lunes, 18 de junio de 2018

Estados Unidos: los últimos 70s (XVIII)

Hoy nos despedimos de la inabarcable California, y lo haremos con un breve recuento de las alternativas que comienzan a surgir aquí como respuesta a la invasión punk que se está viviendo en Nueva York. De entrada parece raro que el lugar donde años antes se estableció la capital de la Arcadia hippy sea en la actualidad un vivero de bandas ruidosas, pero hay que recordar el origen “anómalo” de aquellos primeros hippies -clase media con cierto bagaje cultural- y que la supuesta pureza de espíritu no duró mucho. Se palpa una extraña sensación, como si los ajenos llegasen buscando la categoría de artistas clásicos (Petty, Jones, Richman) mientras los jóvenes de la nueva generación nacidos aquí van a la contra. Tal vez se trata de un rechazo a la autocomplacencia de la generación anterior, el giro a posiciones mucho más conservadoras de los políticos, la crisis económica, el aburguesamiento de Laurel Canyon, lo que sea… pero California está a punto de convertirse en la cuna de los sonidos más contundentes que se escucharán en el país hasta que el Noroeste recupere su pulso. O sea, que al final va a ser cierto eso del “Salvaje Oeste”, porque además aquí no hay el poso cultureta de Nueva York o Cleveland, sino la contundencia del rock desgarrado al estilo Detroit. Ni las bandas arty como Talking Heads o Pere Ubu, ni el punk pop al estilo Ramones tienen cabida aquí; como mucho, esa sensación de mala leche generacional se tiñe a veces con una difusa ideología política de tono anarcoide. 


Los Angeles se está convirtiendo en una potencia del punk más visceral gracias a bandas precursoras como los Germs, que cumplen a la perfección casi todas las normas no escritas del género: son de los primeros en recurrir al “Háztelo tú mismo” al grabar su primer single en el 77 gracias a un sello creado justo para ellos; grabaron otro más en el 78, un Lp al año siguiente y desaparecieron. Pero la cosa tiene más enjundia, porque hay una historia tan macabra como novelesca que los inmortaliza, y que en resumen dice así: Jon Paul Benham es un chaval de diecisiete años criado en una familia muy accidentada; su ídolo es David Bowie, sobre todo por ese himno siniestro llamado Five years” (ya saben ustedes, a la Tierra le quedan cinco años de vida). A Jon no le importaría que todo se fuese al carajo en cinco años, o en menos, porque “No future” es una consigna que le cuadra perfectamente. Estamos en 1975, y Jon decide planear esos cinco años de modo que al menos estéticamente su vida tenga algún sentido: creará un grupo que entrará en la leyenda, grabarán un único disco grande (en todos los sentidos) y luego se suicidará junto a quien quiera seguirlo. Ah, y su nombre artístico será Darby Crash. Los Germs son el resultado, y el plan se cumple al milímetro: “(GI)”, su único disco grande, es uno de los primeros hitos en la historia del punk californiano; para llegar ahí han cruzado el rock de Detroit con el glam y añadido la novísima influencia isleña. El ahora llamado Darby Crash espera al 7 de Diciembre de 1980 para cumplir el último punto del plan junto a su novia y la heroína, su otra compañera desde la adolescencia: él muere, su novia se salva. Lo malo es que no contaba con que el día siguiente alguien iba a matar a John Lennon, y la noticia de esa muerte oscureció todas las demás. 


Para entonces ya han surgido en la zona otros grupos con la misma vocación agresiva de los Germs pero modificando la esencia del punk original, es decir, diluyendo la influencia británica al añadir un tono más denso, más cercano al heavy, poniendo así las bases de lo que ya comienza a llamarse “rock alternativo” y que pronto será el exitoso hardcore (un producto netamente yanki). El nombre más importante y representativo de esa transición es Black Flag, cuya carrera se extenderá hasta mediados de la década siguiente; se trata de una creación del guitarrista Greg Ginn, que además es el compositor principal. Pero no terminan ahí sus habilidades, porque Ginn también es el creador de SST Records, un sello que en poco tiempo se convierte en fundamental para la historia del hardcore: además de los Flag, ahí grabaron Minutemen, Overkill L.A. ,The Dicks, Meat Puppets y otros cuantos grupos cuya sola enunciación ya hace que los fans caigan en trance. Tras cinco años de actuaciones y únicamente dos o tres singles la banda se revitaliza con la entrada del cantante Henry Rollins, un verdadero icono, y graban su primer disco grande ya en 1981. Black Flag dieron muchos bandazos a lo largo de su caótica existencia, con una discografía un tanto inconexa, pero al igual que los Germs son un referente fundamental para esa ensalada de etiquetas que vino luego: el noise, hardcore punk, etc. 

En cuanto a la zona de San Francisco, antaño capital hippy, de aquel buenismo lisérgico hemos pasado a una situación en la que el deterioro social y económico ha cambiado el espíritu de la ciudad, igualándola al resto del país. Y es justo aquí donde surge una de las agrupaciones más trascendentes de todo este ruidoso movimiento: los Dead Kennedys, cuyo concepto sobre la provocación arranca ya con el propio nombre de la banda. Son la mejor síntesis que puede hacerse sobre una época en la que fluyen en paralelo la resignación y la rabia, porque saben reflejarla mejor que todos sus coetáneos. Jello Biafra (Ray Pepperell), cantante y compositor principal tiene una formación intelectual y política muy superior a la media, y expresa su desdén con unas letras tan cínicas como irónicas, frecuentemente de mal gusto (una de las armas de la sátira) y sin respetar ni una sola de las convenciones tradicionales, con un sentido del humor muy particular. Pero lo que nos importa es lo musical, y además de que su voz es de superior categoría (su tono sarcástico se aleja del cabreo desesperado de la mayoría de sus colegas) vemos que tras ese sonido denso, crudo y aparentemente simple hay vocación por la melodía, que se busca una interacción entre los instrumentos, que hay algo más que el puro ruido. No resulta extraño que sienta un interés similar por el punk británico que por los Ramones, ya que en cierto modo su banda es la fusión de ambos estilos.

También el señor Biafra crea su propio sello, llamado Alternative Tentacles: entre 1980 y 1986 los Dead Kennedys grabarán cuatro discos oficiales (aunque hay una buena colección de piratas y grabaciones de lo más variado). El primero de aquellos cuatro discos se titula “Fresh fruit for rotting vegetables”, que se convierte casi al instante en un éxito subterráneo tanto en los Estados Unidos como en Europa. Un buen resumen sobre el tono general de las letras lo tenemos ya en “Kill the poor”, la canción que lo abre: vivimos en una época maravillosa, con esas armas tan potentes y limpias como la bomba de neutrones; podemos borrar del mapa los barrios obreros, liquidar a esos millones de parados que deslucen la situación; no más impuestos solidarios, no más zonas feas… Demoledor. O “California über alles”, dedicada al pro conservacionista Jerry Brown, gobernador del estado por entonces, y así sucesivamente; aunque la controversia puede surgir incluso desde las propias filas de sus seguidores, que a veces no entienden el doble sentido de las letras. Y admitiendo que a los de nuestra quinta ya nos costaba digerir según qué tipo de sonidos, aquí todavía podemos reconocernos: para muchos de nosotros, los Dead Kennedys son uno de los últimos nexos de unión entre dos mundos que se van separando cada vez más, el nuestro y el de las nuevas generaciones cabreadas que se inclinan casi exclusivamente por la alternativa noise, hardcore y demás variedades ruidosas. Habrá otro años después con la aparición de los Pixies (para mí la última gran banda de la historia), pero esa es otra categoría. 


Y, sin relación alguna con todo lo dicho hasta ahora, como demostración de que hay otros mundos pero están todos en este, nos cabe el honor de hacer referencia a un grupo de alienígenas procedentes de Louisiana que decidió establecerse en San Francisco: los Residents. Su carrera comienza ya a finales de la década anterior, pero podría considerarse que viven en una realidad temporal paralela a las tres últimas décadas del siglo pasado. Podrían definirse como una especie de colectivo avant garde con vocación teatral en el que las personalidades no importan, sino la obra de conjunto: nunca se ha sabido quiénes son o fueron, dónde viven ni cómo se llaman porque desde el principio de su carrera han actuado con disfraces (el más famoso, el ojo con sombrero; así actuaron en España en el mítico concierto de La Edad de Oro). Tienen su propio sello discográfico, como era de esperar: se llama Ralph Records, y en él han publicado más de cincuenta discos, unos conteniendo música más o menos “normal” y otros como fondo de ambientación para obras de escenario. En el caso de que alguien que no los conozca decida arriesgarse, le recomiendo justamente su primer disco, que es de los más accesibles. 

Aquí terminamos nuestro viaje a California. Queda ya muy poco para coger el avión de vuelta a Europa, pero para eso debemos partir desde la costa atlántica: allí nos espera nuestro último invitado. 


14 comentarios:

  1. Hola Rick.
    Pues de los que citas, los primeros solo los conozco de oidas, pero del nombre, no de la música.
    Los Dead Kennedys los tengo oidos hasta la saciedad, pues en su tiempo conviví con un zagal forofo a muerte. Siempre he pensado que los grupos punk yankis eran demasiado salvajes y ruidosos, y por eso prefería a los británicos.
    Los Residents eran cuando menos curiosos y su música inclasificable, tenían momentos buenos, pero mucho rato ya cambiaba la cosa. Recuerdo también su aparición en La Edad De Oro.
    En fín, partte de la historia, nos gusten o no.
    A ver que tal la vuelta al imperio británico, que intuyo va a tocar una época que me va bastante.
    Saludotes.
    Jose

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    1. Tengo que reconocer que no soy fan de este tipo de sonido; he hecho una mínima reseña porque creo que era conveniente para cerrar la visión del panorama, pero salvo los Dead Kennedys y algunas piezas de los Germs el resto no me interesa. Y los Residents son otro mundo evidentemente; no son para escuchar dos o tres discos seguidos, pero sorprende su manera de ver la composición musical. Al menos son originales.

      Y de momento no habrá vuelta al imperio británico, porque antes están las vacaciones. Así que ya pronto nos vamos todos a la playa.

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  2. Darby Crash, con ese suicidio anunciado, fue un efecto de aquel mito que bebió de la leyenda de los rockeros muertos y del eslogan punk 'no future'. Para mi, más cercano, el suicidio anunciado por Josu Expósito (Eskorbuto), en su caso más obsesionado por las leyendas de los 60's y la figura de Keith Moon que por la de cualquier grupo punk coetáneo, pero que siguió participando del ritmo de ese mismo ideario, producto de su época y contexto. Al final no se suicidó en cinco años, pero acabó peor que si se hubiese atrevido a llevar a cabo aquella tontería. Bastante triste.

    Me gustan varios temas de Death Kennedys (precisamente los que has mencionado, y muy pocos más que conozco), y desconocía la existencia tanto de Black Flag como de los Residents. Acabo de escuchar un par de temas de ambos y Black Flag no me gusta nada; sin embargo, los Residents me han parecido curiosos.

    Hablando de los DK, del no future, etc, si me lo permites te dejo aquí una canción de un grupo punk navarro cuyo nombre... ya verás de dónde viene. Y no es que me gusten especialmente, salvo tres o cuatro temas que me hacen gracia simplemente. Musicalmente son más de lo de siempre: mezcla de rock urbano español con punk, ritmos planos... Son la resaca de lo que fue el RRV, pero con un tono más irónico y tomándose menos en serio a sí mismos. Estoy seguro de que a ti tampoco te van a gustar, pero como sé que tienes sentido del humor, te gustará esta letra: https://www.youtube.com/watch?v=HPWF3ot9WoE

    PD: Ahora que terminan los 70's, ¿caerán por aquí los AC/DC? Por preguntar...

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    1. En el caso de Darby probablemente tenía razones para creer en el no future: su vida familiar era bastante desastrosa desde muy pequeño, y eso marca. Los Kennedys son, de este sector,los únicos alos que les veo un peso.

      He visto el vídeo, y es verdad que la letra tiene su gracia. Aunque eso del "consejo de sabios punkis" decidiendo lo que es punk y lo que no, tiene ya una tradición: puristas los hay siempre, en el rock, el jazz, el progresivo... cualquier estilo tiene a sus Guardias de la Revolución para velar por la pureza del movimiento.

      En cuanto a AC/DC, tenemos un problema: son australianos. De momento me limito a los británicos, los yanquis y los españoles, porque si no la cosa se hace inabarcable. Tal vez más adelante haga un resúmen de bandas de otros países (que no estén aquí los germanos CAN o los australianos Easybeats me parece imperdonable), pero de momento ya digo: zapatero a tus zapatos.

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    2. Haces bien. Recuerdo un consejo tuyo, como bloguero, de hace unos años: un blog debe estar más o menos centrado, ya sea en una temática concreta o un tipo de formato, podemos añadir. Hiciste una serie de entradas bastante interesantes sobre grupos sudamericanos fuera de los United Estates dentro de tu serie 'Años sesenta: América', pero entiendo que es complicado abarcar tanto espacio, manteniendo cierto completismo.

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    3. Es que no hay tiempo ni espacio para todo, y además es de suponer que habrá otra gente haciendo otras cosas en otros blogs. Así que yo a lo mío, Y el asunto de los grupos sudamericanos resultó bastante raquítico,porque solo con las bandas brasileñas o peruanas ya habría para un buen rato.

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  3. California es un territorio con personalidad propia, tiene su lógica que tras el optimismo hippie cayera en el nihilismo. Usando de la sociología de baratillo, tras las flores llegó la mirada demoniaca de Charles Manson o de Jim Jones el gurú del suicidio colectivo en la Guyana.
    Una puntualización: Jerry Brown no es un ultra, es el eterno gobernador demócrata de California y por lo tanto liberal.
    Por otro lado, hay que distinguir entre el ambiente musical de Los Ángeles y el de San Francisco que el de San Francisco que está a 600 km. Una ciudad brutal como la primera genera una música mas agresiva por esa es la tierra principal del gansta rap por ejemplo. Frisco tiene un ambiente mas neoyorquino, mas cultureta,y su toque punk, caso de los Dead Kennedys, es mas sarcástica que puramente agresivo y visceral como en Los Ángeles.

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    1. De hecho se habla de la "Escena de California" como un hecho paralelo al discurrir de la música yanqui en los años 80 pero independiente del resto.

      En cuanto a Jerry Brown es evidente que me he expresado mal, y ya he modificado la frase arriba: partimos de la visión del señor Biafra, referida a la postura de Brown sobre la ecología y el medio ambiente. Brown era -y es- una persona de buenos principios, pero en los años 60/70 (y siempre bajo la visión de Biafra, no la mía) se convirtió en una especie de "nazi progre" tratando de imponer un tax flat o sea, un impuesto fijo al consumo de energía: pagaba lo mismo un rico que un pobre. Pero dejando este y otros detalles aparte, Biafra dice cosas como "Un día yo (Brown) seré el Führer, vuestros hijos meditarán en las escuelas, los fascistas zen te controlarán, cien por cien natural..."·, etc. Lo malo es que, como digo arriba, muchos de sus propios seguidores se tomaban en serio lo que en origen no eran más que burlas, e incluso hubo skins que tenían esa canción como bandera. Es lo malo que tiene ese tipo de letras.

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  4. Herr Doktor se me adelantó con su puntualización sobre Jerry Brown, una de las más importantes figuras demócratas de entonces en EEUU, que algunos vieron como continuador de la saga kennedyana. Después vendría Reagan como gobernador del estado para terminar de joderlo todo. Black Flag, Dead Kennedys, sellos como SST o Alternative Tentacles, precursores de otros coétaneos o posteriores como Triple X, Epitaph o SubPop. Según va pasando el tiempo me voy inclinando mucho más por la escena angelina, creo que más variada en aquellas décadas, más bronca, puede que también deudora del Sunset Strip Riot de una década anterior.Gente como The Gun Club, por no extenderme más, fueron fundamentales. Hay una publicación inglesa, de Leeds concretamente, llamada "Ablaze! (The City Is)" que contiene valiosísima información sobre todo el movimiento hardcore y post-punk americano.
    Saludos,
    JdG

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    1. Abundando en la contestación a herr doktor, diré que tampoco los Kennedy eran santos de devoción de Biafra y sus colegas, y que adoptasen ese apellido para la banda dice mucho de sus verdaderas intenciones. Biafra era un radical, eso está claro, y probablemente muchas veces se pasó de vueltas (él mismo reconoció años después que, en vista de la llegada de Reagan, Brown era un santo). En fin,que la historia a veces da muchas vueltas.
      En cuanto a la bronca, así en abstracto, me cansa bastante: en ese sector me da igual rock que punk. Ya me pasaba de joven: para una o dos canciones estaba bien, pero hasta ahí.

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  5. Los Black Flag y los Dead Kennedys ya los conocia y me parecen geniales los dos, al menos lo que he escuchado que es lo más básico. The residents no los conocia y el priner disco me ha sorprendido gratamente, muy originales y diferentes. Los Germs tampoco los conocia y primer disco promete y me lo guardo como pendiente. Saludos y hacia el este que vamos.

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    1. Yo salvaría antes a los Germs que a Black Flag, pero es cuestión de gustos. Los Residents ya digo, para un rato resultan sorprendentes e incluso refrescantes, y sus espectáculos son muy curiosos: el de la Edad de Oro de RTVE está en Internet, échale un vistazo.

      Y a Nueva Jersey que vamos....

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  6. Si, "no está mal para cerrar la visión del panorama". Tomo nota. De todos los que has citado, solo le presté atención en su momento a Henry Rollins y a los Residents, pero sin pasarme. He estado oyendo a los Germs, que ni los había olido; y son difíciles de digerir en estos momentos para mí. Algún tema suelto por ahí y la pura energía es lo que he sacado en limpio.

    Veremos las siguientes entregas. Felices vacaciones para los que tengáis vacaciones.

    Saludossssssssss

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    1. Yo en este sector ya digo: los Germs hasta cierto punto y los Dead Kennedys. Esta fue la época en la que algunos comenzamos a desengancharnos de la actualidad, por algo sería.

      No seas quejicas: vacaciones tenemos todos, de un modo u otro.

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