martes, 1 de septiembre de 2020

1980-81 (VI)



Magazine es la otra banda que junto a Siouxsie y sus Banshees dio sentido a la etiqueta "afterpunk": como ellos, su primera referencia contemporánea fueron los Pistols pero pronto demostraron tener mucha más categoría. Por otra parte son uno de los más brillantes ejemplos de la primera ola que convertirá a Manchester en una clara alternativa al poder londinense, aunque como ocurrió con Joy Division su carrera no es muy extensa. Y una última similitud con esos grupos es el hecho de que su cantante es al mismo tiempo quien marca el estilo: se trata de Howard Devoto, que había comenzado su carrera compartiendo con Pete Shelley la dirección de los Buzzcocks pero que pronto los abandona para seguir una trayectoria que será más alabada por la crítica que por el gran público. Es el problema al que se enfrentan los músicos nacidos en un ambiente como el del punk, tan "epidérmico", cuando deciden reorientar su carrera: que corren el peligro de quedar en tierra de nadie. Ya vimos en su primera visita a este tugurio que Devoto es un músico bastante cerebral cuyo trabajo puede incluirse en el art rock y que junto a sus acompañantes, unos técnicos de categoría, crean una variedad de matices realmente innovadora e interesante; pero a diferencia de Siouxsie no se ajustan a los criterios siniestros o góticos tan de moda, sino que se sitúan en un punto equidistante entre esos dos estilos y la sonoridad cold wave que había consagrado a Joy Division. Por otra parte las letras y la entonación de Devoto, con frecuencia oscilando entre la ironía y el sarcasmo, crean una atmósfera muy personal, muy "de autor", digamos. 

Su carrera había comenzado en enero de 1978 a lo grande con "Shot by both sides", el single que inaugura el efímero período afterpunk (un período cuya otra perla, medio año después, es el debut de Siouxsie con su "Hong Kong garden"): aquella obra maestra, además de convertirse en leyenda para el aún reducido círculo de vanguardia, consigue unas ventas aceptables. En ese momento Devoto está acompañado por la creciente habilidad guitarrera de John McGeoch como solista y Barry Adamson al bajo; el veterano Dave Formula aporta su soltura en los teclados, mientras que la batería está a cargo de Martin Jackson, que se marchará tras la publicación de "Real life", el primer Lp. Ese disco se beneficia de la estela que ha dejado el single y alcanza el top 20, lo cual es una verdadera hazaña para un repertorio cuya densidad ya supera el estándar punk del momento. Poco después McGeoch encuentra a un batería competente para sustituir a Jackson: John Doyle, también de Manchester. La década termina con "Secondhand dayligh", que sin pasar de un top 30 los consolida como una de las alternativas más sólidas al dominio casi absoluto que está alcanzando la onda siniestra en las listas y en las calles. Tal vez ahora, casi cuarenta años después de aquello, parezca un poco extraño, pero hubo una época en que el panorama moderno estaba poblado de ropa negra y pelos hacia arriba, largos pero correctamente despeinados, con mucha laca. Ah, y las hombreras, que llegarán pronto por cortesía de los Nuevos Románticos. Pero a lo que íbamos...

En el verano de 1980 Magazine presentan "The correct use of soap", su tercer disco y también el que más cerca estuvo de algo parecido al concepto de "éxito", que en su caso consiste en recuperar el top 20 que habían alcanzado con el primero. Hasta cierto punto, esa mejoría comercial se debe a dos circunstancias complementarias: en primer lugar hay una participación colectiva y casi igualitaria entre todos los miembros de la banda, lo que otorga una mayor flexibilidad al material (hasta entonces la mayoría de las piezas eran de autoría restringida casi en exclusiva a Devoto y McGeoch); y la segunda, posiblemente tan importante como la primera, es que Martin Hannett es su nuevo productor (Devoto y él se conocían desde aquel "Spiral scratch" autopublicado por los Buzzcocks). De Hannett ya sabemos, por su trabajo con Joy Division, que su obsesión enfermiza por cualquier detalle sónico lo eleva un peldaño por encima de los productores tradicionales: no se limita a ese trabajo, sino que consigue convencer a los grupos y llevarlos por donde él quiere. Y en el caso de Magazine, que ya tenían ciertas similitudes con las atmósferas que a veces creaban los Division, esa sociedad forzosamente ha de salir bien, por lo que sumando una cosa y la otra el resultado es una selección de canciones con un tono general más luminoso (algo que también está buscando Siouxsie en esa época). En cierto modo, hay una vuelta a los postulados art punk de uno o dos años antes; así, algunas canciones rozan el pop -es el caso de la espléndida "Model worker", que con otros arreglos podría recordar incluso a los Damned- mientras que algunas que podrían resultar demasiado densas quedan revestidas de un espíritu funk que las "anima", y no solamente por el "Thank you" de Sly Stone: "Stuck" es otra buena prueba. Otras veces ese tono se acerca a algo parecido a las músicas para series de televisión, o eso al menos me recuerda "Philadelphia", y el cierre con la extrañamente nostálgica "A song from under the floorboards" es un magnífico broche para esta colección. Hannett también logra una mayor variedad de matices tanto en la voz de Devoto como en los teclados y la base rítmica. En resumen: por lo general a los fans de un grupo les cuesta trabajo discernir cuál es su disco preferido, y a los de Magazine nos pasa con este en comparación con los dos anteriores; pero no hay duda de que, si no el mejor, es el más "cercano" de los tres... signifique lo que signifique eso.



John McGeoch decide marcharse a la banda de Siouxsie. En teoría se debe a que está perdiendo protagonismo en una banda que por momentos se acerca a los tonos casi ambientales, mientras que con los Banshees su trabajo será mucho más relevante. Pero hay más: la actitud de Devoto, que se niega a dar entrevistas salvo en muy contadas ocasiones, da una imagen negativa del grupo, al que muchos consideran como una reunión de egos engreídos. Y puede que esa sea la razón por la que los discos de Magazine no alcanzan la popularidad que debieran, ya que la prensa cumple con el trámite de comentar sus discos (y por lo general los críticos siguen reconociendo su categoría) pero poco más. A McGeoch esa actitud le parece poco profesional, ya que les hace perder dinero; pero Devoto, aunque lamenta profundamente esa marcha, no va a cambiar su actitud. Hay, como drama de fondo, la muerte del padre de Devoto a mediados de ese año, cuando el grupo estaba en plena gira yanki; ahí se agria el carácter del cantante, y probablemente ese fue elemento definitivo que contribuye a la decisión de MacGeoch. En un principio el sustituto será Robin Simon, que poco antes había abandonado Ultravox junto con John Foxx, pero después de dos o tres giras se marcha para participar en el primer disco en solitario de Foxx; queda constancia de su paso en el directo "Play", grabado en Australia, de sonido decente y una buena selección de temas aunque no se incluya "Shot by both sides" (que por supuesto aparecerá luego en las reediciones en cd). 


Antes de que termine 1980 entra Ben Mandelson, amigo de Devoto desde los tiempos de la universidad. El grupo vuelve al estudio poco después y presenta en verano del 81 el que será su último disco: "Magic, murder and the weather". Aquí se nota claramente tanto la grieta que ha creado la ausencia de McGeoch como el cansancio de Devoto ante la situación colectiva y personal, ya que apenas participa en la elaboración de las canciones (aunque todas las letras son suyas, la mayor parte del trabajo musical corre a cargo de Dave Formula). El resultado es un disco oscuro, sin la fuerza de los anteriores; llama la atención el hecho de que no hay oficialmente un productor, ya que al parecer Hannett se limita a hacer las mezclas. Y sin embargo, aunque el tono general es desapasionado, casi de amargura, hay algunos momentos en los que Formula crea pasajes ambientales bastante bien desarrollados; porque este es claramente un disco de teclados -piano y sintetizadores- en el que la base rítmica amortigua el estilo Magazine de los discos anteriores para acercarse por momentos a un mundo difuso entre el jazz, el progresivo y las tonalidades cercanas al estilo orquestal. No digo que sea un gran disco, pero hay algunas canciones realmente atractivas como "Vigilance", con sus mezclas ambientales cercanas a la psicodelia; la casi cinematográfica "About the weather" o algunos momentos en los que recuerdan al Bowie de su época alemana: "The great man's secret", por ejemplo. De todos modos ni el propio Devoto le dio la menor posibilidad, ya que abandonó el grupo antes incluso de que llegase a publicarse; casi a continuación, Magazine desaparecían del mapa.



Devoto se tomará un tiempo para reordenar su situación y en 1983 presentará su único disco en solitario (apoyado por Formula y varios músicos de estudio), titulado "Jerky versions of the dream", como siempre más alabado por la crítica que por el público. Luego creó el dúo Luxuria junto al multinstrumentista Morgan Fisher ("Noko"): grabaron dos discos, con parecidos resultados. Era evidente que su gusto por la complejidad de las texturas musicales no cuadraba con una época crecientemente simplista, y abandonó la profesión durante más de diez años. Volvió a reunir a Magazine en 2009, y no le fue mal del todo; incluso grabaron un disco en 2011 ("No thyself"), bastante decente. Y desde entonces ha ido alternando su trabajo en varios asuntos distintos con algunas reuniones fugaces incluso con Pete Shelley, su primer socio, recreando a los Buzzcocks. Nunca fue un músico para mayorías, es cierto; pero al menos sus discos con Magazine están entre lo más memorable de aquellos tiempos.



12 comentarios:

  1. Hola Rick,
    me alegro de volver a leerte, se te echaba de menos!
    Saludos

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    1. Gracias, Commendatore, por la bienvenida. Espero que sigas sacando algo en limpio de tus visitas a este tugurio. Por lo menos te garantizo que aquí no te pillará el bicho: aquí respetamos la distancia asocial.

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  2. Hola Rick:
    Ya tenía ganas de to vuelta, y pàra empezar pedrada en la frente. a esta peña no la tengo muy controlada y eso que el after-punk me va bastante.
    Hala, a rebuscar los discos por ahí y a escucharlos.
    Se acabaron las vacaciones y ya empezamos con deberes.
    ¡Que cruz!
    Por no haberles prestado atención en su tiempo.
    Ya te comento cuando los oigas, aunque ya comprobarás que ultimamente el SBDT estamos un poco despendolados.
    Saludotes
    Jose

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    1. Hola, José. Sí, de vuelta al curro. Pero sarna con gusto no pica, así que...

      Estoy seguro de que Magazine es un grupo que tiene que gustarte. Y como siempre, si hay algo que no encuentres avisa.

      Suerte con el bicho. Ah, y espero que ya tengas las dos patas en perfecto estado de revista.

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  3. Anda, el Devoto, el Fórmula y cía. Cuanto tiempo. Magazine me gustaba en su día. Voy a darle un repaso después de este recordatorio. He puesto algunos temas suyos en youtube como The Light Pours Out of Me, o "Shot by both sides” y me siguen sonando bien. Los reproductores no me funcionan. Seguiremos asistiendo a clase, guardando las distancias recomendadas y con mascarilla. Un placer volver al cole con estos contenidos tan jugosos.
    Salkudosssssssssssss

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    1. Sí señor, esos mismos. Magazine no fue una banda muy popular en España (su distribuidor aquí no se gastó un duro en promoción), pero acabó convirtiéndose en un secreto a voces. Y por lo menos el segundo y el tercer disco se vendieron razonablemente.

      Bienvenido tú también.

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  4. Fueron (y creo que lo siguen siendo) una de las bandas del after-punk favoritas de esta casa, junto a Eyeless in Gaza y Bauhaus. Gracias a su "Seconhand Daylight" pude conocer y seguir la pista a un músico excelente como Barry Adamson, además. Su sonido (hablo de este último y del "The Correct Use of Soap", los únicos que dispongo) me parece incisivo, penetrante, un tanto separado de las pautas góticas y tenebristas del momento pero sin alejarse totalmente de él. Una gran banda (en toda la extensión de su significado, Devoto, Formula, Adamson, McGeoch...) que apetece seguir escuchando en el mejor reservado del club.
    Saludos,

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    1. Como le decía a Bab, no eran un grupo de masas pero los buenos aficionados los tenían en mucha estima. Incluso el último disco, sin ser una maravilla, mantiene muy decentemente el nivel.

      Saludos mil..

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  5. Bienvenido

    Tengo la impresión que a partir de los 80 crecieron las etiquetas a los que se adaptaron diversos ropajes que las subrayase y la música empezó a depender de determinados chicos o chicas milagro, con grandes ideas pero poca capacidad de plasmarla a poco que los músicos solo pretendieran ser músicos y no llegaran tan lejos su vanidad de artistas. Si los artistas de los 70 acabaron en la vacuidad grandilocuente algo parecido ocurrió tras la primera generación punk con muchos de estos grupos. Eso podría explicar la austeridad de los 90.

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    1. Bienllegado, herr doktor.

      Sí, lo de las etiquetas en los 80 se convirtió en una plaga. Aunque ya en los 70 estábamos bien servidos con las cantidad de ramificaciones que comenzó a despuntar en el heavy. Más de la mitad de ellas no servían para nada, pero algunas tenían una utilidad orientativa en las tiendas.

      La "austeridad" de los 90, como usted dice, se puede ampliar hasta ahora mismo: la grandiocuencia de los supuestos genios fue decayendo hasta que económicamente la mitad de los grupos eran indefendibles y a partir de ahí muy pocos siguieron adelante. El resto, hoy en día, es una oferta casi acústica a base de "cantautores" o aficionados al rap, hip hop y demás expresiones posmodernas. Otros se dedican a hacer la enésima versión de soniditos country (ahora le llaman "americana"), y así sucesivamente.

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  6. Bienvenido, camarada.
    Creo recordar que en la anterior entrada sobre Magazine andaba un poco perdido, y así sigo. Los temas seleccionados me han gustado, además del citado shot by both sides. Me pongo las pilas y los escucho a fondo, tienen su interés

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    1. Bienllegado, colega. Tienen su interés, desde luego. Y si te pones a ello (especialmente sus tres primeros discos), verás que son de los que tardan un poco en entrar pero no cansan. Eso siempre es buena señal.

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