En vista de que el country rock parece ser la mercancía más exportable que ofrece el suroeste yanqui para los primeros años 70, no es extraño que haya un gran trasiego de músicos cogiendo sitio en el mercado ya a finales de la década anterior. Un buen puñado de agrupaciones surgen y desaparecen en poco tiempo hasta que al final, como suele suceder, solo quedarán unos cuantos grandes nombres y los demás se irán perdiendo en la memoria del aficionado. Junto a Gram Parsons hay otros personajes que forman parte de esta primera oleada y que tendrán una carrera mucho más larga que él; pero pocos tienen su proyección, así que citando a los más conocidos conseguiremos acabar hoy con este asunto y pasar a otra cosa.
Ya hemos visto que Chris Hillman es en esta saga otro elemento casi tan importante como Parsons. Después de un tercer disco con los burritos, decide abandonarlos junto a Al Perkins en otoño del 71 para unirse ambos (y otros cuantos) a Stephen Stills, que acaba de hacer un alto en su carrera como solista y se apunta a esta moda del “rock con raíces” creando una agrupación muy interesante: Manassas, mi banda preferida en todo ese mundillo. Porque al igual que Parsons, también Stills ha comprendido que el futuro de los músicos de su escuela está en la mixtura; y la suya es todavía más variada, con gran cantidad de ingredientes tanto negros como latinos, aunque no duró mucho. Uno de esos ingredientes es el bluegrass, “rescatado” ya en los 60 por agrupaciones como los Dillards, que lo electrificaron: Doug, su elemento central, crea un dúo junto a Gene Clark en el 68 y entre los músicos de acompañamiento estaba también Hillman, pero no llegaron a la década siguiente. También en el 68 Richie Furay, que fue colega de Stills en los fenecidos Buffalo Springfield, decide apuntarse a esta fiesta y funda Poco, una de las bandas más clásicas del género y también de las más longevas; su listado de músicos es enorme. Ya antes había surgido la Nitty Gritty Dirt Band, que comenzó a grabar en el 67 y hace poco aún andaban por ahí: por su plantilla pasó Jackson Browne, un solista de mucho éxito en los 70, o Kenny Loggins, que junto a Jim Mesina (ex-Poco) formaron otro dúo muy famoso… En fin, que la cosa se va ramificando hasta hacerse inabarcable. Con el paso del tiempo la mayor parte de estos músicos se ciñeron casi exclusivamente al mercado yanqui; algunos habían llegado a hacer giras por Europa y durante unos años incluso tuvieron unas ventas decentes aquí, pero al final la cabra tira al monte: llegados a mitad de la década irá quedando claro que los europeos tenemos mucha más empatía con las músicas que se están haciendo en el norte de aquel país.
Hay sin embargo una banda californiana de la segunda ola que debe citarse porque es la más popular de todas tanto allá como aquí: los Eagles. Su historia arranca en 1971 cuando se conocen el guitarrista Glenn Frey y el batería Don Henley, dos veteranos de pequeños grupos que luego se hicieron un prestigio como músicos de estudio y giras por su técnica y porque además ambos tienen buenas voces. Entran a trabajar en la banda de Linda Ronstadt y es entonces cuando deciden asociarse fichando a otros dos veteranos que también cantan: Bernie Leadon -ex de los Dillard & Clark y los burritos entre otros- y Randy Meisner, cuyo empleo más conocido había sido en Poco. Curiosamente estamos ante una agrupación que en principio no tenía muy claro su camino, y tuvo que venir un británico a aclarárselo: el regio Glyn Johns, nada menos, entiende el tremendo potencial de esas voces y piensa en la posibilidad de crear una especie de Beach Boys del country. La única duda sería su capacidad como compositores, y resulta que también en eso son buenos aunque un poco blanditos de más. John se los lleva a la Isla y produce un primer disco, “Eagles”, en 1972; el segundo, “Desperado”, llega al año siguiente. Hay opiniones para todos los gustos: aunque en el aspecto técnico no hay nada que objetar esos lánguidos efluvios country son muy profesionales pero poco vivos, y en ese aspecto estamos ante la primera piedra de lo que luego se llamará soft-rock (más sensiblería que sentimiento). Ah, y que no les engañe la alborozada constatación de la Wikipedia con oros y platinos: esos dos discos se vendieron regular, aunque por el hecho de grabar en Europa consiguieron desde el principio hacerlo en ambos continentes; los “metales” vinieron luego, gracias al tirón de su segunda época.
Esa segunda época comienza durante la grabación de “On the border”, su tercer disco. Ya en los anteriores hubo una creciente tirantez entre la banda y Johns: los músicos querían un sonido más eléctrico y ampliar sus languideces a las baladas, mientras que el británico seguía empeñado en la “pureza” country. Finalmente, Johns es despedido y contratan al todoterreno Bill Scymcyk, que cumple sus instrucciones hasta donde puede: decir que ese es un disco de “hard rock” como hacen algunos me parece exagerado, pero en fin; por lo menos han conseguido sonar con más compacidad gracias al fichaje de Don Felder, un veterano guitarrista, y las ventas suben aunque a los críticos no se les ve muy contentos. Los grandes números llegan con “One of these nights” y por fin el “Hotel California”, su pelotazo masivo: el country ha sido totalmente desplazado por las baladas y ocasionalmente algún rock más o menos académico. Para la ocasión, aprovechando que Bernie Leadon se había ido poco antes, Scymcyk trata de que suenen con más vigor y llama a su colega Joe Walsh (uno de los mejores guitarristas yanquis de toda la historia) para que se luzca y saque unos cuartos antes de proseguir con su carrera en solitario. Hubo luego una corta decadencia, pero ya estaban forrados.
Desde que a principios de los años 60 comenzó la predominancia de los grupos, los solistas no suelen ser muy influyentes en la evolución artística: salvo que se trate de un Dylan o un Zappa, es decir, que se posea un rico y complejo mundo propio, suelen ir a rebufo de los estilos reinantes. De la nutrida nómina que pertenece a esta época, la mayoría de los que llegaron a hacerse famosos en Europa son en realidad cantautores, no necesariamente cercanos al country. Por ejemplo James Taylor, un bostoniano que resume perfectamente el carácter “planetario” del espíritu de California: después de unas cuantas idas y vueltas por los States y la Isla, decide asentarse en ese estado y desde allí elaborar una buena ristra de discos cargados de sentimiento sobre sus tristezas con las mujeres, las drogas y lo mal que va todo; su por entonces esposa, la neoyorkina Carly Simon, mucho más vitalista que él, también tuvo unos cuantos éxitos internacionales. Ya hemos citado a Jackson Browne, que tras su paso por la Nitty Gritty comienza una carrera en solitario aprovechando su categoría como compositor (los Eagles o Nico lo atestiguan); curiosamente “Stay”, la canción que más dinero le ha dado, no es suya. Pero volviendo al country tenemos a Emmylou Harris, que procedente de Alabama llega al circuito folkie de Nueva York y allí graba su primer disco; luego de un divorcio escapa a Los Angeles y se convierte al estilo de moda bajo la influencia de Gram Parsons, que será su pareja y al que acompaña en la grabación de sus dos discos y varias giras hasta la muerte de este, un hecho que la deja marcada; luego trata de mantener su legado, y entre unas cosas y otras no llega a relanzar su carrera discográfica hasta 1975. Por último, en el campo de las intérpretes puras, prácticamente sin material propio pero con un gran carisma, destaca la antes citada Linda Ronstadt: ya hemos visto que los Eagles se gestaron a su sombra, y gracias a ella consiguió Emmylou su contrato con Reprise. Linda viene de Arizona, comienza su carrera a finales de los 60 y su producción discográfica es tal vez la más extensa en este sector del negocio.
A grandes rasgos, esta es la oferta californiana en los primeros años 70. No parece que de aquí vayan a sacar oro los británicos, así que habrá que buscar por otras zonas. Les mantendremos informados...
Veo que esta entrada te gusta más bien POCO porque te liquidas casi de una tacada todo un movimiento musical genuinamente yanqui pero con mucha personalidad. Generalizando mucha de esta gente sería como una reunión de la comunidad de vecinos de Laurel Canyon ya que allí vivían muchos de estos personajes.
ResponderEliminarEl tiempo no le ha hecho mucho favor a estos chicos bien intencionados, incluso los Eagles fueron considerados el epítome de la Música contemporánea para adultos, como se le denomina al pop comercial norteamericano. Sin embargo solo basta oír un rato y sin prejuicios a ese grupo o a Poco o no digamos a los maestros James Taylor, Jackson Browne, Emmylou Harris, Carole King y por supuesto la fantástica Joni Mitchell para descubrir que estamos antes grandes nombres de la música contemporánea y que su importancia es decisiva en el contexto de la música pop de todos los tiempos.
Salud
Doctor, gracias por mencionar a Joni. Ella sí que se merecía el Nobel de literatura.
EliminarComo suelo repetir aquí la música yanqui no es mi preferencia, y por tanto me limito a dar unos leves apuntes sobre el asunto. Pero esta vez se me ha adelantado, herr doktor, porque precisamente ahora me toca hablar de dos ilustres vecinos de Laurel Canyon.
EliminarY por otra parte, usted mismo reconoce que el tiempo no le ha sentado bien a la mayoría de esta gente. Esos estilos parecen ser muy de temporada, y en el segundo quinquenio de los 70 comenzaron a pasar de moda; salvo algunas figuras que supieron evolucionar, y mire usted por donde resulta que la inmarcesible Joni Mitchell es precisamente una de las dos figuras de Laurel Canyon que me toca cumplimerntar ahora...
Tiene usted razón, Mister Troll, en que las letras de esta señora son literatura de la buena. Otra cosa es si merece o no un Nobel antes o después que Dylan: no lo sé, y la verdad es que tampoco creo que les importe mucho a ellos ya que por encima de todo ambos son más músicos que poetas; a diferencia de un Leonard Cohen, cuyo caso es justo el contrario.
EliminarMenudo recorrido en un solo artículo, pero lógico pues los citados tampoco dan para más. Hace poco volví a escuchar a Poco y digo que me siguen aburriendo soberanamente. Como bien dice nuestro doctor de cabecera, Eagles años ha pasaban por ser lo más de la música con pretensiones, y a mi me parecían unos cansinos y blandos, y el tiempo no creo que le haya ayudado. Creo que tienes razón al decir que son grupos para consumo yanqui basicamente.
ResponderEliminarSí, la verdad es que he metido medio censo en una sola entrada, pero cadauno tiene sus gustos y sus intereses. Eagles también me parecen a mí demasiado blandos, e incluso acabo comparándolos con los Fleetwood Mac de su época americana: técnicamente muy solventes, pero sin garra. Sin embargo ya ves que vendieron discos a mansalva, así que seremos nosotros los equivocados.
EliminarTambién yo disfruté de Stills con Manassas en su época. Teníamos un disco de Loggins and Mesina que nos gustaba mucho (sobre todo a Mavi), pero ni Poco, ni Eagles estaban entre nuestros preferidos. De Joni Mitchell y Carole King si que disfrutamos, y de algunos discos de James Taylor. Por lo demás, poca cosa.
ResponderEliminarSaludosssssssssss
Manassas era un grupo tremendo, y es una pena que Stills lo liquidase tan pronto; para mí son lo mejorcito de toda aquella ola. Loggins y Messina vendieron mucho incluso aquí, sobre todo por el single aquel de "Your mama don't dance", y James Taylor le gustaba mucho a las chicas. A los chicos, no tanto.
EliminarSaludos...
El que yo sea de canciones sueltas en vez de discos -y mucho menos de discografías- es una ventaja para mí: no necesito casarme con nadie. Así, aun sintiéndome poco cercano al country -que incluso puede llegar a resultarme molesto-, disfruté mucho con las joyitas nombradas por los demás. Particularmente recuerdo con agrado a Loggins and Messina. Claro que, ahora, lo que hacen esas músicas es mayormente retrotraerme a ciertas vivencias, por lo que no soy objetivo al valorarlas.
ResponderEliminarSaúde.
Lo de las canciones sueltas suele ser la mejor opción cuando hablamos de estilos que no son precisamente nuestros preferidos, y en este sector yo también voy por canciones. Salvo Manassas y algunos discos sueltos (el de la ISB o los dos primeros de los burritos, por ejemplo), con el resto me he hecho algunos recopilatorios y listo.
EliminarMuy interesante esta oleada inicial de country. Los dos primeros discos de Gram Parsons me encantan. Bueno, y uno que hay posterior pero de grabaciones con Emmylou también. Abrazos.
ResponderEliminarYa sabe usted, mr. Johnny, que aquí somos más bien anglófilos y por lo tanto no se puede pedir mucho más que un apunte general sobre el asunto. De todos modos, dejando aparte al señor Parsons, insisto en mi afición por Manassas, que me parecen muy brillantes.
EliminarHola Rick.
ResponderEliminarPues creo que todos nos aficionamos a C,S,N & Y y a partir de ahí fuimos rebuscando cosillas.
Del Stills recuerdo un doble Lp muy, muy bueno, con cada cara dedicado a un estilo, lo tengo en vinilo y no hace poco me lo bajé en mp3 pa tenerlo mas a mano.
Los Poco, no me matan, pero tienen cosas agradables. De los Eagles me gustan bastante en su primera época, tenia una cassette, no tadavia a tengo, que la veo desde el ordenata con el On the Border y el Desperado, que me sé de memoria, lástima que el Hotel California acabara con ellos.
Los solistas que citas son de los de "miedo me dan".
Por cierto, hace unos días oí el de Loggins y Mesina, que es bastante bueno, y la peor la de la mama que no baila.
En fín, es lo que había y creo que tenían su sitio.
Saludos
Jose
Pues ahora que lo dices, tal vez es cierto que la mayoría de nosotros comenzamos por ahí, con el cuarteto famoso, que aquí en España fue el primero con buena promoción: antes de ellos, no se había publicado prácticamente nada de la costa Oeste salvo algunas cosas psicodélicas (y aún así,con cuentagotas). Por el otro extremo, tal vez con los Eagles se terminó la época de aficionados al country. A mí con ellos me pasa lo mismo que al señor Congrio: soy de canciones sueltas. Loggins y Messina, bueno, el doble aquel en directo estaba bien, pero al final me acababan aburriendo. En cambio, viene ahora un señor que seguro que a ti te interesa...
EliminarSaludos mil...
Muy de mi agrado las referencias a Manassas, un grupo formidable, como bien dices, a Gene Clark y su aventura con Dillard y el James Taylor de "Mud Slide Slim", sigo prefiriendo su "You´ve Got A Friend" al de la King. A Eagles y a Poco les consideré entonces demasiado blandos, y en eso creo que coincido con la mayoría. A Joe Walsh lo tengo en un pedestal, y no precisamente por su carrera junto a la banda californiana. Jackson me gusta en su primera obra, los tres o cuatro LPs clásicos. De Poco, poco que decir, ahí los tengo por si alguna vez me da por hacerme alguna sesioncilla vaquera, igual que a Loggins & Messina. De las chicas, siempre Emmily por delante.
ResponderEliminarExcelente, como siempre.
Saludos,
JdG
Manassas son el grupo más "investigador" de toda este género, ya que no solamente buscaban las raíces sajonas sino que iban también a las afroamericanas, caribeñas y latinas. Fue una lástima que no durasen más. De los más cercanos al estilo cantautor y dejando aparte a Joni Mitchell, que está en otra categoría, Taylor no es malo aunque sí un poco llorón. Luego ya de los blandengues al estilo Poco, Eagles y compañía me gustan canciones sueltas.
EliminarY sí, una mención especial a Joe Walsh: un tío que estuvo al frente de James Gang, el orgullo de Cleveland, no necesitaba demostrar nada en los Eagles. Luego su carrera en solitario es un poco irregular (no es un gran compositor), pero como guitarrista es élite pura.
Gracias y saludos mil.