Los seguidores del rock épico están de enhorabuena: 1969 es el año en el que Led Zeppelin viene al mundo. Como le pasa a Yes y en general a todos los grupos de la escuela tremendista, también estos se aman o se odian según a qué bando pertenezca el oyente. Y dada mi proverbial prudencia, yo tiro por la calle de enmedio (a los tibios los expulsará Dios de su boca. ¡Ay de mí!).
En 1968 el fin de los Yardbirds se acerca: Keith Relf y JimMcCarty se han ido sin completar algunas actuaciones pendientes; que han de cumplir Jimmy Page, Chris Dreja y… ¿quién más? Hace tiempo que Jimmy tiene la idea de crear un supergrupo cósmico, la flor y nata del negocio, que abarque los géneros más populares: rock, blues y folk; o música acústica, si quieren. Pero todo se le pone en contra, porque ni uno solo de los músicos a los que pretendía está por la labor de tocar a su lado.
La primera negativa fue la más desgarradora: Jeff Beck. Ay Jeff, con lo arrobado que tenías a Jimmy… podías haber sido el otro guitarrista, reinar a su lado… pero no. Tu amigo y admirador lo ha intentado todo, incluso te ha compuesto una pieza -El bolero de Beck- para tu uso y disfrute; pero tú, ingrato, le contestas: "Muchas gracias Jimmy, muy bonito el bolero este… lo usaré para mi primer disco". De acuerdo. Jimmy será el guitarrista único: menos discusiones y menos reparto de beneficios. Por cierto Chris, ahora que se acaban los Yardbirds te vas a quedar sin curro. ¿Qué planes tienes? Y Chris le contesta que piensa dedicarse a la fotografía. Vaya por dios. Las actuaciones pendientes se acercan, los días pasan… y a Jimmy le viene a la cabeza otra idea cósmica de las suyas: fichar a Steve Winwood, ya que al parecer Traffic se disuelven. Pero resulta que Steve anda tonteando con Clapton para montar otro supergrupo, que ha de llamarse "Fe Ciega". Menudo nombre.
Hablando de nombres… ahora se acuerda de aquella vez, hace ya tiempo, en la que intentó convencer a Keith Moon y a John Entwistle para que se le uniesen, en una época en la que estaban un poco cabreados con los otros dos. Y el bueno de Keith, al oír su proposición, se había reído: para bien o para mal seguirían en los Who. Pero es que además, añade, con semejante mezcla de personajes, "ese grupo se hundiría como un puñetero balón de plomo". Snif. Otro revés. Ahora, que eso del balón de plomo… mola. Quizá, modelándolo un poco, resulte buen nombre para un grupo. Inconscientemente algo había sacado en limpio Jimmy de aquella reunión, después de todo. Jimmy siempre saca algo de cualquier cosa.
Hay un cantante que le gusta para su proyecto. Tiene una voz potente, muchos registros y además toca muy bien la guitarra. Se trata de Terry Reid, que tras su paso por los Jaywalkers ha grabado un disco en solitario: no es malo, pero las ventas fueron flojas. Tal vez lo convenza… Gracias Jimmy, pero prefiero seguir con mi carrera. Eso sí, tengo un colega que chilla mucho, da un tono de voz más alto que yo. Es un tal Robert Plant, que tiene una pequeña banda. Ah, y por cierto… a ti te gustaban los baterías en plan Keith Moon, ¿no? Pues con Robert está un fulano que te puede interesar: se llama John Bonham. Habla con ellos, a ver qué pasa.
Falta el bajo, pero la vida da muchas vueltas y con frecuencia las mujeres son decisivas: John Paul Jones es un bajista excelente que además domina los teclados y la mandolina. Como músico de estudio ha tocado muchas veces con Jimmy, se lleva bien con él e incluso colaboró en el último disco de los Yardbirds. Sabe que a ese grupo no le queda vida, pero no se le ocurre echar la patita por debajo de la puerta; menos mal que su señora, mucho más decidida que él, lo empuja: "¿pero tú eres tonto o qué? Ese puesto es tuyo si mueves el culo, así que venga". Y John -yo es que pasaba por aquí- se presenta en el estudio donde Jimmy está rematando una sesión con Donovan y se le ofrece: es aceptado inmediatamente, como era de esperar.
Por fin Jimmy sonríe: ya tiene su supergrupo; bueno, tal vez no sea un supergrupo... pero se van a enterar todos esos que rechazaron la oferta. Luego de completar las giras pendientes como New Yardbirds, se encierran en el estudio y Jimmy contrata a un manager que sepa estar a la altura: Peter Grant, que ya había trabajado con los Yardbirds. Grant es uno de los mayores indeseables en la historia de este negocio, pero no se le puede negar su eficacia: consigue de Atlantic un contrato fabuloso para la época, que entre otras cosas incluye la prohibición de publicar singles en la Isla: el que quiera una canción, que se compre el LP (Grant es uno de los que ya antes había entendido que los discos grandes daban mucho más dinero que los singles, y ese cambio de enfoque que sufrió el mercado es en gran parte obra suya).
Y a principios de Enero del 69 aparece su primer disco, que todo el mundo conoce. Se nota que el repertorio estaba muy trabajado, desde la época de los Yardbirds -las últimas actuaciones fueron el rodaje necesario para sonar con esa contundencia. Y Grant le ha vendido a Atlantic la grabación ya hecha: no se aceptan discusiones. Se incluyen dos versiones de Willie Dixon, uno de los ídolos de Page. Luego hay algunas escalas en otras canciones que tal vez no sean originales -un asunto que será recurrente en la carrera de los zepelines- pero en fin: es una buena mezcla de blues y rock, con algunas fases tal vez un poco pesaditas. Hay momentos en que me pone nervioso el tono de voz de Plant, sufriente, atormentado… pero no me pegue, señor Grant: me lo compro, me lo compro. Es que "Communication breakdown" me encanta, ¿sabe usted?
Pues yo había leído que Page había escogido a los músicos de Led Zeppelin intentando que no fueran lo suficientemente conocidos para que no le hiciesen sombra, aunque luego Jimmy declaró que el auténtico líder del grupo era Robert Plant un Leo, mientras que él era un "modesto" Capricornio. Por cierto es divertido la reacción de la baronesa Zeppelin cuando dijo aquello de que "cuatro monos aulladores no van a seguir utilizando un apellido prestigioso sin permiso",
ResponderEliminar'Los reyes del plagio', como leí en no sé qué sitio, y ya comentó usted en alguna otra parte. Y a fe mía que lo suyo son plagios, algunos corta-pegas guarretes. Que de eso luego salgan grandes canciones es otra cosa. Luego ya es cosa de querer defenderlos o querer atacarlos, el minimizar o maximizar esos plagios. Las influencias e inspiraciones están a la orden del día en la música, así como las casualidades, pero bajo mi punto de vista, hablar de plagio es cuestión de la premeditación y alevosía, el hecho de robar pequeñas partes e intentar hacerlas pasar inadvertidas. Desde lo poco que sé, parece que Page lo hizo alguna vez, aunque eso no le niega todas sus aportaciones y creatividad propia, claro.
ResponderEliminarPor cierto que, aunque aún no me he metido de lleno en este grupo, últimamente he escuchado más canciones suyas y me están gustando más. De hecho me extraña que no me llegaran antes de la misma forma. Con la voz de Plant tengo algún que otro problema yo también, al menos en algunos de sus gritos agudos, porque por lo demás es una gran voz. Comparemos el 'Dazed and confused' de Yardbirds con el de LZ y... es como si en el anterior el cantante no tuviera potencia de voz. Son voces distintas, lo sé, pero la comparación es inevitable.
ResponderEliminarPor cierto, la guitarra de Page en este vídeo es el mismo modelo que me he agenciado yo (salvo la pintura del dragón), y aquí no puedo evitar sentirme orgulloso de mi Telecaster XD. Al parecer se la regaló en algún momento Beck a Page: http://www.youtube.com/watch?v=rf2e4QPPxJY
'Dazed and Confused' es la que más me gusta de ese primer álbum, y siguiendo con él, 'Babe I gonna leave you' creo que es un buen ejemplo de lo que define a este grupo: oscura, con una parte acústica y otra de hard rock duro. La canción mola.
¿Qué más iba a decir yo? Ah, si. Hablando de plagios y no plagios, antes me he puesto a escuchar otra vez el primer disco de los Zeppelin, y he tenido que parar la primera canción nada más empezar, porque la guitarra inicial me ha sonado igual que ''Heaven is in your mind'', de Traffic. Pero solo unos segundos nada más. Este caso no es de plagio, claro, esto ya es una simple casualidad, jeje.
Pues mira por donde a estos si les conozco y siempre me gustaron. Hubo un tiempo en que entre Led Zeppelin y Deep Purple pasaba las tardes.
ResponderEliminarBeck y Page en la misma banda, eso sí que se habría hundido como un lead zeppelin: no existe elemento en la tabla periódica que pese tanto como el ego; bueno, tal vez el salchichonio.
ResponderEliminarMe gusta Peter Grant porque es como los mafias chungos de 'Casino' (Scorsese), aquella gente que dominaba Las Vegas antes de que las multinacionales encontraran allí su particular El Dorado. Historias de lo más divertidas nos dejó el tipo.
Aprovecho para reivindicar 'Good Times, Bad Times' y 'Your Time Is Gonna Come', temas chulos donde los haya.
Pd: Excelentes sus dramatizaciones, oiga.
Siempre me gustó mucho la guitarra de Page y la escalera al cielo de los zepelines.
ResponderEliminarCómo me hubiera gustado saber tocar la mandolina, como ese Jones (o el ukelele, como Marilyn -o, mejor, haber sido Marilyn-). Kiss.
Pues perdón por mi ignorancia pero a éstos y a los Deep Purple no los acabo de diferenciar, y seguro que habrá un abismo entre ellos, pero a los dos he procurado admirarlos en la distancia. Y no sabía de su fama de copiones, aunque seguro que mucho fue envidia cochina.
ResponderEliminarEse rumor sobre "hacer sombra" circuló tiempo después de la formación del grupo, y supongo que fue propalado por alguien que no quería bien a mister Page (no todo el mundo en ese negocio siente cariño por él). Pero no tiene sentido: ya solo el hecho de buscar a Beck -que entre los músicos tenía más prestigio que él- indica que sus intenciones eran buenas, herr doktor.
ResponderEliminarAhora, lo de los signos zodiacales era la punta del iceberg en el oscuro mundo mental de Page, muy aficionado a las ciencias ocultas y todo ese tipo de cosas. En un oscuro episodio a finales de los años 70 murió un hijo de Plant y la prensa sensacionalista insinuaba que el propio Plant había culpado a Page por algún conjuro extraño que quizá hubiese tenido algo que ver con esa muerte. Supongo que sería un bulo, pero la cosa tiene miga.
Y la viuda Zeppelin, en efecto, intentó llevar al grupo a los tribunales ante su negativa a cambiar el nombre: no ganó, como se ve.
Pues sí yerno, el asunto de los plagios es una sombra sobre la carrera de este grupo. Y hace usted bien en diferenciar "influencia" de "plagio", porque es fundamental. Yo aún iría más allá: "Whole lotta love", que abre su segundo disco, es un plagio de Willie Dixon, y este tardó un buen tiempo en ganar el caso en los tribunales. ¿Cuál es la consecuencia? Pues que el dinero se lo lleva otro. Y la diferencia entre plagio y versión es puramente legal: reconoces la autoría de una canción y pagas o te haces el loco. Eso es lo que se le echa en cara a Page, que no haya querido pagar. Versiones puede hacerlas todo el mundo, por supuesto; pero atribuirse una autoría ya es otra cosa. Así que le doy a usted toda la razón.
Y por supuesto, "Dazed and confused" está mucho mejor cantada por Plant, a pesar de mis reparos hacia su voz. Es que el pobre Relf no daba la talla.
Y esa guitarra del video (Fender Esquire) fue regalada efectivamente por Beck; supongo que para saldar la "deuda" del bolero.
Ah, y tampoco me sea usted paranoico, hombre: los segundos inociales de "Heaven is in your mind" tienen otro aire, completamente distinto.
No, si al final le vamos a echar la culpa de todo al pobre Page...
Led Zeppelin y los Purple forman parte de la educación juvenil de unas cuantas generaciones, mister Temujín. En incluso en España causaron furor, no hay duda. Tienen un aire similar, yo diría que son complementarios.
ResponderEliminarBeck y Page no durarían mucho juntos, mister Dani. Pero más que por el ego yo diría que por el carácter asilvestrado de Beck, que siempre ha querido ir a su aire (cosa que sus fans agradecemos mucho, desde luego). Es muy bposible que la ruptura, de haber existido esa combinación, viniese por parte de él. Y la vida del fallecido Grant daría para una novela, en la cual los detalles chungos abundan. Muy chungos, algunos de ellos.
Reivindicados quedan sus dos temas elegidos; sobre todo el primero, que a mí me encanta casi tanto -aunque sea otro estilo- como el "Communication breakdown", mi canción preferida de ese disco. Ya ve lo simple que soy. Y gracias por su valoración dramática, pero todo consiste en mirar por un agujero y ver lo que se habla.
La escalera al cielo, ¿eh, Violetera? Normal: es una canción que se ha convertido en uno de esos himnos inolvidables incluso para los que no somos muy fans de los zepelines: es perfecta.
ResponderEliminarMarylin y el ukelele... vaya. Una pareja mortal. Aunque no debería envidiar a esa señorita; que a pesar de sus momentos brillantes y desparramados ya sabe usted que tuvo muy mala vida y peor muerte, pobrecilla. Seguro que su vida de usted es, a la larga, mucho más placentera.
No hay grandes diferencias entre estos y los Purple, mister Chafardero, pero las hay: el tono blues rock de los zepelines se convierte en metal rock en el caso de los Purple. Y estos últimos, salvo alguna pieza muy concreta, no buscan tanto la grandiosidad como la contundencia. Ahora, también tienen oscuros episodios de copieteo, como el arranque de "Child in time", una copia sobre la copia que hicieron It's a Beautiful Day en "Bombay calling". Nadie se libra, está visto.