lunes, 10 de diciembre de 2018

1978/79 (XV)

Con la llegada de la nueva ola Manchester se convierte en un centro de poder alternativo a la dictadura londinense, y los Buzzcocks son la primera banda que desafió esa dictadura. En poco tiempo se consolidaron como la gran alternativa punk pop superando en frescura incluso a los Damned, que son su competencia directa. El afterpunk, o sea, la siguiente fase evolutiva, confirma definitivamente que Manchester tiene su propio carácter; pero es entonces cuando vamos descubriendo con sorpresa que los Buzzcocks constituyen casi una excepción en esa ciudad, universitaria, seria, de imponente arquitectura, y que buena parte de sus músicos son gente un poco “sombría”, por resumir. Lo curioso es que la primera figura notable que representa la verdadera esencia de la ciudad también comenzó en los Buzzcocks: se trata de Howard Devoto. Recordarán ustedes que él y Pete Shelley fueron los creadores de ese grupo, y que tras un Ep autofinanciado y algunas actuaciones el señor Devoto decidió abandonarlos para seguir su propio camino. A mediados de 1977 ya tiene compañeros de viaje y un proyecto claro; ese proyecto se llama Magazine, que para muchos fans, entre los que me encuentro, son la otra pata del afterpunk regio junto a Siouxsie and The Banshees. Así pues, Manchester y Londres ejercerán un reinado compartido desde ahora. 


Howard Devoto es un cantante y compositor que, como Siouxsie, demuestra que a los músicos con perspectiva pronto les queda pequeño el esquema punk: si había comenzado en los Buzzcoks fue porque esa era la única alternativa posible en los primeros tiempos, pero su búsqueda de estructuras más sofisticadas -que por momentos lo acercan incluso al rock progresivo- lo obliga a comenzar de nuevo con otro tipo de socios. Y el primero que se apunta a su proyecto es John McGeoch, estudiante de arte, guitarrista y compositor que había vivido en Escocia y luego en Londres hasta mediados de la década. Tiene un amplio dominio del instrumento, ya que comenzó su aprendizaje casi desde niño, y conoce el repertorio de la mayoría de los grandes guitarristas de la época (especialmente los bluesmen). Por su manera de tocar, con un sonido denso y esquemas inusuales, muy imaginativos, será uno de los más brillantes de su generación hasta el punto de ganarse el apodo de “el Jimmy Page de la nueva ola”, nada menos; junto a Devoto y el bajista Barry Adamson constituye la base del nuevo grupo. Adamson es un personaje peculiar que además de su gran soltura con ese instrumento es aficionado al dibujo, el diseño gráfico o las bandas sonoras para cine; en suma estamos ante otro de esos seres polifacéticos tan frecuentes en el mundo universitario de Manchester. Y de momento el batería será Martin Jackson, que ya tiene una técnica bastante pulida por su anterior trabajo en los Freshies, mientras que su primer teclista será el fugaz Bob Dickinson, de formación clásica y que pronto abandonará el grupo. 

Magazine comienzan a hacerse conocidos en Manchester gracias a los Buzzcoks, que los presentan en algunas actuaciones e incluso les prestan equipo. Pero a finales de 1977 ya son la mayor promesa de la ciudad, y el sello Virgin los ficha de inmediato; llegados ahí, Dickinson decide que ya es hora de irse y el grupo queda de momento convertido en cuarteto. Ese cuarteto es el que publica, a mediados de Enero del 78, el primer single de la nueva era (medio año antes que Siouxie y su jardín chino): “Shot by both sides”, un verdadero ejercicio de estilo cuyo esquema es de origen nítidamente punk, pero al mismo tiempo demuestra que lo ha desbordado. Esa pieza tiene un desarrollo en tensión permanente gracias a una base rítmica incansable, una guitarra que puede compararse con las de principios de la década y una voz casi apática, cínica, desengañada, que redondea el conjunto. Está compuesta por Devoto y Shelley, un hecho que nos hace fantasear de nuevo (como en el caso del “Orgasm addict” de los Buzzcocks) con la ilusión de que esos dos personajes hubieran seguido una carrera en común… pero tal vez sea mejor disfrutar de dos bandas tan diferentes e igual de brillantes. La canción no pasó de un top 40, quizá porque era demasiado avanzada para aquel momento y porque Magazine no eran londinenses. Da igual: a día de hoy no solo se le considera como la primera perla del afterpunk (aunque ahora le llamen post-punk), sino también como una de las más brillantes. 


David Tomlinson es un teclista veterano que por entonces trabaja como músico de cabaret, pero en el segundo quinquenio de los años 60 había militado en los St. Louis Union y otros pequeños grupos. Ha decido “retocarse” el nombre, y a partir de ahora lo conoceremos como Dave Formula: él es el nuevo fichaje de Magazine, justo a tiempo para promocionar el single. Por otra parte Devoto y McGeoch tienen ya material suficiente para comenzar la grabación del primer disco grande, y el tiempo apremia para todos comenzando por Virgin, que les está metiendo prisa; en menos de dos meses se graba la totalidad del material bajo la producción de John Leckie, un técnico del sello que pronto será otro nombre a recordar para esta nueva época. Tras “Touch and go”, un nuevo single más cercano al punk pop tradicional pero mostrando de nuevo una esctructura personalísima, justo al comenzar el verano se publica ese primer Lp con el título de “Real life”. 

Este primer disco grande de Magazine es una colección de piezas que podrían considerarse como el desarrollo de todas las alternativas posibles sobre aquel diseño de estilo inicial: desde el rock underground al funk electrónico unos ritmos se funden con otros mientras los teclados de Formula (tanto al piano como al órgano y el sintetizador) crean ambientes fugaces que, por ejemplo en “Definitive gaze”, desdibujan esa especie de punk rock introspectivo siempre que intervienen; pero también lo hace el propio Devoto con su peculiar forma de cantar, y la guitarra de McGeoch, y al final podríamos pensar que estamos ante una deconstrucción cuya riqueza de matices se va haciendo más nítida con el paso del tiempo. Porque como sucede con todas las obras de verdadero mérito, hay que volver a ella varias veces para disfrutar plenamente de todos sus recursos: un buen ejemplo puede ser ese cierre con la majestuosa “Parade”, la única composición de Formula y Adamson, una especie de balada de otro siglo (anterior o posterior, eso no está claro) cuya ambientación decadente le debe mucho a ese saxo con el que surge McGeoch, envuelto en un flujo de teclados como volutas de humo que nos llevan a un dimensión extraña. Es un mundo oscuro y brillante a la vez, épico por momentos (“The light pours out of me” es toda una exhibición) y más recogido en otros; ah, y por supuesto se incluye “Shot by both sides”, regrabada con ligeras modificaciones. Una influencia evidente, como en casi todos los músicos de esta nueva generación, es Bowie; su época alemana, contemporánea de Magazine, es una referencia necesaria para entender parte de la estructura musical que se encuentra en estas nuevas bandas. Claro que un disco así no suele ser muy popular, y no pasó del top 30; pero por una vez coincido con un comentario de Melody Maker: “Nadie que tenga un mínimo interés en el presente y el futuro del rock debería descansar hasta que haya escuchado Real Life”. 



Seis meses después, a principios de 1979, Magazine comienzan a grabar su segundo disco grande con un nuevo batería: John Doyle sustituye a Jackson, que se marchó poco después de la publicación de “Real life”. Doyle ha tocado en algunos grupillos de Manchester, viene recomendado por McGeoch y será fijo hasta la desaparición de la banda. El disco, titulado “Seconhand daylight”, se publica en verano y tiene un enfoque muy atrayente: manteniendo el espíritu del primero, aquí crece el protagonismo de los teclados, que envuelven a la mayor parte de las canciones en un ambiente de frescor casi gélido. Pero esa percepción se equilibra por el trabajo de la sección rítmica, con una percusión muy marcada y un bajo cercano al funk, mientras que la voz de Devoto adopta con frecuencia una entonación casi teatral, hasta con un vago punto humorístico si se quiere, que desdramatiza mucho el conjunto. Y del mismo modo que hay desarrollos cercanos al sonido ambiental, como la exquisita “The thin air”, también tenemos “Rhythm of cruelty”, un fogonazo punk/new wave que por supuesto fue single, o esos desarrollos en los que la querencia funky se hace evidente aunque solo en algunas fases de las canciones, y en general el fantástico dominio de la tensión que se hace casi sólida en “Permafrost”, por ejemplo. La producción corrió a cargo de Colin Thurston; aunque este es su primer trabajo como director ejecutivo, había estado junto a Visconti en la grabación del “Heroes” de Bowie y “Lust for life” de Iggy Pop... Se supone que eso imprime carácter, ¿verdad? En cualquier caso, es muy llamativa la solvencia técnica de Magazine: todos los instrumentos tienen categoría de solistas, aunque siempre buscan un sonido bien conjuntado. Y en cuanto a las ventas, teniendo en cuenta que este disco es un poco más “nuboso” que el anterior, un top 40 resulta casi un alivio. 




En el futuro inmediato y dejando aparte la incursión transitoria de Adamson, Formula y McGeoch en una superbanda de nuevos románticos llamada Visage con la que grabarán entre 1979 y 1980, Magazine sigue adelante sin contratiempos. Es una banda de culto; es decir, seguirá vendiendo lo justo pero haciendo felices a sus escasos clientes. Así que cuando llegue la próxima década, aquí los tendremos de nuevo. Nos gustan los perdedores, está claro. 

12 comentarios:

  1. Les pillé el pulso con su "Secondhand Daylight", un disco que me gustó mucho y lo sigue haciendo a fecha de hoy. (Me apetece mucho escucharlo de nuevo, en cuanto termine los deberes tommentosos...) Su siguiente "The Correct Use Of Soap" me dejó un poco más frío. Howard Devoto es un gran músico, al igual que el multifacético Barry Adamson, al que seguí en varias de sus grabaciones tanto con Nick Cave como en solitario (magnífico su "As Above, So Below"). Aplausos por la mención, aunque sea escueta, de Visage, un grupo aparentemente de moda (entonces, con los nuevos románticos), pero que rascando un poco tiene en su obra homónima cosas buenas que ofrecer.
    Saludos,
    JdG

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    1. Ese segundo disco fue el que comenzó a hacer conocidos a Magazine en España, porque según las estadísticas el primero no llegó a vender ni siquiera cien unidades: era frecuente verlo en el cajón de las rebajas. "The correct use of soap" tal vez está un poco infravalorado por los fans "de pata negra", ya que tiene un vago punto pop (y fue el más vendido), pero me parecve una evolución muy inteligente sobre los otros dos: Magazine nunca quisieron identificarse con la onda siniestra ni con ninguna otra, y buscaban un sonido personal, lejos de los demás. En cuanto a Visage, bueno, solo conozco su primera época y me carga bastante. Debería escuchar alguna cosa suya posterior..

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  2. Con la influencia de los grupos de Manchester en los finales de los 70, esperaba una entrada más amplia con este grupo de culto, "Definitive Gaze" y "Parade" el sonido de Punk vanguardista de Magazine.
    Sería interesante analizar si el sonido "Magazine" está siendo repescado actualmente (The Killers)

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    1. Hombre, aquí tratamos de darle la misma relevancia a casi todo el mundo, para no parecer tendenciosos. Creo que el objetivo de los blogs generalistas como este es dar ideas, dar nombres y luego ya cada uno que se busque la vida según su querencia.

      Los Killers comenzaron sonando a algo parecido, como Franz Ferdinand y otros cuantos, pero al final ellos y todos los demás acabaron sonando a la misma matraca de los 90/00 junto a Strokes y compañía. No sé distinguir a unos de otros, lo siento.

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  3. Solo de nombre me suenan estos Magazine, y las tres muestras que nos ofreces me dejan en tierra de nadie, aunque me suenan tirando a oscuro. Y la portada del primer disco es atroz.

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    1. Pues esta semana, que nos visitan Joy Division, ya no te digo nada...

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  4. Hola Rick:
    Me pillasen fuera e juego, pues a los Buzzcocks en su día si que algo escuche de ellos, aunque no recuerdo muy bien que, es posible que el disco equivocado.
    Y los Magazine los conozco solo de nombre, o en su día les conocí y los he olvidado.
    Me temo que hoy cateo la clase.
    Saludos
    Jose

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    1. Pues es una pena, porque tanto una banda como la otra a ti seguro que te acabarían gustando. Son realmente buenos. Pero no te preocupes: te doy el aprobado igual por buena conducta y por no tener faltas de asistencia.

      Saludos mil...

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  5. Pues un nuevo descubrimiento más que interesante el de estos Magazine. El señor Howard Devoto además de gran músico es un persobaje camaleónico. Me ha gustado tanto su etapa como lider de los punkies Buzzcocks como ahora en su etapa post-punk con los Magazine.
    Buen artículo una vez más señor Rick
    Saludos sinceros

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    1. Casi todo lo que salió de Manchester en sus primeros tiempos era realmente interesante; luego se convirtió en una marca comercial más, pero eso siempre acaba pasando. Y Devoto es un personaje bastante irregular, aunque por si acaso conviene escuchar también su escasa discografía posterior. Siempre tiene detalles de calidad.

      Gracias mil...

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  6. A Devoto lo controlo más por Buzzcocks, aunque creía que tenía el Real Life de Magazine por algún sitio, pero no doy con él. Les he dado un repaso buscando por la red y suenan de maravilla. No han perdido fuerza con el tiempo. Si que manejaban bien los instrumento, no eran solo unos pringaos con energía (que también tendría su gracia, claro). A devoto se le nota muy suelto cantando.

    Que bien vienen estos repasos con chuleta.

    Saludosssssssssss

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    1. Me parece un grupo muy brillante, de lo mejor de aquel tiempo, aunque en España su sello no se esforzó mucho por defenderlos: aquí solo se publicaron los tres primeros discos, y gracias.

      Saludos mil y bienvenido a 2019.

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