lunes, 13 de septiembre de 2021

España en los años 80 (III)

Parálisis Permanente es uno de esos nombres que pronto se convirtió en mito a pesar de que su carrera fue muy corta, y tal categoría se debe a que son los primeros y probablemente más auténticos representantes en España del post punk siniestro/gótico. La influencia en ellos de Siouxsie y sus Banshees (u otros como los Cure en menor medida) resulta evidente, pero tampoco se puede negar que supieron darle un carácter propio a ese estilo. Por desgracia la temprana muerte de Eduardo Benavente nos deja con la duda de hasta dónde habrían podido llegar, pero el hecho de que con una producción tan escasa sigan siendo recordados a día de hoy es la mejor prueba de su categoría. Por otra parte son también uno de los primeros grupos que se alejan de las disqueras tradicionales intentando primero el "háztelo tú mismo" británico y participando luego en Tres Cipreses, que es algo así como el bautizo indie del mercado discográfico español. 

Los principios del grupo, creado ya en 1980 por Benavente y Nacho Canut mientras ambos militaban en la "casa matriz" Pegamoides, son bastante trabajosos: pronto tienen material propio, pero no hay una plantilla consolidada y el dúo ha de atender a dos frentes. Así que cuando presentan las primeras maquetas, junto a ellos está Javier (hermano de Eduardo) como cantante y Johnny (hermano de Nacho) a la batería. En ese momento, Enrique ejerce como guitarrista y Nacho es el bajo; pero poco después se marcha Javier, lo que convierte a Parálisis en un trío en el que Eduardo es ahora también cantante. Con esa formación se financian un Ep compartido con los también primerizos Gabinete Caligari; se publica en Enero del 82 y para su propia sorpresa la tirada inicial de casi mil copias se agota enseguida. Pero ya por entonces Benavente y Jaime Urrutia -líder de los Caligari- entre otros han creado Tres Cipreses, el primer sello independiente de la nueva ola, y lo reeditan con nueva portada y todo. Y vuelve a agotarse, y esta vez lo relanza DRO, el segundo sello independiente, creado por Servando Carballar, teclista y productor, que nos visitará pronto (DRO será con el tiempo uno de los sellos más fuertes del país, y ya en 1983 absorberá a Tres Cipreses).

Si, aquello fue una sorpresa, pero no tan grande: aunque dejemos aparte a los Caligari, que nos visitarán luego, lo que resulta evidente es que la onda oscura había llegado con fuerza a España (ya que también los Caligari eran de ese palo en sus primeros tiempos, este split es el mejor ejemplo). Y además ya están aquí dos grandes clásicas de Parálisis: "Autosuficiencia", de Canut y Benavente, será una de sus canciones más distintivas, y "Tengo un pasajero" -a nombre de Benavente- tanto en esta versión como en la de su disco grande se mantiene a la misma altura. Son dos magníficas demostraciones del poderío de un grupo que ha sabido entender esa evolución que está viviendo en la Isla el sonido postpunk para llegar al tono siniestro que tiene ahora, y que ya se adorna con aromas góticos; por otra parte resulta evidente que, solo con las maquetas previas y algunas actuaciones, el boca a boca los había encumbrado. Como curiosidad, tal vez alguno de ustedes recuerde aquel clip -por llamarle algo- que grabaron en casa de Diego A. Manrique para promocionar "Autosuficiencia" en un programa de televisión. No era más que un conjunto de poses del trío en pasillo y habitaciones, pero tenía su gracia... y además daba envidia ver esa tremenda colección de discos y cintas (que solo era una pequeña parte del arsenal de ese señor).



La confirmación de Parálisis Permanente como uno de los grupos alternativos más brillantes de España llega a mediados del 82 con un ep de cuatro canciones entre las que se incluye "Quiero ser santa", que junto con la anterior "Autosuficiencia" forma la pareja de piezas más populares de su repertorio. Y por supuesto la letra se convirtió en una especie de símbolo de lo mucho que había cambiado el país, con esa profanación irónica de lo sagrado, con esa exaltación masoquista y claramente sexualizada que indignó a los sectores más puritanos. Esa letra había sido escrita por Alaska y Ana, y con la estructura musical creada por Eduardo y Nacho ha quedado como una de las obras cumbres de ese estilo. Pero también se incluye otra clásica como "Unidos", esta de Nacho exclusivamente, y dos grandes muestras de post punk gótico como "Yo no" y "Un día en Texas". En resumen, se trata de una sobresaliente confirmación de la categoría del grupo. Pero no todo son buenas noticias: su publicación va seguida de la marcha de Nacho, que desea ampliar su perspectiva e ir girando hacia el funk discotequero; es decir, justo lo que le ofrece Carlos Berlanga con su nuevo proyecto llamado Dinarama. Así pues, con pocas semanas de diferencia abandona tanto Parálisis Permanente como los Pegamoides.



El nuevo bajista es Rafa Balmaseda, que había pasado brevemente por dos de los grupos que pronto serán nuevos clásicos de la modernura madrileña: Derribos Arias y Glutamato Ye-Ye. Y por fin, como era de esperar, tras la separación definitiva de los Pegamoides entra también Ana Curra, que con sus teclados reviste las canciones con un envoltorio sombrío pero señorial que engrandece el repertorio. Casi a continuación comienzan a grabar el Lp, que con el título de "El acto" se publica en otoño del 82 y pasa a ser de inmediato otro fetiche del género. Hay la consideración general de que a Parálisis le iba mejor el formato pequeño, y es verdad que la mayoría de sus mejores canciones no están en ese disco (el tandem Canut-Benavente se ha disuelto); pero de todos modos el nivel medio es sobresaliente, y la suma del contenido más el diseño gráfico nos da una joya que a estas alturas es ya intemporal. "El acto" nos sumerge en una atmósfera lasciva, lujuriosa y tétrica al mismo tiempo, que por otra parte tiene una gran densidad. Y aunque se echa de menos la maestría compositiva de Canut, que aquí ya solo participa a pequeña escala, las nuevas canciones de la pareja Benavente/Curra suplen esa carencia con bastante soltura; por no hablar de la versión sobresaliente, magistral, del "Heroes" de Bowie, para mí la mejor que se ha hecho de esa canción y que vampiriza su espíritu hasta hacerla parecer una clásica de Parálisis. Otra cosa es la de "I wanna be your dog", más convencional, pero es que tampoco los Stooges son Bowie. En resumen, este es uno de los discos -de los escasos discos- inevitables en una historia de la música española de los años 80 y más allá, puesto que su influjo sigue presente.


La suma de aquellos dos discos iniciales más este Lp hacen de Parálisis Permanente uno de los grupos señeros de la nueva ola. Aunque Johnny Canut se cansa de tanta oscuridad y se marcha a los Nikis, un grupo bastante más ligero pero entrañable (ya saben, los Ramones de Algete): el nuevo batería será Toti Árboles, que, entre otros, formó parte de los poco afortunados Flash Strato. En los primeros meses del 83 dejan preparadas dos nuevas canciones para un single y reciben la oferta de Paloma Chamorro para participar en "La edad de oro", el programa ultramoderno que comenzará a emitirse en Mayo. Graban una especie de programa-maqueta y siguen de una actuación a otra hasta que el 14 de ese mes Ana, Eduardo y Toti tienen un accidente de tráfico en el que muere Eduardo, con solo veinte años: ahí termina la historia del grupo. A partir de entonces Parálisis Permanente es ya un nombre mítico, y el broche de oro lo pone la publicación, pocas semanas después, de aquel single que faltaba: "Nacidos para dominar" y "Sangre", las dos últimas clásicas del grupo. Poco después Ana decidió que el mejor homenaje posible a Eduardo era seguir adelante, aunque por supuesto con otro nombre: Seres Vacíos, que ya había creado como proyecto alternativo en vida de su pareja, será ese homenaje aunque su carrera no durará mucho, De todos modos, con idas y vueltas, Ana siempre parece seguir adelante. Y esa conjunción entre memoria y presente que desarrolla en sus directos es aún hoy celebrada por un buen puñado de seguidores irredentos y por las publicaciones del ramo, que siguen mostrando su respeto por uno de los grupos más visionarios en la depauperada historia musical española.



12 comentarios:

  1. Un grupo fantástico, como bien dices. Muy brillante tu artículo, Rick. Eso sí, ¡los Stooges son sagrados y esenciales!

    Un abrazo.

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    1. Hola, Gonzalo. Aquello fue una carrera corta pero muy intensa, no dio tiempo a aburrirse. Tal vez esa sea otra de las razones por las que se les recuerda. En cuanto a los Stooges no niego su categoría, pero estarás de acuerdo en que Bowie es un personaje mucho más amplio. Hasta Iggy Pop le debe cosas.

      Saludos mil

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  2. A fuer de ser honesto, sin demediar para nada la importancia de "El Acto" y de Parálisis Permanente dentro del panorama de la llamada "onda oscura", yo por aquella época era más de otros que andaban por la misma cuerda floja, Décima Víctima. No quisiera anticiparme a otras posibles entradas sobre este estilo y otros protagonistas, lo dejaré ahí.
    Estoy básicamente de acuerdo en todo lo que comentas sobre la banda, su trayectoria y su obra. Supusieron un oportuno golpe de efecto a una escena que quizás tenía demasiada querencia al pop más comercial (también brillante, ojo). Su apuesta por ese lado oscuro reflejó la increíble capacidad de adaptación de Parálisis Permanente a las corrientes foráneas, sobre todo inglesas (aquí incluiría también especialmente a Bauhaus, más "oscuros" (si cabe) que la propia Siouxsie y su banda). "El Acto" es, según mi modesta opinión, un Lp que ha envejecido peor que el "Grandes éxitos" de Alaska y Los Pegamoides, será que el sonido post-punk/gótico ya no pega tanto.
    Lástima de la prematura muerte de Eduardo, pienso ahora en el mismo fatídico evento acaecido con la desaparición de Cecilia.
    Saludos,

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    1. Hola, Javier. Tengo que adelantarte que la onda siniestra no se extenderá mucho. Aquí se trata de dar una idea general de cada época y nombrar a los grupos más relevantes, así que Décima Víctima o Desechables, por decir dos, aparecerán citados en la fiesta pero no habrá una entrada para ellos. Lo cual, es cierto, delata también mis manías: no soy muy siniestro yo, y únicamente Parálisis me interesa realmente (tal vez porque duraron poco y en consecuencia sus repertorio es pequeño y concentrado). Décima Víctima me gustan en algunos momentos de su primer disco grande, aunque prefiero que casi no se les entienda lo que dicen porque su letras siempre me han dado repelús; me parecen más tristes que oscuros (admitiendo que los son, claro). En ese sentido tal vez son uno de los antecedentes de los shoegazaers de los años 90/00, una especie que detesto. Desechables me parece una copia de Parálisis sin llegar a su altura.

      En cuanto al pop, que yo prefiero siempre en esta época a cualquier otra tendencia, también reconozco que la cosa va a rachas y que muy pocos grupos pueden defenbder una carrera completa: es una época, como la new wave británica, de más singles buenos que Lps.

      Saludos mil

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  3. Vaya por delante que a mí los de la onda oscura nunca me han gustado mucho, los que no me parecen ridículos son impostados o pelmas. Aun así, en aquella época que era más joven les daba algo de cancha, Y Parálisis me gustaban mucho. Autosuficiencia, Quiero ser santa y Nacidos para dominar son temas incontestables, hoy en día los sigo escuchando y me siguen sorprendiendo. El resto de su obra, menos Héroes, me parece que se ha quedado algo anticuada, casi un halago para un grupo gótico.

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    1. Ya, a mí me pasa una cosa parecida, por eso le digo a Javier que no me extenderé mucho en este sector. Y yo también pienso que Parálisis eran los más interesantes, además de que en sus letras suele haber un vago tono de coña que les redime: por desgracia otros grupos de esa onda se tomaban muy en serio a sí mismos.

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  4. Hola Rick:
    ¡Ahí me has dado!
    A penas llevamos dos clases y ya has presentado a dos de mis tres favoritos de esa movida. A ver si el tercero coincidimos.
    Pues casi podía copiar lo de los Pegamoides. Me gustan todos sus discos, en especial los singles, que los tengo al lado de la estantería de discos en un altar rodeado de velas (negras por supuesto). Canciones como "Nacidos para dominar" y "Sangre" son de mis favoritas.
    Nunca los vi en directo, aunque a los que si que vi fué a los "Seres Vacios", nunca un grupo se ha puesto un nombre tan acertado, parecían unas almas en pena.
    La muerte de Benavente, sirvió para convertirlos en mitos, nunca se sabe cvomo hubiese seguido, pero creo que superar eso era dificil.
    Por cierto, como cita Javier, Decima Victima, sacaron cosas muy buenas, también los tengo en otro altar.
    Este curso es un chollo, se acabó repasar discos de esos que no te acuerdas o en su día se te pasaron.
    Me voy al recreo.
    Saludotes
    Jose

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    1. Hola, José.

      Uf, el tercero... pues el tercero no tengo ni idea, francamente. En fin, a ver si dando palos de ciego acabo por pillarlo. Si es de los grandes, seguro que cae.

      Sí que es verdad que los Seres Vacíos ya eran una cosa bastante más soporífera. Supongo que en parte sería por la tragedia que sobrevolaba sobre Ana, que por otra parte era fan del repertorio más oscuro y espeso de Siouxsie. Lástima que no se hubiese fijado en su faceta más afterpunk.

      Benavente, como le digo a Chafardero, tenía un punto de humor siniestro que revitalizaba mucho a Parálisis. En cambio Décima Víctima los veo mucho más serios, más trascedentes, y ese tipo de actitud a mí me cansa mucho, que le voy a a hacer.

      Abrúiagate al salir al recreo, que ya hace fresquito...


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  5. Hace dos veranos o quizás tres, el pasado es un borrón del calendario, tuve la suerte de ver a Ana Curra rememorando los viejos éxitos de Paralisis Permanente en el Campo da Leña y lo pasé en grande. Aquellas viejas canciones ahora casi parecen himnos de batalla por la fuerza que han adquirido con el tiempo.

    Saludos

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    1. La ventaja de Ana en estos útlimos años es que ya se ha librado de la losa emocional que representaba la tragedia, y se le ve más libre, sin el tono axfisiante que tenía en los Seres Vacíos, por ejemplo. Y claro, el repretorio clásico de Parálisos así gana mucho. Sigo pensando que Benavente no era tan siniestro como nos hacía creer. Había mucha coña en su actitud.

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  6. Muy buen resumen. Tampoco soy yo mucho de la onda siniestra. Hacemos una excepción con Parálisis Permanente. Me parece un grupo con mucha imaginación y que, como apuntas, le pone su pizquita de humor, o coña. Esto le da un punto más asequible para mis gustos. Creo que hicieron un puñado de canciones que son referente de esa época.
    Saludos.

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    1. Ya veo que somos unos cuantos los tibios ante la siniestrez. Y sí, Parálisis son los únicos que nos caen bien a la mayoría de tibios precisamente por la coña. A los que pensamos así ya se nos hace muy cuesta arriba unos Décima Víctima y similares: demasiada tristeza, demasiada trascendencia.

      Saludos mil.

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