Birmingham es según sus habitantes la segunda ciudad de Inglaterra -aunque los de Manchester opinen otra cosa-, y a efectos de afición musical no tiene nada que envidiar a Liverpool. Allí había un enorme caldo de cultivo ya a finales de los años 50, y el llamado "Brum Beat" es otro reguero de pequeños grupos casi tan numeroso como el que hubo a la orilla del Mersey. Sin embargo ninguno de sus músicos llegó a hacerse realmente popular a escala nacional hasta que la influencia del r’n’b comienza a extenderse por toda la Isla. Es entonces cuando se produce el encuentro en un pub entre un galés universitario pero con frecuentes incursiones en el mundillo del skiffle o el rock and roll y dos hermanos que por entonces estaban fogueándose con el trad y en general los estilos negros. Ese encuentro propicia la creación del que será primer gran grupo “brummie” de prestigio: The Spencer Davis Group.
Spencer Davis (1939) es un inquieto personaje que desde su infancia ha aprendido a tocar unos cuantos instrumentos; pero por otra parte es muy aficionado a estudiar idiomas contemporáneos, y esa afición lo lleva en 1960 hasta Birminghan para estudiar en su universidad. Cuando ya lleva tres años allí, se encuentra en un pub a una banda en la que militan dos hermanos: el bajista Muff Winwood, que acaba de cumplir veinte, y su hermano Stevie, un niño prodigio que por entonces tiene quince y, además de un tono de voz sorprendente para su edad, domina los teclados de todo tipo y la guitarra. Davis les propone asociarse y ellos aceptan: con el fichaje de Pete York a la batería queda constituido un cuarteto en el que Davis se encarga de la guitarra mientras Stevie será en realidad la figura central, tanto por esa voz como por el piano y sobre todo el órgano Hammond, que en sus manos se convertirá en uno de los fetiches más distintivos del r&b británico. Y la suerte les acompaña, porque a principios de 1964 el legendario Chris Blackwell está entre el público en uno de sus conciertos y les ofrece un contrato para grabar: ya saben, es el patrón de la bendita Island Records, que por entonces es todavía un sello independiente especializado en música jamaicana y r’n’b, distribuido a través de Fontana.
Los SDG, como casi todas las bandas que surgen en esa época, debutan con un repertorio que en su mayoría está compuesto de versiones. Y su primer single, publicado en la primavera del 64, lleva en la cara A la histórica “Dimples”, que poco después atacarán también los Animals. Oyendo ambas se percibe claramente la diferencia entre uno y otro grupo: la voz de Burdon es tan prodigiosa como la de Winwood (aunque radicalmente distinta), pero en los Animals hay una sensación de mayor empaste entre esa voz y el grupo, mientras que en el caso de Winwood es él quien brilla con luz propia. En otras palabras, ellos no tienen de momento la solvencia de los grandes. “Sittin’ and thinkin’”, la cara B, es una composición de Davis, que aquí también canta. Es un blues muy bien llevado, con un vago aroma a Manfred Mann (tal vez por el estilo de la armónica, que toca el propio Davis). Aunque tiene su encanto hay que reconocer que es un debut de poco brillo, y las ventas fueron bastante discretas. Antes de que termine el año llega el segundo single, cuya cara A es una versión bastante lineal del “I can’t stand it” que habían lanzado las Soul Sisters el año anterior: se sustituyen los instrumentos de viento por guitarra y teclados, mientras que de nuevo destaca la voz de Winwood sobre el conjunto. En la B está “Midnight train”, compuesta para ellos por dos compositores británicos; de nuevo sobresale Winwood, que literalmente “se come” un r’n’b que sin su voz no pasaría de ser mediocre. Las ventas mejoran, aunque no mucho.
A principios de 1965 llega el tercer single, con una versión de “Every little bit hurts” en la cara A y “It hurts me so”, la primera composiciòn de Stevie Winwood, en la B. Son dos baladas de tiempo medio que le sientan como un guante a su voz, y ya por entonces ese destacado protagonismo suyo hace que los SDG comiencen a ser denominados como “la banda de Stevie” (cuya voz ya se está comparando nada menos que con la de Ray Charles). Las ventas no mejoran mucho en la Isla, pero llega al top 10 en Canadá. En Mayo se publica el siguiente, cuya popularidad se debe a la cara B: “Take this hammer”. Es una pieza del folk americano que ya había popularizado Lead Belly en los años 20 y a la que Lonnie Donegan dio un baño country (mantenido hasta cierto punto por los Shadows en un single del 64), pero que en esta versión se actualiza hasta hacerla sonar con un ritmillo poppie blues muy original. Otra cosa es que se hayan tomado la libertad de registrarla como propia, pero en fin: en algunas reediciones figura correctamente como “tradicional”. La cara A es “Strong love”, que habían publicado muy poco antes los Malibus, un pequeño grupo soul estadounidense, y que los SDG aceleran además de proporcionarle una vigorosa batería.
El verano se inaugura con “Their first LP”, y no hace más que confirmar ese "perfil bajo” que de momento caracteriza a los SDG. Las ventas no fueron satisfactorias, entre otras cosas porque la mitad de sus canciones procede de los tres primeros singles (aunque llegará al top 5 a principios de 1966, gracias al tirón del último single que publican este año). De las piezas nuevas, solo hay una propia: “Here right now”, un espléndido blues compuesto por Winwood. De las demás, la apertura com “My babe” es correcta, sin más; “Searching”, que habían popularizado los Coasters poco antes, suena aquí muy agradable. La versión de “I’m blue” está muy bien hecha, pero no es una gran canción (ya no lo era en manos de Ike Turner, su creador). La versión de “Jump back” es pasable, y por último “It’s gonna work out fine” sigue la onda de la que habían hecho Ike y Tina Turner. En conjunto, lo que queda claro es que los SDG van un poco retrasados con respecto al pelotón del r’n’b en la Isla, porque ese disco no alcanza ni de lejos la altura de los grandes de la época. Resulta evidente que, salvo por la voz de Stevie, el grupo no tiene un carácter distintivo; como consecuencia no consiguen “personalizar” suficientemente las versiones, y tampoco destaca algún compositor entre ellos que haya demostrado categoría en las escasas piezas originales.
Sin embargo el gancho de su cantante consigue que el grupo vaya afianzándose poco a poco, y en verano llega un Ep que, sin ser nada del otro mundo, alcanza el top 5. Hay tres versiones y una composición de Winwood titulada “Goodbye Stevie”, una buena muestra de r’n’b de escuela, con protagonismo para el piano y la guitarra. De las otras tres destaca la versión de “I’ll drown in my tears”: hasta entonces la más conocida era la de Ray Charles, así que da la impresión de que Stevie acepta entrar en el juego de los parecidos… y consigue salir airoso. De todos modos el grupo necesita desesperadamente dar un giro a su carrera, y Chris Blackwell decide echar mano de sus recursos en Island. En esa época el reggae y en general las músicas jamaicanas tienen marchamo de novedad en la Isla (los mods por ejemplo son fans a muerte de ese tipo de estilos), y una de las “importaciones” que ha hecho Blackwell de aquella otra isla es el cantante y compositor Jackie Edwards. Una de las piezas que había publicado Edwards poco antes era “Keep on running”, un reggae que entrega a los SDG para que lo conviertan en una pieza pop/r’n’b, que será su primer número uno en singles entre finales de este año y principios del siguiente. Es además el empujón económico que necesitaba Blackwell para consolidar su sello, que pronto comenzará publicar discos sin intermediarios. Y por último confiere al grupo una personalidad definida, ya que la cara B, titulada “High time baby”, compuesta por ellos, va en una onda muy parecida.
Bien, pues esto es todo de momento. Parece que por fin los Spencer Davis Group pasan a formar parte de la primera división británica, y en consecuencia lo mejor está por llegar. Pero eso será en 1966, y aún nos falta recorrido: para entonces volverán a visitarnos, por supuesto.
Encontré sus discos, hace ya tiempo, en tiendas de segunda mano, versiones originales USA ("With Their New Face On" o reediciones alemanas para su primer "Their First LP" y el "Gimme Some Lovin´". A pesar de que este último contiene sus éxitos más conocidos ("Keep On Running", "Gimme Some Lovin´", "I´m A Man" más otras versiones bastante decentes) el que prefiero es el americano "With Their New Face On", que incluye la canción homónima, magnífica por cierto. Aquí ya son todas composiciones propias que muestran a una banda muy cohesionada y que, gracias a este álbum y a su certera promoción radiofónica, consigue poner a los brummies en las listas de audiencias americanas. Igual hablas de estos trabajos más adelante.
ResponderEliminarSaludos,
Sí, los primeros tiempos de los SDG fueron bastante flojillos. Ya ves que en estas primeras canciones no hay grandes maravillas, y es a partir de 1966 cuando realmente comienzan a despegar. Así que habrá que esperar a que lleguemos allí. De momento son una banda de r'n'b solvente, sin más, y lo que de verdad destaca, desde el principio, es la portentosa voz de Stevie Winwood.
EliminarSaludos mil.
"... la creación del que será primer gran grupo “brummie” de prestigio: The Spencer Davis Group". Primera noticia de eso de grupo brumoso. De su primera época recuerdo esa “Take this hammer”, pero sobre todo “Keep on running”, una joya de esas que se quedan a vivir contigo para siempre. Fui admirador de SDG, pero mucho más de lo que salió de allí con Winwood en plena forma, y que comentarás seguro en próximas entradas.
ResponderEliminarSaludos.
Hola, Bab.
Eliminar"Brum" es el nombre antiguo de Birmingham, y sus ciudadanos se llaman a sí mismos brummies (y a mucha honra, añaden). "Take this hammer" fue en efecto la primera gran canción que lanzó a los SDG, porque ya ves que sus comienzos no fueron muy brillantes. Y a partir de ahí, con las canciones de Jacke Edwards y las que luego fue componiendo Wimwood, llegaron muy arriba.
De todos modos estamos de acuerdo en que el verdadero genio era Winwood, y hasta cierto punto este grupo no es más que el "cursillo" que va haciendo para luego llegar a Traffic, que eso ya son palabras mayores. En fin, seguiremos informando...
Saludos mil
Hola Rick.
ResponderEliminarOtros de los buenos, y es que soy super fan del Steve Window en todas sus facetas, Pero los SDG tienen canciones que ya son himnos como el "I´m a man" o el Gime somme lovin" que les dan automaticamente la entrada en el olimpo de los dioses, pero tambien tienen muy buenas canciones, aparte de las versiones, que creo que las hacen bastante decentemente, que ya es bastante.
Esta serie, ya veo que no tienen margen de error y el éxito está asegurado.
Saludotes
Jose
Hola, José.
EliminarLas canciones que citas (que son las mejores, además) son ya del año 66, que fue su momento cumbre: su no fuese por Winwood y las aportaciones de Jackie Edwards, probablemente el grupo habría desaparecido antes. Aun así, es verdad que las versiones de estos primeros tiempos son bastante decentes.
Y claro, es imposible equivocarse cuando se juega con ventaja: los grupos de esta serie ya te lo dan todo hecho, no hay riesgo alguno. Siempre he sido un ventajista....
Saludos mil.