lunes, 13 de marzo de 2017

España 70's: la Tercera Vía, o algo así (X)

Cuando uno se pone a hurgar entre las telarañas que va dejando el tiempo, a veces se encuentra con nombres de los que puede desconocer su historia aunque se valore su obra. Para ser más concreto: todos conocemos discos muy famosos entre los coleccionistas y que sin embargo corresponden a grupos o músicos de los cuales probablemente no sabemos o no recordamos nada. En el mercado sajón hay ejemplos a cientos: el disco de Octopus, el de July, Billy Nicholls, etc. O sea: “el disco”, no “el autor”. Bueno, pues también hay casos parecidos en nuestro país, aunque por supuesto a una escala más reducida; suele tratarse de grupos catalanes (Om, Tabaco, etc), pero también hay algunos de otras “comunidades autónomas”, como se dice ahora. Y hoy vamos a rescatar a dos de esos grupos que por desgracia solo son valorados por los coleccionistas: Tartessos y Edelweiss. Los primeros fueron relativamente conocidos en su época, mientras que de los segundos no sabemos casi nada. 

La historia de Tartesos (con una sola “s”) comienza a finales de los años 60 en Huelva, con la creación de un grupo llamado los Keys, que cambiarán su nombre en 1972: las voces principales son las de Pepe Roca y José Barros, que además son los guitarristas, mientras que el bajo es Eliseo Alfonso. Y hay dos sevillanos: a la batería tenemos al ex Nuevos Tiempos Antonio Moreno y el teclista es Manuel Marinelli, un ex Gong que luego militó en Cerebrum. Sus aficiones van en la onda del progresivo melódico, incluso con tintes pop, y a principios de 1973 nos encontramos con su primer single : “Ven a mi /Creo en ti”. Especialmente la cara A, con ese tono de balada folk pop con aires progresivos, puede considerarse un antecedente de lo que pronto será el pop rock sinfónico andaluz (aunque sea una de las primeras composiciones de José Luis Perales). Ese mismo año llega el segundo, “Campos de algodón / Buen hombre”. Por alguna razón la primera me recuerda a Lone Star, tal vez por la voz y la manera de llevar la guitarra; la cara B, más flojita, tiene un rango melódico pasable. En 1974 hay dos singles más, el primero cantado en inglés: “Well allright” es de cosecha propia, un tanto "desenfadada" de más, mientras que “Come and go blues” es una versión mediocre de la original de los Allman Brothers. En el segundo la cara A, titulada “Bandolera” parece aspirar a un puesto en alguno de los festivales de la época, con esa suma de melodía, letra y coros tan “juveniles”; la B es una especie de balada orquestal pasable, sobre todo por el piano y la guitarra. Pero en conjunto, los singles de Tartesos son perfectamente olvidables. Lo bueno llega el año siguiente. 

Porque en 1975 se publica un disco grande que los va a redimir de todas las mediocridades que habían hecho hasta entonces. Philips, su sello, parece satisfecho con las ventas que han conseguido sus singles, especialmente el último: ya saben ustedes que una cosa es la calidad y otras las ventas; y al menos el último single, el festivalero, se vendió bastante. Parece ser que la mayoría de las canciones publicadas hasta ese momento habían sido imposiciones, y ahora les da carta blanca para grabar el material que ellos quieran. Pues bien, los muchachos añaden una “s” al topónimo y nos demuestran que merecían esa oportunidad, porque “Tiempo muerto”, que así se llama el Lp, acabará convirtiéndose en otra leyenda del underground nacional (como el segundo disco de Tilburi, ya puestos). Por otra parte tiene momentos en los que se anticipa lo que pronto será el progresivo sinfónico andaluz, también como el de Tilburi, aunque este es un año anterior. Despista un poco la canción que abre el disco, titulada “En algún lugar”, una especie de progresivo melódico y orquestal que no cuadra mucho con el resto, pero está muy bien hecha (otra vez Perales). La segunda, que da título al disco, me recuerda a unos Modulos muy evolucionados, y luego tenemos varias tonalidades, desde las influencias de Caravan o Yes (“To your eyes”, “Tan lejos como puedo ver” o “Living for the moon”) hasta momentos en que de nuevo me recuerdan a Lone Star, como en “Vuelvo a cantar”. Pero en conjunto estamos ante un disco de mucha categoría… que pasó sin pena ni gloria, como casi siempre. Eso sí, serán uno de los grupos integrantes del “cochambroso” festival burgalés. 

Tartessos, a los que la doble “s” no ayudó, desaparecen poco después. Pero su esencia es el origen de los futuros y muy exitosos Alameda, ya que esa banda será creada en 1977 por Roca, Marinelli y Moreno junto con otros veteranos andaluces. Creo que aquel disco grande es realmente valioso, y aquí queda; he añadido los singles, aunque son bastante prescindibles y suenan de aquella manera: el material de Tartessos no ha sido reeditado en CD, al parecer por “problemas técnicos”. Este es un eufemismo que suele significar que las cintas están inutilizables o, más frecuente aún, se han perdido. Otra explicación no hay, ya que se han reeditado cosas mucho menos interesantes. 



Edelweiss (sí, también con dos eses) son un verdadero enigma. Lo único que se sabe a ciencia cierta es que se trataba de un trío que consiguió un contrato con Columbia en 1973, fueron asignados al subsello Top para nuevos valores y allí grabaron un Lp del que se extrajeron dos singles. Algunas fuentes los citan como “de origen vasco”, aunque el único que luego sería medianamente conocido por una discreta carrera en un dúo (Atlántida) y luego en solitario es catalán: se trata de Eduardo Martí, voz y compositor principal. Quizá Edelweiss fuesen un primer intento de Martí, que por entonces tenía veinte años, por introducirse en el mundillo musical. Fernando Granados y Roberto Castañeda, tal vez vascos a pesar de los apellidos, son los otros dos integrantes. Figuran también como compositores en algunas canciones, pero no sé qué instrumentos tocan; de hecho, no sé nada de ellos ni antes ni después de la existencia de este trío, que durará muy poco. Como ven, la información es tan escasa como su producción. 

Ya que el único personaje sobre el que se puede rastrear un poco más es Martí, sigamos con él. Su espléndida formación incluye desde la música clásica hasta los juegos de voces americanos y el progresivo melódico británico: todas esas herencias quedan reflejadas en este disco, cantado en español e inglés y que por momentos nos lleva desde el folk de cantautores con buenas voces que podría recordar a unos Aguaviva (incluso en las letras) hasta los sonidos electrónicos y progresivos de los Moody Blues cuando no se ponían demasiado moñas. El disco se titula “En el principio”, y su nivel es sobresaliente teniendo en cuenta la media nacional. Pero supongo que Columbia no se gastó un duro en promoción (no conozco a nadie que supiese de ellos en aquel momento), y ni el disco grande ni los dos singles llegaron a ninguna parte. Tampoco Martí fue mucho más lejos en sus intentos posteriores: lo poco que he escuchado de él es la obra de un músico de gran calidad pero con tendencias de cantautor en una época (finales de los 70 / principios de los 80) en la que ese camino ya era muy difícil. De todos modos hay que reconocerle la perseverancia, porque aún está en activo: junto a otro colega (Fernando Salas) se presentan bajo el nombre de Carretera y Manta en pequeños locales en los que recrea el repertorio de los Creedence, John Denver, Eagles y compañía. En cuanto a nosotros, para mantener el suspense no voy a comentar ni una canción de este disco; si la breve semblanza que he hecho de él les resulta suficiente, ya saben… 


(15.02.18) Un amable anónimo ha añadido un comentario que amplía algunos datos y confirma otros. Estas son sus palabras:

"El grupo Edelweiss surgió del dúo formado por Eduardo Martí y Rafael Castañeda a los que se les unió posteriormente Fernando. Ninguno es vasco. Al disolverse el grupo Eduardo y Rafael continuaron durante algún tiempo como Atlántida. Actualmente Eduardo Martí es el único que sigue dedicado a la música con el grupo Carretera y Manta."




19 comentarios:

  1. Buenas! :)
    Te sigo desde hace un tiempo y tu blog me gusta mucho.
    Hace poco me han nominado a un premio "Liebster Award"; es una iniciativa que sirve ni más ni menos que para dar a conocer a pequeños blogs y ayudar a difundir su contenido. Es una especie de cadena en la que si te nominan, puedes nominar hasta otros 20 blogs que se consideren merecedores de dicha nominación.
    Yo te he nominado a ti, porque me parece que tu blog está muy currado.
    Aquí está mi entrada: http://lachicadelahoradelte.blogspot.com.es/2017/03/premios-liebster-awards.html
    Y aquí las bases del concurso: http://liebsterawards.blogspot.com.es/p/reglas.html
    Aunque entiendo que hacer una entrada de estas características rompe un poco la uniformidad de tu blog, te animo a que lo hagas y des a conocer otros blogs que sigues.
    Nada más de momento!!
    Un saludo muy grande!

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    1. Hola, Chica. Antes de nada quiero darte gracias infinitas por el detalle de nominarme: que se acuerden de uno para, de algún modo, felicitarle por su trabajo es reconfortante, y no puedo negar que me ha hecho ilusión.

      De todos modos prefiero dejar la cosa así, de momento. He de reconocer que le tengo un poco de repelús a los premios y nominaciones en general, y me da pereza ponerme a hacer encuestas en las que por lo general nunca sé muy bien qué responder. Aun así, ya digo: te doy las gracias por el regalo -porque es un regalo- y espero que no te parezca mal este comportamiento mío; que ya sé que puede parecer huraño, pero qué quieres que te diga... Casablanca es una ciudad muy conflictiva, con mucha gente pululando de la que no sabes cuáles pueden ser sus intenciones, y lo mejor es pasar desapercibido.


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    2. De nada por la nominación :D totalmente merecida. Te comprendo perfectamente... esto de las nominaciones a veces en un poco despersonalizado y cínico; me gustó esta idea en concreto porque servía para dar a conocer a blogs, y si ha servido para que desde mi entrada pinchara alguien a leer tu blog, pues me doy por satisfecha, la verdad.
      No quería dejarte el comentario anterior y ya está, porque parece que estoy haciendo spam y no va conmigo. Te leo desde hace dos o tres meses en la sombra jajajaj no comento nada porque no tengo feedback que aportar, más que nada por mi falta de conocimiento. Leo, me informo y flipo con tu sabiduría ;D
      Simplemente felicitarte por tu blog y por la calidad de los textos. Se ve que te lo curras y eso mola mucho.
      Un saludo muy grande!!

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    3. Pues muchas gracias también por tu comprensión, distinguida señorita. Pero no llames "sabiduría" a esto que hago: a fin de cuentas todo está en Internet, solo hay que organizarlo.

      Y no te preocupes por contestar o no: me basta con saber que hay gente al otro lado al que le interesa este tipo de historietas. Los frikis somos así.

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  2. Tartessos con dos eses se lo curraron más, es verdad. O le dejaron currárselo más. A mí el progresivo sinfónico de cualquier onda, sea andaluz, británico o vasco, no me llama mucho la atención. Aunque hay que reconocer que estos tipos tenían muy buen nivel, cuando les dejaban hacer lo que querían. Alguna cosa oí en su tiempo. Pero no conocía nada de su historia.

    De Edelweiss me suena el nombre y poco más. Buen juego de voces, y se curran los arreglos. En general me ha sorprendido gratamente el disco; una pena que no los promocionaran en su tiempo. Creo que merecen un sitio mejor en la historia de la música española de los 70. Buena idea traerlos aquí.

    Seguimos, sin movernos de casa, completando la colección de esta tercera vía (o algo así). Se agradece, en serio; la documentación y los regalitos.

    Saludosssssssssss

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    1. Estamos de acuerdo en el asunto de los progresivos sinfónicos, Bab; de hecho, los andaluces que surgen a mediados de los 70 me aburren bastante. Y aunque Tartessos eran bastante competentes, prefiero a Edelweiss: tienen un tono más norteño, por decirlo así, más cercano al folk.

      Gracias por los agradecimientos, pero no os voy a dar tiempo a que os aburráis: ya falta poco para acabar con esta serie....

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  3. Ilustrándome de tantas cosas que ignoraba. Eso sí, me ha gustado mucho eso que dices de discos como el de Billy Nicholls, qué discazo. Abrazos.

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    1. Billy Nicholls, como muchos otros, fue una víctima del exceso de producción discográfica en aquella época y de la mala situación financiera de Immediate, su sello, que acabó quebrando poco después. Mala suerte. Y por desgracia, casos así hay a cientos.

      Saludos mil y gracias por la "ilustración".

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  4. Lo tuyo es erudición y detectivisco musical. Ni idea de los grupos que traes hoy por aquí.
    Los de Tartessos con más o menos eses me dejan indiferente. Intento mantenerme alejado de todo lo que huela a progresivo sinfónico andaluz, aunque esté Perales por medio.
    Edelweiss me gustan más, no son de mi palo pero tienen el encanto de los libros perdidos en una vieja estantería.

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    1. Estáis todos muy zalameros hoy, debe ser la influencia de la Chica del Té. Ay, qué tontos nos ponemos en cuanto una mujer nos dice algo agradable...

      Veo que coincidimos en Edelweiss, probablemente por lo que le decía antes a Bab; pero esa imagen de los libros perdidos es muy ensoñadora, me ha gustado, y algo de eso hay en el fondo.

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  5. Hola Rick,
    a er si no desaparece el comentario como ha pasado con lo de chuk Berry, luego le doy oro intento.
    Pues el disco de Tratesos, curiosamente lo tengo con su reglamentaria capa de polvo y la verdad es que no me acordaba de el, tiene algo interesante, aunque te pega unos bandazos terribles cuando intentan hacer algo cercano al jazz-rock u horrores por el estilo.
    Lo de Edelweis, es realmente una pena, pues podía haber sido uno de los grandes discos de la época, pues suenan bastante bien y son bastante originales, pero es que cuando cantan en inglés la cagan con todo el equipo que se dice. Puta manía de cantar en algo que entonces nadie sabía y ahora poco mas o menos.
    En fín pudieron ser pero les falto o les sobró alfo.
    Saludos
    Jose

    PD Me lo copio antes de dar a publicar porsiaca

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    1. Hola, José. El sistema este de Blogger lleva una racha un poco rara en la que conviene esperar un rato después de darle al botón de "publicar". Paciencia.

      Yo tembién prefiero el disco de Edelweiss, me parece de más categoría, más trabajado. En cuanto a lo del idioma no hay mucho que decir, ya sabes que por entonces era una especie de señal de distinción: si cantabas en inglés es que pertenecías a la élite artística, o algo así. Visto ahora puede parecer un poco ridículo, pero cada época tiene sus "convenciones", por decirlo de alguna manera.

      Saludos mil.

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  6. Pues me declaro incontinente desconocedor de ambos grupos. De Tartes(s)os, por lo menos, las referencias posteriores que comentas, Gong, Cerebrum, Alameda y ¡José Luis Perales! ya me ponen un poco en la onda. De Edelweiss, nasti de plasti.
    De acuerdo con la observación que haces de los "discos" de July, Octopus o Billy Nicholls, más conocidos, en su época, por la música que por sus propios intérpretes.
    Saludos,
    JdG

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    1. La verdad es que meter a Perales por el medio da un poco de repelús, pero su caso es algo parecido al de Luis Cobos: quién te ha visto y quíen te ve, para resumir. Y de estos dos discos, insisto en mi preferencia por Edelweiss.

      Lo de los "discos de" es una enorme injusticia, pero ya sabes que así funciona el mercado: por desgracia no hay sitio ni negocio para todos.

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  7. hola,

    conocía los dos grupos, pero a los Edelweis no les había echado la oreja todavía

    según mis notas Edelweiss se formaron en Madrid, otra cosa es de donde eran sus miembros, ahí ya ...

    con lo del Eduardo Martí sigo dandole vueltas, no sabía de su carrera en solitario, para investigar.

    salud Rick

    Chuan

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  8. también me he quedado con lo del sello TOP, debe ser de lo más alternativo del 72/73, Edelweiss, Xetchu, Alamo ...

    https://rateyourmusic.com/label/top_f1/

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    1. Hola, mister Chuan. Y gracias por los comentarios, que ya veo que te has currado esta serie.

      La verdad es que a veces resulta difícil decidir qué discos se reseñan y cuáles no: este blog tiene una intención generalista, no especializada en ningún asunto, y en ese contexto tal vez estos dos grupos ya son una vuelta de tuerca un poco forzada. De todos modos, yo creo que vale la pena darles una oportunidad.

      El asunto de los "orígenes vascos" es una detalle que he leido en algunas reseñas, todas muy breves, pero que no tiene mayor importancia. Y en cuanto a Martí, ya digo que sus intentos en dúo y en solitario no son muy destacados; me da la imagen del típico músico que se quedó fuera de tiempo, y eso en los años 70/80 era "la muerte". Tal vez hoy en día hubiese tenido más oportunidades.

      Top fue la respuesta de Columbia a los intentos de otros sellos por crear una variante moderna (el caso de Gong o CFE-Explosión). Por desgracia, la cosa no duró mucho.

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  9. Hola, el grupo Edelweiss surgió del duo formado por Eduardo Martí y Rafael Castañeda a los que se les unió posteriormente Fernando formando Edelweiss. Ninguno es vasco. Al disolverse el grupo Eduardo y Rafael continuaron durante algún tiempo como Atlántida. Actualmente Eduardo Martí es el único que sigue dedicado ala música con el grupo Carretera y Manta.

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    1. Pues muchas gracias por la información, que añado a la entrada. Por desgracia no hay mucha memoria en España para este tipo de grupos, así que cualquier pequeño dato que se consigue es bienvenido.

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