lunes, 22 de enero de 2024

1960-65: Londres despierta (XVII)

En la ciudad de Saint Albans, a menos de una hora de Londres, surge el último de los grandes grupos ingleses que formarán parte de la invasión británica original: los Zombies. Su single de debut resultó ser un éxito a ambos lados del oceáno, lo cual les dio el empuje suficiente para figurar en las primeras oleadas que llegaron a Estados Unidos. Sin embargo su esencia los aleja de sus colegas invasores, ya que estamos ante un grupo con una clara predilección por la melodía y los juegos de voces antes que por la carga rítmica. Su estilo es marcadamente pop con influencias muy amplias, y junto al r’n’b hay folk, jazz e incluso se nota un sesgo orquestal a veces. Pero para triunfar en el pop hay que tener una notable creatividad con las melodías, y eso resulta muy difícil. En consecuencia su carrera no será muy extensa ni brillante, aunque han dejado algunos fogonazos de grandeza. Volvieron veinte años después, como muchos otros veteranos de la Edad de Oro, y aunque su presencia a algunos nos parece casi anecdótica, todavía se les ve de vez en cuando por ahí. 

La historia comienza en 1961, cuando un grupo de estudiantes se reune bajo el nombre de los Mustangs. Van fogueándose por la zona, y pronto destaca su tendencia melódica con buen empaste vocal -de hecho, algunos de sus miembros formaron parte de coros de iglesia-. Pero su evolución es lenta, ya que por la edad todavía les queda un tiempo en el colegio. Por fin en 1964, con el nombre oficial de Zombies y una formación estable, ganan un concurso para grupos beat que les da acceso a un contrato de grabación con la Decca. Para entonces las voces principales del grupo son las de Rod Argent y Colin Blunstone; Argent domina los teclados y la armónica, mientras que Blunstone es el segundo guitarra. Sus amigos Paul Atkinson (guitarra solista) y Hugh Grundy (batería) son compañeros de colegio, mientras que el bajista Chris White es el último en llegar. Y la suerte les sonríe al primer intento: en verano debutan con un single que contiene “She’s not there”, una composiciòn de Argent, en la cara A. Es una canción de trasfondo clásico con una estructura que por momentos se acerca al jazz, y por su complejidad resulta muy diferente a todo lo que se estaba haciendo en aquel momento. Por otra parte el exquisito juego de voces entre Argent y Blunstone, marcado por el piano eléctrico, le da un aire ensoñador, un tanto lánguido, que redondea la magia de esa pieza. En la cara B está “You make me feel good”, compuesta por White: tiene un agradable aire beat que podría llegar a recordar incluso a los primeros Beatles, y no está mal como acompañante para la estrella que luce al otro lado.



El revuelo que se monta a cuenta de aquel debut es considerable, incluyendo una felicitación pública de George Harrison. Sin embargo en la Isla no pasa del top 10, mientras en Estados Unidos (donde su publicó al mes siguiente) llega al primer puesto en algunas listas independientes y no baja del top 3 en ninguna de las oficiales: da la impresión de que los Zombies van a ser más populares en América y Europa continental que en su propia casa. A mediados de otoño publican el segundo single, con órgano en vez de piano eléctrico. La cara A se titula “Leave me be” y está compuesta por White, un tanto al rebufo del éxito anterior; por el contrario Argent cambia de registro en la B con “Woman”, mucho más animada y un aire beat que podría recordar a los Hollies (de hecho hay fans que la prefieren a la A). En todo caso, el disco no llegó siquiera al top 40 y de momento no fue publicada en Estados Unidos. La cosa mejoró un poco con la publicación a finales de año de su primer y único Ep, que trae tres originales de Argent y una versión del “Summertime” bastante bien ajustada. Mis dos preferidas son la apertura con “Kind of girl”, una mezcla de balada con armonías beat, y “It’s alright”, la más animada de todas, con una escala de guitarra que tiene mucho gancho.




1965 se inaugura con “Tell her no”, una cara A con la que se recuperan en parte: anduvo sobre un top 40 en la Isla, pero en Estados Unidos rozó el top 5 (donde ya se había publicado a finales del año anterior, llevando en la cara B “Leave me be”). Es una composición de Argent con un aire que recuerda el estilo orquestal americano de un Burt Bacharach (la referencia más citada cuando se habla de esta canción), pero que incluso podría tener un vago aroma a bossa nova, o eso me parece a mí. Sea lo que sea, suena bastante lejana al espíritu isleño, y no alcanzó el éxito que se merecía (aunque muchos creemos que es una de sus mejores canciones). En la cara B tenemos “What more can I do”, una pieza de White mucho más en la onda beat/r’n’b de aquellos tiempos, muy agradable. Luego, en la primavera, se repite el orden de compositores: Argent escribe “She’s coming home”, un bonito juego de pop vocal con coros pero que de nuevo tuvo más éxito (relativo) en América que en la Isla, y White ocupa la cara B con “I must move”, decentilla pero sin muchas pretensiones.



Por esas fechas llega su primer Lp, titulado “Begin here”, y para entonces el grupo ha perdido bastante confianza sobre su futuro. Es de agradecer que, de un total de catorce canciones, solo cuatro sean ya conocidas por los singles anteriores; además hay un buen equilibrio entre originales y versiones. Quizá sorprende que el disco se abra con “Road runner”, que teóricamente tiene poco que ver con ellos, aunque esa presencia de los teclados de fondo tiene su gracia. Tras ella viene la versión de “Summertime” que ya conocíamos, y luego tres propias. La primera es “I can’t make up my mind”, una pieza puramente Zombies compuesta por White. “The way I feel inside” es una especie de “pequeña reflexión” cantada por Argent, que únicamente se apoya en el teclado. La instrumental “Work’n’play”, que siempre me ha recordado a Manfred Mann, está compuesta por Ken Jones, su productor; es una especie de r’n’b/jazz con espíritu de sintonía y muy a juego con su formación, de arreglista y compositor para bandas sonoras. En la cara B hay una bonita pieza de White, entre beat y pop de cuerdas, titulada “I don’t want to know” que merecería haber sido single; le sigue “I remember when I loved her”, una balada cuyo ritmo vuelve a recordarme la bossa brasileña, tan de moda por entonces. Y de las versiones destaca ese cierre con “I got my mojo working”, uno de los escasos momentos en los que este grupo se “desmelena”, siempre dentro de un orden. En conjunto resulta un disco muy variado, pero de poco les sirvió: el público les había dado la espalda, y la situación no parecía reversible.


En otoño vuelven a intentarlo con “Whenever you’re ready”, de Argent, en la cara A: toma algunos recursos de su primer gran éxito, y es un buen equilibrio entre voces, coros y teclados. La cara B es de White, se titula “I love you” y es una pieza pop bastante estándar, sin mucho brillo. Y el año termina con otro single en el que de nuevo Argent y White se reparten la autoría: Argent ocupa la cara A con “Is this the dream?”, más rítmica y pegadiza de lo que suele ser costumbre en él, mientras que “Don’t go away”, de White, es una bonita balada pop muy al estilo de la época. Lo cierto es que ambos singles pasan casi desapercibidos tanto en la Isla como en Estados Unidos, así que la cosa se pone cada vez más fea.


En resumen, de todos los grupos que componen la invasión británica, los Zombies son los que peor futuro tienen. Lo cual, evidentemente, tiene que ver con su estilo musical: en esta época está triunfando el espíritu “de revuelta”, las canciones enérgicas, contundentes, furiosas, mientras que Argent y sus socios son tal vez un tanto lánguidos en comparación. De todos modos, habrá que esperar a que vuelvan por aquí el año que viene para saber si salen adelante o no.



8 comentarios:

  1. Hola Rick.
    Pues estos Zombies, he de confesar que siempre se me han atragantado, y eso que de vez en cuando hago el intentillo con una caja de sus mejores canciones, pero ni por esas, debe ser el equivalente británico de los Grateful Dead, que tampoco me entran.
    Ni siquiera su aclamado disco sicodélico "Odysey and Oracle" me parece nada del otro mundo, y eso que soy superfan de la british-psych.
    En fín, esto es lo que hay.
    Saludotes
    Jose

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    1. Son un poco lánguidos. Creo que es la palabra que mejor resume sus "carencias". Pero hacían melodías muy buenas, y como representantes del pop barroco son de lo mejor. Lástima que salieron en un momento que no era muy propicio para este tipo de gente.

      El "Odessey and oracle" tampoco es de mis psicodélicos preferidos, no. Pero vuelvo a lo de antes: es más psych pop que otra cosa, y bajo ese punto de vista no podía competir con unos Pink Floyd, por ejemplo. Iban más bien en la onda de Blonde On Blonde... a los que tampoco la cosa les fue muy bien.

      Saludos mil.

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  2. Del artículo anterior dedicado a Spencer Davis Group, pues que suenan apañados sin más, otro grupo que parte del blues en busca de un estilo propio. Dices que les espera su mejor época, pues ya nos contarás.
    A Zombies los conozco más y me resultan más interesantes. Estoy de acuerdo en el toque bossa nova que parecen tener y el toque elegante de sus melodías, los juegos de voces, las armonías. Unos raros en ese momento en que se llevaba lo salvaje y racial.
    Chafardero

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    1. Sí, los SDG tienen su mejor momento en 1966. Ya llegaremos allí.
      Los Zombies van más con el espíritu poppie, con esa elegancia. Y ya digo, no era el momento más indicado para andarse con florituras.

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  3. Soy sin duda de la que podríamos llamar "segunda época" de Zombies, la que se inicia con su maravilloso "Odyssey and Oracle". De esta su primera época apenas conocía nada, como si no existieran, vaya. Y la verdad es que, para un amante de la melodía pop, esos singles que has incluido no están nada mal, son en su mayoría bastante decentes. "She´s Not There", magnífica, tiene un toque instrumental lounge de fondo muy conseguido (el vídeo oficial es muy recomendable), y "What More Can I Do" (esos teclados del inicio pueden sonar a Manzarek) son mis preferidos.
    Saludos,

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    1. En España al menos son más conocidos por esa segunda época de psicodelia pop. Es una pena, porque efectivamente tienen unas cuantas canciones realmente interesantes, pero vuelvo a lo de antes: no era buen momento. Ni siquiera en esa segunda época les fue muy bien.

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  4. Me parece que “She’s not there” es una canción muy buena, clásica ya. De esta primera época conozco muy poco, sin embargo a mí si me gustó "Odyssey and Oracle". Y también me parece que no era un buen momento para este tipo de música, como comentas. No es de mis grupos preferidos, pero creo merecen un reconocimiento como este.
    Saludos.

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    1. Sí, una clásica total. Las canciones de esa categoría siempre lo son, y no hay muchas. El "Odessey and Oracle" viene siendo una prolongación, en escala psych, de ese estilo pop barroco tan peligroso. Y digo "peligroso" porque, o eres muy bueno, o acabas aburriendo. Y algo así les pasó a ellos. Luego Rod Argent montó su propio, en plan progresivo, y salvo el primer Lp, el resto se hace bastante aburrido.

      Saludos mil.

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