jueves, 24 de diciembre de 2020

Navidades virulentas

Ya tenemos aquí a la Navidad otra vez, apreciados compañeros de fatigas. Y con la que está cayendo, este año va a haber pocas celebraciones: no saldremos de nuestro refugio, seguiremos agazapados esperando a que la dichosa vacuna nos permita, antes o después, recuperar nuestra vida anterior a toda esta ruina en la que estamos metidos. Pero por suerte el bicho no sabe circular por la Red, así que esta fiesta que está a punto de comenzar es totalmente segura. Otra cosa es que sea del gusto de todos los presentes, ya que su contenido es muy representativo de los queridos/odiados años 80: el tecno pop, o el pop electrónico, o como quieran llamarle, es hoy el protagonista absoluto. Ya saben, música de baile a base de tecladitos fritos. Ya me imagino el gesto horrorizado de más de uno, pero qué le vamos a hacer: la vida es una sucesión de alegrías y tristezas, no siempre las cosas salen a nuestro gusto. Y ustedes no sé, pero en su momento yo bailé como un poseso la mayoría de los temas que van a sonar aquí, y que como siempre serán servidos en formato 12+1. Así que olvidemos las penas por un rato. 

Comenzamos con una de las canciones que marcó el arranque de la era del pop electrónico, y la que ha quedado para la historia como la más distintiva: "Video killed the radio star", del dúo Buggles. Publicada a finales del 79, muy pronto alcanzó la categoría de mito, ya que además de una línea melódica excelente, una verdadera ensoñación pop, ese título es un simbolismo muy acertado sobre un hecho que estuvo cerca de ocurrir (y durante un tiempo, pareció inevitable). Por otra parte su vídeoclip fue uno de los primeros en la Isla y el que inauguró oficialmente la MTV en los States. Trevor Horn y Geoffrey Downes, sus creadores, mantuvieron la asociación durante dos o tres años, publicando dos discos grandes antes de darse de baja; luego siguieron por separado. Así que esto viene siendo el acta fundacional del tecno pop para masas, y muy pocos competidores han logrado igualar tanta brillantez.


A efectos comerciales, este tipo de músicas es ideal para singles pero resulta un tanto arduo en tamaño grande, y por ello pocos nombres han mantenido una carrera larga y exitosa. Aunque siempre hay excepciones, y algunos lo consiguieron "reconfigurando" el estilo sin abandonar del todo sus orígenes; es el caso de Orchestral Manoeuvres in the Dark, que se formaron a finales de la década anterior, presentan su primer Lp en 1980 y creo que aún siguen por ahí. Su canción más recordada es la que abre su segundo disco grande, y que por supuesto se publicó en single: "Enola Gay", otra clásica total del género. Recordarán ustedes que ese era el nombre del bombardero que lanzó la primera bomba atómica en Hiroshima; por pura lógica la letra es antibelicista, lo cual constituye un atractivo añadido para una canción que alcanzó el mismo nivel de saturación en radios y bares que la de los Buggles.

Siguiendo planteamientos muy parecidos a los O.M.D. tenemos a China Crisis, que como ellos han sabido ir reorientando su estilo y siguen en activo (con cambios de personal y épocas sin actividad). Tienen también una carga ideológica que deriva de su origen: pertenecen al área de influencia de Liverpool y militaban en el ambiente postpunk que albergó a los Tres Cruciales, por ejemplo. Así que, hasta cierto punto, los Crisis son los primos electrónicos de esa familia, pero con muy buen gusto y originalidad para las melodías pop. Ya con su debut en 1982 consiguieron buenas críticas y ventas, que fueron mejorando durante el primer quinquenio. Y aunque a partir de ahí comenzó el descenso, siempre han mantenido esa consideración de respeto que otros perdieron pronto. He aquí una de sus clásicas.

Otro grupo muy popular y longevo son los Depeche Mode, aunque su primera época quedó liquidada muy pronto con la marcha de Vincent Clarke, que había sido su creador, líder y compositor principal. A finales de la década anterior Clarke, que era fan de los Cure, descubrió las nuevas bandas electrónicas como O.M.D. o los Human League y cambió de planteamiento, lo cual queda reflejado en "Speak & spell", el primer Lp del grupo, publicado en 1981 y que resulta ser de lo más brillante del género en disco grande. Ahí se incluye, por ejemplo, uno de sus éxitos más apabullantes: "New life", otra de esas plagas de discotecas y radios que duró mucho, mucho tiempo. Tras la marcha de Vincent el grupo se fue acercando al sonido electrónico industrial y algunas cosas más a lo largo de los años; resulta sorprendente la cantidad de fans que tienen todavía.

Vincent se había ido por diferencias musicales con los demás y por el precio de la fama, que implicaba giras constantes, sesiones de fotos y torear a la prensa. Así que decidió empezar de nuevo pero en un formato minimalista: junto con Alison Moyet, una cantante de voz excelente que con solo veinte años ya había pasado por algunos grupillos desde el punk hasta el blues, crea en 1981 el dúo Yazoo, que acabó siendo otra luminaria tanto en las radios -especialmente por "Only you"- como en las discotecas -donde destacaron con "Don't go"-. Creo que al menos la primera, una balada tecno magnífica de la que se han hecho varias versiones, puede gustarle a todo el mundo, así que es la elegida para esta selección (y la otra va incluida en el paquetillo correspondiente). Una vez más la cosa no duró mucho y Clarke siguió inventando asociaciones fugaces mientras Moyet comenzaba una carrera en solitario que aún hoy se mantiene.

El formato de dúo era muy frecuente en este género, lo cual resulta comprensible teniendo en cuenta que para este tipo de música puede bastar con teclados y cajas de ritmo. Todo son ventajas: además de una inversión mucho menor, hay menos discusiones sobre la dirección artística y también menos beneficiarios en el reparto de las ganancias. Otro dúo que comenzó muy bien y aún existe aunque con cambios de plantilla (han llegado a ser hasta cuatro) son Blancmange, que lanzan su primer disco grande en 1982 bajo el título de "Happy families". La mayor parte de los aficionados los recuerda por algunos cañonazos de discoteca que tal vez no les hacen justicia: en aquel primer disco al menos había algunas piezas de verdadera calidad y que pasaron un tanto desapercibidas, como esta.

Ahora vamos con un trío casi al estilo tradicional. Se trata de Ph. D., que, siendo británicos, consiguieron más ventas en el Continente que en su propio país. Los tres eran veteranos: el teclista Tony Hymas junto con el batería Simon Phillips venían de la banda de Jeff Beck, mientras que el cantante y guitarra Jim Diamond había estado en la banda de Alexis Korner. Tal vez por eso no tuvieron dificultad en encontrar sello, y de los grandes: la WEA se interesó por ellos y lanzaron su primer Lp en 1981, que fue distribuido por casi toda Europa. Las ventas fueron aceptables, pero el disco adolecía de una producción bastante recargada y pocas canciones con gancho. Aun así se benefició de la inclusión de las dos más populares, que ya habían sido publicadas en single y eran totalmente distintas: una balada y una especie de pop rock electrónico-épico que es el que abre ese Lp. Aquí lo tienen.

Como era de esperar, los alemanes pronto cayeron en el embrujo del pop electrónico: le va como un guante al país del que proceden seres tan sintetizados como Kraftwerk, que son referencia obligada en la formación de la mayoría de los músicos de esta nueva época (por no hablar de la "escuela Munich", que es un género en sí misma). Por otra parte allí ha habido siempre grandes contrastes, que van del progresivo más ensimismado al pop más melódico; y eso es precisamente lo que nos ofrecen Alphaville, que consiguieron una gran popularidad en medio mundo durante casi toda la década y aún siguen en activo. "Big in Japan", por ejemplo, fue uno de sus mayores éxitos.

Los efectos de la marejada son perceptibles en casi toda Europa: de la insospechada Noruega procede un grupo que, si no consiguió mantenerse por mucho tiempo en el resto del continente, en su país siguen siendo poco menos que héroes nacionales. Se trata de A-ha, que alcanzaron el éxito planetario en 1985 -es decir, cuando el género ya estaba decayendo- con "Take on me", una maravillosa pieza de hechuras casi épicas, entre tecno y new wave que pronto se consagró como una de las más brillantes en la historia no ya del pop electrónico sino del pop en general de los años 80 y más allá.

Aunque en menor medida, también al otro lado del Atlántico encontramos músicos afectados. En Canadá hay un grupo que durante un tiempo se hizo dueño de las discotecas también a escala global: Men Without Hats, que habían comenzado sobre 1980 y que en el 82 graban su primer Lp, en el que se incluye un cañonazo titulado "The safety dance". Primero arrasan en su país, luego alcanzan el top 3 en Estados Unidos y a continuación asaltan Europa entera: esta canción, en distintos formatos, estuvo sonando en las discotecas como mínimo dos o tres años. Doy fe. Luego la cosa fue decayendo, pero entre idas y vueltas andan cerca de los diez discos grandes. Y ya que hablamos de formatos he elegido la versión maxi, la de discoteca, que dura cuatro minutos y medio, en vez de la del single, demasiado corta para una bestia de las pistas como esta.

Ya estamos viendo que esta historia está trufada de grupos y músicos que iban a comerse el mundo pero no pasaron de los entremeses. En parte se debió a que no tenían la capacidad creativa suficiente, pero también -o sobre todo- porque este tipo de sonidos pronto comenzó a hacerse cansino: a mediados de la década, como le sucede a la mayor parte de los estilos demasiado concretos, desde el ska hasta el heavy o el progresivo, fue pasando a engrosar la lista de músicas para fans irreductibles. Un buen ejemplo son A Flock of Seagulls, cuyo primer Lp y singles consiguientes fueron de lo más popular entre 1981 y 82; tenían además un toque épico, tremebundo, apabullante, que podrían haberlos convertido en los U2 del pop electrónico. Pero ya digo, los maquinillos como oferta de masas comenzaban a perder lustre; y el caso es que este grupo, como otros, tenía además unas guitarras excelentes y una batería más que aceptable. En fin, que también como otros siguen en activo gracias a una parroquia de adeptos fieles.

Una discoteca que se precie ha de comenzar cada sesión con un cañonazo y cerrarla con otro igual o mayor todavía, para dejar buen sabor de boca. Y por eso he guardado para el final la otra pieza mayor del tesoro synth pop británico junto con la de los Buggles: con ustedes el dúo Soft Cell y su inolvidable versión electrónica de "Tainted love", perla del northern soul que había hecho famosa Gloria Jones casi veinte años antes. Sobran las palabras para presentar una pieza que por otra parte todos ustedes conocen, así que me callo. La cara B del single era otra versión cósmica, esta vez de "Where did our love go?", primer gran éxito de las Supremes también en el 64, como Gloria Jones. La asociación entre Marc Almond y Dave Ball duró hasta finales del 83, pero aún hoy son una leyenda; y por supuesto la carrera en solitario de Almond es digna de consideración. He aquí la versión larga, que se fundía en el maxi de discoteca con la cara B -que por supuesto se incluye en el paquetillo, faltaba más.

Y como siempre cerramos con la selección 12+1, igual de bailable que las anteriores. Es también una versión, aunque palidezca al lado de la original y algunos puristas, escandalizados, se rasgasen las vestiduras cuando se publicó: "You really got me", nada menos. Pero no es esa la razón por la que se presenta fuera de programa, sino por la naturaleza de la grabación y los "músicos implicados". Allá por 1979 Mute Records era uno de los sellos punteros en el mundillo del synth pop (Depeche Mode o Yazoo estaban ahí, por ejemplo) y Daniel Miller, su dueño, decidió crear un grupo fantasma al estilo de los Archies en los años 60, bajo el nombre de "Silicon Teens". En realidad todos los instrumentos los toca él mismo, y para la publicidad crea cuatro personajes irreales. Aunque hay alguna pieza original, la gran mayoría son versiones locas de clásicos del rock and roll; con ese bagaje se llegaron a publicar un Lp y dos o tres singles hasta 1981. Ya digo, la cosa resulta un tanto "irreverente", pero tiene su gracia.

Y una vez rematada la fiesta navideña nos retiramos ordenadamente a nuestros aposentos, a salvo de la temida pandemia. Como es norma, aquí les dejo el paquetillo correspondiente y me despido de ustedes hasta el año que viene; espero que vaya todo bien y no falte nadie en el recuento de supervivientes de Enero. Salud y suerte.

6 comentarios:

  1. Si, grandes años aquellos primeros 80 para los bailoteos synth-tecno, en algunos casos, cuando la canción así lo pedía, emulando el movimiento de un robot o de alguna marioneta. Me viene ahora a la memoria, además de muchos de los que has mencionado, el "Tidal Wave" de John Foxx, o el magnífico "This Wreckage" de Gary Numan...
    Y si, parece que las Islas dominaron ampliamente esta escena.
    Se agradece como siempre la compilación, muy acorde para estos días en los que por aquí hace un frío del carajo.
    Saludos,

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  2. Te has esmerado en la selección que nos retrae a tiempos de vino y rosas de nuestra alegre juventud. Encima me has resuelto un enigma que tengo desde hace dos días, ya que quería recordar una canción que solo sabía tararear y era el Only You de Yazoo.

    Felices resto de Fiestas

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  3. Gracias por el regalito, Rick. Esto del tecno pop, o el pop electrónico de los ochenta no me caía muy bien en aquellos tiempos. Ya sabes, los que vivimos la adolescencia con la música de los 60 somos duros de pelar.
    Pero al pasar los años...bueno, se le saca más jugo.

    Saludos. Ya queda menos para que se acaben las Fiestas.

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  4. Esta vez conozco unas cuantas, y es que el tecno pop ochentero volvió desde hace ya unos años (si es que se fue del todo alguna vez) a sonorizarnos como usted bien sabrá. Y yo me alegro, porque es música muy disfrutable, y más aún tal y como está el patio. Los que nacimos en los ochenta y, por tanto, no vivimos la época, hemos ido conociendo todos esos hits de los ochenta a la vez, distinguiéndolos solo del eurodance claramente noventero, y por eso he tenido que mirar ahora el año de 'Mad word' de Tears for fears, y el de 'Voyage Voyage' de Desireless. Pero me estoy enrollando.

    Como dicen por ahí arriba, muy buena tu selección. He conocido de nuevas también muchas canciones, como por ejemplo 'Big in Japan' y 'Don't go' de Yazoo, que me ha gustado bastante. Del primer álbum de Depeche Mode prefiero Photographic, y de A Flock of Seagulls me quedo sin ninguna duda con 'I ran', que también has añadido en el paquete de temas. Y efectivamente Tainted love es un temazo... Hace muy poco escuché en un bar (en mi defensa diré que desde la terraza) la versión de Imelda May.

    A disfrutar lo que queda de fiestas y ¡feliz año nuevo!


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  5. Hola Rick:
    Mentiría si te dijera que yo no fuí uno más de aquellos robots hunanos que se movían al ritmo del tecno en los garitos de moda. Claro que a los veinte años, uno le daba a muchos palos distintos, pero menos mal que aquello nome maracó mucho y con el paso del tiempo supe volver a mis orígenes.
    Que buena la versión de "Tainted Love" de los Soft Cell. Inolvidable.

    Vamos a por el 2020. Valor y al toro.

    Antoni.

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  6. Feliz año 2021 Rick!
    Esperemos que este año que estrenamos sea mejor para todos que el que dejamos atrás (aunque la vida nos enseña que las cosas siempre pueden ir a peor, no parece una empresa demasiado difícil a priori). Conformémonos con lo que tenemos que no es poco y construyamos la felicidad desde el interior. Aunque se que has pasado momentos muy complicados espero estés parcialmente recuperado (hay heridas que no se curan nunca).
    Saludos afectuosos y un abrazo bien fuerte.
    Ah!!! y gracias por el paquetito
    Cuida de los tuyos y déjate cuidar
    Hasta pronto

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