Aquí somos muy respetuosos con los mapas; y aunque un salto como el que hicimos la semana pasada de California a Georgia, al otro lado del país, no es muy académico, estaba justificado por la visita debida a los REM, que en teoría son primos lejanos (y tan lejanos) del paisley undergound que se cocinaba en Los Angeles. Ahora, ya liberados de "lazos familiares", seguiremos nuestro camino como debe ser, rematando nuestro paseo por la costa del Pacífico antes de ir a otra parte; aunque ya no quede mucho que ver, porque en esta época California casi lo es todo. Sin embargo hay un grupo que me parece realmente interesante allá arriba, en Oregon: se trata de los Wipers, que además de vivir muy lejos del epicentro paisley no tienen nada que ver con ese plan de vida porque lo suyo es un cruce entre post punk y experimentación que recuerda a la vanguardia británica. Aunque para ser más exactos habría que hablar antes de una persona -Greg Sage- que de un grupo como tal: hay una serie de músicos que van y vienen, pero quien desarrolla, planifica y compone es él exclusivamente, que además también canta y es el guitarrista. En cualquier caso estamos ante lo que se ha definido como "el primer grupo punk del Noroeste" (del Pacific Norwest, como se dice allí), aunque ese título hay que cogerlo con pinzas: creo que ya dije alguna vez que las etiquetas son muy elásticas en Estados Unidos, y desde luego los Wipers de Sage están por encima de esa. Ya les gustaría a los grupos punk estándar llegar a su altura.
Sage es hijo de un técnico empleado en radiodifusión que tiene montado un pequeño estudio en casa, incluyendo la maquinaria para grabar y cortar discos. Es bastante retraído y su mayor distracción es echarse horas tocando la guitarra y grabando los resultados; también graba canciones de la radio y luego las pasa a vinilos, por coger soltura con el proceso y para hacer amigos. Por fin, sobre 1977 se asocia con dos y crea un trío bajo el nombre de Wipers. Ya en ese momento tiene planificado incluso el total de discos necesarios para hacer "una descripción más o menos completa de la música que le ronda la cabeza", según dice, y que al parecer serán quince durante un espacio temporal de diez años. Sin embargo, tal vez por su carácter, no está interesado en las actuaciones; piensa que si evita además las entrevistas y controla el proceso de grabación y distribución (que piensa dirigir él), no necesita entrar en el juego de managers, discográficas ni prensa. Vamos, que a esto se le llama independencia total: es el "Háztelo tú mismo" isleño llevado a sus últimas consecuencias. Aunque ya les adelanto que esa visión tan libertaria no le duró mucho, por pura lógica.
Su debut tiene lugar en 1978 con un single de tres canciones hecho en su casa (Trap Records, a efectos nominales). Para entonces junto a Sage, que canta y toca la guitarra, está el bajista Dave Koupal y el batería Sam Henry. La cara A se titula "Better off dead", y es posible que algunos parroquianos de este bar la recuerden porque estaba incluida en la fiesta yanki de finales de los 70; se la presenté a ustedes diciendo que "Sage ni siquiera está de acuerdo con el término "punk", porque desde sus inicios lo supera: un cruce entre Wire, Joy Division y el underground yanki de aquella época, en canciones que van del minuto y medio a más de diez, es algo muy raro de ver en Estados Unidos". Así que vamos con las dos que nos faltan de ese single; observarán ustedes que, como en la cara A, se nota la influencia post punk vanguardista isleña y también una base rítmica calurosa que podría recordar a ciertas bandas de Michigan (me vienen a la cabeza los Grand Funk, no sé por qué). El resultado, la suma de las tres canciones, me parece soberbio para un debut tan limitado técnicamente pero que se ha convertido en un single de culto.
Sage tiene planeado comenzar la década de los 80 con su primer disco grande, pero ya va comprendiendo que necesita recurrir a un sello para conseguir un cierto nivel de distribución. Y no solo se retracta de sus planteamientos iniciales sobre ese asunto, sino también sobre las actuaciones: gracias a ellas consigue, además de unos pequeños ingresos, la popularidad suficiente en la zona como para crear un cierto interés por más repertorio suyo. Una última concesión que ha de hacer, forzado por Park Avenue, el sello que lo distribuirá, es que las canciones, inicialmente grabadas en casa con un cuatro pistas, se regraban en el estudio para conseguir una calidad aceptable. Finalmente el disco está preparado para su distribución en Enero del 80 bajo el título de "Is this real?". Dejando aparte la mejora de sonido se nota que Sage y sus acompañantes han mejorado también en su dominio de los instrumentos, ya que ahora despliegan más recursos. Y aunque se podría resumir diciendo que estamos ante un disco de escuela post punk y de calidad superior, este grupo de canciones roza el concepto arty. Lo cual se debe a que hay un formación musical notable, y aquí vuelvo a lo que decía en aquel comentario de la fiesta: las influencias isleñas son evidentes, y aquí tienen ustedes dos ejemplos.
Ya se pueden imaginar que el sambenito "de culto" va a acompañar a Sage durante toda su carrera, porque este sí es un verdadero músico independiente que siempre ha tratado de transigir lo justo con el sistema. Y por supuesto la crítica mayoritaria nunca le ha prestado mucha atención, ya que su cifra de ventas no les justifica el esfuerzo; al menos en su propio país, ya que una vez más estamos ante un nombre más popular en Europa que allí. De todos modos la publicación en verano del 81 de "Youth of America", su segundo Lp (con nuevos acompañantes), confirma una gran lucidez; su inconformismo afecta incluso a la idea preconcebida que se tiene sobre el punk como factoría de canciones directas y cortas. Porque aquí hay de todo: "Can this be" puede ser un ejemplo de "pieza tradicional", por decirlo así, más cercana al rock que al punk; pero podemos irnos al otro extremo y tratar de categorizar la que da título al disco, que pasa de los diez minutos y aunque tiene un arranque más o menos convencional va siguiendo un camino que la acerca por momentos al rock progresivo, underground y hasta psicodélico si me apuran. Varias escuelas están presentes ahí, desde el post punk hasta el space rock o el hard/heavy de los primeros años 70. Como era de esperar tuvo unas ventas discretas, pero el boca a boca lo ha ido convirtiendo en una especie de tótem con el paso de los años.
En 1983 Wipers llegan a su momento de mayor popularidad a escala nacional gracias a "Over the edge", un tercer disco con el gancho suficiente como para interesar a gran parte de la crítica y las radios. Eso se debe a que Sage, sin salirse de su personalísimo estilo entre punk y underground, ha sabido buscar un vago tono pop, es decir, ha cuidado la melodía; el conjunto sigue sonando muy cálido, casi abrasivo, pero con el gancho suficiente como para ampliar su base de aficionados. Por otra parte vuelve al formato de canciones con duración media sobre los tres minutos, lo cual las hace más fáciles de radiar, y eso amplía su proyección: de aquí surgen sus primeras grandes giras y el reconocimiento de futuros herederos como Sonic Youth o Kurt Cobain. En resumen se puede decir que Wipers se ha convertido en un pequeño gran grupo; alternativo, independiente y todos esos adjetivos tan molones, pero asequible para cualquier aficionado medio con un mínimo grado de curiosidad. Sage (que ahora es ya un gran guitarrista) ha renunciado a gran parte de sus postulados iniciales, pero lo ha hecho con criterio. Y aunque está pensando en grabar algún disco exclusivamente a su nombre, no tiene ninguna intención de convertirse en una rock star al uso ni es posible que tal cosa suceda nunca, claro; además, durante un tiempo este disco desaparecerá de las tiendas por quiebra del sello, una quiebra que incluso estuvo a punto de arrastrar al grupo. Pero todo eso ya habrá pasado para el próximo quinquenio: esperaremos a entonces para ver qué tal le van las cosas.
Qué gran grupo. Otra banda que debió tomar buena nota de su música fue Hüsker Dü. A "Youth Of America" (la canción) le añadiría influencias kraut y de los Stooges. Buen recorrido el que haces, Rick.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues sí, en general creo que la mayoría de los grupos rockeros yankis de los 80/90 (y tal vez más allá) tienen a Sage como un referente. Y en el caso de Cobain, no solo hizo versiones suyas sino que también quiso llevar a Wipers de teloneros, algo a lo que Sage se negó. Me gustaría saber por qué.
EliminarSaludos mil
Repaso la entrada que hize al grupo en el lejano diciembre de 2014 con motivo de su descomunal "Youth of America". Igual que haces tu ahora, reseñaba entonces la figura de Sage como el verdadero factotum no solo de la banda, también de una forma de entender la música, aquella idea en la que primaba el proceso creativo sobre el producto terminado. Coincidimos pues en que se trata de un auténtico visionario, un rara avis, un artista en el que predomina el concepto de la autarquía estilística, fruto de sus grandes conocimientos técnicos, y la desclasificación musical como una de sus metas finales.
ResponderEliminarNo me canso nunca de escucharles, suponen un paso adelante fundamental en el lado más inteligente y avanzado del rock.
Saludos,
He ido a echarle un vistazo a tu entrada y como siempre, además de bien escrita, está bien documentada (y es más amplia que esta). Está claro que Sage es un personaje único, probablemente irrepetible, y por eso mismo muy valioso. Salirse de los patrones clásicos es muy difícil, porque a la mayoría les interesa llegar a algo sólido y hacerlo cuanto antes.
EliminarSaludos mil.
Temas acelerados con letras repetitivas y con una sección rítmica que mejora en los últimos audios. Prodcuto de una época en la que había que desasirse del pop heredado mirando hacia afuera. Tienen su mérito, quizás efímero y merece ser rescatados por uno de esos programas dedicados a la música de garaje y similares.
ResponderEliminarEn concreto Sage es más de lo que parece, y me empeño en repetirlo siempre que puedo: la crítica considera a su grupo el primero de entre los punks de su zona, pero está claro que es mucho más que eso. Solo con escuchar a fondo sus primeras grabaciones ya se ve que tiene una formación muy amplia.
EliminarNo conozco al grupo, su sonido recuerda más al punk inglés que al yanqui, el tono del cantante es airado, quizás demasiado para mí. Estos temas si no los escuchas cargado de energía juvenil como que se hacen pesados.
ResponderEliminarBueno, hay muchas influencias isleñas, eso está claro. Pero como digo arriba, al menos en sus primeros tiempos está más cerca de un art punk al estilo Wire que al punk más plano de unos Pistols y compañía. Hasta yo, que no soy muy punki, defiendo sus primeros discos. Luego ya al final se va haciendo más previsible, pero eso le pasa a todo el mundo.
EliminarPues no me acordaba de esta gente. Y eso que, como dices, estaban incluidos en “la fiesta yanki de finales de los 70”. La edad. Me gustan los músicos que van por libre. Los reproductores me funcionan cuando les da la gana. ¿He ido a YouTube y he oído el L.P. “Is this real? Entre eso y las dos crónicas (esta y la de Javi) me he hecho una buena idea de este individuo “Greg Sage”. Ha valido la pena. Tiene enjundia el chavalillo. No se lo montó nada mal.
ResponderEliminarSaludos.
Por desgracia el asunto de los reproductores no tiene arreglo: como tú dices, funcionan como les da la gana. Pero no hay más alternativas, porque con el paso de los años fueron cerrrando todos los que había y ya solo queda Google Drive controlándolo todo. Mala suerte.
ResponderEliminarLa crónica de Javi es muy amplia y bien documentada. Y si te interesa ahondar en las músicas, avisa...