viernes, 5 de mayo de 2023

1960-65: los años del beat (I)

¿Qué es el beat? Para quienes siempre se rasgan las vestiduras, el beat es lo que les confirman los periódicos: sonidos inarticulados, aumentados hasta límites insoportables por los amplificadores; ruido producido por jovencitos mal lavados y de larga cabellera, que a duras penas acaban de aprender algunos acordes simples en la guitarra y que reciben el aplauso histérico e igualmente inarticulado de los adolescentes. Para los desconfiados, el beat es una ocurrencia propagandística de unos avispados negociantes, que mediante tretas siempre nuevas intentan sacar hasta el último céntimo de los bolsillos de los jóvenes. Y para el "Daily Worker" -órgano del Partido Comunista británico- el llamado Mersey Sound es una clara protesta revolucionaria, "la voz de treinta mil obreros en paro y ochenta mil viviendas miserables en ruina". 
(Rolf-Ulrich Kaiser)

A mediados de los años 50, el panorama musical isleño era deprimente. En primer lugar no había estilos propios salvo el vodevil o el music hall, que por no haberse actualizado estaban muy lejos del espíritu juvenil: prácticamente todo lo que escuchaban los más inquietos era música que venía de Estados Unidos, tanto por la radio como por los discos que traían los soldados de las bases (o que entraban por los puertos, especialmente Liverpool). Además hay que tener en cuenta que al otro lado del Atlántico ya se iba sintiendo la creciente potencia del capitalismo industrializado y la nueva generación comenzaba a tener dinero suficiente para divertirse, mientras que la Isla aún estaba saliendo de la posguerra, con muchos barrios medio destruidos por los bombardeos de quince años antes. A menudo se habla de los estilosos teddy boys como uno de los primeros “movimientos juveniles británicos”, pero fuera de algunos barrios londinenses no solían verse muchos (como tampoco solían verse los primeros mods). 

En cualquier caso, resulta lógico que un estilo “irreverente” como el rock and roll tuviese tanto gancho en un país herido: al principio parecía que solo iba a haber clones del relamido Bill Haley, gracias a su impacto multiplicado por el cine (de hecho florecieron brevemente algunas promesas como Tommy Steele, promocionado como “el Elvis británico”), pero sobre 1957/58 surgieron personajes más creíbles como Billy Fury o Vince Taylor, y sobre todo Johnny Kidd al frente de sus Pirates: el concepto de grupo ya comenzaba a resultar atractivo desde que poco antes arrancase la brillante carrera de un tal Cliff Richard al frente del suyo. De todos modos y salvo Cliff (que pronto se convirtió en un ídolo pop), ninguno de ellos se mantuvo más de dos o tres años en las listas porque para entonces el rock and roll, como en Estados Unidos, estaba pasando de moda y pronto llegaría a ser patrimonio casi exclusivo de la última generación británica que había cumplido con el servicio militar: los rockers, gente endurecida y muy fiel a sus costumbres de siempre.


Mientras el rock and roll comenzaba a escucharse en los ambientes callejeros, en los clubs de jazz convivían dos estilos. Los aficionados de siempre, los mayores, disfrutaban con el “trad”, apócope de “traditional”: era una especie de “versión británica” del viejo jazz al estilo Dixieland, que había vivido una segunda juventud en los años 40 en los States. Sin embargo los más jóvenes, tal vez por oposición, elegían a los nuevos héroes del bebop, también llamado “modern jazz” (cuyo apócope es “mod”). Pero ese tipo de música era para la gente "elegante", por lo general los jóvenes londinenses del centro, cercanos a la aristocracia, elitistas, que vestían polos Fred Perry, gabardinas Burberry y zapatos italianos. La juventud de clase media-baja, los que tenían el dinero justo para ir tirando, la verdadera juventud, fuese de Londres o de cualquier otro sitio, había descubierto una alternativa mucho más “cercana” y que también se escuchaba en esos clubs: el skiffle. 

En origen, el skiffle es un estilo más rural que urbano nacido en el sur de Estados Unidos sobre los años 20 (es decir, casi al mismo tiempo que el dixieland en Nueva Orleans), y que fue el primer catalizador para que surgiese la permeabilidad de influencias entre músicos blancos y negros. Por lo tanto se alimenta de muchos componentes distintos, como el folk tradicional, el country, el blues e incluso aromas del propio dixie (de hecho la palabra “skiffle” puede traducirse como “jazz callejero”). Y todo eso se va mezclando en un batiburrillo que al final puede llegar a producir cualquier tipo de ritmo, ayudado además por el hecho de que su formato más accesible es el de jug band; lo cual significa que sirve cualquier tipo de artilugio que haga ruido, desde una tabla de lavar hasta una botella rugosa que pueda rascarse con una cuchara. Traigo aquí un párrafo de “Awopbopaloobopalopbamboom”, el magistral y descacharrante “ensayo” de Nik Cohn, en el que dice: “Su principal atractivo era que la habilidad musical carecía de importancia. Todo lo que se necesitaba era una disposición natural para el jaleo. Las tapas de los cubos de basura, los cacharros de la cocina, periódicos, peines… cualquier cosa valía. En poco tiempo aparecieron solo en Londres unos tres mil clubes de skiffle. Hay que reconocer que cerraban tan pronto como abrían, pero de cualquier manera la cifra no deja de ser impresionante”. 

Y es el humilde skiffle, por su accesibilidad, el medio ideal para que muchos adolescentes prueben si son capaces de sobrevivir en el mundillo musical o no, si realmente tienen un mínimo de talento; fue el skiffle, antes que el rock and roll, el que comenzó a edificar las bases de lo que llegará a ser el pop/rock británico. La prueba de que aprendían rápido llegó ya a finales de 1955, cuando el escocés Lonnie Donegan grabó su particular versión de “Rock island line” convirtiéndola en un éxito nacional que llegó incluso al otro lado del océano. Donegan era uno de los músicos que formaba parte de la banda del venerable Chris Barber -es decir, venía del “trad”-, y pronto consiguió el título de “Rey del skiffle”. Aquella canción fue una de las primeras que envalentonó a unos cuantos adolescentes entre los que se contaban Lennon y McCartney, porque demostraba que también los británicos podían hacer música americana (la única música posible por entonces) con un mínimo de dignidad y, sobre todo, de creatividad. Aquí les dejo una de las versiones “canónicas” de Lead Belly seguida por la de Donegan. Es fácil ver la verdadera potencia del skiffle: ya en origen el propio Lead Belly está haciendo un cruce entre folk blues y country, con lo cual no es extraño que Donegan siga por esa vía y le dé vuelo reforzando precisamente su lado country, es decir, blanqueándolo. Haciéndolo británico.



Y aquí lo dejamos por hoy, aunque ya no queda mucho de lo que hablar antes de ir al asunto que nos ocupa. Bueno, falta hablar del pop y alguna otra cosilla, pero no se preocupen: el pop de aquella época es justo lo menos interesante.

Últimas noticias: el eximio don José Kortocircuito, Archivero Mayor del Reyno, ha tenido a bien publicar una entrada en el SBDT con una de las mejores selecciones de skiffle que se pueden conseguir hoy en día, y eso que hay bastantes. Quienes estén interesados, no lo duden y pinchen aquí.   




12 comentarios:

  1. Hola Rick,
    Vuelvo al redil, después de hacer novillos practicamente en todas las clases del curso anterior. No se si esto es una intro a una serie o solo un post aislado.
    Hace años tenía mucha curiosidad por lo que se hizo en los UKeises antes de los Beatles y un amigo inglés muy melómano me decía que no había absolutamente nada a parte del music hall y algo de folk.
    Pero al final acabé descubriendo el skiffle y me fascinó desde el primer momento, y desde luego Donegan era muy, muy grande, aunque había un buen montón de gente en ese estilo, que realmente era muy divertido.
    Y lo de intentar definir el beat, es tontería, pues todos sabemos lo que es, pero somos incapaces de definirlo.
    Saludotes y hasta pronto... espero.
    Jose

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    1. Muy buenas, José.

      Ya lo hemos hablado otras veces: cada uno es cada uno, y no vamos a coincidir en todo. Así que cuando uno se salta "las clases" es porque no le va la materia. Y ya está, no hay más vueltas que darle. Afortunadamente nadie está obligado a nada.

      Ya ves que tu amigo inglés se olvidaba del skiffle y del rock and roll. Que a fin de cuentas son variaciones sobre estilos yanquis, porque el verdadero carácter británico no empieza a destacar hasta los años 60; pero tienen su importancia, porque son la base para todo lo demás.

      ¿El beat? Una mezcla de varios estilos yanquis pero con el toque british. Y ya está.

      Saludos mil.

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  2. Está genial esta serie de entradas que comienzas; es un periodo clave del que se desconoce mucho, aparte de las canciones de esos cuatro melenudos de Liverpool... ¿Cómo se llamaban? Ahora mismo no me vienen a la mente.

    Es curioso cómo este Lonnie Donegan se adapta al tono country como si hubiese nacido en Texas. El género, pese a sus limitaciones, o precisamente por ellas, tiene mucha viveza.

    'Shakin' all over' me ha parecido una gran canción de rock'n roll. Solo teniendo en cuenta este tema, y sin haber escuchado nada más de ellos, es una pena que una banda como aquella no pudiera adaptarse a los nuevos tiempos.

    Me ha hecho gracia parte de esa cita de Rolf-Ulrich Kaiser, cuando se refiere al Mersey Sound como un posible estallido revolucionario. A cuántos fenómenos sociales no habrá considerado ese partido de un potencial revolucionario... Movimiento obrero aparte, en cierta forma y en sentido muy amplio sí puede decirse que aquella música supuso una revolución, abriendo la puerta a casi todo lo que vino después.

    Sigo la serie con interés. Un saludo.

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    1. Muy buenas. Ya me imagino que alguien como tú, de tendencias "académicas", disfrutará con este tipo de batallitas. A mí me pasa igual. En cuanto al skiffle, por si tienes curiosidad, espero que hayas visto arriba el link que he puesto a la entrada de José: es una recopilación de las mejores que hay sobre la materia.

      En cuanto al rock and roll, sobre todo si es de ascendencia blanca (es decir, partiendo del rockabilly), ya sabes que su problema es el mismo que el del surf y en general todos los estilos sin mezclar: son de corto recorrido. Y todas las figuras británicas duraron poco (salvo Cliff Richard, que nos visita ahora) porque les pasaba lo mismo que a la mayoría de las americanas: no supieron evolucionar, bien por tener una formación muy limitada o porque, sencillamente, no daban para más.

      Lo de los revolucionarios es eso, mucho panfleto y poca chicha. De todos modos es verdad que hay una relación clara entre proletariado y tipos de música: el rock and roll, como luego el punk, viene de abajo; que luego haya otro tipo de participantes es lógico, pero sus orígenes son esos.

      Gracias por el interés. Trataremos de no defraudar al público asistente, como suele decirse.

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  3. Estos prolegómenos vienen muy bien para lo que se estaba cociendo. Este tipo de música que comentas aquí lo conocimos a toro pasado; al menos yo. Aún no había empezado a interesarme por la música. En mi casa se oía mucho a Chopin o a Mario Lanza ("Serenata de las mulas" ) gracias a mi madre. Era un pipiolo cuando ya en el 63, creo, aparece "Love me do" en España. Luego vendrían los primeros de los Kinks en el 64..., los Rolling, los Who pero de eso se hablará aquí próximamente, supongo. Se atormenta una vecina. ¿O es al revés?

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    1. Hola, Bab. Lo más lógico es siempre comenzar por los antecedentes, porque si no hay cosas que no se entienden: ¿los Beatles surgieron así, sin más, por las buenas? Se supone que alguna música habrían oído antes de ponerse a tocar, ¿no?

      A toro pasado vamos todos los presentes, puedes estar seguro: éramos muy niños (o no éramos aún) cuando esta historieta comenzó. Pero ya sabes que algunos tenemos vocación de marujas y no nos podemos quedar quietos sin enterarnos de la película, por muy viejuna que sea. Se disfruta mucho.

      Muy acelerado vas tú: los Kinks, los Who.... Aún falta un rato para eso.

      Saludos mil.

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  4. Me parece un tema muy interesante el que has elegido. Sólo lo conozco por encima, creo que me lo voy a pasar muy bien.
    Tengo por ahí el ensayo que comentas de Nik Cohn. Me gusta mucho el enfoque desenfadado con el que trata la historia del pop.

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    1. Es que rascando, rascando, acaba uno llegando a los albores de la humanidad ratonera. Pero tranquilo, que no pienso seguir hasta el origen de los valses o cosas parecidas.

      Este libro del señor Cohn (que de todos modos ahí era aún un chaval, casi) debería ser de obligada lectura para cualquier fan que se precie de serlo.

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  5. Seguramente imbuido por la foto de entrada he cogido de la estantería uno de los primeros libros de tema musical que compré (allá por el 94...). Su título "I´ve got my mojo working", LONDRES 1960-1966, Los mods, los clubs, los grupos, la herencia". El autor, Ángel A. de la Iglesia Gilarranz. El la foto de la portada aparecen los miembros de la Zoot´s Money Big Roll Band a las puertas del Flamingo Jazz ("Flamingo Allnighter Club, Europe´s Premier Jazz Rhythm Clubs)

    En el primer capítulo, "El despertar de la juventud" detalla la situación socio-económico de los años 50 en las Islas y la forma en que el poderoso influjo musical de los USA se mimetiza en la juventud inglesa. Voy a releer este capítulo inicial de nuevo para entrar en calor ante lo que se avecina.

    Saludos,

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    1. Tengo ese libro, sí señor. Y he de añadir que hay unos cuantos escritores españoles que no tienen nada que envidiar a los sajones, tanto en el mundo mod (hay verdaderos fanáticos) como en otros (la mayor parte de los que publican personajes como Manrique, Ordovás, Jaime Gonzalo, etc).

      Reitero lo dicho a Chafardero sobre el libro de Cohn. Que por cierto, después de casi veinte años descatalogado, se ha vuelto a publicar a mediados del 22 aunque ya con el título "españolizado": "Auambabuluba Balambambú". Avisado quedas.

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  6. Es un texto excelente que resume y amplia lo que yo conozco del tema. Es curioso que así como el rock primigeniono deja de ser una evolución de la música anterior en el país en que nació: boogie boogie, rhythm and blues, jump blues, blues de Chicago etc... en Gran Bretaña prefirieran los sonidos importados a la propia tradición musical siendo los creadores del music hall y mucha de la música callejera posterior. Símbolo inequívoco de la decadencia de John Bull en beneficio del tío Sam.
    Salud

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    1. Muchas gracias, herr doktor, pero no es para tanto. Solo es un pequeño resumen para entrar en materia con un mínimo de orientación. Y en cuanto a la "importación masiva" que hacen los británicos,. no olvidemos un detalle fundamental: los americanos no tendrían la potencia que tienen si no hubiesen llegado los negros al continente. A veces olvidamos que esto es un viaje de ida y vuelta, que los colonos británicos llegaron allá con "lo puesto", y que hasta la población masiva de los antiguos esclavos africanos no había mucho que rascar. En realidad lo que vemos es a los británicos impregnándose de las influencias negras a través de los blancos americanos. Y a partir de ahí ya supieron seguir solos: el boom del blues es la mejor prueba.

      Saludos mil.

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