sábado, 27 de mayo de 2023

1960-65: los años del beat (IV)

“Liverpool es una ciudad extraña, se obsesiona con todo lo que hace. Es un puerto de mar, y su población está compuesta de muchas razas distintas… Tiene un cierto estilo negro muy particular, una fuerza, un humor y un estar alerta muy especiales, verdadera violencia y mucha fealdad… Es América en Inglaterra: una noche fuera acaba casi inevitablemente con un puñetazo en la nariz. En un ambiente así, el pop no podía fallar. Explotó. Lo arrasó completamente todo, fanatizó a todo el mundo…” 
Nik Cohn 

América en Inglaterra. A Liverpool se le llamó durante un tiempo “La Nashville del norte”, por su gran afición al country & western (y hace dos o tres años se publicó una historia musical de la ciudad con ese mismo título). Por otra parte, de todos los rockeros clásicos estadounidenses, para los músicos de Liverpool el más grande era Buddy Holly: un adolescente John Lennon usó la palabra Beetles varias veces, para los continuos cambios de nombre de su grupo, en honor a los Crickets de Holly. Y eso que los Vincent, Cochran y demás personajes del rockabilly eran también muy queridos allí, pero Holly tenía un trasfondo pop y por lo tanto más complejidad, más materia de estudio. Una cosa es ser un simple rocker callejero y otra es la profesión. E incluso antes de todo eso Liverpool había sido la entrada del skiffle a la Isla, y el número de pequeños grupos locales que se dedicaron a aporrear cachivaches fue enorme. Liverpool ha sido siempre la entrada de casi todo lo que venga por barco, y no solo los estilos blancos: aunque la medalla se la lleve Londres, también el jazz y el blues entraron por allí; otra cosa es que esos estilos resultasen tal vez ajenos para una ciudad de “camorristas”, pues esa era la fama que tenían en la capital. Ah, y también entraron el r’n’b o el soul, con mejor fortuna que el jazz. Porque además del puerto, a veinte kilómetros está Burtonwood, “La América del noroeste”, una base militar que compartía la RAF con un destacamento del ejército americano: o sea, más discos de todos los colores. Así que, resumiendo, en Liverpool tenía que pasar algo más tarde o más temprano. 

En ese ambiente, ya a finales de los años 50 hay unos cuantos grupillos que comienzan a hacerse conocidos, más por tener una cierta habilidad con los instrumentos que por otra cosa. Los dueños de los locales solamente exigen eso, que no desafinen mucho; y si tienen un cantante guapito, más chicas habrá entre el público. Eso pasaba con Rory Storm and The Hurricanes: en 1959, tras abandonar el skiffle y cambiar de nombre varias veces, eran el grupo de moda en la ciudad. Su líder, Alan Cadwell, se había “rebautizado” poco antes como Rory Storm y era un frontman realmente atractivo, mientras que Richard Starkey, su batería, era el más competente en ese instrumento (por cierto, a Richard todo el mundo le llamaba “Ringo”, por su afición a los anillos). Un día les llegó la oferta para trabajar en Hamburgo, una especie de Meca para los pequeños grupos británicos -de Liverpool la mayoría-, ya que además del dinero se curtían profesionalmente: tocar todos los días un mínimo de ocho o nueve horas, sobreviviendo a base de anfetaminas con whisky, atacando todo tipo de repertorios, o te mata o te hace más fuerte. Por unas razones u otras (ellos adujeron que tenían compromisos anteriores) decidieron declinar la oferta; pero poco después el promotor ofreció el viaje a los Beatles, otro grupillo que comenzaba a destacar: esos dijeron que sí. 

Los Beatles también llevaban ya unos cuantos cambios de nombre. Se trataba de un quinteto surgido alrededor de John Lennon, un muchacho en el que convivía el espíritu de la contradicción: era uno de esos adolescentes problemáticos con tendencia a las peleas, un personaje con un fondo de amargura, tal vez por su dramática situación familiar (entre unas cosas y otras prácticamente no tuvo relación con su padre, los servicios sociales acabaron retirando la potestad a su madre y creció al amparo de una tía), pero al mismo tiempo pronto comenzó a mostrar interés por la música y por otras artes. Su adolescencia transcurrió entre el skiffle y el rock and roll: aprende a tocar la guitarra acústica lo justito y en 1956 organiza su primera banda, The Quarry Men, junto con otros compañeros del colegio Quarry. Algunos no saben tocar ningún instrumento, pero se benefician de la facilidad que ofrece el skiffle para hacer música con simples artilugios domésticos y en pocos meses tienen ya una cohesión suficiente como para atreverse a actuar en público. Comenzaron en pequeños recitales al aire libre, y a mediados del 57 ya habían llegado a locales de jazz como el legendario Cavern, que todos los miércoles tenían sesión de skiffle. Hay que aclarar que, por sus orígenes, el skiffle se consideraba un género menor entre los aficionados al “trad”, una especie de pariente pobre; pero incluso esos aficionados -muchos de ellos personas ya maduras- disfrutaban con las “pequeñas tonterías” que hacían estos jovenzuelos. Era una especie de vuelta a la infancia, ese cruce entre dixieland, country y lo que fuese aquello; lo malo para estos señores empezó poco después, con la llegada del rock and roll. 

A principios de Julio, en una actuación al aire libre, Lennon conoce a Paul McCartney, que siendo dos años más joven que él ya domina bastante bien la guitarra, y en 1958 este le presenta a George Harrison: Lennon pone objeciones a su edad, ya que no pasa de los quince años, pero ya es mejor guitarrista que ellos. Las entradas no se van compensando con las salidas, porque en ese momento los Quarry Men son ya exclusivamente esos tres muchachos, que del skiffle se están pasando al rock and roll. El paso siguiente es buscar un bajista: en 1959 Lennon invita a unirse al grupo a su amigo Stuart Sutcliffe, cuyas preferencias artísticas están entre la pintura y la fotografía (aficiones que también interesan, de un modo u otro, al propio Lennon). Por la amistad y porque “es mejor tener un bajista que no sabe tocar el bajo que no tener ninguno”, lo convence para que se compre uno y vaya aprendiendo sobre la marcha. Resumiendo: tras un montón de pequeñas aventuras que podrán encontrar ustedes profusamente detalladas en la Wikipedia y otras muchas páginas más, en verano de 1960 y ya con el nombre de Beatles reciben la oferta que no deben rechazar. Necesitan un batería, así que reclutan a Pete Best (su madre es la propietaria de un local en el que ya han tocado algunas veces) y se lanzan a la aventura que los hará hombres. Será la primera vez que van allí, de un total de cinco; la semana que viene los tendremos de vuelta, pero de momento aquí les dejo unas muestras del amplio repertorio que llegaron a dominar:






10 comentarios:

  1. Hola Rick.
    Interesante intro Beatles pre Beatles.
    Me encantan estas canciones anteriores a sus albumes, son de esas de "a piñón y sin tonterías".
    Pero me gustaría resaltar el papel que tuvo Alemania en toda la movida del merseybeat y de la british invasión en general.
    Allí tocaron la mayoría de las bandas que luego fueron "las grandes", en montón de tugurios, especialmente en Hamburgo, donde muchos tienen sus grabaciones mucho antes que en Inglaterra, e inclusos muchos nunca grabaron en Inglaterra, por ejemplo mis queridas Liverbirds.
    Y es que si te tiras un día si y otro también tocando ocho horas y solo parando a la hora del bocadillo, y si no eres un negao, estás condenado a ser bueno.
    Creo que sin Alemania, el merseybeat habría sido una movida provinciana, y sus grandes grupos habrían grabado un single o dos antes de disolverse, y ahora serían grupos de culto.
    Tambien pienso que el papel de Alemania en este estilo se merecería un capítulo entero en esta prometedora
    serie.
    Saludotes
    Jose

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    1. Muy buenas, José.

      Los primeros tiempos de los Beatles fueron como los demás, aprendiendo a tocar y a reunir repertorio. Me gusta ese tipo de canciones, pero para un rato; supongo que estaremos de acuerdo en que lo bueno viene después.

      En lo de Alemania tienes toda la razón; y no solo los grupos británicos, ya que como bien sabes tus adorados Runaways llegaron a grabar allí en condiciones bastante buenas, y se curtieron muchos otros como los Javaloyas o los Salvajes. No puedo ahora meterme a ampliar ese mundillo porque ya bastante tengo con lo que tengo, pero quién sabe, igual un día...

      Saludos mil

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  2. No por sabida la historia del comienzo de The Beatles es interesante leer de nuevo.
    Respecto a esa alianza portuaria Liverpool/Hamburgo en el terreno del nacimiento del pop europeo habría que sabar lo ocurrido en otras grandes ciudades portuarias: Rotterdam, Amsterdam o Marsella donde los estímulos vitales eran semejantes al menos en apariencia y la presencia americana más o menos semejante. En el caso de Barcelona ya sabemos las limitaciones que imponía la dictadura.

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    1. Siempre que uno no se extienda mucho, un breve apunte nunca está de más con este tipo de personajes.

      Y en cuanto a la conexión entre ciudades portuarias, es cierto que siempre hubo una vida especial en ellas; pero el caso de Hamburgo es único y está muy por encima de los demás: había más dinero que en el resto de Europa, y más ganas de salir de aquel agujero negro que fue la guerra y que a Alemania le afectó especialmente: había una nueva generación deseosa por cambiar de perspectivas-

      .

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  3. Excelente entrada, en la que das protagonismo no solo a aquellos géneros juveniles ni a los propios Beatles, sino a la ciudad de Liverpool. Esta historia suele contarse sin ese importante contexto, y así pareciera que los Beatles surgieron de la nada.

    Es curioso porque todavía no he tenido oportunidad de visitar Liverpool (Londres, un par de veces), que concibo como una de esas mecas de la música popular, sobre todo por tan ilustres leyendas. Pero sí pude visitar Hamburgo hace ya muchos años, en un largo de viaje de mochilero por Europa. Como portugalujo, no pude evitar relacionar Hamburgo con Bilbao, pero a lo bestia: aquel puerto era enorme, y sus calles portuarias, aun en el presente y con la transformación que da el turismo, tenían una vitalidad especial. Había buena música en los garitos. Recuerdo en particular el Barrio Rojo, claro, porque es lo primero que quiere visitar un turista veinteañero.

    Impagable esa interpretación del 'Bésame mucho'. Tocar eso cada noche tiene que curtir.

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    1. Hola, señor Rodión. Hay casos en los que el escenario tiene mucha importancia, y este es uno de ellos. Como dice José, también habría que hablar más a fondo de Hamburgo, pero no hay sitio para todo: gracias a internet, quien quiera "sumergirse" en ese mundillo lo tiene fácil.

      Otra cosa es el momento histórico, que ya pasó hace tiempo. Yo tampoco conozco Liverpool, pero los dos o tres conocidos que han estado allí me dicen lo mismo: al principio bien, porque recorres más o menos aquellas zonas míticas y te sientes impresionado. Pero al cabo de media hora ya vas comprendiendo que todo se ha convertido en una feria de souvenirs, que de aquel ambiente que cuenta Cohn no queda nada. Así que no tengo muy claro si vale la pena ir ahora o no.

      Curtidos estaban, sí. A veces la gente se limita a ver lo "geniales" que eran, sin considerar el enorme trabajo que hicieron en sus primeros tiempos, pero una cosa no es posible sin la otra. Los Beatles se desfondaban cada día, durante muchos días seguidas. Si no hay sacrificio, la genialidad por sí misma no suele servir de mucho. Y por otra parte ya conoces la frase aquella "sí, espero la inspiración, pero que me pille trabajando"

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  4. Si, no es de extrañar, por el puerto de Liverpool entró el gran comercio de esclavos del siglo XIX y, como si se tratara de una auto-redención, desde ese puerto también se propició la entrada de las mejores influencias musicales del gran continente afro-americano. Parece que con ello quedaron, en cierta medida, redimidos.
    Sus dos primeros temas ("Sweet Little Sixteen" y "Hippi hippi shake") marcan mucho la influencia de Li´l Richard y Chuck Berry (algo distinto a las querencias de los Stones de entonces, más ligados al blues de Reed, Waters y Dixon). Sus siguientes "Bésame mucho" y "Shella" los debía interpretar para calmar a los chicos bailones y hacer que las chicas mandaran de una puñetera vez.
    Expectantes, a ver qué pasa a partir de ahora.
    Saludos,

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  5. Solo hay que ver la posición de esa ciudad en el mapa para comprender su importancia: viniendo de América, ese es el puerto grande más cercano. No es un mérito ni una culpa, es el simple factor geográfico.

    Esas versiones demuestran que, a diferencia de la mayor parte de sus competidores, ellos ya estaban escuchando también música negra. Los Beatles comienzan siendo unos rockers, pero muy eclécticos. No les llega con el rockabilly o Elvis, como a muchos otros.
    Saludos mil.

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  6. Muy buenos estos apuntes para entrar en materia. Y aquí se ve cómo son los comienzos de un grupo que luego revolucionó el mundo de la música "moderna". Estaban aún muy crudos, pero luego pasó lo que pasó. Me crie oyendo a The Beatles; han sido una parte muy importante de mi vida, así que esperaré a ver cómo se desarrolla esta historia.
    Saludos.

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    1. Hola, Bab. Creo que unos cuantos detalles sobre cómo empezaron estos chicos tal vez nos venga bien, entre otras cosas, pera sentirnos más jóvenes por un rato. Y oye, si hay algún jovencito leyendo esto igual le sirve para darse cuenta de que hay que currar mucho para llegar a algún sitio.

      Saludos mil.

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