lunes, 5 de septiembre de 2022

1982... (XI)

A medida que vamos internándonos en la década de los 80 vemos que las dos corrientes principales, ya consolidadas como evolución de la new wave y el punk, son el pop electrónico y de baile -cada vez más pretencioso- y las tendencias siniestro-góticas, que también tratan de convencernos de su magnificencia. Y como es lógico, como ha pasado siempre, comienzan a surgir músicos cansados ya de unas modas que están perdiendo su originalidad: la escuela intemporal del pop eléctrico, con influencias que pueden ir desde los Beatles hasta los Byrds, comienza a despuntar de nuevo (hay que recordar que esto no solo sucede en la Isla, ya que Estados Unidos está viviendo una situación parecida con el afianzamiento del Paisley Underground californiano). Y uno de los grupos británicos más notables que surgen en este ambiente son los Smiths, cuya definición "técnica" puede quedar a medio camino entre "independientes" y "alternativos", pero que en esencia son una actualización del jangle pop de los años 60 con los matices que se quieran añadir. 

Los Smiths son un cuarteto, aunque podrían presentarse como dúo ya que la sección rítmica (Andy Rourke, bajo; Mike Joyce, batería) es muy buena pero tiene poca influencia sobre el enfoque creativo y artístico del grupo. El núcleo está compuesto por Steven Morrissey, cantante, frontman y compositor de las letras, junto a Johnny Marr, que compone la música y es el guitarrista aunque también domina otros instrumentos. Son de Manchester, pero desde el principio tratan de apartarse del ambiente postpunk que envuelve a la ciudad y cuyo ejemplo más notable son Joy Division y luego New Order. Morrissey, nada partidario de esa "corriente de pensamiento", trata de dejar claro que tampoco le va la tendencia casi generalizada de buscar nombres ampulosos para los grupos; y de ahí viene ese humilde, ese proletario "Smiths", o su insistencia en que también a él le llamemos únicamente por su apellido. Sin embargo es un personaje conflictivo, magnífico letrista por su formación poética y literaria en general (por supuesto Oscar Wilde es uno de sus ídolos) pero bastante excéntrico, afectado y un poco presuntuoso, amigo de dar titulares a la prensa; y esa personalidad se muestra en su manera de cantar, que a veces puede resultar un poco cargante. En cuanto a Marr, un magnífico guitarrista de amplia formación pero con un estilo muy original, es el contrapunto perfecto por su vitalidad, en parte porque aún no ha cumplido los veinte años cuando arranca el grupo (Morrisey es casi cinco años mayor que él).

Morrissey y Marr se habían conocido en una actuación de Patti Smith y congeniaron al comprobar que tenían gustos parecidos: el rock de Nueva York y Detroit, por ejemplo. Y, al igual que otros ilustres colegas de Manchester, la epifanía que los llevó a crear un grupo fue la famosa presentación de los Pistols en su ciudad. Sin embargo la cosa no fue tan rápida, porque Marr no pasaba de los catorce años por entonces y Morrissey estaba volcado en la lectura, la escucha de discos e incluso había hecho algunas incursiones como comentarista musical (llegó a publicar dos libros). Y precisamente sobre ese hobby hay un detalle que nos muestra lo intensa y reveladora que fue para él la contemplación de Rotten y compañía: pocos meses antes había escrito un comentario muy poco amigable sobre ese grupo, tachándolos poco menos que de niñatos sin la menor formación musical. Pero en fin, una epifanía es precisamente eso.

El caso es que a mediados del 82, tras algunos escarceos por separado en grupillos menores, queda formado el cuarteto; después de unas cuantas maquetas llegan a Londres y fichan por Rough Trade, uno de los sellos independientes más prestigiosos de la época. En la primavera del 83 se publica su primer single, "Hand in glove", donde ya queda bastante bien definido el espíritu del grupo: un esquema melódico muy original, en el que tanto el ritmo como las guitarras parecen ir a su aire mientras la voz se abre paso, entre canto y recitado, con una hermosa letra a la que inmediatamente prensa y aficionados atribuyeron naturaleza gay, aunque nada en ella lo sugiere... salvo por esa portada, claro. 

A finales de ese año llega el segundo: "This charming man", con una estructura jangle más tradicional pero con un gancho innegable y de nuevo con letra sugerente. La suma de la música, las letras e incluso las portadas hicieron de los Smiths un grupo a tener en cuenta desde el primer día, puesto que solo con esos dos singles ya habían saltado de las listas indie a las oficiales. Ah, y estas canciones, como muchas otras de sus singles, serán regrabadas para incluir en Lps oficiales o en recopilatorios. Es una costumbre muy de los Smiths: podría parecer que es un truco para rellenar espacio (o para vender la canción dos veces), pero por lo general no desmerecen e incluso superan las primeras versiones.    



A principios de 1984 llega su primer Lp, con título homónimo, que alcanza el top 3. Su estilo ya había quedado definido en aquellos dos primeros singles: el pop de guitarras cantarinas (eso es el jangle) que se mantiene a base de una buena digitación, originalidad y buen gusto, virtudes que adornan a Johnny Marr; y una también excelente sección rítmica, por supuesto. La producción corre a cargo de John Porter, un ex bajista que ya había demostrado su solvencia con Bryan Ferry y que no asfixia las canciones con arreglos innecesarios, aunque luego Morrissey y Marr dijeron no estar muy de acuerdo con el resultado final. Las letras son un compendio de asuntos escabrosos: hay un vago tono de pedofilia de vez en cuando (algo que ellos negaron siempre), alusiones muy claras a la homosexualidad -que por entonces no era un hecho tan "normalizado" como ahora-, un frecuente trasfondo vengativo, violento, cercano a la frustración, pero por lo general bajo un tono irónico, casi ajeno a lo que se canta, con lo cual se aligera mucho ese tipo de temas. Morrisey decía a veces que, en conjunto, sus temas preferidos constituían "una abstracción general sobre la miseria humana"; todo ello cantado en su peculiar estilo, que puede ir de una entonación melancólica, sentida, a un buscado desvarío que le lleva hasta una especie de blandos aullidos, un tanto exagerados a veces. Y sobre el asunto este de la miseria hará una buena ironía John Peel dos años después, en una de las apariciones del grupo en su programa, tras escuchar "Is it really so strange": "más music hall que miseria", dijo él. Es cierto que no se trata de una de las canciones preferidas de Morrissey ni de Marr, que la rehicieron varias veces y al final no llegó a publicarse salvo, precisamente, en la transcripción de aquel programa, pero dice mucho de la sagacidad del viejo Peel (que de todos modos fue uno de sus primeros defensores). Siempre hay un trasfondo de music hall en los Smiths, guste o no a sus fans. En cualquier caso, este Lp es un buen debut: aunque el material parezca un poco irregular todo es fresco, vívido, ajeno a la putrefacción que ya comienza a corroer el pop británico de aquel tiempo.



Los Smiths, como otros grupos de la época, conceden una gran importancia al mercado del single. Por otra parte, con su táctica de regrabar canciones y teniendo una gran cantidad de seguidores fanáticos y completistas casi desde el primer día, cualquier cosa que publiquen resulta efectiva en las tiendas, así que antes de que termine 1984 llega su primera recopilación: "Hatful of hollow", que incluye algunos de sus primeros singles y parte de sus actuaciones en Radio One. En las listas indies fue número uno (como todos sus discos "convencionales"), apoyando la teoría de muchos de sus fans que dicen que lo mejor de este grupo son precisamente los singles. 

Eso no impidió que "Meat is murder", su segundo disco oficial, publicado justo un año después del primero, fuese otro éxito, aunque un tanto demorado. Mientras el título (y la canción) nos anuncian la militancia vegetariana de Morrissey, tanto eso como su actitud política se hacen cada vez más reivindicativas, e incluso en algunas citas al horror del sistema escolar podrían recordar a los Kinks. Pero en lo musical, que para mí es lo que cuenta (y que al parecer cada día que pasa importa menos), se nota una madurez que además les trae una mayor variedad de estilos; por otra parte la producción corre a su cargo, y el sonido se hace más cálido y con más profundidad. Me encanta esa apertura con "The headmaster ritual", un compendio de las virtudes de la banda, aunque no entiendo a Marr cuando dice que aquí su trabajo a la guitarra "es lo que podría haber hecho Joni Mitchell si fuese fan de los MC5". En cualquier caso resulta sorprendente esa orientación rockabilly que le da a "Rusholme ruffians", o la tremenda potencia que consigue en piezas como "What she said", por ejemplo. De todos modos el resultado final resulta un poco disperso, como una colección de piezas sueltas, y volvemos a lo de antes: ¿los Smiths eran un grupo de singles o de discos grandes?


Sin embargo, para combatir esa duda, llega en 1986 "The queen is dead", considerada generalmente como su mejor obra y que sí tiene un espíritu de unidad, entre otras cosas porque han desarrollado mucho su sonido, que cada vez suena más compacto, y porque no hay grandes saltos de estilos, demostrando aquí que ya tienen un aura concreto. Lo cual no implica uniformidad, ni mucho menos monotonía: hay un amplio rango que va desde una pieza enérgica, vitamínica como la que abre el disco y le da título, o ese magnífico equilibrio entre rock acústico y eléctrico de la gran "Bigmouth strikes again", hasta los arranques melódicos o líricos de piezas como "The boy with the torn on his side", una de sus piezas más características y recordadas. La voz de Morrissey se va serenando un poco, haciéndose más madura, e incluso su estilo literario se perfila haciéndose más irónico y con más consistencia, llegando por momentos a la autoparodia (lo cual en alguien tan pagado de sí mismo como él es una verdadera hazaña). Mientras tanto, Marr sigue aprendiendo y demostrándonos lo bien que asimila los conocimientos, ya que además de su frescura y dominio la mayor parte del trabajo de producción es suyo. Ah, y el título no queda muy "desenfocado" en relación con el que inicialmente había propuesto Morrissey: "Margaret on the Guillotine". Evidentemente Margaret es la Thatcher, una de las bestias negras del cantante, pero el sello (con el que tienen frecuentes disputas) lo vetó. En resumen, este es uno de los escasos ejemplos en los que la consideración del público y la crítica son unánimes, así que estamos en el momento artístico más brillante de los Smiths. Otra cosa es la situación interna, que comenzaba a degradarse por el exceso de trabajo, las presiones de su sello y las tensiones entre ellos; especialmente problemática fue la situación de Rourke, despedido y readmitido poco después por sus problemas con las sustancias ilegales, pero también Morissey tenía los suyos con el alcohol.


La dura vida de las estrellas comenzaba a pasar factura: llegados al fatídico 1987, y a pesar de algunos nuevos singles exitosos, Morrissey se quejaba de que, a su parecer, no se les reconocía lo suficiente. Era una verdad a medias: tal vez en Estados Unidos su distribuidora (Sire) podría haberse esforzado más, pero en Europa y especialmente en la Isla estaban muy por encima de lo que suele considerarse una banda "alternativa". Claro que a lo mejor esa etiqueta ya no les convenía. Por otra parte, Marr comenzaba a dar signos de agotamiento y decidió tomarse un descanso, lo cual fue interpretado por Morrissey y los demás como una especie de traición. Como es lógico a la prensa le faltó tiempo para proclamar que el grupo estaba al borde de la desaparición, lo cual técnicamente aún no era cierto. Todo esto sucedía entre la primavera y el verano de aquel año, cuando se grabó el que sería su último disco grande: "Strangeways, here we come". Se publicó en otoño, y para entonces los Smiths ya no existían porque Marr no volvió. Y sin embargo, a pesar de ese ambiente, estamos ante otro de los grandes discos del grupo, un buen indicador de la evolución que el propio Marr había emprendido tiempo antes y que se remata aquí. Los Smiths ya no suenan como un grupo "alternativo" de guitarras cantarinas (algo que comienza a ser para entonces una plaga, tanto en la Isla como en los States), sino que se han hecho mayores y, bajo un trasfondo actual, recuerdan a la escuela clásica de los años 60/70 al mismo tiempo que se enriquecen con nuevos instrumentos, especialmente teclados electrónicos (esa deliciosa "Girfriend in a coma", o "Death of a disco dancer"). Incluso las piezas que mantienen un vago recuerdo de sus orígenes como "Paint a vulgar picture", tienen unos arreglos densos, muy trabajados, y también hay momentos de crossover entre varios estilos como "I started something I couldn't finish". Para algunos de los que no somos fans a muerte de este grupo, tal vez sea este precisamente nuestro disco preferido.


Las carreras en solitario de las dos figuras son decentes, pasables, sin más. Siguen sin hablarse, así que no habrá reunión. Por otra parte Rourke y Joyce, que habían estado cobrando la cuarta parte de lo que se llevaban los otros dos, decidieron demandarlos casi diez años después. Rourke aceptó un acuerdo "amigable" y Joyce siguió adelante. Hizo bien: al final les sacó casi un millón de libras por derechos de autor, y desde entonces cobra la cuarta parte de los que se siguen recaudando. La escuela de los Smiths ha dejado rastros evidentes, desde esa plaga de grupitos melódicos que decía antes hasta la pesadez de los shoegazers (aunque en esto último tienen más responsabilidad Echo & The Bunnymen que ellos), y por supuesto también es referencia obligada en el nacimiento del britpop de los 90. Nada de ello me impresiona lo más mínimo, pero no se puede negar que han dejado al menos una docena de grandísimas canciones.


26 comentarios:

  1. ¡Coño! El blogero prodigo ha vuelto, ¡bienvenido!
    Saludotes
    Jose

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    1. Hola, José. Sí, ya me iba siendo hora de volver al tajo. Este año ha sido todo un poco más complicado, pero creo que en pocos días ya se me habrá pasado la modorra. A ver si me voy poniendo al día.

      Saludos mil.

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  2. A la vuelta de las vacaciones, si se les puede llamar así, veo que continíúas con tu furia enciclopedista, tu afán por escribir la historia de la música popular del siglo XX, ya XXI. Y declaro que lo digo sin el menor atisbo de ironía; muy al contrario, me parece que tu essfuerzo de documentación es muy loable, incluso creo que debieras —en algún momento— pensar en publicar una enciclopedia con todas las entradas de «El Bar de Rick». Creo sería bien recibida por muchos aficionados.

    Tengo un par de antologías, ya algo caducas: La una es una colección encuadernada de fascículos dirigida por Diego Manrique, que El Pais publicó en sus suplementos dominicales. Empieza con Elvis y termina en 1982 (antes decíamos "en el 82"). Participan medio centenar de colaboradores, tiene 628 páginas en total, y mucho de lo que se lee son opiniones personales de los autores. En principio no es una pega, y es una buena fuente de información casi en tiempo real.

    La otra es «The Virgin Illustrated Encyclopedia of Rock», de 1998. También es una buena fuente de conocimientos, con una pega, a mi modo de ver mortífera: los discos se califican en función de las cifras de ventas. Y yo con eso no comulgo. Tampoco es que sea yo de la religión indie, pero creo que las cifras de ventas nunca han sido un buen indicador (aunque a veces puedan coincidir con la calidad. Ejemplo: Led Zeppelin).

    Y al ver cómo avanza tu blog, y se adentra en el desierto, (como Lawrence de Arabia tratando de llegar a Aqaba), parece como atascado en las arenas (recuerda que todo son opiniones) de la irrelevancia.

    Aun así, tus seguidores agradecemos tu labor, y te deseo que tus esfuerzos se prolonguen, al menos,
    hasta que alcancemos una nueva Renaissance.

    Saludos y feliz rentrée.

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    1. Hombre, Mister Troll, cuánto tiempo. Y aún encima viene en plan zalamero, así que la sorpresa es doble. Conste que, como creo que ya le dije alguna vez, me gusta el estilo de la gente como usted: cañeros, tocapelotas, pero con fundamento. De todos modos le agradezco esta inesperada alabanza, aunque tal vez sea conveniente desgranar un poco su escrito.

      No quiero ni puedo llegar a tanto como "escribir la historia de la música popular...", porque no tengo conocimientos ni ganas: solo escribo sobre la música que me interesa, más o menos. Y en cuanto a las enciclopedias sobre este tipo de asuntos, a día de hoy me temo que no son "operativas", porque la mayor parte de los actuales aficionados recurren a Internet. Sospecho que numéricamente hay menos aficionados a leer historias "enciclopédicas" que hace cuarenta años. En parte es debido a que los grupos actuales no tienen la entidad o el glamour de las de entonces, pero la situación es esa.

      Por ejemplo: esa magnífica obra por fascículos que publicó EL PAIS llegó a ser material de consulta para dos generaciones, y yo también la tengo, en papel y en formato digital. Pero dudo mucho que los menores de treinta años estén interesados en ella, si es que la conocen. Y Virgin es un campo de minas: tuvieron una época, entre los 80 y los 90, que les dio por publicar algunas obras de este tipo (en varios tamaños, es decir, en distintas amplitudes), pero algunas como la que usted cita van efectivamente por "estatus comercial" y otras son bastante incompletas. De todos modos hay que reconocer que si se quisiera hacer una enciclopedia musical de categoría, pormenorizada, sería un tocho del tamaño del Espasa. No es viable.

      Y en cuando a esa imagen casi épico/lírica de mi blog "adentrándose en el desierto", supongo que lo dice porque creo recordar que la música de los 80 no es lo suyo. Pero no se preocupe: justo en los 80 lo voy a dejar. Ya terminé con la música española, estoy ahora terminando esta serie británica y ya solo me quedará la última serie sobre Estados Unidos. O sea, que más o menos a mediados del año que vienen habré terminado este trabajo que me impuesto y que, a pesar de todo, trato de cumplir porque ya me falta poco. Y a partir de ahí seré libre para escribir sobre lo que me dé la gana.

      En fin, lo dicho: que muchas gracias por su consideración. Y por seguir leyéndome a pesar de todo...

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  3. 1 Gracias por la respuesta.
    2 También yo recurro a internet (casi siempre allmusic.com) cuando busco información. Las enciclopedias se las llevó el viento (aunque las conservo por romanticismo y porque contienen cosas interesantes).
    3 Sigo pensando que las entradas de tu blog conforman un corpus de documentación nada desdeñable, logicamente en formato digital. Quizá bastaría con generar un índice más práctico para el aficionado. Pero no te voy a echar trabajo. Sólo creo que es una pena que todo tu esfuerzo acabe perdiéndose como lágrimas en la lluvia (esto me ha quedadp de PM, reconócelo).
    4 Por los clavos de Cristo, no me trates de usted. Bastante tengo con la artrosis.

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    1. Pues muchas gracias again. Sobre el mundo de Internet, que ya digo, es el más socorrido, hay que tener cuidado: conviene contrastar las informaciones en más de una fuente, porque a veces se encuentra uno con errores reiterados. Eso se debe a que unos copian de otros, sin más, con lo cual lo único que se consigue es repetir el mismo error hasta el infinito.

      Allmusic es una buena fuente para empezar, pero suele ser bastante esquemática y valora más el comentario subjetivo que los hechos. Por otra parte tiene unas cuantas meteduras de pata y la discografía que muestran es bastante deficiente.

      Voy a romper una lanza, como suele decirse, por la Wikipedia. Empezaron muy flojos, y había muchos errores y omisiones en las primeras biografías. Pero el que haya miles de frikis por el mundo significa que siempre hay uno que está a la que salta, y hoy en día esas biografías ya suelen estar bastante pulidas. Por supuesto me refiero a las biografías originales, no a las páginas españolas a veces incluso mal traducidas. Y como complemento no están mal algunas como Rateyourmusic, cuyas discografías a veces son más fiables que las de Discogs (que no suele respetar la cronología cuando hay más de un disco publicado por año).

      Y en cuanto a mi "trabajo", esto es un simple hobby. De todos modos todo queda aquí, en la Red, así que supongo que, al menos durante unos años, no se perderá. El que es inquieto busca, donde sea. Y lo del índice creo que es bastante operativo: va por años, sección nacional más las dos extrajeras más potentes y algunas secciones sueltas. Quien busque un nombre en concreto tiene el buscador de la columna izquierda. Para mí es suficiente.

      Lo del "usted" es un truco que uso en plan epistolar, con una evidente (creo yo) carga irónica. Pro si hay que pasar al "tú", se pasa, no hay problema. Por cierto, a ti que eres tan refractario a las músicas actuales tal vez te interese ver de vez en cuando los grupillos que pongo en el otro blog. Estoy seguro de que más de uno te sorprenderá.

      Hala, ya me he tirado otro tocho. Vocación enciclopédica, no hay duda...

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  4. Hola, Rick. Espero que el verano te haya ido bien, a pesar de que no sea tu estación preferida.

    Esperaba esta entrada como agua de mayo desde que descubrí a los Smiths. A toro pasado, ya me fastidió perderme tus escritos sobre Joy Division (otro descubrimiento hasta cierto punto reciente y seguramente el grupo que más me ha enganchado en el último año, porque me doy cuenta de que no me cansa ponérmelos una y otra vez). Volviendo a los Smiths, describes su aportación varias veces como ''peculiar'' y ''original'' y es precisamente lo que pienso yo, incluso habiéndolos descubierto tan tarde y muy posteriormente a toda esa música que les copió, así como a REM en Estados Unidos y otros tantos grupos de pop, rock o pospunk de la época.

    Eso sí: no he escuchado ''Strangeways, here we come'', que dices que es el disco que más os gusta a los que no sois fans del grupo. Cuando me da por un disco, me cuesta soltarlo y catar otros, y por eso con los Smiths pasé del primero a los otros dos (excelentes canciones, con independencia de la valoración como discos en su conjunto), y ahí me he quedado... Habrá que ponerle remedio. En cuanto a lo que consideras excesos vocales de Morrisey, no me molestan sus falsetes, que en algunos temas le dan un corte casi barroco. Y solo a veces he prestado atención a las letras, me avergüenza un poco confesar, porque ya había leído de antemano que tienen interés: también acabaré poniéndole remedio.

    Un saludo.

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    1. Hola, y bienvenido al otoño. Este verano, supongo que estaremos de acuerdo, ha sido un horror volcánico. Y lo que más acojona es la frase esa que ha dicho un metereólogo. Más o menos, dice que no nos quejemos, porque este ha sido el verano más fresco de todos los que nos quedan por vivir. Para echarse a temblar, y no de frío precisamente...

      No te has perdido a Joy Division ni a nadie: como le digo al señor Troll, todo sigue aquí, de momento. Precisamente una de las ideas de la enciclopedia es esa, la libertad sobre la dictadura de lo inmediato. Y en cuanto a los Smiths, es un grupo que por fuerza hay que citar aunque no se sea muy fan: además de su influencia eran buenos músicos, e insisto en que como mínimo hay una docena de canciones realmente buenas.

      El "Strangeways..." es, como todo en esta vida, cuestión de gustos. Y no tengo nada que objetar a quienes piensan que el mejor era el anterior, porque desde luego es igual de bueno. Ya digo, no tengo argumentos objetivos para defenderlo salvo, quizá, ese tono general un poco más "clásico". Lo del falsete de Morrissey, en fin, por muy barroco que sea está bien para un rato, pero a mí me acaba cansando. Lo de las letras que conste que es optativo. Yo mismo soy el primero que está siempre diciendo que es algo accesorio para los que nos definimos como aficionados a la música.

      Saludos mil.

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    2. Por supuesto, lo de que me haya ''perdido'' entradas es un decir. Quería decir que habría descubierto ese grupo antes y participado de tu artículo en su tiempo de publicación. Aunque llegase tarde, las leí en su momento, como otras tantas. Coincido yo también con Trolling en que tu proyecto, el día que lo termines (esperamos que no por ello abandones el blog y sigas publicando sobre música) sería muy apto para la publicación física, si te diera por ello.

      El verano, complicado, sí... Yo, la verdad, no lo he sufrido en exceso porque tanto en Bilbao como en el Bierzo leonés, que es por donde me he movido sobre todo, el clima no ha sido tan sufrido. Los próximos veranos terminarán por convencer al primo de Rajoy de que el cambio climático es algo muy real, espero...

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    3. Pues yo sigo pensando que lo del formato papel, en este tipo de materias, no tiene mucho futuro. Ya no hablo de ganar un duro con ello, sino de no perderlo todo. Vuelvo a lo que le decía a mister Troll: la gran mayoría de los aficionados actuales, acostumbrados a la pantalla, llevan muy mal eso de coger un libro. Y si los e-books se mantienen es por las novelas y cualquier otro tipo de asuntos. Y tampoco a ese sector lo veo tan boyante como cuando empezó. Creo que cada vez se lee menos.

      El verano ha sido un horror en cualquier sitio: en Galicia hemos tenido más incendios que nunca, y aún ahora estamos al borde de la sequía. Ah, y lo de los cuarenta grados en Londres, eso ya es para nota.

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  5. Bienvenido, Rick. De acuerdo con Trolling Like Tracy en el punto 3 de su comentario. Ya lo hemos hablado alguna vez. Me apunto de nuevo a las clases, que esta época no la tengo muy clara.
    Saludos.

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    1. Muy buenas, Bab. Gracias por lo de la enciclopedia, pero ya digo: es un hobby, es un apoyo más dentro de la gran oferta que hay en Internet y al menos de momento seguirá aquí. Nada es totalmente imprescindible en Internet.
      Bueno, y los Smiths ¿qué te parecen?

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    2. Pues no es de mis grupos preferidos, pero creo que tienen su aquél. Sobre todo aprecio la guitarra de Johnny Marr y algunas melodías concretas. Hay canciones que me gustan bastante. No puedo decir gran cosa de ellos.
      Saludos.

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    3. Melodías concretas, efectivamente. Lo mismo me pasa a mí. Un buen recopilatorio sería lo mejor en su caso.

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  6. No sé si soy oportuno o inoportuno dejando mi comentario el día después de la muerte de la reina Elizabeth a la que los Smith le dedicaron un gran disco aunque seguramente pensando en La Dama de Hierro.
    Es curioso como una presencia constante como esa señora nos deja como a la intemperie.
    Tengo un sentimiento ambivalente con este grupo, hay temas soberbios, letras esplendorosas y sobre todo directos, para mí es un grupo de directos, colosales, pero a veces esa forma de cantar casi hipnótica y arrastrada de Morrissey me resulta pesado y también me sobran las guitarras y el ritmo demasiado contrastados con esa voz lastimera.

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    1. No se preocupe, herr doktor. Aquí somos monárquicos lo justito. Bueno, y republicanos igual. Además, ahora tenemos al Orejas. Igual nos divertimos...

      Veo que tenemos una opinión parecida sobre los Smiths, aunque yo si creo que esas guitarras son de categoría: Marr es un músico, Morrissey un poeta (por definirlo de algún modo). En otras palabras: los Smiths podrían haber existido sin las letras de Morrissey, pero no sin las guitarras (y la dirección musical en conjunto) de Marr.

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  7. Hola Rick.
    Pues a mi si que me iban esta peña, tengo varios discos suyos, pero todos está eclipsados por "The Queen is Dead", que lo tengo ya desgastado de tanto oirlo y donde todas sus canciones son a cual mejor.
    Es lo que pasa, que cuando un disco es tan bueno, te da pereza poner los otros.
    Bueno, seguimos con las clases que yo como Bab ando algo justillo.
    Saludotes
    Jose

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    1. Hola, José.

      Los Smiths gustarán más o menos, pero no se puede negar su importancia. Y como digo arriba, hay unas cuantas canciones que ya son clásicas. Luego ya elegir un disco sobre otro a mí se me hace difícil, puesto que soy de los que piensan que los Smiths son un grupo más de singles que de Lps.... salvo por los dos últimos, claro. Lo cual, por otra parte, indica que en sus orígenes, en su espíritu, estaba antes la pieza aislada que el conjunto "conceptual" que da un disco grande., por decirlo así.

      Saludos mil.

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  8. Mis conocimientos de inglés no dan como para disfrutar de las letras de Morrissey, aunque eso de que sean muy literarias suele devenir muchas veces en ladrillos pretenciosos. Y su voz no me gusta nada, así que nunca he sido de su cofradía. Apuntas bien, son un grupo de singles, tienen alguna buena canción pero ahí se quedan. Y un tanto para tí por haber sacado el artículo justo cuando nos deja su reina

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  9. Bah, no te preocupes por las letras. Lo dicho: somos fans de las músicas, y las letras para nosotros son algo accesorio. Si son buenas mejor, pero tampoco pasa nada si son del montón. Recuerda lo que decían Vainica Doble: "el que quiera letras que se compre un libro". Y lo decían ellas, tan alabadas precisamente por las letras...

    La voz de Morrissey es muy "particular", y también a mí me acaba cansando. Pero en fin, para un rato resulta original. Y lo de la reina, ya ves: es que manejo información privilegiada.

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  10. Hola Rick.
    Pues yo, como dice babelain, también me apunto a al nuevo curso. Que por cierto, ya estaba desenado que diera comienzo, no cmo cuando íbamos al instituto. Tras la publicación que hizo Jose del álbum "Candy-o" de los Cars, me entraron las ganas otra vez de escuchar ese tipo de bandas, y esta entrada me ha venido al pelo para darle un repaso como se merecen a los álbumes de Los Smiths, que tanto alegraron mi juventud. Empezaré por el "The Queen is Dead", que parece el más adecuado, dados los acontecimientos recientes.
    Queda inaugurada la temporada de Otoño. Deseando estoy de engancharme de nuevo a las lecciones de este templo del saber musical.

    Saludos.
    Antoni.

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    1. Hola, Antoni.

      Que no hombre, que aquí ni se pasa lista ni se ponen notas. Más bien, por la edad media del personal, esto viene siendo una serie de batallitas del asilo...

      Conste que los Smiths tienen poco que ver con los Cars, y desde luego son bastante más creativos. De todos modos comprendo que este tipo de grupos es más bien para recopilatorios que para tener su discografía completa.

      Saludos mil.-

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  11. Pues si, a mí estos tíos me ponían. Originales, tanto a nivel musical como lírico. El punto de imagen también tenía su punto. Esas portadas de sus discos (salvo el "Queen Is Dead"), con esos tonos de color tan diluidos (quizá relacionados con esa supuesta ambiguedad homosexualidad) eran muy atractivos.
    Otra cosa es el amigo Morrisey. No tengo nada contra él, ni siquiera su pretenciosa grandeur me molesta. Un valor añadido a un artista que, tanto con The Smiths como en solitario, tiene obras de verdadera calidad.
    Les vi en directo en un nefasto concierto gratuito en el Parque del Oeste de Madrid. Huí a los 20 minutos. Mucho retraso en el comienzo, calor sofocante (pavimento, sin posibilidad de acceder a los laterales de césped), mal subido a una farola para intentar ver algo (ante una multitud de muchas miles de personas). Lástima.
    Les sigo escuchando con gusto.
    Saludos,

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    1. No se puede negar que el impacto visual de su "puesta en escena", con ese equívoco Morrissey dando a entender cosas que no eran (en la vida real parece andar cerca de la asexualidad), con esas letras y esas portadas, es muy fuerte. Pero luego eso hay que mantenerlo con la música, y en efecto eran un grupo muy brillante. Y otra cosa es que su estilo guste más o menos; a mí ya digo que no me emocionan mucho, pero hay unas cuantas canciones -entre ellas las que he puesto aquí- a las que reconozco una gran categoría.

      Saludos mil.

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  12. Creo que los Smiths son la banda que mejor representa la originalidad de los 80s, y de como conseguir el éxito masivo a través de la independencia, antes de que se desvirtuara la palabra indie y cayera en lo más vulgar. Saludos.

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    1. Yo más bien los veo como una vuelta al clasicismo de las guitarras y la melodía de los 60. Como digo arriba, hay influencias notorias de grupos como los Byrds. Otra cosa es que hay también una originalidad en el sentido de que pasan olímpicamente de los tecladitos fritos o las poses simniestro-góticas. Eso si.

      Lo del indie, a dia de hoy, no significa más que "no grabamos en un sello grande". Y aun así habría mucho que discutir.

      Saludos mil.

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Cierren la puerta al salir.