Bien, pues ya hemos rendido pleitesía a algunas de las bandas angelinas más famosas. Vamos ahora a por otras que, si a ojos del gran público no tuvieron tanto brillo, son igual de importantes (o más) para un buen aficionado. Resumiendo, he aquí a cuatro de ellas:
Canned Heat: ellos representan como nadie el triángulo amoroso blues/rock/boogie. El hecho de haber surgido en Los Angeles les vino muy bien para lanzar su carrera en la época hippy, pero en realidad su alma se halla en los tugurios del pantanoso Mississippi. Su devoción por el blues tradicional del Delta es su mayor baza, sumada a la excelente formación musical de sus fundadores (propietarios de algunas de las mejores colecciones americanas de discos de 78 revoluciones), que por cierto eran muy aficionados a los motes: Al Wilson -"el búho ciego"- era un gran guitarrista, aunque sus ojos no veían más allá del cuello de su guitarra (y su voz era, cuando menos, peculiar); Bob "el oso" Hite era una mole de 120 kilos con una voz también "muy personal" y Henry "flor de sol" Vestine era el otro guitarrista, con un particular sonido desgarrado. Estos tres señores fueron la base de una banda -una verdadera escuela de músicos- que aún hoy sigue en activo, aunque la mayor parte de sus componentes históricos han muerto. Oigan ustedes, por ejemplo, "On the road again": es una de sus versiones más recordadas (el rescate de una pieza de 1928 creada por la Memphis Jug Band), y ahí está la esencia de su sonido.
Buffalo Springfield: estamos a principios de 1966. Dos estadounidenses (Stephen Stills y Ritchie Furray), a bordo de su blanco automóvil, tienen una pequeña discusión de tráfico con los ocupantes de un negro coche fúnebre: dichos ocupantes resultan ser los canadienses Neil Young y Bruce Palmer. Al final la cosa debió de arreglarse, porque un mes después ya eran una banda. Y de las buenas. Los Springfield son uno de los mejores exponentes del rock californiano, y aunque solamente llegaron a publicar tres discos han quedado para la historia como orfebres de exquisitas canciones a medio camino entre el folk, el country y el rock, que no pasarán nunca. Hay una al menos que seguramente todos ustedes conocen, aunque no recuerden quién la interpreta: se trata de "For what it's worth", su segundo single, cuyo éxito hizo que la casa discográfica lo añadiese apresuradamente a su primer LP cuando llegó la hora de reeditarlo. Tras su desaparición surgió el grupo vocal creado por Crosby, Stills, Nash y posteriormente Young, otra de las maravillas vocales americanas; que con entradas y salidas, ha durado unos cuantos años. Y por supuesto sus carreras en solitario, especialmente la de Young.
Spirit: tanto en Europa como en América hay grandes bandas olvidadas o desconocidas por las mayorías; porque a veces es el público el que no está a la altura. Y eso pasa con Spirit: son La Gran Banda Americana Desconocida, nunca me cansaré de decirlo. Su núcleo duro estaba formado por el guitarrista Randy California (que con 16 años fue fichado por Hendrix para su primer grupo) y su padrastro, el inmenso batería Ed Cassidy, procedente del jazz (tocó con gran parte de los mejores). Spirit son una amalgama de rock y jazz con tintes psicodélicos que resultó tener demasiado nivel para la mayor parte de los oyentes rockeros. Sus discos, cerebrales, perfectamente ejecutados, exigen un poco de empatía a la hora de abordarlos; pero nadie ha dicho que los discos de rock tengan que ser siempre sencillos. Fueron más populares en Europa que en América, pero aún hoy son venerados por los verdaderos aficionados al rock entendido como arte. Y fue la última gran banda en hundirse: a mediados de los años 70, cuando ya no quedaba casi nada de nadie, ellos seguían en lo alto. Si quieren saber algo más de Randy, aquí tienen su hagiografía.
Iron Butterfly: procedentes del área de San Diego, este es el caso clásico de grupo cuya trayectoria fue estigmatizada por un disco legendario que oscureció el resto de su obra. Los Butterfly eran una buena mezcla de rock ribeteado por tonos psicodélicos en los que tenía una gran relevancia el órgano, al estilo Doors pero un poco más denso. Su ejecutor era también el líder de la banda: Doug Ingle, hijo de un organista de iglesia (y la influencia se nota). Bien, pues entre los aficionados surge antes el nombre de su segundo disco que el de la banda que lo grabó: ese disco es "In-a-gadda-da-vida", publicado a finales de 1968. El tema principal, del mismo título, ocupa toda la cara A y es una de las piezas más famosas en la historia de este género. Vendieron millones, pero nunca volvieron a alcanzar ni de lejos aquel brillo. Ya nadie recuerda que un poco antes habían publicado su primer LP, titulado "Ball", o que luego hubo otros. La carrera de los Butterfly, en esencia, solo duró dos años: aquella canción, tras hacerlos famosos, acabó con ellos.
Y, al igual que hicimos en el caso de San Francisco, remataremos nuestra estancia aquí con otro cajón de sastre. Ánimo, que ya queda poco.
Canned Heat: ellos representan como nadie el triángulo amoroso blues/rock/boogie. El hecho de haber surgido en Los Angeles les vino muy bien para lanzar su carrera en la época hippy, pero en realidad su alma se halla en los tugurios del pantanoso Mississippi. Su devoción por el blues tradicional del Delta es su mayor baza, sumada a la excelente formación musical de sus fundadores (propietarios de algunas de las mejores colecciones americanas de discos de 78 revoluciones), que por cierto eran muy aficionados a los motes: Al Wilson -"el búho ciego"- era un gran guitarrista, aunque sus ojos no veían más allá del cuello de su guitarra (y su voz era, cuando menos, peculiar); Bob "el oso" Hite era una mole de 120 kilos con una voz también "muy personal" y Henry "flor de sol" Vestine era el otro guitarrista, con un particular sonido desgarrado. Estos tres señores fueron la base de una banda -una verdadera escuela de músicos- que aún hoy sigue en activo, aunque la mayor parte de sus componentes históricos han muerto. Oigan ustedes, por ejemplo, "On the road again": es una de sus versiones más recordadas (el rescate de una pieza de 1928 creada por la Memphis Jug Band), y ahí está la esencia de su sonido.
Buffalo Springfield: estamos a principios de 1966. Dos estadounidenses (Stephen Stills y Ritchie Furray), a bordo de su blanco automóvil, tienen una pequeña discusión de tráfico con los ocupantes de un negro coche fúnebre: dichos ocupantes resultan ser los canadienses Neil Young y Bruce Palmer. Al final la cosa debió de arreglarse, porque un mes después ya eran una banda. Y de las buenas. Los Springfield son uno de los mejores exponentes del rock californiano, y aunque solamente llegaron a publicar tres discos han quedado para la historia como orfebres de exquisitas canciones a medio camino entre el folk, el country y el rock, que no pasarán nunca. Hay una al menos que seguramente todos ustedes conocen, aunque no recuerden quién la interpreta: se trata de "For what it's worth", su segundo single, cuyo éxito hizo que la casa discográfica lo añadiese apresuradamente a su primer LP cuando llegó la hora de reeditarlo. Tras su desaparición surgió el grupo vocal creado por Crosby, Stills, Nash y posteriormente Young, otra de las maravillas vocales americanas; que con entradas y salidas, ha durado unos cuantos años. Y por supuesto sus carreras en solitario, especialmente la de Young.
Spirit: tanto en Europa como en América hay grandes bandas olvidadas o desconocidas por las mayorías; porque a veces es el público el que no está a la altura. Y eso pasa con Spirit: son La Gran Banda Americana Desconocida, nunca me cansaré de decirlo. Su núcleo duro estaba formado por el guitarrista Randy California (que con 16 años fue fichado por Hendrix para su primer grupo) y su padrastro, el inmenso batería Ed Cassidy, procedente del jazz (tocó con gran parte de los mejores). Spirit son una amalgama de rock y jazz con tintes psicodélicos que resultó tener demasiado nivel para la mayor parte de los oyentes rockeros. Sus discos, cerebrales, perfectamente ejecutados, exigen un poco de empatía a la hora de abordarlos; pero nadie ha dicho que los discos de rock tengan que ser siempre sencillos. Fueron más populares en Europa que en América, pero aún hoy son venerados por los verdaderos aficionados al rock entendido como arte. Y fue la última gran banda en hundirse: a mediados de los años 70, cuando ya no quedaba casi nada de nadie, ellos seguían en lo alto. Si quieren saber algo más de Randy, aquí tienen su hagiografía.
Iron Butterfly: procedentes del área de San Diego, este es el caso clásico de grupo cuya trayectoria fue estigmatizada por un disco legendario que oscureció el resto de su obra. Los Butterfly eran una buena mezcla de rock ribeteado por tonos psicodélicos en los que tenía una gran relevancia el órgano, al estilo Doors pero un poco más denso. Su ejecutor era también el líder de la banda: Doug Ingle, hijo de un organista de iglesia (y la influencia se nota). Bien, pues entre los aficionados surge antes el nombre de su segundo disco que el de la banda que lo grabó: ese disco es "In-a-gadda-da-vida", publicado a finales de 1968. El tema principal, del mismo título, ocupa toda la cara A y es una de las piezas más famosas en la historia de este género. Vendieron millones, pero nunca volvieron a alcanzar ni de lejos aquel brillo. Ya nadie recuerda que un poco antes habían publicado su primer LP, titulado "Ball", o que luego hubo otros. La carrera de los Butterfly, en esencia, solo duró dos años: aquella canción, tras hacerlos famosos, acabó con ellos.
Y, al igual que hicimos en el caso de San Francisco, remataremos nuestra estancia aquí con otro cajón de sastre. Ánimo, que ya queda poco.
Mientras agonice querría que sonara Buffalo Springfield, la verdad. Sé que no es mucho pedir.
ResponderEliminarVaya descubrimientos hago hoy... Y eso que no conocía ningún grupo, salvo lo que leí de Spirit en este blog. Para empezar, 'On the road again'... la conocía de ''Eyes wide shut'', una de mis preferidas de Kubrick, aunque sé que objetivamente no sea de sus mejores obras. O eso dice la mayoría. Pero me desvío: Grandísima canción. Luego he encontrado otra que he oído mil veces no sé dónde: 'Let's work together.'
ResponderEliminar'For what it's worth', de los Buffalo: otra que me gusta mucho, pero como dice usted, no sabía de quien era.
Y de Iron Butterfly, aunque taampoco conocía al grupo, más que por el nombre, la canción sí, claro. Para empezar sale en los Simpson en una escena muy graciosa en la iglesia. Y aparte, un rapero de mi barrio la ha usado como base para su canción más famosa, 'Leftcoast', destrozándola.
Le he pasado a mi padre enlaces a estas canciones y me dice que tiene un single o un LP (no está seguro) de Canned Heat en vinilo. Y yo sin saberlo XD
ResponderEliminarVale: mil perdones por dejar tantos comentarios. El caso es que antes me equivoqué, la canción de los Canned no es la de 'Eyes wide shut'. Me confundí con 'Baby did a bad, bad thing', cuyo vídeo además recomiendo (Laetitia Casta... no digo más). Pues conocía las dos, y se me cruzó el cable. Es que se parecen en varias cosas, y aunque la wikipedia no diga nada al respecto, estoy seguro de que el tal Crhis Isaac se inspiró en 'On the road again'.
ResponderEliminarY es que me suenan más parecidas entre sí que la versión de los Canned en relación a la canción original de blues de 1928. Si no me lo dice usted, no me creo que es una versión.
Intentaré escuchar algo de Spirit y luego vuelvo.
ResponderEliminarSalud.
¡Buf! ¡Muy buenos!
ResponderEliminarHace tiempo que usted intentó convencerme de que los escuchara con atención, pero no llegaron a gustarme, aunque reconocía que eran buenos.
Vengo de escuchar cinco o seis canciones de 1970, y hacían mucha fusión, con mucha calidad. Lo de siempre: cuanta más música escuchas, mejor sabrás apreciar la siguiente.
Pues yo también me he puesto a buscar, y me he enganchado a dos, a '1984' y sobre todo a 'I got a line on you', que es cojonuda. Imagino que serán las más famosas y que el resto sí requerirá más tiempo para hacer la digestión. Me he bajado unos discos a ver.
ResponderEliminarEl tal Ed Cass es una mezcla de Foucault, Yul Brinner y James Tolkan XD Tiene que ser la caña eso de tocar en el grupo con tu padrastro.
Los de esta entrada no los conozco,solo de oídas a Iron Butterfly. En youtube he escuchado algo de los demás y los de Buffalo Springfield me han sorprendido para bien. Los apuntaremos en la lista de próximas audiciones
ResponderEliminarDeclaro mi amor incondicional por Neil Young.
ResponderEliminar-...pero me queda para repartir entre los demás. Genios.-
Un buen grupo para amenizar un velatorio, mr. Alabama Man, no hay duda: ni estridentes ni lánguidos. El tono perfecto.
ResponderEliminarSegún creo ya está usted trabajando en la cantera Spirit, don Raúl; lo cual demuestra mucha inteligencia por su parte. Qué orgulloso estoy de mi yerno...
En cuanto a los otros tres grupos, yo creo que una recopilación de cada uno de ellos le sería muy útil. No es exactamente su estilo, pero los tres son notables. Y dígale a su padre que suelte el disco de los Heat; no sé cuál será, pero si es una edición española seguro que es de los más conocidos.
Me alegro, don Luis, de que por fin se haya dignado ofrecer una segunda oportunidad a Spirit: es una banda grande, muy grande. Y en efecto, cuanto más se estudia más se aprende.
¿A que tiene muy buena pinta el señor Casssidy, eh, yerno? En efecto, sería una buena mezcla la que usted dice. Y además, con ese aspecto, parece como el guardaespaldas de los otros. Impone. Ah, y recuerde que John Bonham, por ejemplo, lo nombra como una de sus influencias, lo cual dice mucho en su favor. En favor de Bonham, claro: Cass no necesita favores. Los hace él.
ResponderEliminarNo dudo que los Springfield le han de gustar, mr. Chafardero. Su aire a medio camino entre el folk y el pop es muy agradable. Le recomiendo especialmente su primer disco. Luego ya irá usted viendo.
Vaya, una fan de mr. Young. Tienes buen gusto, Flaca: aunque Neil a veces se hace un poco prolífico de más (con la mitad de su producción sería suficiente), es innegable su talla. Y su variedad: es capaz de saltar del country acústico -y un poco llorón a veces- a la electricidad torrencial de un momento a otro. Hasta los grunges lo reconocen como influencia, que ya es decir.
Sí, sí, ahí da usted en el clavo: las canciones que nos suenan y no sabemos de dónde. Las que ha mencionado usted las había oído ya.
ResponderEliminarIn-a-gadda-da-vida (ya me dará usted su opinión de si en realidad querían decir "in the garden of Eden") es de esas que todo el mundo conoce (al menos la parte inicial y final). Y recuerdo perfectamente esa escena de los Simpson que comenta Raúl :)
Y Spirit, que los conozco un poquito más, qué le voy a decir: dan gusto.
Bueno, a ver si me voy poniendo al día. Estas entradas siempre me requieren bastante tiempo, porque no tiene sentido leerlas y comentarlas si no te entretienes buscando y escuchando.
Por ahora lo dejo aquí, que me tengo que poner en marcha. Que tenga usted un feliz domingo, Sr. Hum.
Vaya, Lady Dusch, ya veo que se lo toma usted con mucha calma. Pues hace bien, mujer, que no hay prisa. Y los grupos van a seguir aquí.
ResponderEliminarEs muy frecuente eso de que conozcamos una canción y no sepamos de quién es; lo cual a veces causa un estado de ansiedad horrible. Yo, de joven, lo pasaba francamente mal cuanto oía alguna canción y no sabía de quién era.
En efecto, la versión más extendida -la oficial, digamos- es que lo que Doug quiso decir fue "In the garden of Eden". Esas mismas versiones indican que, por un atragantamiento en un bar, mientras componían la letra, se atragantó y le salió esa cosa rara; otros dicen que fue una intoxicación; y otros, más iconoclastas, sugieren que el grupo tenía un colocón considerable de maría cuando, en pleno ensayo en el garage, a Doug le salió de la boca ese sinsentido. Elija usted la versión que más le guste.
Y Spirit, qué quiere que le diga yo...
Siga, siga ratoneando. A ver dónde me la encuentro la próxima vez.