigüedad, así que...

      Lo mío con ellos va más allá del respeto, ya que son una de mis bandas preferidas desde que los oí por primera vez: un flechazo, ya sabe. Y estoy de acuerdo en que "Quadrophenia" es quizá la cumbre de su carrera, aunque este tipo de apreciaciones nunca es muy justo. En realidad, cuando un grupo ha evolucionado del modo en que lo hicieron los Who y algunos otros, es imposible comparar: son épocas distintas, simplemente.

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  2. Tienes anécdotas para dar y tomar, Rick. A pesar de haber seguido a estos grupos desde el principio (eso de ahorrar unas pesetillas y esperar impaciente la salida de cualquier single de estas bandas) no estoy tan documentado, Me se las más corrientes.
    El disco de marras es un disco como la copa de un pino, a pesar de que al principio nos descolocó un poco ese sintetizador, pero como entraba tan bien, le dimos el "visto bueno" enseguida. Y vuelvo a insistir en lo mismo, a mi me ponen más los primeros discos del grupo. Sobre todo "My Generation" y "A Quick One". Quizá porque los viví plenamente en la adolescencia, y eso marca. Por lo demás, The Who nunca me decepcionaron con el paso del tiempo.

    Saludossssssssssss

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    1. Bueno, mister Babelain, las anécdotas las crean ellos. Yo me limito a recopilar y sintetizar: hasta ahí llego. Y sí, este disco es de los grandes. De los muy grandes. Independientemente de la mayor o menor empatía que se tenga con los Who, hay una obra incuestionable. Y el asunto de los grupos en los años 60 que cambian de sonido en los 70 es también cuestión de gustos: precisamente habrá visto usted que don José apuesta por "Quadrophenia". Y yo vuelvo a lo mismo, que no son épocas comparables. Otra cosa es, como dice usted, cómo lo haya vivido cada uno, y ahí volvemos a la empatía. De todos modos, "A quick one" o "My generation" son otras dos obras incuestionables, eso se lo acepto sin dudarlo.

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  3. Muy buena portada, sí. Supongo que a Kubrikc no le haría mucha gracia. Y la versión española a lo Pepe Gotera y Otilio no tiene precio.
    Yo nunca he sido muy fan de estos chicos, siempre me han parecido un poco farragosos. Pero este disco, que ahora escucho por vez primera vía youtube, sí que me parece contundente, como dice, y no tan anarquico como otros suyos. La de Baba O’Riley es genial, todo un descubrimiento.

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    1. La portada es de las históricas, como la de los Stones, no hay duda. La española es para matar a alguien, pero qué quiere: los gestores musicales de la época estaban a la altura del cutrerío general, y se nota.

      ¿Farragosos, dice usted? Bueno, reconozco que a veces esa etiqueta de "art rock" puede resultar un poco cargante, y es verdad que hay algunas composiciones un poco pretenciosas en su carrera. Pero en conjunto, me parece una banda impecable. Claro que no soy yo precisamente el más indicado para valorarla, ya que lo mío con estos señores es arrobo puro y simple.

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  4. Una muestra de que la inteligencia no es lo mío: durante un tiempo pensé que los Who eran muy buenos, pero que el tiempo les había pasado por encima. Ahora compruebo que, felizmente, es de los que mejor han sobrevivido.

    He vuelto a escuchar este disco, y la palabra técnica es que es la polla. Baba O’Riley sigue poniéndome la carne de gallina. Y, en todo el disco, qué gran batería (creo que no era de máquina, pero a pesar de todo era buena).

    Muy buenas las anécdotas, joven. Pese a que Kubrick es otro de mis diosecillos, parece ser que era un poco cabrón, y tal vez se mereciera ese húmedo mensaje.

    Salud.

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    1. Ay, señor Pez. Pero hombre de Dios... ¿tanto tiempo hacía que no escuchaba usted nada de estos muchachos? Muy mal hecho, perdone que le diga. Se puede obviar el trabajo de muchas bandas, tenerlas en la nevera años y años. Pero los Who, precisamente ellos...

      Y claro que estoy de acuerdo con su definición técnica. Y que siguen sonando frescos, cosa que muchos otros no pueden decir. Ahora, lo de Kubrick es comprensible: si a él le parecía que la historia de Tommy es un poco infantil (cosa que no voy a negar), probablemente hizo bien pasando del asunto. Tal vez Peter Townshend quiso picar muy alto, y sus fans no eran los mismos que los de Kubrick: cada uno atiende a su parroquia.

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  5. Creo que The Who éticamente era un grupo irreprochable: sin duda tenía los mejores principios que haya podido observarse en cualquier discografia del rock. Lo demuestra en este álbum con esa pasada llamada Baba O' Riley, un auténtica obra maestra pero el paisaje es similar en Quadrophenia y otros discos. Luego, desde mi punto de vista, caen en cierta atonía y vuelven a resurgir gloriosos con esa balada guitarrera y terriblemente beat titulada Behind Blue Eyes. La producción es formidable y solemne como corresponde a la época, pero sigue sonando maravillosamente actual.
    Abrazos

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    1. No sé si "éticamente" es el término justo, herr doktor; pero lo que sí está claro es que, entre otras cosas, los Who representaron como nadie la rebeldía juvenil en sus primeros años y luego una evolución que acompañó a muchos de sus fans. Tanto en algunas de sus letras como en la propia actitud, eran un espejo.

      Celebro que le guste "Behind blue eyes", que a veces ha quedado oscurecida por el fulgor de las clásicas. En realidad, todo el material de este disco es realmente bueno, algo muy raro de ver. Y la producción ya digo, fue la que vitaminó definitivamente al grupo hasta su ocaso.

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    2. Querido, Rick , recuerde que es usted del país "donde la ironía, y no solo la lluvia, es arte" :)
      Estaba jugando con el doble concepto que abarca la palabra principios, mezclando el plano ético con el temporal. Los disco de los Who tienen unos comienzos absolutamente apoteósicos- caso de éste, Quadrophenia o Tommy- y luego se van normalizando hasta un final que suele ser también poderoso. Personalmente, aún reconociendo su inmensa calidad, tengo cierta tirria al Sr. Townsend, un tipo con muy malas pulgas y que le robó mucho protagonismo a los otros miembros del grupo.
      Saludos

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    3. Bueno, es cierto que -al igual que otras bandas- los números más tremebundos solían ir colocados al principio y al final de los discos (los Stones en cambio llevaban una estrategia distinta, que era la de colocarlos al principio de cada cara). Pero estas son puras tácticas comerciales, y la diferencia entre los grandes y los demás está precisamente en "el relleno", por decirlo así: salvo alguna pieza flojilla, por lo general el nivel de los Who es impresionante durante casi toda su trayectoria. Así que de acuerdo con la ironía (en la que no había caido, por cierto), pero reconocerá usted que el resto del disco -y de la mayoría de sus discos- es también para quitarse el sombrero, ¿eh?

      Otra cosa es, en efecto, la personalidad de Townshend, al que como muchos otros diosecillos del rock hay que echarle de comer aparte. Pero qué quiere, será el precio de la fama, supongo. De todos modos y aunque hubo muchas broncas en este grupo, al final las aguas volvían siempre a su cauce por una razón que se explica fácilmente oyendo la obra en solitario de los demás: Pete era el cerebro, nos guste o no.

      Saludos again.


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  6. Yo tambien he tenido que escuchar de nuevo este discazo para darme cuenta de la grandeza de los Who. Hacía muchísimos años que lo tenía olvidado, décadas más bien diría yo. Tengo en gran estima a esta banda, incluso por encima de los Stones de los que no soy gran admirador, aunque les tengo un gran respeto.
    El post perfecto, lleno de curiosidades divertidas,como siempre. Cuantas cosas se aprenden en este bar.
    Un saludo, Sr. Rick

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    1. Gracias, don Antonio. Las curiosidades son la sal del asunto, porque de otro modo todas estas historietas quedarían un poco sosas. Y lamento que también usted se haya olvidado de este disco durante tanto tiempo. No digo que haya que estar oyéndolo cada pocos días, pero hombre... estamos ante una de las obras maestras de aquella época. Y en cuanto a los Stones, no se preocupe por matizar con ese "incluso": por encima, y ya está. Que les tengamos respeto está bien, pero nunca los he considerado tan valiosos como los Who. Aunque claro, esta es una opinión de friki: espero que los fans de Stones sepan perdonarme.

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  7. Mr. Rick, si tiene que ir disco por disco, no seré yo quien se queje. ¡Al contrario! Me dejó ojiplático el asunto de la censura, y no por la portada - que al fin y al cabo tiene hasta su encanto guardar un vinilo de los 70's con portada antigua solo española (por curiosidad: ¿qué versión del LP guarda usted ahora en su colección?), sino por el contenido del álbum. No sé si lo he entendido bien: ¿¿las primeras ediciones de ''Who's next'' no incluían ''Won’t get fooled again''?? Y si es así, ¿cuándo llegó el disco completo a España, más o menos? Al menos, el friki de Josu Eskorbuto - ilustre santurtziarra - conocía bien cada uno de los temas del que era su grupo preferido por excelencia, los Who. Tanto que quiso llamar a su banda de rock ''Datorrena'', con lo que quería decir ''Los siguientes'', en un torpe tributo a este álbum de los Who (Josu no sabía euskera, era de ascendencia gallega). Muchas más serían las referencias a canciones de este álbum, pero todo esto no interesa aquí, perdón por el rollo. A lo que iba:

    ¡Discazo! Como la copa de un pino. Eso sí, hacía mucho mucho que no lo escuchaba de pé a pa. Hoy por fin he tenido tiempo y lo he hecho, con calma y centrado solo en él, y me gusta más que antes, si cabe. Es curioso como temas como ''Bargain'' hayan ganado para mi con el tiempo. De ''Baba O'Riley'' ya está todo dicho: un comienzo muy bueno, como dice el Dr. Krapp. ''Mi wife'' fue una de las primeras canciones que me llamaron la atención en su momento (exceptuando los tres hits más conocidos), y ahora sin embargo me he fijado más en otras, como ''Geting in tune'', que me ha parecido un temazo genial, y ni la recordaba... 'Behind blue eyes' es uno de los ''hits'' a los que me refería, entrañables. Pero, por encima de todas (que todas son buenas) para mi sigue estando ''Won’t get fooled again''. Esta canción me gana cada vez que la escucho, desde su comienzo y partes medio psicodélicas hasta... en fin, todo. (Ya me han contado lo de la serie, CSI, que afortunadamente no he visto nunca. No, esta canción no debe malograrse jamás) Lo curioso de esta canción es que uno no tararea tanto la melodía ni la letra, no, lo que realmente emocionan son los rasgueos de Pete, esos acordes tan, tan... joder, pero si algo define y da respuesta a este disco y al rock en general es el grito final de Daltrey. Ese grito me ha vuelto a poner los pelos como escarpias, la carne de gallina tengo...

    YEEEEEEEEAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!

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  8. A Pete se le reconoce mucho como autor y todo eso, y me parece muy bien, pero no se le suele recordar como guitarrista. Y fue uno de los mejores guitarras rítmicas de su generación, ¿eh? Y es difícil marcar esos ritmos con esa distorsión. Del resto de miembros no hablemos, todos unos figuras. ¿He mencionado ya el grito final de Daltrey?

    YEEEEAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!! (buf...)

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    1. Muy buenas, yerno. Ya lo veo en su salsa, ya. Y bien que me alegro, porque eso demuestra que tiene usted buen gusto. La versión que guardo yo de este disco es la británica, qué quiere que le diga: en cuanto pude me la agencié. Y lamento no haberme quedado también con la española, porque bueno... un capricho al año no hace daño. Lo mismo me pasó con los Stones, y también lo lamento. Pero en fin, en aquella época uno andaba exclusivamente a lo práctico...

      La edición española completa apareció a mediados del 77, un año y medio después de la muerte de don Paco. Pero además tal acontecimiento fue sonado porque Polydor decidió echar la casa por la ventana: de pronto aparecieron unos treinta discos clasicos que en su momento no habían salido aquí o lo habían hecho en malas condiciones. Y ahora imagínese usted la escena: el doble "Electric Ladyland" con las señoritas carentes de todo vestuario (la primera edición española, como la americana, era completamente blanca). Y los demás de Hendrix, también. Los de Taste (solo había salido uno en su época), los de la Velvet, Rory Gallagher, Clapton... todo esto entre Junio y Julio del 77, primorosamente envueltos en una funda de papel. No vea el júbilo que se vivió entre la fauna de aficionados... y la preocupación por reunir dinero para hacer frente a tal dispendio. La cosa se remató a finales de ese mismo año cuando resulta que va Hispavox y hace lo mismo con su catálogo. Y luego Ariola... en fin, un sinvivir. Qué tiempos.

      Así que es de suponer que su amigo Josu fue de esos afortunados. Y claro, como buen fan supo valorar desde el principio a un grupazo como los Who. Un grupo que ha marcado a mucha gente. Bueno, usted mismo se delata relatando una por una las canciones, así que no hay más que decir. Y es emocionante lo del grito final de Daltrey, sí: también a mí me pone los pelos de punta. Esa actitud, sí señor.

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    2. Ah, Townshend, que casi se me olvida: totalmente de acuerdo. Lo suyo era el rasgueo, aunque sabía hacer muy buenos punteos cuando quería (en "Quadrophenia" hay unos cuantos sublimes). Pero tal vez porque no estaba todo el día haciendo figuritas como otros, porque como muy bien dice lo suyo era más bien el papel de rítmica, no ascendió a los cielos como Jimmy Page y otros. Pero nos da igual, ¿verdad? Y en cuanto a la batería de Keith, sublime: quizá el mejor de la Isla. Como el bajo de Entwistle, o la voz de Daltrey. Cuatro monstruos.

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  9. Ya en sus inicios, las composiciones de Towshend fueron consideradas de lo mejor de su época, compitiendo con con Lennon y McCartney, y Jagger y Richards. Siempre tuvieron al público de su lado, y la crítica ni se atrevía ni supo contrariar, ni entendieron lo que hacían. Con un absoluto genio como el narizotas de Towshend a la cabeza, capaz de hacerlo todo él solo, the Who se convirtieron en una banda que no se puede comparar con ninguna otra, ni de su época, ni de otra. Innovadores, capaces del pop mas liviano, el rock mas duro, riffs imposibles, sintetizadores de locura, Rock progresivo, arrogantes, juveniles, sesudos...incalificables e irrepetibles... y eso que no son de mis favoritos.

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    1. En efecto, señor Sebas: independientemente de la calidad musical, estaban las letras. Y además, al estilo de los Kinks, con una carga social que comunicaba muy bien con los jóvenes. En el bando de la crítica había de todo, pero a veces daba la impresión de que estaban esperando a que se dieran el castañazo, no sé muy bien por qué.

      Y me ha encantado la sucesión de calificativos que suelta usted y con los que estoy completamente de acuerdo. No serán de sus favoritos, pero lo disimula muy bien.


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  10. Ya he revisitado algunos de los temas mencionados y, sí, son muy buenos (ahora estoy escuchando 'My Wife').De mocito me gustaban mucho los Who. Incluso tuve un elepé cuya portada era un centauro con el torso de Daltrey, pero no recuerdo si era Daltrey en solitario o con la banda (iré a miralo en la wiki).
    La portada está muy bien. Si los censores de antaño levantaran la cabeza, empezaran a zapear a partir de la media noche y vieran ese torbellino de fogosas vulvas en constante ajetreo, restregándose sobre pegajosos tresillos de escay...(¡Madre de Dios Virgen Santa Inmaculada!). Y es que, Rick, los tiempos mudan que es una barbaridad.

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    1. No sabes, querido Caruano, lo que me ha gustado leer que los Who te gustaban mucho: ya ves, hay grupos en los que casi todos estamos de acuerdo. Eran muy grandes, y eso se nota. Esa portada que dices es la del segundo disco en solitario de Daltrey, titulado "Ride a rock horse" y que se componía de versiones. Salió a mediados de la década y fue muy popular; sobre todo la versión de "Walking the dog", que se oía hasta en las discotecas.

      No seas malo, hombre. Si los censores de antaño empezasen ahora a zapear, estoy seguro de que la mitad palmaba de la impresión. O... vete tú a saber... seguro que había más de un reprimido ejerciendo de represor, algo muy tipico en todas las épocas. Porque los tiempos mudarán, pero los instintos no creo.

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