lunes, 16 de noviembre de 2020

1980-81 (XVII)

Una de las tendencias que surgió al rebufo de la new wave fue el rescate de los estilos de baile jamaicanos que tanta popularidad habían tenido diez o doce años antes, en la hégira mod. Ya vimos que, como había ocurrido en aquella época, tal furor no duró mucho: por aquí han pasado Madness, que cuando vuelvan serán ya un grupo pop, y los Specials, cuya época dorada no va más allá de dos años y dos discos; a partir del 81 comienzan a perder entidad y se convierten en una banda casi intemporal pero anecdótica, como le ha pasado a la mayoría. Los géneros de baile son para bailar, y no es frecuente que este tipo de músicos puedan vivir de los discos indefinidamente. Otra cosa es que surja algún grupo que, partiendo de los ritmos tradicionales, sepa añadir elementos nuevos y les dé un lavado de cara: con esa estrategia se puede durar un cierto tiempo, tener éxito a veces, y eso fue lo que consiguieron los Beat. De sus tres discos, los dos primeros fueron top 5 y el tercero, para mí el más elegante, rozó el top 20: ahí lo dejaron. 

Birmingham es junto con Londres la ciudad con mayor asentamiento de inmigrantes procedentes de las Indias occidentales, y en consecuencia ha tenido siempre un circuito de locales y músicos bastante nutrido (de la cercana Coventry, que a efectos musicales pertenece al área de influencia de Birmingham, proceden los Specials y su sello Two Tone, por ejemplo). Y aquí viven dos guitarristas blancos aficionados a ese tipo de estilos: Dave Wakeling, que además canta, y Andy Cox. Allá por el 78 deciden crear un grupo revival pero que tendrá más amplitud de criterio que la mayoría, y junto con un colega bajista llamado David Steele se reúnen con tres músicos de origen antillano. El más veterano de ellos es Lionel Martin (Saxa para los fans), un saxofonista de expediente apabullante por haber trabajado con las figuras más grandes de la década anterior (entre ellos Desmond Dekker o Laurel Aitken, sin ir más lejos). El batería, Everett Morton, es más joven pero ya se ha hecho un nombre en la ciudad, mientras que Ranking Roger, el cantante, es el más joven de todos: quince añitos. O sea, que promete. Bien, pues esta banda tan igualitaria racialmente -tres y tres-, después de unos meses de fogueo en el área de su ciudad fichan por Two Tone, como era de esperar, y a finales del 79 debutan con un single cuya cara A es una versión de la legendaria "Tears of a clown", del señor Robinson y sus Miracles. Es decir, que han recurrido a la Motown para presentarse; eso significa que partiendo del ska saben fusionarlo con el pop negro, y desde luego lo demuestran con una solvencia impresionante:



Casi a continuación comienzan a grabar su primer Lp, que llegará en la primavera del 80 con el título de "I just can't stop it". Más o menos por entonces el grupo decidió crear su propio sello, al que bautizaron como Go Feet; y si el logo del sello de los Specials era ya famoso, el de los Beat lo fue tanto o más (entre los dos completan una parejita rítmica que ha sido utilizada hasta la saciedad en tiendas de discos, pubs y discotecas modernillas). Pero a lo que íbamos: producido por el veterano Bob Sargeant, el disco es una colección de piezas en las que el grupo está creando una alternativa new wave al ska, manteniendo el ritmo básico pero revistiéndolo con una excelente instrumentación y un tono cercano al pop que lo hace más asequible para aquellos fans a los que aburría el estilo "a palo seco" de los Specials o los primeros Madness. La apertura con "Mirror in the bathroom" es un buen ejemplo: aunque el ska sea claramente su base, el esqueleto rítmico está enriquecido con un compacto juego de cuerdas y viento que apoyan a una voz con escalas melódicas que ya le deben tanto a ese estilo como al pop de la época. Y hay unas cuantas, como "Two swords", "Click click", "Big shot", "Noise in this world" o "Best friend" (o sea, casi la mitad del disco), que ya están mucho más cerca de la new wave que de cualquier otra cosa, especialmente por el trabajo de la guitarra. Así que la fusión de razas en este grupo equilibra también la fusión de ritmos; de ese modo el número de posibles clientes aumenta, y eso se demostró en la lista de ventas, además de las unánimes alabanzas de la prensa. Aunque resulta curioso que, al igual que habían hecho Madness o Specials, las piezas más tradicionales son las que se publican en single. Se sigue dando por sentado que hay dos públicos: los que solo buscan el ambiente de baile y los que se llevan el disco grande a casa para disfrutar con la variedad de registros.



Un año después llega "Wha'ppen?", el segundo Lp, de nuevo producido por Sargeant. Aquí se confirma la teoría de los dos públicos, ya que mientras este disco supera incluso las ventas del anterior los singles son menos populares. La razón es que los Beat siguen refinando su estilo y le añaden nuevas mezclas; como consecuencia el producto final, más elaborado, con predominancia de los tiempos medios, tiene poco material de gancho inmediato, además de que las letras tienen una mayor carga social. De todos modos sigue habiendo piezas con espíritu de pista, como "All out to get you", "Over and over" o "Get a job". Pero por lo general las de corte más clásico se acercan antes al calypso y a los tonos downbeat que al ska o el reggae: es el caso de "Doors of your heart", "Drowning" o "Walkaway". Y suele haber además un regusto pop, un tonillo blanco que sin embargo es ya casi intemporal, superando etiquetas como "new wave": "Im your flag" o "The limits we set" son dos ejemplos. En suma lo que tenemos es el trabajo de unos músicos que se han hecho mayores y a los que cada vez resulta más difícil encajonar en un estilo único; nadie niega que sus orígenes están claros, pero desde luego son mucho más interesantes que las bandas de baile más convencionales. Sin embargo es precisamente esta demostración de madurez lo que descolocó a una parte de la crítica, que esperaba más de lo mismo y que con este cambio de perspectiva les obliga a reconsiderar el cliché que les habían asignado; o sea, el de los Beat como otra banda de baile al uso. Que unos músicos de ese tipo intenten salirse del rebaño parece una especie de afrenta para, incluso, un sector de los fans.



La evolución de los Beat se completa con "Special beat service" en 1982. Sigue habiendo rasgos del estilo con el que se habían presentado tres años antes, pero justo las canciones más redondas del disco son las que más se alejan de ese estilo; de hecho, esta colección es, con los matices que se quiera, un magnífico ejemplo de pop blanco/negro de los 80. En la producción, como siempre, Sargeant; que demuestra una vez más su enorme capacidad de adaptación, y que le añade un vago fondo de eco que da como resultado una sonoridad redonda, casi de manual. El rango va desde la escuela Motown ("Soul salvation" o "Save it for later", por ejemplo, son dos perlas) hasta el tono jazzy de "I confess" -donde muchos ven influencias de Joe Jackson- y eso es una clara señal de que el grupo está ahora en la onda yanki mucho más que en la jamaicana, aunque por supuesto todavía quedan piezas que recuerdan sus orígenes: "Spar with me", tal vez la más clásica; "Jeanette", con ese acordeón casi parisino; "Sorry" (aunque también aquí se podría argumentar que hay varias influencias distintas, no antillanas precisamente) y algunas más. Pero desde luego demuestran haber recorrido un largo camino en un tiempo relativamente corto, y tal vez por eso comienzan a ser conocidos en Estados Unidos al mismo tiempo que en la Isla decae su popularidad: The English Beat, como se les llamaba allá para no ser confundidos con los Beat de Paul Collins, podrían haber tenido una buena carrera al otro lado del Atlántico si no fuese porque esa popularidad en ascenso se estaba produciendo al mismo tiempo que un creciente cansancio por el exceso de giras y porque la situación personal no era buena.



Los Beat se separaron en 1983, después de completar una última campaña que finalmente hizo que las relaciones entre algunos músicos saltasen por los aires. Tras esa convulsión surgieron, entre otros, los Fine Young Cannibals o General Public; tuvieron un éxito relativo, especialmente los primeros, pero resultaban bastante previsibles, más asépticos. Así que muchos preferimos, de toda la saga, esa magnífica trilogía que para nosotros supera de largo todo lo que se ha hecho en unos estilos tan ajustados como estos. 


10 comentarios:

  1. Una banda peculiar, sin duda, pero por lo que cuentas eran buenos profesionales, y eso de evolucionar a pesar de los riesgos es siempre loable. No soy muy fan del género, pero tras una primera escucha me quedo con 'Save it for later' y sobre todo 'I confess'. Las primeras pistas que has dejado son, como dices, más puristas del género original. Aunque me ha extrañado que digas que los primeros Madness lo eran más que estos, teniendo temazos de fusión pop como 'My girl' o 'Baggy trousers'.

    Muy buena esa portada de 'I just can't stop it'.

    Muy acertada la portada del primer LP.

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    1. Hola, Raúl. Es cierto que también Madness, ya en sus comienzos, tenían más complejidad musical que los Specials, por ejemplo. Sin embargo, tal vez por su tendencia "blanca", las piezas que tú citas y otras a mí me suenan un tanto infantiles, o algo así. Creo que mejoraron considerablemente en su segunda época, cuando ya se dedicaron completamente al pop. Es más, creo que el ska solo fue una excusa para comenzar su carrera, y que su verdadero potencia viene luego. Pero vamos, esto es una simple opinión. O a lo mejor es que a mí no me va mucho el pop ska, que también puede ser.

      Saludos mil.

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  2. Excelente grupo, pero no deja de ser como muy colonialista que la música pop no haya sabido ensanchar su perspectiva y aceptar en su seno un fenómeno musical que nació en Jamaica a finales de los 50. Hubo que legitimarla cuando Bob Marley triunfó y los chicos blancos británicos se acordaron de ella. Si no, como otras, hubiera sido siendo parte de ese cajón de sastre llamado World Música.

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    1. Bueno, cada zona del planeta tiene su sensibilidad y sus gustos: no me imagino yo a una masa de jamaicanos escuchando tecno pop, o progresivo. En ese sentido, estoy por asegurar que los occidentales somos más abiertos a otros estilos que ellos. Los británicos vivieron el furor ska/reegae varias veces a lo largo de su historia, pero como es lógico más tarde o más temprano vuelven a su ser. Que, no lo olvidemos, está tan asentado en el pop como en el blues o el r'n'b, sin ir más lejos.

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  3. Magnífico este primer Lp de The Beat, para mi gusto superior a las primeras obras de Specials y Madness (que no fueron moco de pavo, por cierto), y en esto comparto tu punto de vista, supieron aunar otros elementos, pop, soul, que los hicieron muy atractivos. Su "Can´t Get Used To Losing You", por resaltar un tema que no has mencionado, me parece también un perfecto ejemplo de hasta donde podían llegar en esa apuesta. El "MAS" de Specials, con grandes temas como "I Can´t Stand It" e "International Jet Set" se acercaba a esa concepción tan elegante que The Beat supieron imprimir en su primera obra.
    Saludos,

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    1. Yo también creo que esta fue la banda de más categoría en ese tipo de músicas, aunque como le digo a Raúl los Madness me parecen más un grupo pop que cualquier otra cosa. Y en cuanto a los Beat, creo que tan bueno es el primero como los otros dos, y como siempre entramos en gustos: yo casi prefiero el último, que es el más "mezclado", por decirlo así.

      Saludos mil.

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  4. Hola Rick:
    Siempre el último de volver del recreo.
    Pues otros de los que ya no me acordaba, La cosa es que o ha pasado mucho tiempo o cada vez ando peor de memoria. Seguramente serán ambas cosas.
    Pues me han parecido magníficos y muy frescos, curiosamente estos tipos de música son llas que mas aguantan el paso del tiempo, se ve que no renunciamos a la diversión y esto está bien y debe seguir siempre. Muchas veces nos cansamos de músicas tan sesudas.
    Esperando el siguiente capítulo, apuesto a que son los Iron Maiden, para mi una de las mejores bandas británicas de la época, aunque creo que a un local tan selecto como este se le impida la entrada, siempre ha habido clases.
    Saludotes
    Jose

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    1. Hola, José. Es posible que no recuerdes a los Beat, porque en España fueron solo medianamente conocidos a pesar de que sus discos estaban en las tiendas; tal vez sea porque el fenómeno ska aquí no tuvo mucha relevancia salvo en las discotecas. De Jamaica lo único popular fue Marley, que arrasó.

      En cuanto a Iron Maiden y oros de su estilo... Me temo que aquí es cuando empieza a notarse la diferencia de criterios. Me explico: los de nuestra generación teníamos quince años, más o menos, cuando triunfaban tanto los rockeros machotes -Deep Purple, por ejemplo- al mismo tiempo que los progresivos -Pink Floyd, King Crimson- o incluso el glam rock de Roxy Music junto a clásicos folk como Dylan o Donovan. Pero luego, entre finales de los 70 y la llegada de los 80, cada uno va definiendo sus gustos y además ya no hay grupos tan enormes como para gustar a todo tipo de públicos.

      En consecuencia, cada uno se acerca más a su naturaleza, que en mi caso es el pop. Y ahí entra el punk, la new wave o todos estos grupos revival, pero el rock machote ya me cansa. Y además creo que Iron Maiden, como muchos otros, son una vuelta de tuerca al lado más cañero de los viejos grupos de los 60/70, pero sin su categoría. En fin, que ese estilo ya no va conmigo. Nos hacemos mayores.

      Saludos mil.

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  5. Oyéndolos ahora me parece que The Beat es un grupo más completo y con más recursos que Madenss o Specials. Y eso que estos últimos me gustaban bastante. Y encima con ese saxo que le da un toque especial. Mención aparte merece el sonido tan limpio que consiguieron gracias, según leo, a Bob Sargeant. No se quedaron solo en hacer música de baile. Fueron más allá. Y eso se agradece.
    Y opino como tú en lo de Iron Maiden (Korto, lo siento, eso es lo que hay).
    Saludos.

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  6. Hola, Bab. Yo también creo que los Beat, de toda esa ola ska/reggae que hubo en aquellos tiempos, eran los más completos. Pero ya ves, en España pasaron casi desapercibidos. Y lo de Iron Maiden pues eso. Que nos volvemos más de nuestras cosas...

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