Otra de las grandes bazas del paisey underground, junto con el art pop de Miller o Quercio y el rock actualizado de Dream Syndicate, es la psicodelia. Y en ese mundo destacan con nitidez los Rain Parade, que como los grupos anteriores están muy por encima de esa bandera de conveniencia. De hecho incluso el término "psicodelia" les queda corto: su música es un compendio de varias escuelas distintas, demostrando una vez más que si en algo coinciden los integrantes del dichoso paisley es en su conocimiento enciclopédico de los años 60: en la corta carrera de Rain Parade (o para ser más exactos mientras David Roback estuvo presente) hay un sorprendente equilibrio entre las influencias del rock psicodélico y melódico de la costa oeste, desde el estilo cantarín de voces y guitarras de los Byrds hasta el sentimiento de unos Love o incluso los Doors; pero también sorprende adivinar por momentos el espíritu lejano de unos Pink Floyd, e incluso algunas estructuras que podrían recordar a los Beatles. Así que estamos ante uno de los últimos grupos realmente clásicos de la costa oeste. Y si tenemos que apechugar con lo del paisley, no me cabe duda de que esta banda es la más representativa de todas: una mezcla gozosa entre el rock y el pop de la vieja escuela.
Lo primero que sorprende en los Parade es la rapidez con la que evolucionaron hasta llegar a donde querían. En 1981 hay un trío llamado Sidewalks formado por los hermanos Roback (David: voz y guitarra; Steven: segunda voz y bajo) junto a Matt Piucci, que también canta y toca la guitarra junto a la armónica. Por entonces son devotos de la escuela británica, desde el beat de Liverpool hasta el r'n'b al estilo de los primeros Stones; Steven decía que al mismo tiempo que disfrutaban con esos estilos admiraban también el sonido de las guitarras clásicas como Gretsch o Rickembacker. Y en poco más de un año, tras la configuración como grupo estándar con la entrada del teclista (entre otros instrumentos) Will Glenn y el batería Eddie Kalwa, se pagan la publicación de un single en el sello Llama que demuestra eso, lo rápido que aprenden. La cara A, titulada "What she's done to your mind", debe tanto a las guitarras y las armonías de los Byrds como a una de las escuelas vocales de la que los propios Byrds aprendieron, que son los Beatles. Y "Kaleidoscope", la B, da un salto en el tiempo y el espacio con una percusión y unas voces muy a lo Pink Floyd acompañadas por unos teclados que, junto al sitar, casi evocan el espíritu de la raga hindú que tanto tirón había tenido en la costa oeste a finales de los 60.
Este single tuvo una repercusión enorme en los ambientes universitarios californianos y propició que el sello Enigma los fichase: a mediados del 83 publican "Emergence third rail power trip", un Lp que con ese título ya deja claro que la psicodelia va a ser uno de sus ingredientes básicos. Se incluyen las dos canciones del single, que ahora, junto a las otras ocho, demuestran lo perfectamente articulado que estaba ya su repertorio cuando lo grabaron: en muchos grupos que incluyen en su primer disco grande canciones de singles anteriores se notan desajustes temporales o estilísticos, pero no en este. Es un todo armonioso, casi lógico, un pequeño mundo en sí mismo, y aquel single fue la llave que nos permite ahora entrar en él como si ya lo conociésemos de siempre: sí, vuelven a surgir muchos de los nombres sagrados de los años 60, pero con esa recreación delicada, amorosa casi, que demuestra la tremenda categoría de Roback y sus colegas (el repertorio es obra del trío original). Y entre algunos pequeños detalles que de momento parecen no tener importancia, vemos que Kendra Smith hace coros ocasionalmente. Otra curiosidad son las alabanzas que prodiga Scott Miller sobre este disco, destacando "1 hour 1/2 ago" como una de las mejores de aquellos tiempos, y además un símbolo perfecto del paisley undergound. Por otra parte alcanzó el top 5 de las listas independientes, lo cual no es más que un destello de pura justicia.
Un detalle no tan pequeño es el tono de melancolía un tanto soñadora, hipnótica, que a veces envuelve la voz de David Roback revistiendo a sus canciones de un aura especial. Pronto llegará la prensa relacionándolo con Syd Barrett o inventando nuevas etiquetas como "sleepy music", "dream pop" e incluso la aparentemente británica "shoegaze" y citando a Roback como uno de sus primeros referentes. Y aunque el concepto "somnoliento" en su caso sea muy discutible, sí es verdad que su carácter es un tanto especial e introvertido ya por entonces: además de su nostalgia por la grandeza de las viejas bandas de los 60 destaca su tendencia a la soledad, sus dificultades para encajar por mucho tiempo en una agrupación "democrática", por decirlo así (la producción del disco fue mayoritariamente cosa suya). Así que poco después abandona o le obligan a abandonar el grupo: en realidad la cosa es más complicada, pero ya nos lo contará él en su próxima visita. Sus antiguos compañeros salen del paso publicando ya en 1984 un mini Lp titulado "Explosions in the glass palace", y para sorpresa de todo el mundo resulta que es una perfecta continuación del Lp. Como es lógico digo lo de la sorpresa porque muchos aficionados pensaban que los Parade no podrían sobrevivir sin él, pero aunque solo sean cinco canciones son suficientes para mantener la magia un poco más. Incluso el cierre con la fantástica "No easy way down" está considerada como la quintaesencia del sonido Parade, aunque tal vez sea porque es la única en la que aún participa el ausente.
Poco después entra John Thoman, un nuevo guitarrista para reforzar el sonido, casi al mismo tiempo que se marcha Kalwa entrando Mark Marcum en su lugar. Ahí se pierde otro de los elementos distintivos del grupo, que poco después, a principios del 86, publica el que será su último disco: "Crashing dream", que por desgracia me parece un título muy ajustado. Una vez más, estamos ante las consecuencias de la temible mezcla "grupo equivocado + sello equivocado": sin lógica alguna, los Parade han aterrizado en Island. Y ya la apertura con "Depending on you" nos muestra a una banda desconocida, con un sonido pulido, brillante pero convencional, muy de la época. Aunque no toda la culpa es del sello: las canciones, obra exclusiva de Piucci y Steven Roback, parecen desnaturalizadas, como si fuesen de otros. Hay momentos en que podrían recordar vagamente a lo que fueron ("Don't feel bad" o "Mystic green", por ejemplo), pero también dan la impresión de querer ser otra cosa, y lo triste es que no se sabe lo qué. El resultado fue el previsible: Island los echa y el grupo desaparece poco después.
Tras la desaparición de Rain Parade hay algunos grupos en los que sus antiguos miembros fueron buscando acomodo, y no sorprende que aquellos protagonizados por David Roback sean los más alabados. Nosotros no nos saldremos de esta década, pero le desearemos la mejor de las dichas en su próxima visita, dentro de unos días.
Antes de comentar he estado escuchando las dos únicas obras que tengo de la banda angelina, su maravillos mini LP "Explossions in the Glass Palace" y su tercera obra (ya fichados por Island) "Beyond the Sunset". La primera es una nueva proeza digna de emularse con la RAF inglesa en los tiempos de la Batalla de Inglaterra, "nunca tantos debieron tanto a tan pocas canciones (5)". Este disco merece estar colocado a la diestra del Dios Padre. Tienes razón, en algunos temas suena al Pink Floyd de Meddle ("Prisioners"), en otros a Byrds (el portentoso inicio de "Blue"). En su conjunto es una auténtica obra de arte. "Beyond The Sunset" decepciona, parece hecho de retales, incluye 3 de los temas del mini LP, 2 más de su primer LP, una versión de Tom Verlaine y otra de Green On Red (esta última, con la participación de dos miembros de Dream Syndicate, suena más a estos que a los propios Rain Parade). Todo mezclado con tomas en estudio y en directo. Da la impresión que es un disco de retales que Island les impuso para darles a conocer al gran público. Lástima.
ResponderEliminarHe tenido en mis manos muchas veces el primer Lp y lo he dajado pasar. A veces uno aprende gracias a los errores.
Saludos,
Hola, Javier. Ese "Explosions..." fue la demostración de que el grupo podía sobrevivir sin David Roback, y desde luego no tiene nada que envidiar al disco grande anterior. De "Beyond the sunset" no he hablado porque no es muy destacable que digamos; se trata de un directo en Japón sobre el año 84 u 85, no recuerdo bien, y para entonces el grupo ya estaba más cerca de cómo terminaron que de cómo habían empezado. Hay algunas versiones de su primer disco, pero la verdad es que ya ni me acuerdo de cómo sonaban. Ah, y si tienes dificultades para pillar el primero, avisa...
EliminarSaludos mil,
Sí que suenan melancólicos y hasta lángidos, pero me gustan sus guitarras y melodías. Otro descubrimiento te debo
ResponderEliminarHay algo de languidez, no digo que no, pero el sentimiento que le ponen hace que suene vivo y no como otros grupos que directamente aburren. Esa es la diferencia.
EliminarNo los conocía hasta ahora. Musicalmente son impecables y tienen unas voces, como comentas a lo Byrds, muy bien conjuntadas. Quizás pequen de tener temas demasiado largos demasiado mimetizados con el asunto psicodélico.
ResponderEliminarSí, en parte son una actualización de los Byrds (que por otra parte también tuvieron su época psicodélica, y muy buena además). Pero no se quedan ahí, sino que cada vez que escuchas una canción suya y te pones a rascar encuentras un buen puñado de influencias clásicas admirablemente tratadas. Fue una pena que aquella buena época durase tan poco.
EliminarNo sé lo que ha pasado. Escribí un comentario hace ya unos días diciendo que ese primer L.P. "Emergence third rail power trip" me había encantado. Y que la música de Rain Parade entraba dentro de mis coordenadas musicales. ¿Dónde está ese comentario? Misterios sin resolver.
ResponderEliminarDecía alguna cosa más, pero ya no me acuerdo.
Saludos.
Amigo Bab, por desgracia tu caso es más frecuente de lo que parece. No sé qué pasa con Blogger que a veces hace cosas así (o peores). O sí lo sé: como este es un sistema gratuito está autorizado para fallar más que una escopeta de feria, y a sus beneficiarios no nos queda otra que el pataleo. Yo por si acaso, cada vez que meto un comentario salgo y vuelvo a entrar en el blog, a ver si me ha hecho la trastada.
ResponderEliminarY ese primer disco de Rain Parade es de lo mejorcito de aquella época, pero yo de ti me haría el pack completo: ese disco, el single anterior y el mini Lp posterior. No es tanto... y si quieres ayuda, silba.
Saludos mil.