lunes, 23 de mayo de 2022

1982... (V)

Dentro del peligroso sector denominado "de culto" también hay categorías: tenemos a grupos que a fuerza de trabajo y constancia, como se decía antes, consiguen quedar a medio camino entre el mundo underground y una relativa popularidad, como XTC en sus buenos momentos, y otros a los que raramente se les ve fuera de los circuitos alternativos. Por lo general estos últimos solo conseguirán mantenerse en el tiempo si su oferta, aunque minoritaria, es lo suficientemente original como para que sus fans lo sean a muerte y los apoyen. Y ese apoyo suele ir más allá de gastarse el dinero en discos y actuaciones: en el caso de estos grupos, el "boca a boca" puede resultar decisivo. Así comenzaron a asentarse grupos como Velvet Underground en su época, y así lo hicieron The Monochrome Set en esta. Surgidos en la época post punk, desde el principio supieron crearse un mundo propio, tan cercano como ajeno, que los convirtió en una espléndida rareza. Vamos, como los XTC pero en una órbita muy distinta: aunque también el pop es una de sus esencias primarias, los Set mezclan con total impudicia el rock and roll de los años 50, el sonido surf o el ambiente del western musicado por Morricone con los ritmos caribeños, o deconstruyen la balada de corte italiano. Luego lo mezclan todo y se quedan tan anchos, añadiendo además ese toque "demente y contrahecho" que también caracterizaba a los XTC . El caso es que algunos sentimos verdadera debilidad por este tipo de gente, porque además tienen un sentido del humor que impregna toda su obra. Y el humor siempre ayuda mucho.


Esa vocación iconoclasta con aroma retro, que impide al mercado estándar categorizarlos en una corriente o estilo determinado, les afecta sobre todo en lo referente a la venta de discos: en directo se van manteniendo gracias a la parroquia fiel que suele tener este tipo de músicos, pero un sello ascendente como Virgin ya no transige con tiradas pequeñas y los despide en 1980, después de dos discos deliciosos pero minoritarios. En realidad aquel fichaje había sido un espejismo: su carácter cuadra mejor con los independientes como Rough Trade, que había lanzado sus primeros singles (cuyo encanto los llevó a Virgin precisamente). Y tras su paso por la que ahora ya es una major con todas las de la ley, vuelven al mundillo alternativo: en 1982 los Set fichan por Cherry Red, otra de esas pequeñas maravillas isleñas de la época. Y enseguida presentan su tercer disco, que han tenido tiempo para preparar porque han pasado dos años (con algún single por medio) desde el anterior. Se titula "Eligible bachelors", y en él demuestran haber aprovechado esa época de sequía para aprender y perfilar el repertorio, porque aquí consiguen un perfecto equilibrio entre calidad y comercialidad (si es que la palabra "comercialidad" puede aplicarse a este tipo de grupos). De nuevo y desde el arranque con la evocadora "Jet set junta" (y esa entrada en plan "El bueno, el feo y el malo"), los Set nos transportan a su delicioso mundo, que tras una aparente pero engañosa fachada de serie B demuestra una originalidad y una frescura ya fuera de tiempo. Prácticamente todo el disco es destacable, pero por añadir una sola más: el cierre de la cara A con "March of the eligible bachelors" podría sugerir una actualización del surf bajo la perspectiva art pop de un grupo que cualquier fan de los Smiths debería escuchar con detenimiento: Johnny Marr aprendió mucho de estos señores; incluso Morrissey, si uno se fija bien ("I'll cry instead", por ejemplo, es una buena muestra: no es de las mejores de los Set, pero para los Smiths valdría perfectamente). El caso es que este disco se convirtió en el más popular del grupo, ahora la prensa moderna lo considera un "referente histórico" (¿qué será eso?) y ha llegado ya a las reediciones en cedé triple. A veces la justicia poética acaba cumpliéndose.



Por desgracia esa fue la cumbre más alta que ascendieron los Set. Aquel disco les dio una proyección enorme, que se asentó con el lanzamiento, ya en 1983, del imprescindible "Volume, contrast, brilliance", una recopilación de todos sus singles históricos en Rough Trade publicada por Cherry Red, que le había comprado los derechos; entre una cosa y otra disfrutaron de un año o dos con un buen puñado de giras en los circuitos medios, y de ahí al interés de la mismísima WEA por ficharlos. Pero la primera señal de peligro ya había llegado poco después de la publicación de aquel majestuoso tercer Lp con la marcha de Lester Square, que además de ser un guitarrista básico para entender el sonido Set era además uno de los tres compositores principales. Y la excesiva tardanza en grabar tampoco auguraba nada bueno, así que cuando llegó por fin "The lost weekend" en 1985, casi cuatro años después que el anterior, mucha gente pensaba que el grupo había pasado ya a mejor vida (tampoco tiene la menor lógica que un grupo como este acabe grabando en un monstruo como WEA si ya no la tenía en Virgin, pero posiblemente ese fue el menor de los problemas). El caso es que las canciones de este disco, con ser bastante defendibles, no llegan a la altura de su repertorio anterior. Tal vez se note un cierto cansancio, un agotamiento de ideas, que a pesar de todo no impide algunos momentos brillantes: ese arranque con "Jacob's ladder", una especie de espiritual con ritmo frenético, demuestra que no han perdido el sentido del humor, y algunas canciones como "Sugarplum", "The twitch" o la instrumental "Take foz" mantienen el tipo sin agobios. Pero la apatía de los fans se hace notar, y el disco pasó sin pena ni gloria. Bid y sus colegas decidieron no prolongar mucho la agonía, un detalle que les honra: después de uno o dos singles más, sin repercusión, abandonaron cuando ya algunos grupos emergentes (los Smiths entre ellos) comenzaban a reverenciarlos como una de sus influencias más sólidas.


Gran parte de la formación original se reunió a principios de los años 90 y consiguió mantenerse sin muchos agobios durante casi toda la década gracias a un buen ritmo de giras; sobre todo en Japón, donde el número de fans es increíblemente grande. Bid grabó algunos discos a su nombre y otros con el grupo, que después de desaparecer con la llegada del nuevo milenio resurgió sobre 2010, y creo que por ahí andan todavía. Ah, y de cuando en cuando sacan disco nuevo... No sé; tal vez un día de estos me atreva con alguno, o no. Pero aquellos tres primeros, aquella ristra de singles luminosos, aquella época fue un gozo; muy pocos grupos ha habido tan deliciosamente frikis como este.



8 comentarios:

  1. No los conocía. Me recuerdan a los Kinks de la época de Village Green Preservation Society

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    1. Pues sus dos primeros discos (y los singles de aquella época) son muy recomendables, y demuestran que su estilo es tremendamente personal. No veo mucha similitud ni con Kinks ni con nadie, la verdad. Era únicos, entre otras cosas porque suenan como si no fuesen de esa época. De ninguna en concreto.

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  2. Yo les recuerdo de entradas anteriores. Le dan un toque pop y lúdico al espiritual o al surf que suena delicioso. Son retros y modernos a la vez, y a día de hoy no han perdido vigencia. Otro gran descubrimiento que te debo

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    1. Con los discos anteriores y el tercero, tienes una selección magnífica de este grupo. Salvo que sea sea muy fan, no es necesario ir más adelante. Pero eso sí, los tres primeros (más los singles, como le digo a Krapp) son entrañables dejando aparte su tremenda categoría.

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  3. ¡Ah, los incomparables Set!, una de las bandas que mejores recuerdos me dejaron en aquella época de contínuos descubrimientos. Los conocí gracias a su mencionado "Volume, Contrast, Brilliance...The Monochrome Set Sessions & Singles Vol.1" y me dejaron felizmente marcado de por vida. Diferentes, muy diferentes, por tildarlos de alguna manera; excéntricos, evasivos, con ese toque de humor que también has mencionado. No recuerdo ninguna banda (que ahora me venga a la memoria, quizás Swell Maps, The Jazz Butcher o The Pooh Sticks, es un suponer...) a la que pueda equiparales.
    Les he seguido muy intermitentemente, "The Lost Weekend", "Platinum Coils", su primer "Strange Boutique" (no hace mucho reeditado), "Spaces Everywhere" y poco más. Y si, siguen publicando a fecha de hoy.
    Maravillosos. Muy merecida entrada.
    Saludos,

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  4. Hola, Javier. Yo también comencé por ese magnífico recopilatorio, donde vienen prácticamente todas las canciones de sus singles primerizos; los había descubierto en aquella luminosa Radio 3, que ya tiene muy poco que ver con la de hoy en día.

    Y luego claro, fui a por sus dos primeros discos grandes. Más o menos por entonces llegó a España el tercero, y ahí se completa su edad de oro. Luego ya la cosa va decayendo, aunque siendo como son una especie de marcianos alternativos cualquier cosa suya tiene un encanto especial.

    Saludos mil.


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  5. A mí me gusta "ese toque demente y contrahecho". Y gracias a un tal Rick tengo la discografía de estos pipiolos desde 1978 a 1982. Como dice Javier, muy merecida la entrada. Yo tampoco veo gran parecido a nadie que conozca, y eso ya es difícil.
    Saludos

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  6. Pues aquí sí que ya no te hace falta seguir ampliando la colección, a no ser que seas muy fan: ni siquiera yo, con lo loco que me volvían estos señores, voy más allá del cuarto o como mucho el quinto disco (que fue el último que les compré). En digital tengo alguna cosa más, pero tampoco mucho. Es que resulta muy difícil mantener el nivel cuando estás haciendo una música tan "diferente", como dice Javier.

    Saludos mil.

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