“Sólo había escrito una canción antes de ‘She's not there’, y pensé que podía escribir algo tan bueno como lo que hacían los Beatles. Esperaba que fuera un éxito, y lo fue. Y luego, cuando otras cosas no salieron así de bien, pensé: “Espera un momento...”. No tenía ni idea de los escollos que pueden afectar a todas las etapas de lo que haces. Me di cuenta de que todo tiene que cuadrar para que algo realmente funcione. Al principio teníamos una dirección y una agencia que no eran buenas, y además estábamos muy descorazonados con la producción de los singles, porque no sonaban como los habíamos imaginado”
Rod Argent
La opinión de Argent sobre la suma de circunstancias que acabó llevando a la desaparición de los Zombies puede ser más o menos acertada, pero también hay que reconocer que el tipo de música que hacían no era el más popular en aquella época. Las bandas y el público isleño en su conjunto vivían en una especie de efervescencia, de alegría espitosa por un momento histórico y musical único, y por lo tanto aquella melodiosa serie de piezas casi barrocas que iban publicando sonaba como si perteneciesen a otro tiempo (aunque en 1966 se nota que intentan darle más vidilla a su estilo). Además no todos los días se le ocurren a uno canciones de la categoría de “She’s not there”, que aun siendo tan buena como es no pasó de un top 10 muy ajustado. Así que los Zombies, como otros grupos que fueron surgiendo en esa onda, tanto en la Isla como en Estados Unidos, pueden acercarse momentáneamente a los puestos altos de las listas, pero por lo general su carrera suele ser bastante dificultosa y no muy larga. Otra cosa es que con el paso del tiempo, con la furia revival, Argent y varios de sus colegas consiguieron mantenerse bastante bien en ese circuito de la nostalgia, pero en aquella época la perspectiva era cualquier cosa menos ilusionante.
A finales del 65 habían tenido un fugaz contacto con el mundo del cine. Otto Preminger, el prestigioso director, estaba preparando una película que iba a rodar en Londres basada en una novela de intriga titulada “Bunny Lake is missing”. Necesitaba algunas piezas e incluso la presencia física de un grupo contemporáneo para una o dos apariciones fugaces, y organiza unas audiciones de varias bandas, entre ellas los Zombies, en el Cromwellian Club. Argent y sus colegas deciden interpretar «Summertime», algo que hacían con bastante frecuencia, y resultó que Preminger era amigo de George Gershwin. Le gustó su versión y su aspecto, por lo que se decidió por ellos advirtiéndoles de que necesitaba tres canciones nuevas en un plazo máximo de tres semanas. Cuadró que Chris White estaba trabajando por entonces en algunas canciones, y con el apoyo de Colin Blunstone consiguieron rematar el encargo. Argent añade que “incluso tuvimos un momento estelar, cuarenta y cinco segundos en pantalla con Lawrence Olivier, lo cual es una locura”. Aquí tenemos esas tres canciones, de las cuales “Remember you”, de White, es la cara A del primer single británico del 66. La B es “Just out of reach”, enteramente de Blunstone, que se utilizó también como fondo para un anuncio radiofónico de la película. Tal vez suenan un tanto convencionales, más ajustadas al tono general del momento que al propio espíritu del grupo, pero en cierto modo recuperan su estilo original. En cualquier caso el público masivo no se dio por enterado, una vez más.
Finalmente aquella breve “etapa cinematográfica” por la que habían pasado no les sirvió de mucho, porque en lo comercial las cosas iban de mal en peor. Decca, consciente de ello, renuncia a solicitarles material para un nuevo disco grande y se limita a respetar el contrato, que le obliga a un mínimo de dos nuevos singles este año. Eso sí, el sello ya comienza a sospechar que tal vez sus habilidades compositivas no sean suficientes, y aun admitiendo su categoría musical les sugiere recurrir a compositores externos o hacer versiones, algo a lo que de momento se niegan. En este ambiente, a principios de verano llega el nuevo sencillo con “Indication / How we were before”. La cara A es de Argent y tiene un desarrollo complejo pero muy atractivo: comienza con una breve línea de órgano que nos introduce en una especie de rock/beat que podría recordar a los Hollies y que luego se va encrespando hasta llegar al puro rock de corte instrumental, casi progresivo, muy avanzado para ese momento. En suma, esta pieza es para mí una de las mejor construidas y al mismo tiempo más vivas del grupo. La cara B es de Blunstone, una balada muy melódica, blandita, bastante convencional pero siempre con la categoría técnica y de ejecución que siempre tuvieron los Zombies. En línea con la deriva que llevaban, este es otro single que pasó desapercibido.
En otoño llega el primer intento de Decca por encauzar la carrera del grupo, obligándoles a grabar una versión para la cara A: se trata de “Gotta get a hold of myself”, que había publicado Dee Dee Warwick -la hermana de Dionne- a finales del año anterior. Warwick estaba especializada en baladas y piezas de tiempo medio en tono soul (era relativamente popular en el circuito Northern isleño); teniendo esto en cuenta resulta admirable el cambio rímico que consiguen, convirtiéndola en una especie de pop/rock muy atractivo, con un juego de voces y coros que de nuevo demuestra mucha viveza. En la cara B está “The way I feel inside”, una pieza corta (menos de dos minutos), un cántico de Blunstone apoyado a medio camino por el órgano. Pero ya formaba parte del disco grande que habían publicado el año anterior, por lo que la elección resulta desconcertante: lo lógico hubiera sido recurrir a alguna pieza propia, por muy floja que fuese, pero la version oficial del sello es que en ese momento no tenían ninguna. Eso es bastante discutible, ya que luego nos enteraremos de que los Zombies tenían sobre una docena de piezas preparadas cuando abandonaron Decca, en verano del 67. De todos modos probablemente hubiera dado lo mismo, ya que, como siempre, el single se hundió en el fondo de las listas.
El espinoso camino que recorren los Zombies tiene cada vez peor aspecto. De todos modos lo último que se pierde es la esperanza, así que seguiremos pendientes de su andadura. Es evidente que en lo comercial han perdido su condición de banda de primera línea, pero su calidad sigue siendo muy estimable y lo será hasta el final.
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