Con ustedes, los Damned. Son la otra gran banda londinense surgida en los primeros momentos de la oleada punk; y aunque pueda parecer que le deben algo a los Pistols, pronto se vio que su estilo era más cercano al power pop que a cualquier otra cosa. De todos modos, ellos fueron los que publicaron tanto el primer single como el primer LP del punk británico. Por otra parte, con idas y vueltas, épocas mejores y peores, han llegado hasta hoy mismo; esa longevidad, en un grupo supuestamente punk, es inconcebible y confirma la idea de que eran, o son, mucho más versátiles que sus contemporáneos de por entonces (otra cosa es que a estas alturas tengan algún sentido todavía, claro). Son en muchos aspectos la “cara amable” del género, precisamente por esa tendencia poppie y porque a diferencia de los Pistols tanto su imagen como sus letras están muy lejos de un supuesto ardor social: lo suyo es la diversión pero también un cierto aprecio por la profesionalidad.
El cuarteto se hace oficial a principios de 1976. David Lett (alias Dave Vanian) es el cantante y con el paso de los años se ha convertido el único miembro original en activo; Brian Robertson (alias James) es el guitarrista y compositor principal, aunque se marchará pronto; en la batería se sienta Chris Millar (alias Rat Scabies), y el bajista es Ray Burns (Captain Sensible), probablemente el más carismático de los cuatro y que ha alternado sus idas y venidas en la banda con una carrera en solitario también itinerante. Sí, les gustan los apodos, como a Juanito Podrido o Sid el Vicioso, y la explicación que da Millar resulta convincente: dice que en aquellos primeros tiempos del género muchos músicos se ponían apodos para pasar desapercibidos, por si acaso. Ese “por si acaso” incluye la conveniencia de que algunos padres no supieran en qué andaban sus hijos o de que tampoco lo supiesen sus empleadores, ya que algunos de estos muchachos se mantenían por su cuenta; vamos, que ser punki era un factor de riesgo social. Su primera actuación es en verano y como teloneros de los Pistols, pero pronto demuestran tener la altura técnica y actitud suficientes como para alcanzar la categoría de banda “fiable”. O eso piensan dos cazatalentos que se encuentran entre el público y que buscan sangre fresca: Dave Robinson y Jake Riviera, managers que se han asociado poco antes para crear Stiff Records, uno de los sellos que será referencia principal de la new wave británica, y que les ofrecen un contrato de grabación.
Stiff se inaugura más o menos por esas mismas fechas con un single del ya veterano Nick Lowe, cuya carrera había comenzado casi diez años antes pero que pronto será también un clásico de estos nuevos tiempos. Los Damned son uno de los primeros fichajes del sello, Lowe se está aficionando a las mesas de mezclas y será su productor. Que un músico como él haya trabajado con ellos nos da una idea bastante definida: ya a primera vista se les nota una querencia teatral (el gusto por el maquillaje y las vestimentas estrafalarias de Vanian y Sensible, ambos cercanos al glam) y las líneas melódicas de gran parte de su repertorio cuadran perfectamente con los gustos de Lowe. Sin embargo son ellos quienes dan comienzo a la historia discográfica del punk isleño con “New rose”, una canción anfetamínica de ritmo simple pero contundente que se inicia con una parodia: “Is she really going out with him?”, se pregunta Vanian, la misma pregunta que se hacían las Shangri-Las en su legendaria “Leader of the pack”. Ah, y en la otra cara tenemos una versión muy “actualizada” de “Help”. Sí, esa, la de los Beatles. No quiero imaginar lo que habrá pensado el colérico McLaren, el guardián de las esencias... o lo que habrán pensado los Beatles. En resumen: que tal vez sean una banda punk, pero desde luego su espíritu festivo se acerca más a los yanquis Ramones que al de sus compatriotas, los cabreados Pistols.
La canción alcanza el top 20 y el grupo tiene material suficiente para un disco grande, que se publica en Febrero del 77 con el título “Damned, Damned, Damned”. Tal vez la benéfica influencia de Lowe sea decisiva, pero lo que también resulta evidente es que la categoría de estos muchachos está muy por encima de Pistols y otros competidores del momento: desde su apertura con “Neat neat neat”, que se publicó también en single y reitera la vocación “urgente” que ya habían mostrado en el primero, hasta el cierre con la versión de “I feel alright” (los Stooges pasados por el estilo Ramones), el dominio de los instrumentos es notable. Por otra parte también hay una vaga influencia de los primeros Who en el sonido general del conjunto, e incluso algunos comentaristas llegan a comparar a Jones con Townshend… exagerando un poco, creo yo. En resumen, este es uno de los discos que dignifican un estilo, de lo mejorcito de la época; y aunque no pasó de un top 40 fue suficiente para se convirtiesen también en la primera banda punk en hacer una gira por los States, donde se les consideró una de las bandas más interesantes del rock and roll de aquel momento. Sí, “rock and roll” suena mucho más consistente que “punk”, dónde va a parar…
Poco después entra un segundo guitarrista: Robert Edmonds, a quien la banda asigna el nombre de Lu (natic) y que con el tiempo será un clásico en varias bandas británicas. Comienzan los planes para un segundo disco, y aquí nos encontramos con lo que ya parece una fijación de los primeros punkis por Pink Floyd, para bien o para mal: si los Pistols se han puesto en manos de Chris Thomas, productor del “Dark side of the moon” tan alabado incluso por John Lydon, los Damned intentan atraer a ¡Syd Barrett! para que produzca el suyo. Por desgracia Barrett ya lleva unos años fuera de órbita y como alternativa convencen a Nick Mason, el batería de los Floyd; a la mayoría de los fans esta elección nos resulta inexplicable. Pero no será Mason el culpable del fracaso de ese segundo disco, aunque muchos comentaristas digan que sí: “Music for pleasure” llega a las tiendas a finales de año, y el problema no es la producción, porque Mason ha tratado de pasar desapercibido (no está acostumbrado a esos ritmos ni a esas urgencias). El problema es que parecen haberse agotado las ideas y estamos ante un “más de lo mismo”, sin brillantez, como suele ocurrir con las segundas partes. Hay algunas canciones que se mantienen bien, como “Problem child” o “Cry wolf”, las dos primeras; pero a partir de ahí la cosa va decayendo hasta casi el aburrimiento. Como resultado el disco se hunde entre las pocas ventas y las malas críticas.
Poco después entra un segundo guitarrista: Robert Edmonds, a quien la banda asigna el nombre de Lu (natic) y que con el tiempo será un clásico en varias bandas británicas. Comienzan los planes para un segundo disco, y aquí nos encontramos con lo que ya parece una fijación de los primeros punkis por Pink Floyd, para bien o para mal: si los Pistols se han puesto en manos de Chris Thomas, productor del “Dark side of the moon” tan alabado incluso por John Lydon, los Damned intentan atraer a ¡Syd Barrett! para que produzca el suyo. Por desgracia Barrett ya lleva unos años fuera de órbita y como alternativa convencen a Nick Mason, el batería de los Floyd; a la mayoría de los fans esta elección nos resulta inexplicable. Pero no será Mason el culpable del fracaso de ese segundo disco, aunque muchos comentaristas digan que sí: “Music for pleasure” llega a las tiendas a finales de año, y el problema no es la producción, porque Mason ha tratado de pasar desapercibido (no está acostumbrado a esos ritmos ni a esas urgencias). El problema es que parecen haberse agotado las ideas y estamos ante un “más de lo mismo”, sin brillantez, como suele ocurrir con las segundas partes. Hay algunas canciones que se mantienen bien, como “Problem child” o “Cry wolf”, las dos primeras; pero a partir de ahí la cosa va decayendo hasta casi el aburrimiento. Como resultado el disco se hunde entre las pocas ventas y las malas críticas.
Termina 1977 y el contrato con Stiff. Rat Scabies, disconforme tanto con el material como con la producción, se marcha antes de que comience el nuevo año, y aunque se le busca sustituto no importa: los Damned se dan de baja en Febrero del 78, un mes después que los Pistols. Tras algunas idas y venidas resucitarán en el 79, pero esa ya es otra historia; lo que cuenta es el hecho de haber inaugurado un estilo a efectos discográficos y que sus primeras canciones aún se mantienen frescas, siguen siendo de lo más brillante que se publicó en aquel tiempo.
Ya son estas palabras mayores. Una banda con un propósito claro, elevar la cochambre social de aquella Inglaterra a la categoría de sonido, llámese punk o power-pop airado. Imprescindibles, imaginativos, sin necesidad de imperdibles, gamberros excéntricos. La cagada de Stiff en la foto del reverso de su "Damned, Damned, Damned", forma parte ya de su leyenda. Un disco monumental, granítico, sin fisuras, con un gran Lowe a los mandos. Lo contrario, como bien dices, de la producción de Mason ("el niño de papá" de los Floyd, el menos dotado musicalmente de la formación) en su "Music for Pleasure". Se recuperarían en "Machine Gun Etiquette" y en "The Black Album (un giro en redondo aquí)
ResponderEliminarLos vi en directo en Brockwell Park en el verano del 84. No he contemplado mayores dosis de mal rollo y violencia en un concierto en mi vida.
Saludos,
JdG
... Una banda a la que, para no comernos mucho el coco, podemos considerar a medio camino entre punk y pop. Por otra parte, el tono general de cachondeo lo ponen tanto ellos como su sello: la fotografía que figura en la parte de atrás de la primera edición del disco no es una cagada, sino algo completamente voluntario (incluyendo el pegote "lamentando el error". Eddie & The Hot Rods no eran del sello Stiff, sino de Island en aquella época, así que esa fotografía no estaba en su catálogo.
EliminarAh, y tanto el "Machine gun etiquette" como "The black album" son dos joyas tremebundas, totalmente de acuerdo. Merecieron más fama de la que realmente llegaron a tener, me parece un grupo poco valorado..
Reconozcamos que el término Nueva Ola tiene mucho sentido con éste y otro grupos como de The Jam. Es decir, en muchos casos son grupos que buscaban un hueco en el mercado y que se adaptaron al punk triunfante, aunque ni su estilo ni su espíritu estuviesen cerca de ese movimiento. Quizás por eso es dificil distinguir entre grupos punkies fetén y grupos que se subieron a la ola de McLaren para pillar cacho. Lamentablemente este grupo no supo evolucionar o quizás no supo salir de su zona de confort donde siempre se está a salvo.
ResponderEliminarSaludos
La Nueva Ola es el conjunto de todo lo que hubo en aquellos tiempos, o al menos eso pienso yo. "Nueva Ola" es un concepto amplio, mientras que "punk" es mucho más concreto. Incluso en España hay que distinguir entre la misma Nueva Ola y la "Movida madrileña", una etiqueta estúpida creada a toro pasado y por intereses puramente comerciales.
EliminarSaludos mil.
Hola Rick:
ResponderEliminarPues casi no recordaba a los Dammed, así que para refrescar mi deteriorada memoria me he bajado el primer disco y he de reconocer que me lo he pasado bomba, realmente suenan bastante mejor que los pistols. Es curioso que en este primer disco, casi al principio del punk, ya se dejaban entrever los estilos que al poco aflorarían.
Del sello Stiff era un acérrimo seguidor por la frescura de sus artistas, aparte de lo apabullante del catálogo de artistas que tenía.
En fín, buena entrada y eso que no soy muy punkarra.
Saludos
Jose
Me alegro mucho de que esta entrada te haya servido para recordar a los Damned, porque como le decía a Javier son una banda poco reconocida en España al menos. Y Stiff en general es una bendición de Dios, como lo es Chiswick. Son los dos primeros y grandes sellos de la Nueva Ola.
EliminarGracias, José. Y no, yo tampoco soy punkarra. Pero las bandas como Damned son otra cosa....
ResponderEliminarServidor los tenía bastante olvidados, New Rose recordaba y poco más, pero van muy en la onda de lo que me gusta, canciones sencillas, rápidas y desenfadadas. Como el colega Kortozircuito, un placer volver a reencontrarme con estos gamberros.
La sencillez, la rapìdez... la inmediatez. Las grandes virtudes de las bandas como Damned, sin complejos, sin carga histórica, sin tener que demostrar nada. Sigue siendo una de mis bandas preferidas de aquellos tiempos.
EliminarFue una suerte que los pillara Nick Lowe por banda. También yo fui seguidor del sello Stiff en su momento. El riff de guitarra de New Rose podrían haberlo firmado Los Ramones. Tampoco yo soy muy punkero, pero esto da para más. no?
ResponderEliminarSeguimos.
Saludosssssssssssss
Totalmente de acuerdo, Bab: el señor Lowe fue la guinda del pastel. Aunque por supuesto primero hay que tener pastel, y los Damned lo tenían. El riff, sí, podría ser de los Ramones; pero yo prefiero a los Damned (ya sabes que soy anglófilo).
EliminarY por supuesto que "esto" da para mucho más. Ya irás viendo...
Saludos mil...